Al final, sí era la chufla

Llevamos casi dos años viviendo en medio de una pandemia mundial. Ya hemos aprendido alguna cosa (muchas menos de las que creen que saben los listos con Twitter) y algunos, sin embargo, siguen sin darse cuenta de lo más básico: el principal vector de contagios es y ha sido la chufla. “Los veinteañeros disparan el contagio por ómicron: es la confirmación clara de dónde está el riesgo” (El Independiente). ¿Nos hemos equivocado? No pasa nada: rectificamos y mejoramos. Pero si no lo hacemos, si negamos la realidad, simplemente agravamos el problema. Y el problema no son los veinteañeros sino la relajación.

Y si no, que lean a Biden

En Euskadi, fue Maddalen Iriarte la primera en alzar la voz en nombre de las personas no vacunadas en la CAV, a las que el Pasaporte Covid señalaría. Acertó la de Bildu: de eso se trataba y ha funcionado para llamar a la vacunación. Y ahora es Ernai la que se apunta al negacionismo de lo que pille, porque para negar el virus o la validez de las vacunas va tarde. A veces echo de menos la contundencia de la Casa Blanca que ha tuiteado Zigor Aldama: “A los no vacunados os espera un invierno de enfermedad grave y muerte. Para vosotros, para vuestras familias y para los hospitales que acabaréis desbordando pronto”.

¡Pero qué morro!

Pocos titulares me han indignado tanto en este 2021 del que todas y todos hemos acabado hasta las gónadas que este en El Periódico de la Energía: “El Gobierno admite ahora que nunca ha abierto expedientes a Iberdrola por los desembalses de este verano”. Pero lo peor de lo que sabemos ahora, gracias a la pregunta que ha hecho EFE en el portal de Transparencia, es que “la gestión del desembalse se realizó con el consentimiento de las propias confederaciones, propiedad del Ministerio, pero no se tardó en acusar a la compañía de eléctrica de haber practicado abusos y de haberse beneficiado económicamente de ello”.

Ellas y ellos se lo han buscado

Lo Malo Conocido ha sido muy duro en su tuit sobre el desastre político de Ciudadanos, pero por desgracia para el partido de Arrimadas y Rivera, todo lo que dice es cierto: “Es normal que los de Ciudadanerds estén dolidos por las acusaciones de traición como excusa para darles el patadón y convocar elecciones: para el único mérito que tienen, que es el de ser unos palanganeros arrastrados ante el PP, encima se lo pagan así”. Sin duda, estamos asistiendo al fin del partido llamado a renovar la derecha (y lanzaron a Vox) y encabezar una nueva política (ya solo queda Podemos y lo está fiando todo a una sola jugada).

Las cosas, por su nombre

República.com es un buen medio digital: en él encuentras las noticias de las que se está hablando, columnas interesantes y, por lo general, enfoques comedidos, así que me da un poco de pena ponerle como ejemplo de lo mal escritos que están titulares como este: “El bloque del centro-derecha sumaría una mayoría absoluta holgada ante el retroceso de la izquierda, según un sondeo”. ¿Qué centro-derecha si el PP está echado al monte, Vox se sitúa a sí mismo con orgullo entre los partidos de la extrema derecha mundial y Ciudadanos, además de no contar ya para nada, fue quien sembró los vientos que liberarían a los fachas?

El milagro de la transformación de Ciudadanos

Hoy celebramos la inmaculada concepción, que viene a ser el primer milagro en la vida de Jesús. Personalmente, me quedo con aquellos profesores de religión en el colegio de los Menesianos de Portugalete que nos explicaban parábolas y milagros en clave prosaica y solidaria, y no mágica. Pero me parece que Arrimadas tendrá que tirar de la lectura más literal de lo que es un milagro para explicar cómo su partido se subsumirá en el PP para seguir existiendo: “Arrimadas pide al PP andaluz un pacto electoral para evitar la desaparición de Cs en toda España”, leemos en República.com.

