Así iba a ser

Lo sabía Pedro Sánchez, lo sabía Aitor Esteban y lo sabía Mertxe Aizupura. También lo sabían Gabriel Rufián y Míriam Nogueras. La actual legislatura no va a ser fácil porque cada votación requiere de una negociación multilateral. Así decidieron todas y todos en el Congreso hacer política, es decir, llegar a acuerdos entre diferentes para que la sociedad avance (esto y no otra cosa es la política). Por lo que la no aprobación de la senda de déficit podría ser algo normal si los motivos fueran lógicos desacuerdos. Pero no, no entiendo que Junts lo haga por joder (hablémonos como personas adultas, por favor). Eso no es la política: solo es esta política.

¿Para qué quiere el dinero?

Bueno, yo lo tengo bastante claro: el gobierno español quiere el dinero de los fondos europeos para gastarlo si finalmente no logra que el Congreso apruebe los PGE (y parece que así va a ser). No solo para dedicarlo en sus proyectos, claro: con él pretende domesticar como pueda a las y los presidentes autonómicos del PP y del PSOE pero un poco díscolos. Por eso “apenas ha gastado el 3,5% de los fondos europeos previstos para este año” (The Objective). Y lo tengo así de claro porque me parece que este dato no es una casualidad: “La del pasado ejercicio fue la cifra más baja de los tres años del Plan de Recuperación”.

Esto también merece ser juzgado

La masacre en Gaza y los actos terroristas en Líbano son crímenes mucho más graves, porque estamos hablando de miles de personas muertas y mutiladas, que este: “Las fuerzas israelíes allanan y cierran la oficina de ‘Al Jazeera’ en la Cisjordania ocupada” (France 24). Pero todos ellos deben ser juzgados con severidad y, lo que es más importante ahora, con celeridad. La comunidad internacional (curioso eufemismo para hablar de instituciones) y el planeta (también muy elocuente sinécdoque para referirnos a las personas que lo habitamos) no pueden sostener ni soportar ni un minuto más al actual gobierno de Israel.

Cómo comunicar en público… mal

Cambio bruscamente de registro porque tengo que confesar que me divierte que “el programa ‘Cómo comunicar en público’ ha anunciado” a Albert Rivera y Toni Cantó como docentes (El Plural). El cursillo (“2.900 euros por ocho clases”) lo organiza “el Instituto Universitario de Liderazgo Cardenal Cisneros, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid”. Y da la casualidad de que el gobierno de la Comunidad de Madrid nombró en 2021 a Rivera “como vocal del Patronato de la Fundación Universitaria Fray Francisco Jiménez de Cisneros, una organización sin ánimo de lucro que financia el centro privado Cardenal Cisneros”.

Eso me pasa por buscar

Vivo en Bilbao y mi coche puede circular por el centro… de momento: la norma avanzará y mi vehículo se quedará obsoleto. Aún no sé lo que opino de ese tipo de regulaciones, pero sí estoy seguro que una de las cosas más inteligentes al respecto la dijo Eneko Goia: no puede ser que la renta y el acceso a ciertos vehículos sea lo que marque quién puede aparcar y quién no en el centro de Donostia. Por curiosidad ayer busqué en Internet coches eléctricos baratos y encontré el listado que hace unos días publicaron en Xataka: solo uno baja de los 18.000 euros (seis cursillos de Rivera y Cantó). Creo que debemos repensar algo.

Diez años del modelo a seguir

La pasada semana celebramos el décimo aniversario del referéndum escocés, ese que algunos seguimos tan de cerca como nos fue posible desde Euskadi y Catalunya porque mostraba el camino a seguir: una votación acordada con Londres cuyo resultado sería vinculante, y una campaña larga e intensa a favor de “Yes Scotland”. Todavía guardo la propaganda que pude reunir durante un viaje a Edimburgo que hice el verano anterior (nos hizo un tiempo terrible, por supuesto). Y en El Nacional han hecho un especial muy interesante por el aniversario que cierran con la pregunta: “¿Un nuevo referéndum en el horizonte?”, como respuesta al Brexit.

