No son del Athletic

No descarto que quien amenazó gravemente a Iago Herrerín, efectivamente, no sea del Athletic y se esconda (como todos los cobardes) en Internet para lanzar indiscriminadamente sus mensajes de odio. Tampoco descarto que se crea del Athletic pero no sepa que nadie que sea capaz de escribir lo que tuvo que leer el portero bilbaíno no tiene cabida en nuestra afición, porque hijos de puta hay en todos los lados, también en San Mamés. En cualquier caso es intolerable. Pero es lo que tenemos: unos canales en los que los más crueles se sienten empoderados y donde los profesionales sufren, como denunció Edu Velasco.

¿Ahora?

No sé si lo mantendrán hasta el 10-N o es solo el lema de su precampaña, ya que únicamente en el PSOE contaban con estas elecciones y partieron con ventaja para poner en marcha su maquinaria, pero el lema que han elegido suena a chiste: “¿Y ahora? Avanzar”. Realmente, cualquier eslogan sonaría a tomadura de pelo salvo que hubiesen sido brutalmente honestos con algo parecido a: “Porque nos da la gana”, que no tiene mucha venta. Lo curioso es que al PSOE le parezca que esta situación le permitirá avanzar cuando los bloques y la falta de habilidad para el diálogo seguirán ahí el 11 de noviembre.

¿Tertscht es avanzar, Pedro?

Mientras en el PSOE intentan tomarnos el pelo con la campaña electoral ellos siguen a lo suyo: en Bruselas “los socialistas permiten que Hermann Tertsch ocupe un nuevo puesto en el Parlamento Europeo” (El Plural). En concreto, vicepresidente de la delegación del Parlamento Europeo para Latinoamérica. Aunque la votación es secreta parece que los números cantan y, a cambio, los socialistas europeos también habrían sacado a sus candidatos. A eso está el PSOE, ya ven, a avanzar mandando a un cavernícola a un puestazo de representación de todos los europeos en el que viajara por América Latina a cuerpo de rey.

Un guion vergonzante

Hay más: ¿es acaso avanzar que la ministra española de Justicia, Dolores Delgado, pida a los partidos nacionalistas catalanes “‘un claro rechazo y condena de la violencia” (República.com)? Pues es lo que tenemos: un guion en el que el nacionalismo catalán tiene que parecer violento o connivente con la violencia, por lo menos. Un guion que interpretan veteranos en esta escena como Isabel San Sebastián, Rosa Díez o José Antonio Zarzalejos, y nuevas estrellas como Albert Rivera y, por supuesto, la ministra Delgado. Una vergüenza de película que ya hemos visto y sabemos cómo termina: muy mal.

Sí, votar para pactar es una opción

Los líderes de la nueva política se presentaron a sí mismos como necesarios para lanzar a España a un nuevo escenario, uno en el que corregían los vicios de los principales partidos, desgastados por la corrupción, adictos a la alternancia y dispuestos a negociar siempre con los partidos nacionalistas. Pero tanto Rivera como Iglesias se emborracharon de sorpasso antes de terminar la primera botella. Hoy se han convertido en una rémora para el pacto y por eso surgen alternativas como el partido de Errejón, en el que anuncian que si pueden ayudarán a gobernar al PSOE. Y con eso lograrán muchos votos.

Cuando todo te da igual

A Hermann Tertsch todo le da igual. La vida, en general, le da lo mismo. No le importa qué está bien y qué está mal, y pasa de los valores y los principios. Es un iconoclasta en el peor sentido de la palabra, que dice lo primero que se le pasa por la cabeza. Les escribo todo esto para no poner, directamente, que es un imbécil peligroso capaz de tutear esto sobre el 11-M: “Sin aquellas bombas y sus casi 200 muertos, Zapatero hoy no compraría casa en Aravaca ni Iglesias la tendría en La Navata. Sánchez sería un parado de larga duración. Nadie conocería a Puigdemont y PNV y ETA no se repartirían los ingresos fiscales vascos”.

