¡Facebook baja!

Por primera vez, Facebook baja. Lo hace en EE.UU. y Canadá y en número de usuarios activos (un millón). Supongo que no se trata tanto de las personas que se dan de baja siguiendo su complejo protocolo como de las que dejan de usarlo. De momento y hasta que se repita el descenso, es una excepción. Lo que no bajan, sin embargo, son los ingresos de la web: 40.600 millones en ventas y un beneficio de casi 16.000 millones de dólares, un 56% mayor que el de 2016.

“Violación grupal en un cuartel”

En Público, lejos de su tono habitual, han intentado hacer un relato aséptico de los hechos, y lo entiendo: una soldado del cuartel aéreo de Boadilla, Málaga, denunció ante la Policía Nacional y a su superior, que ha trasladado también el caso a la Justicia Militar, que había sido violada por sus propios compañeros de cuartel después de haber sido drogada contra su voluntad mientras celebraba con otros soldados el día de la Patrona del Ejército del Aire en un bar del pueblo.

Los que se buscan problemas

Mientras les trasladamos relatos tremendos con violencia (en el caso anterior, machista) de verdad, lejos de cualquier riesgo un puñado de provocadores tuitea o canta alabando la violencia. Ante ellos, suscribo lo que escribe Mr. Insustancial en Twitter: “Valtonyc y Pablo Hasel me parecen unos analfabetos funcionales a los que la contingencia histórica va a llevar a la cárcel. Lo que no sé es si han cometido algún delito más allá de tener unas opiniones bochornosas sobre ciertos temas”.

Oh, sorpresa

Si Monedero quiere ser consultor político o económico, o lanzar sus propios proyectos empresariales audiovisuales, tiene que dejar su puesto en la universidad pública, según el TSJM. Siempre puede pasarse a la privada pero, claro, es un lío. Y eso que él está acostumbrado a meterse en embrollos neoliberales, compaginando su docencia (¿y la investigación?) con sus trabajos fuera de la uni que, por lo que hemos sabido estos años, no estaban nada mal pagados.

Como cualquier otro español

Me parece muy acertada la noticia satírica de El Mundo Today: “¿A qué edad debes regalarle a tu bebé su primer Toisón de Oro?”, a modo de titular de revista para amas y aitas primerizos. Porque después de enseñarnos unas fotos chungas y un vídeo cutre para que nos creamos que, en el fondo, la real es casi como cualquier familia española, Felipe VI impone un collaraco de oro a su hija (a la heredera del trono). Lo que hace cualquier padre cuando cumple los 50, ¿verdad?

Jardineros gratis para la casa de Alba

Hemos normalizado que los municipios, en vez de contratar a un diseñador y en aras de la participación, la transparencia y el autobombo, organicen un concurso cada vez que necesitan un cartel para carnaval o fiestas patronales. Al final, está pagado. Pero lo del Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, rompe los récords del jetismo: “Seis meses de jardinería para ingenieros, gratis” (El Confidencial). Es decir: ofrece sus jardines para que ingenieros agrónomos los desbrocen sin cobrar.

La izquierda y sus cosas

El texto de Daniel Bernabé sobre Operación Triunfo en La Marea es uno más. Desde hace muchos años en las tribunas de izquierdas han publicado divagaciones sobre la cultura de masas con referencias a gustos más elevados con los que el autor justifica, suave o salvajemente, su desprecio a lo que consume la mayoría y el riesgo de alienación. En eso anda la izquierda de salón, enredada esta semana en lo mismo que hace siglos, pero con Twitter: una caja de resonancia para la pedantería.

La coherencia, ese valor

La capacidad para generar mensajes de Juan Carlos Monedero, también en Twitter, como buen activista de izquierdas de su tiempo que es, le da algún problema de vez en cuando: esta semana ha vuelto a moverse un tuit suyo de mayo pasado (no me pregunten por qué) en el que se preguntaba desde Mauthausen: “¿Cómo quitarle importancia?”. Otro usuario le respondía con un artículo del propio Monedero: “El terrorismo financiero causa más dolor que el nazismo”.

Puigdemont, desactivado

Un usuario de Twitter recuperaba aquel brindis a cámara que Ana Rosa Quintana y Mariano Rajoy lanzaban cuando la primera entrevistó al segundo en una taberna de Madrid, y añadía el mensaje: “Un saludo, Puchi”. Evidentemente, se refería a la colaboración que la periodista ha prestado al asunto catalán. Una colaboración que, no nos engañemos más, viene bien a todos menos a Puigdemont, que sigue enrocado en Bruselas mientras el tiempo corre y hasta en su partido se desesperan.