Correcto

Por supuesto, me parece bien que exista la publicidad y que una parte del dinero público se dedique a pagar anuncios en los medios. Y también me parece bien que en The Objective recuerden los 400 millones de euros que se habrá gastado, a cierre del ejercicio, Pedro Sánchez desde que llegó a Moncloa. “Si se incluye el pago de empresas públicas dependientes de ministerios, el montante superará los 1.000 millones”. Está bien recordarlo, insisto, cuando para enfrentarse a las páginas web de desinformación, el gobierno español cubrió la semana pasada con el manto de la sospecha en la financiación a todos los medios.

“Bildu cambia de bando”

Es Bildu y solo Bildu el partido el que ha regalado este titular a OK Diario: “Bildu cambia de bando: aprueba una ley en el Parlamento de Navarra junto a UPN, PPN y Vox”. Ojo, que además la aprobación ha incluido pasteleo previo: “La iniciativa ha corrido a cargo de UPN y EH Bildu ha presentado una enmienda que ha sido aceptada por los regionalistas”. La verdad es que no voy a quejarme de nada: después de ver cómo Bildu regala todo a los gobiernos socialistas de España y Navarra, y niega todo al vasco, tengo que reconocerle su capacidad de adaptación para complicar la vida a Chivite. Si tienen que ir con los ultras del otro bando, van.

Trump los une

¿Qué tienen en común UPN, PPN, Vox y Bildu, además de formar juntos un nuevo bloque en Nafarroa? Su posición templada, cuando no cálida, hacia Donald Trump. Si las y los de Otegi (que sigue al frente de Bildu porque él es la renovación en la política vasca) felicitaron al republicano cuando accedió a la Casa Blanca, los de Abascal (otro que se cree el líder único) han lanzado un vídeo en TikTok en el que relacionan sin pudor al hombre del color de los risketos con el que asegura ir armado por la calle y no es estadounidense. Al final, va a ser verdad que en TikTok lo único que no hay es vergüenza.

Una explicación

Llevo semanas esperando una explicación que, ahora que volvemos a hablar de vascos acusados de espionaje en el extranjero, podíamos haber oído. Pero no: la cuenta en X desde la que reclamaban la liberación de Pablo González guarda silencio desde que la lograron. Ni siquiera menciona que formó parte de un intercambio de presos en el que él fue en la lista de Rusia. En esta misma columna exigí la mediación de España y Europa, un juicio justo y rápido o una acusación concretar y, sobre todo, la aplicación de unos derechos básicos. Ahora creo que debo una explicación a las y los lectores que no puedo dar. Yo sí tenía que decirlo.

¿Qué es la política?

Vivo la política desde que soy adolescente y tengo claro desde hace mucho tiempo que es el mecanismo que tenemos para ponernos de acuerdo entre diferentes, por medio de nuestros representantes, y avanzar como sociedad. Así que, lo siento, pero no entiendo esto: “Junts saca pecho de su posición de fuerza en el Congreso: ‘O nuestros acuerdos o sus derrotas’” (El Nacional). Y menos lo entiendo cuando esa “derrota” impide corregir una ley de vivienda mala (la que aprobaron PSOE, Sumar, Bildu y ERC, que luego la recurrió) por medio de parches, en este caso, regulando las viviendas turísticas, que es una emergencia.

¿Presupuestos?

Pese al palo en el legislativo de Junts, que ha supuesto una foto jutno a PP y Vox en la que los de Puigdemont no se sienten incómodos, y pese a que el PSOE sabe que sacar adelante las votaciones le va a costar cada vez más (porque cuando contente a Junts pedirán lo suyo ERC o Podemos, y el PNV, que nunca deja de hacerlo), no creo que haya elecciones a la vista porque hasta sacar los presupuestos le da igual al PSOE gracias a los fondos europeos, que dan hasta para torpedear a la oposición: “El ‘caramelo’ de la quita de la deuda, principal riesgo para la unidad de acción de Feijóo y sus barones” (El Independiente).

