¿Sin Pla no hay paz?

Como periodista en Euskadi tengo una responsabilidad: que los que blanquean el relato de ETA no nos cuelen sus mierdas. Por ejemplo: “Otegi afirma que sin figuras como David Plá, último jefe de ETA, ‘la paz no hubiera sido posible’”, titula Mikel Segovia en El Independiente. Partimos de la base de que el líder de Bildu se tiene a sí mismo como el Mandela vasco. Con esos cimientos y con las manos del exjefe de ETA tienen que construir el edificio que guardará el relato de la izquierda abertzale. Una cosa es que traguemos y aceptemos que ETA sigue teniendo mando en Sortu, otra que nos guste y otra que nos tomen por tontos.

El gobierno más progresista de la historia

Pues es el gobierno más progresista de la historia el que quieren desangrar a las y los trabajadores autónomos para seguir contentando a los sindicatos del funcionariado, y el que “se apoyará en los expertos para justificar subidas del diésel y billetes de avión” (Vozpópuli). O lo que es lo mismo: transportistas y personas que aprovecharon las ofertas para comprar un vehículo van a ver cómo el gobierno les ha elegido para pagar una parte mayor de la fiesta. Y por supuesto, lo de viajar en avión se ha acabado: volverá a ser una opción exclusiva de quien pueda permitírselo. Los demás, hasta donde lleguemos en bici eléctrica.

Pues ya estamos en campaña

Ya estamos en campaña: Castilla y León elige su parlamento autonómico porque Pablo Casado ha decidido generar un ciclo ganador del PP que le atará a Vox mucho antes de que tenga la oportunidad de llegar a Moncloa. ¿Y cómo hemos entrado? Pues con un tuit de Pablo Iglesias en el que presumía de manejar información privilegiada del CIS. Unos números, por cierto, con una clara intencionalidad: mostrar un empate entre PSOE y PP que no refleja ninguna otra encuesta para activar el voto socialista. Es decir: ¿un organismo público está para hacer palanca y anticipa información a un ciudadano (lo que es hoy Iglesias)?

La guerra global (que pagamos los de siempre)

“La amenaza de guerra entre Rusia y Ucrania ya ha hecho subir el precio del gas el 18%: el riesgo que supone para la economía una posible contienda”. Así de claros son en El Blog Salmón. En esta época en la que todo se globaliza, también las guerras, lo que seguro que nos toca es pagar una parte de la factura a los de siempre. Lo que me gustaría saber es qué piensan del tema quienes no quieren que exploremos los recursos gasísticos que hay bajo nuestros pies y prefieren mantener gasoductos, estar en manos de Rusia o Araba Saudí y que las exploraciones se hagan el “backyard” de otros. Todo muy solidario.

¿No es un poco pronto?

Como hooligan del Atlhetic que soy me preocupa bastante el goteo de tuits que he visto esta semana, con cortes de entrevistas que han ido concediendo el entrenador y varios jugadores de la primera plantilla, todos ellos con un tono autocomplaciente que no parece recomendable a mitad de temporada, precisamente. Además, estamos despreciando un pasado reciente muy importante. Pero más importante es el partido de este jueves, porque es futuro, porque estamos llegando con más celebración que tensión y porque eso solo beneficia al Real Madrid, equipo de la cuidad donde, por cierto, más entrevistas han pedido y el Club ha concedido.

Su problema, nuestra decisión

Enfoca bien Mikel Segovia en El Independiente el problema de los presos de ETA. Partimos de la base de que solo quedan en la cárcel quienes tienen penas más altas y, por lo tanto, más asesinatos en sus conciencias, vemos en cada “ongi etorri” y similares la falta de arrepentimiento que muestran y sufrimos la nula colaboración para el esclarecimiento de los atentados. Con estos ingredientes la sociedad vasca, cansada de tanto soniquete que no queremos oír más, no puede empatizar lo más mínimo con “los presos”, ese ente que algunos usan como medidor de sensibilidad y solidaridad de las y los vascos.

¿Nos toman por tontos?

