Lo pone fácil

Mi intención era empezar la columna con los highlights del verano, pero Luis Rubiales me lo ha puesto fácil para sacar uno fresco: su beso a Jenni Hermoso, por el morro, literalmente, es un exceso injustificable. Y por lo tanto, quien lo justifica o ayuda a que el presidente de la RFEF lo justifique, tiene también lo suyo. Ese beso es profundamente machista y nos muestra a ese tipo de hombre que no sabe tener una relación de igual a igual con una mujer. Una tipología que existe, a la que pese al poder y dinero que maneja vamos arrinconando, pero que de vez en cuando se deja ver porque está ahí, y delante de las cámaras.

Por cierto…

No voy a pasar tampoco por alto que la FIFA haya prohibido en el mundial de Australia y Nueva Zelanda los brazaletes arcoíris para las capitanas. En el de Qatar el argumento (una mierda de argumento, claramente) era que molestaba a los jeques. En Oceanía ni siquiera hay argumento. Entonces, ¿quiénes son los homófobos? ¿Los jeques o los de la FIFA? ¿Y por qué? No me he caído de un guindo, ya sé que estamos hablando de una organización privada con sede en Suiza, y no por casualidad, con inmenso poder y dinero, pero no me creo que ninguna institución pública pueda corregir estas agresiones, que es lo que son.

No hay ningún motivo

No hay ningún motivo por el que Leonor de Borbón tenga los privilegios, según El Nacional, de los que va a disfrutar en la academia militar en la que ha ingresado por el qué dirán: dos cursos en uno, menú marcado por Zarzuela, no tendrá que presentarse a las pruebas más duras y volverá a casa todos los fines de semana, pero no en coche, que eso es de pobres, sino en helicóptero, y de dos hélices: el Superpuma. No hay ningún motivo, tampoco, para el gasto de recursos y dinero que supondrá ese transporte. Por extensión, no veo ningún motivo para conservar una institución tan privilegiada y tramposa como queda a la vista.

Eva Amaral los dio todos

Sigo: Luis Rubiales no tiene ningún motivo para besar a Jenni Hermoso, la FIFA no tiene ningún motivo para vetar los brazaletes arcoíris, la Casa Real no tiene ningún motivo para usar un helicóptero para que Leonor de Borbón haga el trayecto Zaragoza-Madrid los fines de semana, ida y vuelta, pero Eva Amaral sí demostró que hay motivos de sobra para su reivindicación al cantar sin camiseta en el Sonorama: cómo ha enervado a algunos, que se rasgan las vestiduras al ver un par de tetas, lo deja claro. La cantante reivindicó el derecho de todas y todos a reivindicar nuestras libertades y derechos antes los trogloditas.

Esperamos el argumentario

Otro tema del verano: tengo la impresión de que Bildu quiere aprovechar el asueto para que pase como si nada su soledad defendiendo una ley de vivienda española invasiva como denunciaron en su momento EAJ-PNV, Junts, PDeCat, CUP y BNG y, desde hace un par de semanas, también ERC. Pero de esta cesión a PSOE y Podemos no va a escabullirse fácilmente, porque el tema va a volver a volver y su soledad va a quedar negro sobre blanco una y otra vez. Parece que hay un consenso en que no se basta con que una norma sea buena: es que tiene que encajar en el marco en el que se va a aplicar sin invadir una norma aún mejor.

La gran victoria de Errejón

Sabemos que Yolanda Díaz encabezará la lista por Madrid. Sabemos que un alta cuna como Agustín Santos será el número dos. Sabemos que días antes de que Podemos se doblegara a la voluntad de Sumar, Íñigo Errejón aceptó ir en un discreto cuarto puesto en esa lista. Sabemos que Ione Belarra no se atreve a encabezar la lista por Nafarroa. Y sabemos que la líder de Podemos irá quinta por Madrid. Con todo lo que sabemos podemos afirmar que la victoria política y estratégica de Íñigo Errejón es absoluta: la líder de Podemos va detrás de él, muerde el polvo porque Podemos es hoy más irrelevante que Más País.

