Pero, ¿qué dices?

José Luis Martínez-Almeida se está convirtiendo en el muñeco de la izquierda que no duda en atizarle por su campaña, la nefasta gestión del asunto de Madrid Central o su pacto de gobierno con Ciudadanos y Vox, partido al que no duda en blanquear: “La extrema izquierda puede campar a sus anchas sin dar explicaciones a nadie mientras acoge a los golpistas en Cibeles y defiende a delincuentes como Alfon y Andrés Bódalo. ¿Por qué tenemos que blanquear a la extrema izquierda y demonizar a Vox? Lecciones de democracia, ni una”. Anotado queda: de Martínez Almeida, lecciones, ni una.

Cuidado con el Rey…

Felipe VI ya ha demostrado que manda más que su padre. Su intervención después del 1 de Octubre fue la primera. La última, sustraer al Congreso (y por extensión, a toda la ciudadanía) la segunda votación en la anterior ronda de para elegir presidente del gobierno español. Su papel es solo el de cumplir los plazos y las formas, si interviene estaríamos hablando de otro tipo de monarquía (y de sistema parlamentario) que nos gusta todavía menos. Así que en esta ronda tendrán que andar con cuidado especialmente en el PSOE para asegurarse de que habrá votaciones, que es de lo que va la democracia.

Hay que leer a Iu Forn

Iu Forn es de esos columnistas a los que hay que leer siempre. Esta misma semana ha sabido templar el clima hostil contra Rafael Ribó. El Síndic catalán ha sido señalado como “un xenófobo y un racista” por un corte que la caverna ha extraído de una entrevista con Josep Cuní (al que también le ha caído lo suyo). Forn exhibe y transcribe la exposición completa de Ribó, en la que se ve y lee un sentido distinto al que le están dando en España para justificar lo que, cada día más, es catalanofobia pura. No soy el mayor defensor de lo que sucede en Catalunya, pero lo de España no tiene ya ningún sentido.

¿Cómo va a ser posible esta España?

Una España que empieza a generar rechazo y termina generando fobia contra todo lo que no sea su centralidad es una España cada vez menos atractiva. Por eso aparecen partidos como Teruel Existe y desafíos menores como la formación de un grupo regionalista en el Congreso, o mayores como las reclamaciones independentistas vasca y catalana. El texto de Pedro Vallín (otro al que hay que leer siempre) de esta semana en La Vanguardia es clarificador: Madrid actúa como agujero negro, absorbe recursos y deja a cualquier región como “gregaria de la Corte”. Y al que no le guste, además, da palos.

Telecinco cancela Gran Hermano… Temporalmente

Al final, la presión ha podido con Telecinco. Pero no se perciben síntomas de arrepentimiento por haber gestionado de la peor manera el posible abuso sexual durante la temporada de 2017 de Gran Hermano: la cadena va a adelantar la emisión de Supervivientes hasta que se calmen las aguas, o lo que es lo mismo, hasta que los anunciantes vuelvan al redil. La presión sí ha surtido efecto en estos anunciantes, por lo menos, temporalmente. Porque esto es todo temporal y durará el cabreo lo que dure, el éxito lo que dure (de momento, muchísimo) y las dudas de los anunciantes… Lo que duren. Lo constante es la Telebasura.

¿Qué es «barbarie»?

Con el pacto exprés entre Sánchez e Iglesias, las reacciones de los partidos, y los cortes de carreteras en Catalunya, esta noticia de La Vanguardia casi ha pasado desapercibida: “Los CDR amenazan con seguir llevando el caos a Catalunya si no se cumplen una serie de exigencias que anoche hicieron públicas a través de Twitter. Mientras haya ‘rehenes, no haya libertad de reunión y de expresión y no podamos ejercer el derecho a la autodeterminación, habrá caos’. ‘Independencia o barbarie’, apuntan”. ¿A qué se refieren con “barbarie”? Porque en Euskadi ya conocemos a los de “piensa como yo o te mato” y no se lo recomendamos.