Afrontar una crisis sanitaria y otra económica con la inflación disparada no parece el mejor de los escenarios, pero ese es el español. En El Blog Salmón repasan los motivos, como el precio de la electricidad, el más alto de Europa. Además, “pagamos una factura más elevada porque el Ejecutivo tiene menos poder de maniobra para controlar los precios finales”. Y eso implica otro motivo: como consumidores finales pagamos esos precios altos y los de los productos y servicios con ese incremento repercutido. “Por otra parte están los salarios, que son menos competitivos que en la Eurozona”, seguimos leyendo con desesperanza.

Odio eterno a la banca on-line

Creo que soy una persona que se maneja con cierta soltura en entornos digitales, pero reconozco que hay dos tipos de webs o apps que me vencen. Por un lado, las de facturación electrónica, el peor de los inventos de la humanidad. Por otro, la banca on-line. Toda la banca on-line. Si sirviese para algo firmar en Change.org sumaría la mía a esas “más de 150.000 firmas piden una ‘atención humana’ en los bancos: ‘Los mayores nos sentimos apartados’” (InfoLibre). No hace falta ser demasiado “mayor” para sentirse desatendido. Lo peor es que este cambio se ha hecho para recortar gastos: ningún “mercado” lo ha pedido.

Al final, el PC tampoco murió

En el ámbito de la informática doméstica, como en otras áreas, la pandemia ha agudizado una tendencia, en este caso, la del ordenador en casa. Obviamente, la generalización del teletrabajo ha impulsado el uso de este electrodoméstico que nunca abandonó nuestros hogares. Y eso que no fueron pocos gurús los que avisaron de su obsolescencia: las tabletas nos iban a cambiar la forma de trabajar, como tantas otras cosas que iban a cambiarnos hasta la vida. No solo ha sobrevivido: el PC doméstico se ha adaptado y ahora lo reclaman las y los aficionados al gaming, al diseño, a la foto o al vídeo.

El móvil sí lo fue

Me acuerdo de la primera vez que vi un iPhone de cerca. Aquello sí que olía a salto hacia delante. Y eso que me resistí y me aferré a mi BlackBerry todo lo que pude. ¡Ay, qué jóvenes éramos! Hoy los smartphones no son excentricidades, ni juguetes caros, ni herramientas para workaholicos, son los objetos con los que más contacto tenemos: “Pasamos un tercio del tiempo despiertos mirando el móvil”, leemos en Trecebits. En concreto, “4,8 horas al día. Ese es el tiempo medio que pasa una persona mirando la pantalla de su teléfono móvil según un estudio de App Annie, una empresa de análisis de datos del mercado de las apps”.

Otegi haciendo de Otegi

En un par de frases, Mikel Segovia en El Independiente retrata a Bildu, “el aliado presupuestario amable con Sánchez e implacable con Urkullu”. Y continúa: “La coalición de la izquierda abertzale mantiene su disposición a facilitar las cuentas a Sánchez, pese a mantener incumplido su acuerdo para derogar la reforma laboral. En Euskadi, es el único partido que no ha apoyado las cuentas de Urkullu ni una sola vez desde 2012”. No hay más: los del “Espainaren morroi” al PNV son hoy dóciles en Madrid mientras en la CAV se muestran los más beligerantes para seguir intentando romper un techo de cristal que no acaba de caer.

Y Casado haciendo de Casado

La estrategia de Casado en España es la misma que la de Otegi en la CAV (que no es igual que la que mantiene en Nafarroa, donde Bildu convive muy a gustito con el PSN): desgaste al partido en el gobierno cueste lo que cueste. Y si a veces se cae en el ridículo no pasa nada: la actualidad pandémica, volcánica o económica proveerá otra oportunidad. Me centro: Casado ha visitado esta semana La Palma y ha hecho unas declaraciones con el volcán a su espalda. ¿Qué ha dicho? Eso es lo de menos, lo importante en la estrategia contemporánea de acoso y derribo político es sacarse todas las fotos y criticar sistemáticamente.