La torta a Iglesias en la cara de Montero

Es injusto el veto a Irene Montero. Creo que todas y todos estamos de acuerdo en eso: amigas y amigos, enemigas y enemigos, y enemigas íntimas y enemigos íntimos. También tenemos claro que su exclusión, difícil ya de revertir, es un símbolo. Es la derrota de Podemos, es la torta a Pablo Iglesias en la cara de la propia Montero. La pieza en Contexto del ex vicepresidente muestra un proteccionismo peligroso: mezclar la olla y lo otro no fue nunca una buena idea, empeñarse en hacerlo lo parece aún menos. Echar la culpa a las cloacas y los medios muestra, además, un infantilismo que asusta.

¿Y por qué?

El veto a Irene Montero se explica en clave partidista (y eso que Díaz, como Iglesias al principio, aseguraba que la dinámica de partidos estaba superada), pero también supone un veto al ministerio de Igualdad, íntimamente ligado a la ministra. ¿Qué pasa? “¿Ha dejado el feminismo de ser un reclamo electoral?”, se pregunta Violeta Molina en EPE. Lo cierto es que el feminismo ha sido retorcido en público y su bandera ha sido tan movida, y no siempre para bien, que es dificilísimo vincular el voto feminista práctico con un partido, incluso pese a los intentos del ministerio de Igualdad. Y de eso, como de casi todo, hay responsables.

“Sánchez prometió”

Este no me parece un tema menor: cuando el 29 de mayo Pedro Sánchez convocó elecciones para el 23 de julio sabía perfectamente que todos sus anuncios en campaña, especialmente en materia de vivienda, quedaban en suspenso, en el mejor de los casos. Ahora intenta salvar algunos muebles con los fondos europeos, según The Objective, pero lo cierto es que los miles de pisos prometidos quedan, más bien, comprometidos. Y ahora, ¿qué? ¿Hará más promesas en campaña? No lo dudo. ¿Vinculará sus anteriores compromisos con los futuros resultados? No espero menos. Pero la pregunta importante es: ¿genera confianza suficiente?

La diferencia está en los detalles

Nunca me ha gustado eso de que “Dios está en los detalles” aunque entiendo perfectamente qué quiere decir y esté de acuerdo: la diferencia, lo que distingue algo cuidado de algo que no lo es, está en los detalles. Por eso no he querido dejar pasar este tuit de un aficionado del Amorebieta: “¿Qué os parece que el presidente de la Federación Española de Fútbol no sea quien entregue el trofeo de campeón de la máxima competición masculina de fútbol que organiza?”. Rubiales no estaba para entregar la copa al equipo vasco, para reconocer su enorme mérito, no cuidó ese detalle, no demostró que ese torneo, ese fútbol, le importa.

Lo que los jeques pagan

Lo que los jeques pagan los jeques tienen. No discuto los méritos deportivos de Real Madrid y FC Barcelona para alcanzar hoy la final de la Supercopa, pero sí recuerdo, simplemente, lo que sabemos de esta competición: como la querencia de los saudíes por Real Madrid y Barça, que la misma Federación que tiene que pagar una penalización si no los llevan es la que designa arbitrajes, o cómo algunos conflictos de interés, como el de Piqué, han dado igual. Por no hablar de las gradas, llenas de hombres con turbantes, o de que la RFEF vende también la retransmisión a televisiones que cobran e incluso recobran para ver estos partidos.

La Xavineta va abollada

En un intento de renovar el fútbol, las y los comentaristas están haciendo suyas expresiones de la chavalada que suenan fatal en las bocas o los tuits de los más mayores. Cosas como “padrear” o la horrible “Xavineta” para demostrar el apoyo al entrenador del FC Barcelona. Un Xavi Hernández que se ha atrevido a decir esto: “Arabia Saudí tiene cosas que mejorar, pero también como nosotros en España. Hubo mucha crítica a Qatar y se ha visto que no es para tanto”. ¿En serio? Esta vez es muy evidente que, o se piensa que todos menos él somos tontos, o no piensa lo suficiente después de su paso por Qatar, precisamente, como entrenador.

Si no lo necesitan, ¿por qué lo hacen?