No nos chupamos el dedo

Igual que Pablo Iglesias hace política cabalgando contradicciones, Arnaldo Otegi la hace cabalgando mentiras. Mentiras, cada vez más gruesas y ante las que solo asienten quienes quieren mantener su puestito. Porque cualquier contraste con la realidad, con la calle (que no es lo mismo que una Herriko), le pondría en su sitio. Iñaki García Arrizabalaga, víctima del terrorismo, tuiteaba sobre la negativa de Otegi a decir que fue injusto: “Si a estas alturas no son capaces ni de suscribir algo tan básico como eso, ¿qué hay que entender? ¿Que justifican todo lo que pasó? A veces a uno le entran ganas de borrase de ser vasco, la verdad”.

Puigdemont, contra todos

Miren, lo que hace Puigdemont es muy sencillo, todos lo vemos y todos lo sabemos. Pero a algunos les interesa más cubrirle para no reconocer que siempre han estado equivocados o, como en el caso de la izquierda abertzale, porque cuanto peor, mejor. El PDeCat tenía tres opciones para las Europeas: o sin Puigdemont (y por eso quisieron adelantar un acuerdo con el PNV), o con Puigdemont (parece que así será) o contra Puigdemont (que es con lo que amenaza el President: con ponerse por su cuenta). Lo que es indefendible es que en su huida hacia delante el catalán arremeta contra Urkullu, que le defendió en el juicio del procés.

De insincero en insincero

De Tertsch a Otegi, de Otegi a Puigdemont, y de Puigdemont a Rivera. Este no es el juego de la oca, sino el de “la trola”, porque no ninguno está contando la verdad. Y solo con ver los hechos con un pelín de pausa cada mentira, cada manipulación, cada justificación de lo injustificable, cada maniobra electoral capciosa, cae por su propio peso, como la que señala Ícaro Moyano en Twitter sobre lo sucedido entre Silvia Clemente y Francisco Igea: “Cómo de facha no se habrá vuelto Ciudadanos para hacer un autopucherazo que buscaba quitar a uno de los suyos para poner a una del PP”.

Juliana tiene razón

Al respecto de lo que comentaba Ícaro Moyano, Enric Juliana hace un apunte también en Twitter de lo más interesante: “Lo de Ciudadanos en Castilla y León le pasa a Podemos y el auto sacramental no se apaga hasta abril de 2020”. Y tiene toda la razón: cómo en Ciudadanos han impulsado a una tránsfuga nada menos que del PP y han intentado manipular unas primarias de un modo bochornoso, puede ser un buen ejemplo de cómo actúan en Ciudadanos. Pero si los hechos, tal cual, hubieran ocurrido en Podemos estaríamos hablando sin parar de lo sucedido, que más que grave, es chusco y sintomático.

Pues Tertsch tiene razón

Creo que es la primera vez en mi vida que voy a darle casi toda la razón a Hermann Tertsch: “Tiene gracia que El País dedique las portadas enteras ya a Vox. Es una pena que ya lo lea tan poca gente pero esa obsesión, como la de LaSexta, es una ayuda importante para dar a conocer a Vox en esos sectores de la izquierda de los que saldrá buena parte de sus votos en mayo”. Solo disiento en lo de la poca gente que lee ese periódico y cualquier otro. Pero creo que está en lo cierto hasta en lo de que sectores de izquierda votarán a Vox, que surfea la ola de los indignados mejor que Podemos.

La primera plaga, ellos

Hoy estoy que lo regalo: también voy a darle casi toda la razón a Javier Ortega Smith cuando dice que “la inmigración puede traer a Europa pandemias erradicadas”. Por ejemplo: el fascismo. Creíamos que ya nos habíamos librado de ella y la excusa de la inmigración (no las personas inmigrantes) han devuelto a la vida a la extrema derecha. Por cierto, no ha faltado en Twitter quien ha estirado el “chiste” y ha recordado que la madre del secretario general de Vox es de origen argentino. Aprovecho para hacer un recordatorio sanitario: son algunos “de aquí” los más peligrosos, los que deciden no vacunar a sus hijos e hijas.