La extrema derecha, a lo suyo

La extrema derecha europea intenta recabar apoyos entre negacionistas de la pandemia y antivacunas. La española sabe que esa jugada en su caladero es más problemática porque el porcentaje de reaccionarios a la ciencia es bastante menor. Vamos, que es una cosa de frikis. Pero Espinosa de los Monteros ha decidido que Vox no está para perder ningún voto, y si para eso tiene que jugar a la ambigüedad con su libertad para vacunarse o no, lo hará. El populismo, al final, va de eso, de ponerse a favor del viento sin que a nadie le importe cuántas veces rola. Y si toca ser antivacunas, lo serán.

PSOE y Podemos, en su línea

María Castañeda ha publicado en Merca2 un texto bastante interesante sobre “las 10 meteduras de pata del Gobierno en la crisis del recibo de la luz”. En la pieza recupera algunos momentos previos a la escalada que estamos sufriendo que no deja en buen lugar a quienes integran el consejo de ministras y ministros actuales, como el “caso omiso a la subida del gas en marzo” o “el tarifazo eléctrico, a destiempo y sin criterio”. Con el marrón ya encima, el gobierno español también ha actuado mal, aprobando una “reducción del IVA, pero solo a unos cuantos” o tomando “decisiones importantes sin contar con las eléctricas”.

Enésimo resbalón

Con lo bien que le iba a Errejón mostrando que hay nicho electoral en España para una izquierda pragmática sin deudas consigo misma, el líder de Más País ha decidido ponerse la zancadilla y tropezarse presentando un libro innecesario en un momento inadecuado, en el que “narra ‘caudillismo’ y una ‘corte’ en torno a Iglesias, que buscó ‘enterrarle’ políticamente” (República.com). Con Iglesias brillando en spots televisivos y todo Podemos agarrándose al tablón de Yolanda Díaz para mantener su flotabilidad, estas memorias parciales son un error. Bienaventurados los que saben esperar a que pase todo para contarlo con perspectiva.

Es cuestión de altura política

Llevo más de 15 años observando la política y creo que hoy es un arte que puede practicar cualquiera. No hace falta habilidad ni brillantez. Puede que ya no haga falta ni inteligencia: si tienes resistencia de tuitstar, la política es lo tuyo. Un escaño nunca fue tan barato (y la representante de Vox está en el Parlamento Vasco para demostrarlo), una excusa nunca fue tan poco elaborada y un titular nunca mostró tan poca altura: “El PP teme que pactar con el Gobierno dé más alas a Vox en la oposición” (Público). La buena política se hace justo al revés: primero haces lo necesario por el bien de tu país y luego lo explicas al votante.

Same energy

Creo que Mikel Segovia anduvo muy atinado cuando comparó en El Independiente la escenificación de la apisonadora sobre las armas de ETA que ha organizado el gobierno español esta semana con el circo que montaron los artesanos de la paz en Baiona y alrededores. ¡Lo que tuvimos que aguantar quienes no veíamos nada de heroico, nada de épico, nada de bonista y nada de ciudadano en aquello que olía a ETA que echaba para atrás y que solo buscaba mostrar un falso apoyo social a su rendición! Pues miren, no. Ni entonces ni ahora. La foto de Madrid y la de Baiona emiten las mismas vibraciones.

Los amigos del emérito

Sería muy gracioso que, en el colmo de la sobreprotección a Juan Carlos I, alguno de los que le prestaron el dinero acabase con problemas ante Hacienda o la justicia después de haber sido investigado. De momento, el emérito se va de rositas de todas, también de esa fundación que le regalaba el dinero a paladas, como si fuera una tapadera de sus propias ganancias. Y la última regulación, que nadie sabe si es del total de lo que defraudó o de una ínfima parte, está pasando ahora bajo la lupa de la Hacienda que no le reclama nada no sea que encuentre algo, pero por el lado de los amigos, no del emérito. Faltaría más.

Nuevos escrúpulos

Uno de los efectos secundarios de la pandemia, hayas sido contagiado de coronavirus o no, ha sido la cantidad de nuevos escrúpulos que se han generado espontáneamente: estaban los que no querían vacunarse (aunque se hubieran vacunado de lo que les pidieron para irse de viaje de novios a Tailandia) y ahora están los que creen que es muy sospechoso, e incluso peligroso, tomarse un paracetamol antes del pinchazo para llevar mejor los posibles dolores posteriores. “Lo raro es que dijera a la gente que de metiera un buco de caballo pero, hijo, paracetamol”, respondía Mr. Insustancial a uno de esos tuits, precisamente, sin sustancia.