Cristiano Ronaldo no necesita el dinero que le van a pagar en Arabia Saudí. Por mucho que sea. El jugador ha decidido retirarse de la competición (ni la liga saudí ni la catarí son de alta competición) y convertirse en el embajador mejor pagado del mundo. Embajador, ¿de qué? De una dictadura que extrae su dinero del subsuelo mientras sujeta con mano firme los derechos de la mayor parte de su población, empezando por las mujeres y siguiendo por las y los inmigrantes. Inmigrantes pobres, claro, porque Cristiano Ronaldo o Xavi Hernández son de otro tipo, esto es, de los que ayudan a hacer lavados de cara a diario.

Hablando del lavado de cara

No niego la información que publican en El Periódico de España sobre cómo clubes de ligas no profesionales reciben ahora más dinero de la Federación, gracias a lo que esta ingresa por los contratos derivados de la Supercopa. Básicamente, lo que pagan los saudíes y la televisión. Lo que sí discuto es la justificación: el mismo lavado de cara que intentan saudíes o cataríes es el que hace Rubiales y su largo equipo con la lluvia de millones al conocido como “fútbol modesto”. El problema es la desigualdad, no la falta de recursos para las categorías inferiores, y denunciar eso es una obligación, sobre todo si estás justificando el dinero de una dictadura.

Soy viejo para estas mierdas

Por supuesto, conozco lo que es la Kings League y he visto los vídeos de algunas jugadas, como el gol de Ibai Gómez en su respectiva pachanguilla. Pero soy viejo para esta competición: soy un señor de 42 años que va a San Mamés con su hija siempre que puede, y el invento de Piqué en el que, una vez más, colabora Ibai Llanos, me queda lejos. Simplemente, el público es otro: personas más jóvenes con tiempo libre para ver vídeos en Twitch o YouTube, y para flipar con normas como las cartas que pueden jugar los equipos en medio del partido. Les regalo el invento si me dejen en paz con mi visita de viejo al campo cada quince días.

Un beneficio inesperado

Supongo que para Qatar no será ninguna sorpresa. Tampoco para el llamado “mundo árabe”, formado por unas 1.500 millones de personas. Pero para mí sí lo ha sido: entendía que Qatar quería limpiar su imagen comprándose un Mundial y un equipo de fútbol, el PSG, pero no vi venir que, además, se encaramase al liderazgo de los países islámicos. Con el éxito futbolístico de Marruecos se ha topado con un rival inesperado, pero también le ha beneficiado para acabar de convencer al mundo de que el mayor polo de atracción árabe es el pequeño emirato regado de miles de millones en reservas naturales. ¿Para qué? Esa es la pregunta.

Pues que hagan algo

La llamada de Radamel Falcao en redes sociales para intentar impedir el asesinato de Amir Nasr-Azadani en Irán, donde ha sido condenado a muerte por participar en las propuestas tras otro asesinato, el de Mahsa Amini, no es algo menor. Ni que sea en Twitter ni que sea un futbolista banalizan esa pena. Al contrario: tiene que funcionar como altavoz. No solo ha tuitedo el colombiano, pero su capacidad de alcance, como futbolista que ha jugado en diferentes países, es difícil de superar. El mundo árabe, empezando por sus nuevos líderes, debería de decidir si este tipo de ejecuciones les representan o no.

Sin miedo ni vergüenza

Volviendo a temas mucho más triviales, este Mundial ha sido el de Twitch. Especialmente, en España, donde su seleccionador ha hecho directos cada noche con un éxito irreprochable. Una vez cesado, tampoco eligió un medio tradicional para hablar: se juntó con Ibai Llanos y ambos mantuvieron una charla amable sobre la que reflexiona Rubén Uría. Nada de esto perjudica al periodismo que, como bien señala el de Goal, emitía los directos en las páginas web de los medios. Entiendo que yo lo veo de otra manera, pero creo que el acercamiento de la prensa a estos nuevos formatos tiene que ser sin miedo ni vergüenza. Sin complejos.

¿Pudo beneficiar al Barça?

No voy a dejar pasar la última columna monográfica sobre fútbol de este Mundial sin comentar la noticia que esta misma semana publicaban en El Confidencial: el contrato de la Supercopa con Arabia Saudí que Piqué facilitó a la RFEF incluía una penalización millonaria en el caso de que no se clasificasen Real Madrid o FC Barcelona para el torneo en el emirato. Y la RFEF es, al mismo tiempo, quien se jugaba el dinero y quien designa los árbitros para los partidos de las competiciones que dan acceso a esa Supercopa. Precisamente esa coincidencia de intereses le resulta “notoria” a la jueza Delia Rodrigo, que investiga el caso.