Stop pretending being poor

La foto de Paris Hilton en una fiesta con una camiseta en la que se podía leer “Stop Being Poor” se ha convertido en el meme (aunque ella asegura que es un montaje) de las ultrarricas haciendo cosas de ultrarricas. Pues vale. Más me fastidian esas y esos burgueses que van de que no lo son: la actriz Irene Escolar, de la que Alberto Elías decía en X con tino que toda su familia “está en azul en la Wikipedia”, ha dicho en La Revuelta que no puede pagar el alquiler de una vivienda, y en la misma red social o Público todo han sido elogios a ella y al propio David Broncano, como si no estuviese intentando pretender parecer algo que no son: pobres.

Otra “nepo baby”

La hija de Albert Boadella, a diferencia de Irene Escolar, no ha seguido los pasos de su padre en el teatro, sino en la política: “Se alía con el navarro Carlos Pérez-Nievas para dirigir Ciudadanos” (The Objective). Parece que el partido naranja no está acabado, solo “al borde de la desaparición”. La de Mariana Boadella (que evidentemente tiene nombre) junto a Pérez-Nievas es la candidatura “oficialista”, y la propia Boadella fue número tres en las elecciones europeas. ¿Será esta la dirección que baje la persiana definitivamente de ese partido que sigue presentándose como “de centro” y fue el que cebó a Vox?

“Un ataque sin precedentes”

El ataque sobre población civil en Líbano es una barbaridad. La maniobra terrorista (y es terrorismo, lo firme quien lo firme) es absolutamente extraordinaria, “sin precedentes”, según Simon Mabon, el catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad de Lancaster al que ha preguntado la BBC. Vale. Pero el resultado es otra masacre: a quien dio la orden y a quien apretó el botón que hizo explotar los dispositivos no les importó si las personas que los portaban estaban abrazando a sus hijos, conduciendo un coche, viajando en un autobús abarrotado o en un avión en pleno vuelo. Y eso es un crimen más grande que la maniobra.

Los gilipollas

Ya sé que no va a pasar porque cuando hablamos de ultrarricos hablamos, sobre todo, de impunidad, pero las personas que se han dado el primer paseo espacial turístico de la historia, junto a las que lo han posibilitado, deberían de ir a la cárcel de manera preventiva antes de ser juzgadas con severidad. ¿El delito? Contaminar muchísimo como si no importase. Mientras ellas y ellos viajan ya hasta el espacio (emitiendo cada una o uno hasta 100 veces más dióxido de carbono que un pasajero en un vuelo comercial), nosotras y nosotros, los gilipollas, les aplaudimos mientras separamos la basura antes de echarla a los contenedores.

El mantra

No creo que en condiciones normales elegiría una papeleta que encabezase Edmundo González, pero en la Venezuela de 2024 para hacer frente a un tirano como Nicolás Maduro, seguramente, sí, sería mi opción. Y no por ello soy ultraderechista: que quede claro que quien señala de ese modo al candidato y sus votantes lo único que hace es participar de la propaganda de Maduro. Betagarri en X lo explica muy bien: González encabezaba una lista de concentración en la que también se integran partidos de izquierdas. La gran argamasa era y es hacer frente a la dictadura de facto que ejerce el líder actual del Chavismo.

Socialista, pero de Fred Perry

Anda activa la “tuitesfera” (sé que me hago viejo porque uso expresiones como esta) abertzale: Txirrita Oinarritua parece deleitarse ante el polo de 120 eurazos que luce el representante de Ernai que explica en un vídeo que es solidariamente socialista. Que eso suponga estar con un tirano al chaval del polo caro parece no importarle. Pero me centro en la crítica: como bien sugiere el usuario de X, no parece coherente alabar una alternativa al capitalismo (que no es tal, y la fortuna de las herederas de Chaves es la mejor prueba) luciendo un Fred Perry que cuesta cuarenta veces el salario mínimo de Venezuela, uno de los más bajos de Latinoamérica.

La fiesta hay que pagarla

Si hay algo que me parece que diferencia a una persona normal de un idiota es la llantina por pagar impuestos. Estar al día con tus obligaciones fiscales con normalidad también es, de paso, un gran medidor de nacionalismo. Precisamente porque soy consciente de su importancia me gusta que se gestione también con rigor: si algo me jode, hablando en plata, es que los gobiernos gasten como si no costara. Así que ante titulares como este: “Los españoles que cobran del Estado son ya medio millón más que los del sector privado” (The Objective), por supuesto, me envaro, porque para pagar la fiesta es necesario controlar el gasto.