Iglesias ya va avisando…

Es evidente que Pablo Iglesias ha ganado la primera mano después del 10-N, pero está por ver si ganará la partida. Antes de que se concrete nada ya va avisando a los suyos de que se lo van a poner difícil. Se está vendando de arriba a abajo sin que nadie le haya hecho el primer rasguño porque sabe que vendrán las laceraciones y hasta quien hurgue en las heridas. Gobernar es muy difícil y generar insatisfacción y frustración, muy fácil, sobre todo si has anunciado el asalto a los cielos y, de momento, vas de sillón en sillón. Como dice un buen amigo: “Cuántos lloros de las plegarias atendidas”.

El equipo económico de Vox

Ahora que ya casi todos llaman ultraderecha a la ultraderecha (algunos de los que han llamado “centro” siempre a Ciudadanos se resisten, como quienes les han aupado en sus programas de televisión), lo mejor que podemos hacer para frenar a Vox es dar a conocer sus medidas, especialmente las económicas. Y parece que nos lo van a poner fácil porque ya han anunciado un equipo económico con cinco expertos que espero que hablen alto y claro de sus ideas ultra, en este caso, ultraliberales como el fin del sistema público de pensiones, el de Sanidad o el fin también de la declaración de la renta.

No, desquiciado por Twitter

Si finalmente José Manuel Soto ha votado a un partido facha, después de hacer campaña por los valores que representa ese partido desde Twitter, no me da ninguna pena que ahora lo linchen metafóricamente en la red social. Pero independientemente de lo que haya hecho, me sirve como ejemplo de lo que es ese ecosistema en miniatura: el cantante empezó a hacer comentarios políticos y hoy es víctima de su propia incontinencia, de la interacción (aunque sea negativa), de cómo cualquiera acaba deseando seguir opinando aunque le zurren porque tiene opiniones de mierda (por retrógradas), como en su caso.

Mejor si lo cambiamos

Para evitar que nos enganchemos a las redes sociales de la peor manera Instagram está probando qué pasa si dejamos de ver los “likes” en una foto. Es decir: podemos dar al “me gusta” pero no podemos ver cuántos corazoncitos tiene esa foto. Así eliminan el componente competitivo y, seguramente, la ansiedad entre los usuarios más vulnerables como los y las adolescentes. Claro que también modifican el modelo de negocio de las y los influencers y esto es importante como apuntan en Trecebits: las empresas tendrían que consultar a Instagram por los datos y eso ubica a la red social en el centro del business.

Lo que diga Vallín

Igual que soy un columnista peor de lo que me gustaría estoy seguro de que sería un cronista peor de lo que imagino, pero incluso con esa certeza sigo sintiéndome un cronista frustrado. Tal vez por eso disfruto tanto con las crónicas deportivas y políticas. Entre las segundas brillan las de Pedro Vallín en La Vanguardia por lo bien que conoce la corte, por eso era de los pocos que se acordaban de esto: “Una aclaración: es falso que este acuerdo no llega seis meses tarde, sino cuatro años. Era el pacto obvio en diciembre de 2015, cuando juntos, PSOE, Podemos e IU sumaban casi 12 millones de votos”.

No lo entiendo

Otra periodista, Rebeca Carranco, ha ido relatando en Twitter los piquetes de la carretera a la frontera entre Catalunya y Francia. Ha sido muy interesante seguirla porque ha ido detallando las numerosas acciones encaminadas a detener el tráfico y, como consecuencia, el país. Yo, por mucho que me esfuerce e intente informarme (también sigo el canal de Telegram de Tsunami Democràtic), sigo sin entender cómo se gana la razón y cómo se construye un país paralizándolo, destrozando sus infraestructuras, provocando a su policía y emitiendo al exterior una imagen de desgobierno y descontrol.

Hasta los hue…

Al próximo que me diga que Ciudadanos es un partido de centro le voy a soltar: “Y tú eres gilipollas”. Tengo tanto sueño acumulado por culpa de una campaña innecesaria y tanta mala leche por todo lo que ha permitido el periodismo a esa gentuza de la extrema derecha que le voy a declarar la guerra al eufemismo y a los claims de campaña. Y ya de paso, le voy a declarar la guerra a los que pagan a 90 días, a los que solo ponen tapa a los del pueblo y a los que no usan los intermitentes. Pero a los primeros, a esos que también denuncia Rafa Cabaleira: “‘El voto de centro se ha ido a VOX’, dice uno en el 24h… Y así todo”.