Válido en los dos lados de la A8

Mi amigo y compañero del Noticias de Gipuzkoa, Jurdan Arretxe, ha tuiteado sobre el fichaje de Iñigo Martínez. Y lo ha hecho con sus acertadas reflexiones al aire que siempre suenan a pregunta: “Llegamos al cole creyéndonos de los mejores, casi todos los días nos quitan el bocata en el recreo (esto funciona así) y cuando nos lo quedamos, vamos a Europa. Creemos que ya hemos mejorado lo suficiente. Pues igual sí. Hasta el día que nos quitan el bocata”. Vale para los dos extremos de la A8.

Buenos propósitos para 2018

El tuit de Juanan Salmerón: “Como propósito para 2018 podríamos plantearnos dar menos relevancia a lo que puedan decir políticos de la talla de Monedero, Rufián o Talegón. Nos irá mejor a todos”, me dio una idea. Podría traerles unas cuantas ideas para que 2018 fuera un año mejor haciendo caso a unos propósitos tan buenos como sencillos. El primero, obviar a los políticos que son hábiles en esto de amaestrar masas en Twitter pero no valen para mucho más, como los citados.

Tonterías, tampoco

Junto a políticos cutres que se manejan mejor en redes sociales que en política, podemos citar a los periodistas cutres que hacen exactamente lo mismo. Son unos cuantos, y esta semana los que cumplen con el requisito de mediocridad en España están pasándoselo muy bien con la chorrada de Tabarnia, repitiendo que han tenido una magnífica idea para ver si, de tanto decirlo, se convierte en verdad. Yo me quedo con la llamada a la cordura de Lucía Méndez y la hago extensiva a todo el año.

Igual en 2018…

A Julian Assange le han bloqueado su cuenta en Twitter esta semana, pero ya ha abierto otra y sigue con sus mensajes latosos y recuperando poco a poco su masa de seguidores. No le pido a 2018 que se la bloqueen definitivamente, lo que le pido es que deje de importarnos ese canal de comunicación que un portavoz de la realidad sesgada (Assange o cualquier otro) usa como luz y guía. Ya saben que a mis ojos su actitud hacia Catalunya, favorable al procés, no le indulta de su soberbia anterior.

El año de la Identidad Digital aseada

Ojalá 2018 sea el año en el que todos, sin excepción, tomemos conciencia de lo importante que es nuestra identidad digital y nuestro rastro en Internet. Sobre todo, aquellos autónomos o propietarios de pequeñas empresas que salen de un cursillo de marketing digital con el Twitter de su marca y empiezan a cometer errores que se pueden ahorrar si siguen recomendaciones básicas. En Trecebits han recopilado cinco consejos que para este sector son imprescindibles.

Ni una foto sin su autor

¿Saben qué mejoraría sustancialmente Internet si todos los que usamos redes sociales cumpliéramos con el mismo propósito? Citar a los autores de las fotos. Podríamos empezar por dejar de seguir esas cuentas de imágenes fascinantes y que, literalmente, roban el trabajo a otros. Recientemente, ha aparecido una en Euskadi. Estoy seguro de que si empezamos por citar a los autores de fotos que nos gustan acabaríamos el año entendiendo muchas otras cosas que hacemos mal en Internet.

Para liquidar el independentismo

Que no se nos olvide: el modo en el que hemos llegado a las elecciones catalanas que se celebran hoy no es casual. Soraya Sáenz de Santamaría lo reconocía esta semana y lo recogía Europa Press, que ha logrado que su tuit sea viral: “Santamaría dice que ERC y JuntsxCat ‘están descabezados’ gracias a Rajoy: ‘Por tanto, ¿quién se merece los votos para seguir liquidando el independentismo? Mariano Rajoy y el PP’”. Para quien se pregunte por la separación de poderes.

Y ni así

Lo ha dicho la vicepresidenta del Gobierno español: Rajoy cuenta con la complicidad de la judicatura y el PP se arroga sin rubor la “liquidación” del independentismo. Pero ni con ese apoyo ni esa bandera les va bien. Todo lo contrario: Albiol se ha hundido reivindicando el perfil más duro del españolismo, como era previsible. Y Rajoy, el liquidador (¡lo que nos faltaba!), ha tenido que acudir al rescate. ¡Fíjense el mal resultado que el PP espera hoy en beneficio, claro está, de Ciudadanos!