La burbuja china, la primera

La burbuja del fútbol chino ha explotado definitivamente. Por supuesto, la pandemia tendrá mucho que ver, pero creo que solo en la aceleración del proceso y la llegada del resultado final: aquellos sueldos imposibles por altísimos se acabaron. Y si la noticia ha pasado desapercibida me temo que es porque es una alerta roja en toda regla para la industria mundial del fútbol: ¿qué burbuja será la siguiente? ¿La de los jeques y emires que invierten en clubes? ¿La de la tele? ¿O la global que está basada en audiencias lejanas y precios inasumibles que acaba pagando el aficionado más cercano?

El «filón» de la violencia

En pleno debate sobre la necesidad de dar explicaciones previas sobre una obra creativa, me parece que en Euskadi sí vamos a tener que aclarar que las ficciones que cada uno se está montando con ETA y los GAL, desde Patria a novelas como la de Lorenzo Silva, pasando por elementos de campaña avivados por la torpeza de Pablo Echenique, son eso, tragedias de la realidad aprovechadas y rebañadas. No obstante, el escritor al que Mikel Segovia entrevista en El Independiente deja una reflexión que no debemos perder de vista: “Los GAL fueron algo ilícito, inmoral e ineficaz. Suministró munición moral a ETA”.

En Suecia también cometen errores

¿Me gustaría que una Euskadi independiente se pareciera más a los países nórdicos que a los mediterráneos? Sin duda. ¿Cometen errores? Sin duda. Y durante esta pandemia lo hemos visto: el coronavirus está golpeando con dureza en Suecia porque su gobierno decidió tomar medidas a contracorriente. Así, mientras el resto del mundo (EE.UU., aparte) se metía en casa y tomaba medidas, los nórdicos apostaban por la inmunidad de rebaño y por tomar ciertas medidas permitiendo que la enfermedad se transmitiese. Hoy hasta ellos reconocen su error. Con todo, sus fallecidos por 100.000 habitantes son menos que los de España.

A Portugal también ha llegado

Durante esta pandemia la prudencia ha sido la clave. Y tiene que seguir siéndolo. Prudencia para protegernos del virus. Prudencia para no contagiárselo a nuestros mayores. Y prudencia para que la realidad no te pase por encima cuando has querido ir de visionario y has acabado de Capitán A Posteriori: en El Periódico leemos que Portugal, puesto como modelo político por muchos en los últimos años, está sufriendo ahora lo peor de la crisis sanitaria, siendo el segundo país europeo con más contagios por 100.000 habitantes, solo superado por Suecia, precisamente. Así que, menos fórmulas milagrosas y más precaución.

Otro padecimiento

Hacía tiempo que no leía a Borja Terán, de cuyas reflexiones sobre la televisión en España he disfrutado un montón en otras épocas menos políticas. El experto de La Información, sin embargo, llamó mi atención con su comparativa: “Twitter es un poco como ese colaborador de Emma García que da acaloradamente una opinión que nadie le ha pedido”. Terán concluye que ni la red social ni Telecinco son representativos de la sociedad española. Pero tampoco de la vasca, donde el canal es visto masivamente y la red social es la plataforma de comunicación principal, entre otros, para Bildu. Allá cada cual.

No, no tiene ninguna gracia

En ese Twitter chusco y españolazo, una broma recurrente es poner una foto de un actor porno conocido por el contraste entre su cara de niño y el tamaño de su herramienta de trabajo en ese cine, y decir que es un científico o un médico reputado que nunca sale en los informativos. Incluso varios políticos han picado difundiendo ese mensaje y haciendo que los listos del Twitter se partan de risa. Pero el chiste no tiene ninguna gracia: en Maldito Bulo han recopilado algunas de estas bromas para poner en ridículo a los menos integrados en una cultura pop que, hoy, es una cultura de mierda.