Lo mejor de Messi

No me va a importar ver a Leo Messi levantar la Copa del Mundo esta tarde si gana la final. Los viejos, los achacosos, los que tenemos la sensación de que ya hemos dado lo mejor de nosotros, también tenemos derecho a triunfar una última vez. A este Messi pasado, más que pasota, le admiramos en su ocaso porque con sus paseos sobre el césped demuestra que no hay grafo, predicción, estadística o análisis de una inteligencia artificial que encaje con él o con este deporte. La tecnología, vía VAR, nos ha hurtado la emoción del gol, y empuja a la prensa a mostrar probabilidades de gol que no demuestran absolutamente nada. Y menos, con Messi.

La España fachilla

Llevo suficientes años leyendo encuestas e intentando interpretar los datos como para entender que las respuestas a la que explican en The Objective vienen condicionadas por un presente muy reaccionario en España. Aún así, me sorprende que Zapatero sea el peor valorado de los expresidentes españoles y que los mejor valorados sean Suárez, González y Aznar. ¿De verdad? Es evidente que muchos españoles no quieren sacudirse la chaqueta llena de caspa de la transición, como trasunto de lo que estuvo antes. Como lo es que si Aznar te pareció mejor presidente que una lechuga estás a un paso de votar a Abascal.

Dónde no se desploma

Estos días se ha movido mucho por Twitter un gráfico en el que Madrid y Murcia aparecen como las dos comunidades en las que más empleo se destruyen. Entre las que más generan, Catalunya, Baleares y la CAV. Y en esta noticia de Público, una vez más, dirigida a las que peor lo hacen (en esta ocasión, Madrid, Murcia y Catalunya) a mí me llama la atención quienes lo hacen mejor, otra vez: la CAV y Nafarroa son dos de las comunidades en las que crece el gasto sanitario por encima de la media española siendo, además, dos de las que más inversión realizaban previamente. Esa es la noticia y no podemos dejar que pase desapercibida.

Tebas ya no es el rey

La pieza en Vozpópuli sobre cómo la Liga está cediendo cada vez más terreno a la Premier e incluso a la liga alemana es muy recomendable. Sobre todo porque uno termina de leerla con la sensación de que en cualquier otro negocio millonario la salida de su máximo responsable debería de ser inminente ante el evidente fracaso en la gestión y el propio modelo (una liga que premia al que más tiene, no al que mejor lo hace, y si has nacido pobre te jodes). Pero Tebas seguirá porque es útil en la política del propio fútbol (con aliados sorprendentes y en función del enemigo) y en la otra (en la que él mismo se ha pronunciado).

Sí, pero…

Uno de los evidentes fracasos de la Liga es que está perdiendo a una generación de jóvenes más interesados en otros entretenimientos que en el carísimo fútbol. Bajar los precios es la solución a un problema que plantean de mil maneras para no llegar a esa conclusión. Ahora, “la Liga se alía con Twitch para que los ‘streamers’ puedan retransmitir partidos desde los estadios” (2 Playbook), y no me parece mala idea. Pero insisto en que creo que no será la solución y en que las y los streamers y su audiencia están andando un camino que ya conocemos pero mucho más rápido de lo que nosotras y nosotros hicimos.

Y al otro lado, Rubiales

A Rubiales y a Tebes es más lo que les une que lo que les separa: ambos han entendido cuál es el modelo de negocio de fútbol moderno y lo ejecutan a la perfección (que mucho dinero se mueva constantemente), solo que en vez de integrarse en el reparto pretenden hacer cada uno el suyo. No esperábamos otra cosa pero la falta de sorpresa tiene que ser noticia, como hacen en República: “La Supercopa de España 2023 de fútbol volverá a jugarse en Riad”. Y en Bilbao sabemos bien de qué va el business: jeques que han comprado su derecho a ver a Real Madrid y Barcelona en sus campos mientras el resto somos figuración.