La selección natural

El fallecimiento de Johann Biasics con coronavirus es una desgracia de la que muchos somos responsables en parte. La que a mí me toca es la de mi gremio: ¡qué mal lo hemos hecho para que unos descerebrados e interesados hayan podido difundir relatos tan dañinos! Me refiero a las y los antivacunas, entre los que se encontraba Biasics, con quien empezaba el párrafo, que está considerado “el líder de los antivacunas de Austria” y que ha perdido la vida “tras intentar curarse con enemas de lejía” (Los Replicantes) después de contagiarse de COVID. A veces pienso que no podemos hacer nada, que es la naturaleza la que decide.

Milagreros

Otro que se la ha colado (y todavía lo hace) a muchos es Elon Musk: a ver cómo me explican quienes le defienden como un gran ecologista el gasto de recursos de su proyecto espacial, la Starship, que no logra arrancar. Aunque parece que la NASA puede contar con la empresa como proveedora, Musk está preocupado: reconoce que su proyecto “francamente es un desastre” y que se aproxima a “la bancarrota” (Xataka), en una carta que ha enviado a sus trabajadores para aumentar más la presión sobre ellas y ellos para que ejecuten sus visiones poco realistas. Al final, hasta Tesla quebrará, pero él ya es tremendamente rico.

Para milagro, el de la música

“Para que un intérprete gane un dólar, su perfil tiene que recibir 229 escuchas. Otras plataformas como Napster son más generosas, mientras que YouTube se encuentra a la cola en lo que a precarización se refiere”. Esa es la realidad de muchos músicos que suben su trabajo a Spotify u otras webs similares. La de otros, es aún peor: “Todos aquellos músicos que trabajen con un sello discográfico. (…) Todos los beneficios se reparten al 50% entre artista y discográfica”. En Magnet han recopilado con acierto varios artículos y posts de músicos que explican la realidad de esta industria.

Uno de nuestro tiempo

El mismo canal que sirve para difundir ideas peligrosas como las de los antivacunas, que idolatra a caraduras y que exprime la creatividad de las y los artistas, nos permite ver, a tiempo real, rincones del mundo realmente interesantes. Este también es un milagro de nuestro tiempo (y que posibilita el desarrollo tecnológico, claro): en Genbeta han recopilado varias cámaras que emiten a tiempo real a todo el mundo, desde un pozo en el desierto de Namibia a una playa en Hawaii, pasando por el volcán de La Palma, Times Square, Venezia y hasta la Estación Espacial Internacional. Y esta es solo una muestra.

Más lecciones, no, que me enamoro

Pablo Iglesias no se corta: no sabe cómo se escribe “ongi etorri” (él ha tuiteado “ogni”) pero sí se atreve a hacer afirmaciones categóricas sobre “la responsabilidad de la izquierda abertzale a la hora de dar los pasos que les corresponden para la reconciliación”. Y termina: “No reconocerlo es carecer de sentido de Estado”. Quien provocó una repetición electoral para ser vicepresidente del gobierno y solo un año después abandonó su cargo para presentarse a las elecciones de la Comunidad de Madrid no se corta en darnos lecciones sobre lo que es “el sentido de Estado”. Sería de risa si lo suyo, como lo de otros, no fuera colaboracionismo.

La vía escocesa

Lo que diga Felipe VI sobre la estabilidad de las instituciones, después de llegar a una que se mantiene en pie con la colaboración de todos los poderes del estado español, que han tapado las vergüenzas de su padre todo lo que han podido, me importa entre poco y nada. Pero sí lo hace que, en el mismo evento, “Pere Aragonès ha abogado por hacer posible que lo que se hace en Escocia sea posible en Cataluña” (Vozpópuli). Es decir: referéndum pactado entre los gobiernos. Un plan con el que no puedo estar más de acuerdo pero que supone un viraje importante para ERC y para quienes se les han arrimado.