La Reina, sin nada que ponerse

Voy a ponerme yo también tremendo: un diez para los encargados de la sección en la web de Público que reúne los mejores tuits sobre un tema concreto, en este caso, sobre la “noticia” de que Letizia Ortiz sufría la cuesta de enero y por eso había tenido que repetir modelito. ¡Qué poca vergüenza! La de ella pero también la de todas las personas, desde el que lo escribe hasta el que lo mantiene publicado, que deciden que ese titular es adecuado en esta España de los desahucios, los parados de larga duración y la explotación de Glovo y Amazon como solución laboral de urgencia.

La prensa “millennial”

La caída de Facebook y de medios como PlayGround supone un antes y un después verdaderamente serio. La aparición de Facebook como fuente de tráfico y de medios como PlayGround también lo fue, pero como era para generar movimiento y desarrollar el sector del marketing on-line, lo llevamos mejor. Ahora tenemos que volver al principio: la web es el centro (porque el tráfico ya no llega, hay que recordar al lector que tiene que meter el nombre de nuestro medio en Internet), y los medios “nativos” en redes muestran que solo había modelo de negocio para Facebook.

Y el consumo “babyboomer”

Ahora los llamamos “influencers”, pero el fenómeno de los prescriptores desde que empezamos a trabajar en Internet siempre me ha fascinado. Durante un tiempo los denominábamos “prosumidores”: personas que consumían información y, al mismo tiempo, la difundían. Hoy todo eso se ha mezclado irremediablemente con las fake news y los bulos que, como sospechábamos desde hace tiempo, benefician a la extrema derecha y los que venden armas y seguridad (también médica). Por desgracia, todo apunta a que los más mayores son los que más consumen y difunden la información falsa.

Vergüenza

El final de la huelga de hambre de los presos de Lledoners fue una de las mejores noticias prenavideñas: Catalunya necesita volver a la normalidad urgentemente y esa es una labor de todos los actores y agentes. Flaco favor hacen a esta demanda Carlos Herrera, Juan Carlos Girauta, Arcadi Espada y Salvador Sostres con su foto desde una marisquería y el mensaje: “Empezamos huelga de hambre”. Los dos últimos ya son solo dos bufones de la derecha rancia. Herrera no debería de caer en el peor tuiterismo. Pero lo de Girauta, por diputado, es injustificable.

Nacionalismo paleto

Uno se los protagonistas de la foto de la vergüenza de la que acabo de hablarles, Juan Carlos Girauta, se ha enfadado con Hermann Tertsch porque el periodista ha echado en cara a Ciudadanos, fíjense, el reportaje en Diario Vasco de los líderes políticos de Euskadi comiendo en una sociedad donostiarra. Girauta y Tertsch son de esos a los que les gusta relacionar el nacionalismo con lo peor de lo rural, pero no he visto una muestra más clara de ese nacionalismo paleto que retorcer ese reportaje, muestra de una normalidad democrática vasca que deberíamos exhibir más.

No es un periodista

Cake Minuesa se quejaba estos días de Navidad de que nadie de LaSexta, Telecinco, Cuatro, o TVE le ha llamado para preguntarle qué tal estaba después de que el pasado 21 de diciembre un idiota le agrediese en Barcelona. Minuesa sabe que ningún periodista tiene obligación de llamar a un agredido. Pero le da igual porque lo suyo es provocar, también cuando va micrófono en mano y cámara a tres metros. Minuesa tiene de periodista lo que yo de cocinero: la cuchara de palo. E insisto: los compañeros que se han referido a él como “un reportero agredido” solo se han rebajado.

Monedero el rapero

Cuando vi a Juan Carlos Monedero marcarse un villancico navideño a ritmo de rap con su habitual matraca (que él es el pueblo y vigila al poderoso), me alegré: no hay mejor manera de retratar a alguien que esperar a su autorretrato. Y se supone que Monedero es de los listos: el profesor de Iglesias y Errejón, el que trabajaba para el gobierno venezolano y cobraba su buen dinero público chavista, el que tenía una sociedad unipersonal para tributar menos, y el que fundó La Tuerca y Podemos. Lo siento por quienes confiaron en su capacidad revolucionaria y ahora se encuentran a un aspirante a showman.