Los “comunes”

Podemos también termina la campaña catalana de la peor manera: las predicciones han sido malas durante toda la campaña (en su caso, el PSC podría capitalizar hoy el voto moderado) y el final ha venido agitado por culpa del de casi siempre, Juan Carlos Monedero. El fundador de Podemos se ha descolgado con unas declaraciones desafortunadas… O no: ha reconocido que el 155 era inevitable porque los nacionalistas se estaban volviendo “locos”. Tan rancio como los del PP.

Pijo como los de Ciudadanos

Esperen, que la ronda no ha terminado: Ramón Espinar se suma a la ola de “favores” a Podemos en Catalunya desde Madrid acusando a Inés Arrimadas de ser una pija. Después, los de Podemos borraron el tuit y Espinar se apresuró a matizarlo: que pijo es el partido, Ciudadanos, no Arrimadas. Oigan, ¡pijo es él, que su padre es de los de las tarjetas “black” y le consiguió una VPO sin sorteo que vendió más cara! Pero, ¡vaya nivel el de Espinar, con todo lo criticable que hace Ciudadanos!

En Madrid también falla la suma

Parece que Podemos va a acabar mal 2017, con unos resultados nada favorables en Catalunya y un lío en Madrid bastante gordo. Después de cesar a su concejal de Hacienda, Carmena ha soltado lastre con Eduardo Garzón, el hermano de Alberto Garzón (pero los enchufados siempre son otros), que ha cometido errores de bulto como asesor financiero del ayuntamiento. Hasta parece que Montoro ha hecho un favor a la alcaldesa interviniendo las cuentas del Ayuntamiento.

Son dos problemas

Podemos está recibiendo muchas críticas desde el nacionalismo y la izquierda (también desde Euskadi) por echar la culpa al independentismo catalán, que habría despertado las posiciones más retrógadas en España. Quienes critican a Iglesias o Monedero lo hacen porque considera que el procés catalán ha servido para poner en evidencia ese movimiento rancio por la unidad de España. Pero también lo ha avivado. Y que se haya reforzado y por eso lo veamos son dos problemas, no uno u otro.

Lo que es irremediable

El nacionalismo y la izquierda (también en Euskadi) intentan vendernos a Gabriel Rufián como un político contemporáneo que utiliza un lenguaje que se entiende mucho mejor. Pero si en su día el pinchazo de Patxi López con el principio de Arquímedes nos hizo gracia, la confusión sobre por qué quemaron a Galileo de Rufián también merece su momento para la chanza. La equivocación de una persona no tiene nada de malo, que nos intenten colocar material defectuoso, sí.

Lo que no es un error

No miente el community manager de la Guardia Civil que admite “un terrible error” del compañero que hizo un chiste sobre la profesionalidad de los Mossos d’Esquadra (intervenidos ahora por España). Pero el error no es el chiste, sino poner negro sobre blanco una forma de pensar que se ha filtrado por la necesidad de la gracia y la broma, un estilo que Carlos Fernández Guerra clavó en la Policía Nacional pero que se convierte en una debilidad en el resto de cuerpos que lo copian.

No podemos permitírnoslo

La profesión periodística estaba en crisis antes de que apareciera Internet, pero este herramienta no nos ha ayudado a levantarnos, precisamente. Los propios redactores hemos ahondado en nuestra situación con la lucha por el titular más llamativo, eso que antes conocíamos como “amarillismo”, y el “clic”. Esta situación nos coloca en el disparadero con errores como dar una noticia falsa: la UE no se planeta prohibir los kebab, sino garantizar su consumo seguro.

Lío en el PP de Bizkaia

Nacho Toca es un tipo incómodo para los suyos. Cuando un portavoz joven combina un pensamiento “viejuno” y básico (creo que ambas características van unidas sin remedio) se convierte en el exponente de unas ideas que nadie quiere asociar a su marca. Y al final el PP de Bizkaia ha reaccionado vetándole en su despedida, según denuncia él mismo en Twitter. El problema, seguramente, fue darle el altavoz. Pero ojo a la solución si es librarse de Toca con una patada hacia arriba.