¿Quién no lo haría?

Euskadi es un país industrial lleno de pequeños talleres con mucha importancia. No pocos se mantienen o han mantenido abiertos durante décadas y en la dirección se han sucedido padres e hijas o hijos. Que eso pase no debería escandalizarnos, aunque solo sea porque ya lo hemos visto, pero si hablamos de millonarios la cosa parece que cambia porque la tentación de hacer el chiste en Twitter siempre está ahí. Marta Ortega sucede a Pablo Isla al frente de Inditex. Pero el propio Isla que solo era de “transición”. Para él, el nombramiento de Ortega “es la culminación de mi compromiso con Inditex y con Amancio” (República.com). ¿Y qué?

El corte publicitario

Tuits como el que han difundido, a modo de respuesta a Andrés Iniesta, desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores, son los que dan sentido al trabajo de los community managers, y no esos que intentan ser divertidos desde cuentas de multinacionales. El futbolista ha usado sus redes sociales y su nombre para dar a conocer a sus seguidoras y seguidores una empresa que opera con bitcoins, sin indicar se si trataba de publicidad (¿de verdad necesitan ese dinero?) o no, como tantos otros, como tantas otras veces. Ayer, por cierto, se celebraba el día del y la “influencer”.

Son víctimas

Las y los integrantes de la familia madrileña que están en la UCI con coronavirus y sin vacunar son víctimas, víctimas de una desinformación interesada. Como interesados son quienes hacen negocio de la no-vacunación con remedios alternativos y libros que no deberían de ser publicados por peligrosos, y quienes quieren hacer política de lo reaccionario, sea lo que sea. También son víctimas otras que han protagonizado “varios brotes de familias enteras sin vacunar” (Nius Diario). Ante la desinformación que mata, información: “El 80% de los ingresados en la UCI del Severo Ochoa son personas de mediana edad sin vacunar”.

Todo atado y bien atado

Me encantan estos tuits que describen lo que pienso mejor de lo que yo podría hacerlo: “Lo de España con el franquismo es luz de gas a gran escala. Te dicen que tienes una obsesión irracional con Franco porque es un tema superadísimo mientras el líder de la oposición va a una misa en la que se reza en su nombre sabiendo que no va a hacerle daño políticamente”. Para alguien que no cree en las casualidades en política la presencia de Pablo Casado en una misa franquista no supone una desfachatez, sino todo lo contrario: con la fascistada, hasta a comulgar, y sabiendo que el hecho de que trascienda no le restara votos.

Sí lo es

El sábado por la noche Pablo Casado acertó con una de las misas en recuerdo del dictador, pero por la mañana no lo hizo con su discurso: “Esto no es un ‘talent show’ de megalomanías” (República.com) dijo en clara referencia a Isabel Díaz Ayuso. Pero sí lo es: precisamente quienes ejercen la política como Pablo Casado, que eligió a la propia Ayuso, a Álvarez de Toledo, a García Egea o a Carlos Iturgaiz, como representantes de su partido, son quienes han convertido la política en una especie de concurso de simpatía y arrojo ante los micrófonos o con los tuits. Y ahora que no le conviene descubre que no tiene tiempo para rectificar.

Como a tontos

Pablo Iglesias no me gustaba como contertulio, como eurodiputado y diputado no me generaba confianza, como candidato permanente me parecía el niño en el bautizo, y como vicepresidente fue, claramente, un fiasco. Ahora, como exvicepresidente, salvo algún destello, me parece que nos toma por tontos, directamente: sus opiniones en medios de comunicación o sus intervenciones desde los atriles siempre parten del mismo punto de vista mágico, como si él nunca hubiera tenido responsabilidades en un gobierno, no se hubiera sentado en un consejo de ministros o no hubiera tenido un despacho de vicepresidente.