El vídeo que hay que ver

He escrito sobre Catalunya en el primer párrafo, en el central y reincido en este final pero con el vídeo que tienen que ver: lo ha publicado Gabriel Rufián (que sigue sin caerme bien) y en él se distingue a manifestantes con pañuelos amarillos que el pasado 21 de diciembre detenían a quienes tiraban contenedores y querían montar barricadas y algarabía. ¿Infiltrados? No tengo motivo para pensar que no lo fueran si comparo a estos buscadores de pelea con esa ciudadanía que volvía a dar una lección de civismo. Aunque en Euskadi sabemos demasiado de tontos con pasamontaña.

Sí, eran fachas

El ascenso de la ultraderecha en Europa se explica en parte por la colaboración necesaria de quienes no saben reconocer a un facha cuando lo tienen delante. Así, la manifestación a favor del uso del español en Catalunya poco o nada tenía que ver con constitucionalistas o el bilingüismo (que ya existe), y para comprobarlo solo había que echar un vistazo a la convocatoria que difundió Manuel García en Twitter: grupos de ultraderecha escondidos de las más diferentes formas eran quienes llamaban a concentrarse. Quien a partir de ahí les vistió de demócratas es un colaboracionista de libro.

No, no han acertado

¿Hay que hacer frente al fascismo directamente? Sí, sin duda. Pero poco favor hacen a la lucha contra el fascismo precisamente quienes le ponen en bandeja que se blanquee. Así, los CDR han propiciado la imagen que muchos medios, periodistas y contertulios profesionales necesitaban: la del boicot a “una marcha por la escuela bilingüe”. El titular de El Confidencial es de los que deja sin respiración por el modo que tiene de blanquear a una banda de fachas. Pero el error de cálculo de quienes les regalan la legitimidad es también de bulto: todas las imágenes son de un catalanismo agresivo.

Por ejemplo…

Hermann Tertsch es, como Alfonso Rojo, un fascistilla de esos que se chivarían a las SS de reuniones clandestinas de sus vecinos judíos, y también de los alemanes no suficientemente nazis. En la España de hoy son solo halagadores de una ultraderecha más peligrosa de lo que parece. Las defensas que ha hecho Tertsch el pasado fin de semana de Salvini (al que un ministro luxemburgués mandó acertadamente a la mierda) y Viktor Orbán son para tener en cuenta. Puede que Tertsch, igual que Rojo, sea justo lo que desean: que cuando por fin triunfen los Orbán y Salvini españoles les den su premio.

En tus sueños

En el otro extremo tenemos a los Valtònyc y Pablo Hasel, que se creen líderes de una revolución que consiste en rapear y tuitear con mal gusto. En este caso, los colaboracionistas son los jueces españoles rancios que han considerado que pueden decidir que el mal gusto sea delito. Y de aquellos polvos, estos lodos: “Han conseguido mucho más Valtònyc y Gonzalo Boye por la libertad de expresión esta mañana que todos los ‘Llamazares’, ‘Pablos’ y ‘Adas’ españoles en 40 años”, leí ayer en Twitter. Ni por el forro. La lucha de los raperos-tuiteros solo tiene una causa: ellos mismos.

Perio-indigno

Nunca me ha gustado el uso de la etiqueta “periodigno” que algunos utilizan a su criterio en Internet. Como si quien la pone pudiera decidir (en función de si el contenido da la razón a sus presupuestos, principalmente) qué periodismo es digno, y despreciar el resto. Pero de lo que no me cabe duda es de que hay un periodismo indigno. Y no me refiero al de Tertsch o Rojo, que no es periodismo, es contar lo que la extrema derecha quiere oír: lo que hacen en Abc (donde publica Tertsch, por cierto) defenestrando la tesis doctoral de Pedro Sánchez es sonrojante pero no por ello menos grave.