Cada uno elige su manera de hacer el ridículo

Están los que trabajan en política y llaman “centro” a Ciudadanos y está Jeanine Áñez portando una biblia de medio metro de lado como si fueran las tablas de los diez mandamientos de Moisés rodeada por simpatizantes que parecen reírse de ella. Cada uno elige su manera de hacer el ridículo. Pero lo de la boliviana autoproclamada presidenta casi por la gracia de Dios es de las mejores maneras de hacer el tonto ante el Mundo que yo haya visto. Y no creo que represente tampoco a ningún católico con su desprecio a la cultura indígena… Y a los propios indígenas en algunos tuits pasados, por lo que hemos visto.

Se va un grande

David Villa anunció ayer que lo deja. Con esta retirada el fútbol mundial pierde a uno de sus mejores delanteros que en su último año en Japón también ha marcado más de diez goles. Villa nunca fue el más mediático, pero sí uno de los nueves de la liga española con más recursos (y con un hat-trick en San Mamés que mi memoria había querido olvidar), y por eso quiero traerle a esta columna, porque todavía existen esos futbolistas que no son ciudadanos sobre el césped, sino futbolistas de verdad que, por otro lado, pasan del foco, las declaraciones para forzar renovaciones y la ostentación, y se dedican, simplemente, al fútbol.

Acojonante

Leíamos el viernes en La Vanguardia que 4.500 agentes de la Policía y la Guardia Civil no iban a poder votar hoy porque habían sido desplazados a Catalunya sin tiempo para tramitar el voto por correo. Los sindicatos policiales habían intentado que la Junta Electoral ampliase excepcionalmente el plazo pero no lo habían logrado… Hasta que el Tribunal Supremo ha obligado a permitir esos votos. ¿A quién irán? Solo ellos lo saben pero echando un ojo a los votos por distritos de abril uno puede hacerse una idea de la intención de voto y de la intencionalidad manifiesta de esta decisión. Una más.

Vota para alejar al esperpento

Llevo intentando contarles esta noticia desde la semana pasada y aunque sea sobre la bocina lo voy a hacer: “Pelea en el mitin de Vox: ‘Yo soy más español que tú, que tienes cara de mono’”, leíamos el fin de semana pasado en la web de Marca, en una pieza que lo tenía todo. Para empezar, que saliese en el periódico deportivo, para seguir, el titular y, para terminar, la foto con las banderas de España que fueron usadas para agredirse los unos a los otros. Una joya del periodismo deportivo y de la política española. Pero después de las risas viene la realidad: esos que se pegaron seguramente esta noche celebren una victoria.

Y para parar a los que lo agitan

Hoy vamos a votar porque Pablo Iglesias cayó en la trampa de Sánchez y tensó la cuerda para que el socialista la rompiera. De este modo, el líder del PSOE que ha ido abatiendo a todos sus enemigos nos mandó de nuevo a las urnas y dio, de rebote, una segunda oportunidad al trifachito. La existencia de esa entente entre Vox, PP y Ciudadanos le hace parecer más de izquierdas, pero como denuncia José Miguel Gamboa en Twitter, toma decisiones rancias: “El Ministerio de Cultura ha otorgado al Foro de Promoción, Defensa y Debate de las Novilladas el Premio Nacional de Tauromaquia”.

Sí, los partidos importan

Jorge Dioni ha escrito mejor de lo que yo seré capaz un pensamiento que compartimos con muchos: “Hace cinco años, había un cierto consenso en torno a la obsolescencia de las organizaciones. Creo que la disolución de Ciudadanos y, sobre todo, el frío que está pasando Errejón en comparación a la resistencia de UP, gracias a la estructura de IU, muestran lo contrario”. Los partidos importan por mucho que llevemos años escuchando lo contrario: PNV, PSOE o PP están ahí, Ciudadanos fluctúa como fluctuará Vox (o eso espero) y Podemos resiste porque, aunque sea a cara de perro, han montado una estructura tradicional.