A ver, Pedro, aclárate

He dudado entre abrir la columna con este párrafo o dejarlo para el final, por eso de que la anécdota no debe de ser noticia: “Nuestro modelo de financiación es el mismo en todos los territorios”. Esto lo ha dicho Pedro Sánchez en el sarao que se ha montado con su grupo en el Congreso para colocar unos titulares y unos tuits, y lo recoge El Nacional. Parece que el presidente del gobierno es de esos que siempre tienen la razón porque afirman una cosa y su contraria y, al final, acaban con un: “Ya lo dije yo”. Hombre, si lo dices todo siempre aciertas, pero apostar por una fiscalidad especial y negarla puede acabar saliéndole regulinchi.

Por guapo

No voy a fingir un falso escándalo: que Juan Carlos I haya encontrado la fórmula de una fundación en Abu Dabi que gestione su patrimonio y el modo en el que este llega a sus herederas, una vez Felipe VI ha renunciado a su herencia (venga, voy a hacer como que me lo creo), me parece lo de menos. Lo que más llama mi atención, de nuevo, es por qué Arabia Saudí le hizo una donación de 65 millones de euros y por qué él la aceptó, o por qué percibió “52 millones de euros en comisiones por la venta del Banco Zaragozano” (Público) cuando era jefe de Estado en España. Y estos son solo los ingresos más llamativos.

Por qué es importante Broncano

No me gustó La Revuelta el lunes (aunque Aitor Francesena lo dio todo y demostró que las barreras están en las mentes), no creo que vuelva a verlo. Menos me gusta El Hormiguero: no me gusta el presentador, no me gustan sus entrevistas, no me gusta el tono del programa y, por supuesto, no me gusta lo que transmite. El Hormiguero es un aspersor de testosterona y odio maquillado, y proyecta una visión de la sociedad (también de la vasca) machirula que me incomoda. Así que, sí, es importante que el programa de David Broncano (que ganó en Euskadi porque a ir de progres no nos gana casi nadie) exista y dé la batalla de la audiencia.

Así, no

Salvo en el caso de Ciudadanos, que se disolvió consumiendo sus propias reservas de mala uva, mala educación y mala política, sufro viendo las luchas intestinas de los partidos políticos. Yo los concibo como herramientas para debatir, defender ideas y llegar a acuerdos entre personas que piensan diferentes para beneficio de todas las personas. Así que las laceraciones y las sangrías me generan desasosiego: “Rovira se desvincula de los carteles de los Maragall y acusa la candidatura de Junqueras de guerra sucia” (El Nacional). “Yo también tengo capturas”, avisa. ¿Así entienden la democracia? ¿Así quieren convencer a las y los votantes no afiliados?

La tragedia sin fin

No podemos naturalizar el sufrimiento humano: “Al menos 40 muertos en un campo de refugiados de Gaza tras uno de los mayores ataques de Israel”, leo en Euronews y me niego, me revelo ante la idea de que esas 40 personas fallecidas, las heridas y las familias de todas ellas simplemente formen parte de un titular sobre el que pasar con ligereza. Forman parte de una tragedia y de una masacre que el actual gobierno de Israel perpetra con impunidad. Urge, un día más, que alguien haga algo para pararlo, para que no haya más titulares como el que me sobresaltó ayer, que Netanyahu sea juzgado implacablemente en una corte internacional.

Más claro, imposible

El guionista portugalujo, Raúl Díaz, ha tuiteado como si nada una de esas frases extraordinarias por la concentración de verdad que poseen: “El orden de peligrosidad, de menor a mayor, es el siguiente: un idiota, un idiota que se cree listo y un idiota que los demás piensan que es listo”. No importa cuándo lo leamos, cuándo lo retuiteemos y cuándo lo veamos relanzado en X o en otra red social. Es así: Trump en el debate, Maduro en el gobierno, Abascal tuiteando “puto ladrón”, Permach alabando las políticas del gobierno español, Alvise riéndose de sus votantes o Laporta asegurando que no han fichado más porque no han querido.