Ongi etorri, Julieta!

Hoy tenemos una cita con las urnas… Pero también con el Athletic en San Mamés: vamos a pasar frío pero vamos a intentar disfrutarlo pero dudo mucho de que ninguno de los habituales se lo pase hoy mejor que Julieta Pérez Compagnucci que, por lo que ella misma contó a José Manuel Monje en Onda Vasca, debuta en nuestro estadio hoy. ¿Quién es esta chica? Una argentina jovencísima que ha enamorado a la parroquia rojiblanca en Instagram y Twitter. Nieta de emigrantes vascos ella misma se considera vasca y está viviendo su sueño: vivir en Bilbao e ir a San Mamés como la athelticzale que es. Ongi etorri!

La crónica que hay que leer (aunque fastidie)

No, Twitter no sirve para informarse, y si el acontecimiento es muy relevante, como lo que estamos viendo en Catalunya, todavía es menos adecuado. Multitud de personas que no saben estar calladas y que no tienen nada que decir generan un ruido insoportable. Por desgracia, tampoco he leído buenas crónicas periodísticas (completa y equilibrada, escrita por alguien que conozca bien el terreno y el tema) salvo algunas excepciones como la de Isabel García Pagán en La Vanguardia. La crónica que hay que escribir, y no creo que le haya sido fácil, en la que Torra es retratado como lo que parece: un incapaz.

Cotarelo vs. Rufián

Nunca me ha caído bien Gabriel Rufián y, ahora, en cuanto ha tenido que ponerse serio se le han visto las costuras. Pero la situación no está para ser fiel a las filias y fobias: ha sido capaz de pisar el suelo de Barcelona, llamar a la calma, rechazar la violencia con claridad y ponerse en la diana de quienes creen que el fuego y los adoquines sirven para algo. Desde luego, Rufián ha pegado mil vueltas a Ramón Cotarelo, que carga contra él de forma injusta e inconsciente, como todo lo que dice. Lo que me lleva a pensar que algunos medios también tienen que hacer autocrítica, esos que legitiman precisamente a los Cotarelo y las Rahola.

Casi nadie muestra la vergüenza mínima

El gesto de dignidad y valor de Rufián y la crónica de García Pagán son excepciones. Sobre Catalunya, la mayoría de lo que leemos y escuchamos es basura. Sobre todo, en Twitter, pero no únicamente en esta red social. En un mitin del PSOE (últimamente, todo pasa mientras alguien del PSOE da un mitin), José Luis Ábalos tuvo el morro de decir: “Lo que está produciéndose hoy en Cataluña es la consecuencia de una acción u omisión de la gestión de Mariano Rajoy”, como si Zapatero no prometiera lealtad al estatuto catalán antes de dejar que lo cepillaran y convirtieran en el germen de todo lo que vino después.

Pero nadie supera a Rivera

Albert Rivera ha basado toda su carrera política en el oportunismo: ser el antagonista de CiU, sumarse al euroescepticismo, aparecer como nueva política y, finalmente, aprovechar la debilidad del PP que le facilitó Vox. Ahora, a Rivera le estará costando entender que le vaya tan mal cuando la oportunidad es de oro: Catalunya arde a manos de los independentistas. Pero nada le funciona: es el perdedor oficial de las próximas elecciones y ya va a tumba abierta, con vídeos sorprendentes de él en primera persona frente a la tele, como si fuera lo último que le han recomendado en un taller de redes sociales.

Nos tocan a todos

La ausencia de crónicas fiables salvo excepciones como la que hemos señalado en esta columna, hacen que uno mire con recelo tanto la violencia extrema que se adjudica a los manifestantes como la desproporción sistemática de la que son acusados mossos y policías nacionales. Pero hay un hecho que nunca falla: cuando los periodistas son agredidos la parte agresora no quiere testigos y esa es una señal de alerta. En las batallas del fin de semana en Catalunya periodistas, reporteros y fotógrafos han sido atacados y detenidos. Nadie desea que veamos la verdad y eso, insisto, es lo más preocupante.