Hay que reírse más fuerte

Tenemos que reírnos más fuerte, con más escándalo, para que se entere todo el mundo de que lo estamos haciendo, de todas esas y todos esos que llevan meses machacándonos con que las medidas anticovid después de la vacunación son todas un exceso, y que tenemos que mirar más y mejor a otros países como Dinamarca, Reino Unido, Francia, Alemania o Portugal, donde la gente vive (o vivía) mucho más tranquila que en Euskadi. Claro que sí, guapis. Pues ahí tenemos a las y los líderes de todos esos países, y a sus responsables de Sanidad, agarrándose a donde pueden porque la ola viene de frente y es de las altas.

Ni medio paso atrás

Estos también parecen tontos y dignos de nuestras carcajadas, pero son peligrosos. Me refiero a quienes encajan en el patrón que Miguel Diéguez ha descrito muy bien en Twitter: “No sé, igual peco de suspicaz, pero a los que defienden a un salvaje que coge un arma, cruza dos estados, se viste de soldadito para jugar a la guerra, mata a dos personas y le absuelven, les noto un patrón de conducta e ideológico… Serán cosas mías”. El fascismo es indefendible, en EE.UU. y en Euskadi, en la España de las misas al “generalísimo” y en las calles en las que siguen apareciendo carteles que legitiman la lucha armada.

¿Su opinión? ¿En serio?

Pedro Sánchez tiene un problema: lo suyo era la escena y ahora no la maneja. De hecho, su entrevista en LaSexta ha pasado bastante desapercibida aunque en ella dio respuestas como esta que destacan en República.com: “Sería conveniente que Juan Carlos I dijese efectivamente cuál es su opinión sobre todos estos hechos, que como los califiqué, son informaciones perturbadoras, y que al final socavan la confianza del pueblo español en todas las instituciones”. No creo que nadie necesite la opinión de Juan Carlos I sobre sus propios hechos (los conocidos y publicados), lo que exigimos es responsabilidad y consecuencias.

Cuando haces lo que puedes

La existencia de la vacuna y la capacidad logística de los servicios públicos de Sanidad nos permiten convivir mejor con el maldito coronavirus. Ahora podemos mirar por el retrovisor y admitirnos lo mal que lo pasamos durante el confinamiento, lo mucho que echamos de menos a otras personas, y cómo asumimos que los gobiernos hicieron lo que pudieron, populistas, aparte. Y siguen haciéndolo. La periodista Ane Irazabal tuiteaba: “Se acabaron las pruebas gratuitas de antígenos en Alemania. Una decisión que pretende impulsar la vacunación (Solo el 65% de la población vacunable tiene la pauta completa)”.

No puedes nadar contra la corriente

Nadar contra la corriente puede ser igual de malo que dejarte llevar. Al final, hacer el esfuerzo de surfear las olas suele compensar. Pero hagas lo que hagas es importante no hacer el ridículo. Ícaro Moyano acierta con su tuit: “Mientras que él se pregunta ¿quién es Ibai? el resto de la gente se pregunta ¿quién es Roberto Gómez?”. Podríamos decir que Gómez es un periodista deportivo a la antigua, pero los clásicos rara vez han sido tan soberbios. Gómez, simplemente, está equivocado también en su opinión sobre el show: Ibai Llanos es hoy un grande por méritos propios y los demás debemos reconocérselo desde nuestras limitaciones.

Pero, ¿qué se creen?

Ibai Llanos sabe mejor que nadie cómo generar un show de la nada: su mundial de globos reunió a más de dos millones de personas en Twitch, y a 600.000 durante el minuto de oro. Llanos tiene una capacidad extraordinaria para entender qué gusta y para contarlo y que parezca apasionante. Es el mejor y, además, tiene conciencia y sabe qué hace, para quién y qué supone. La cruz de esta moneda es para El Rubius, otro gran comunicador que, como otros youtubers, no dudó en mudarse a Andorra para no pagar impuestos. Ahora, todos ellos “cargan contra el turismo YouTuber que visita Andorra y les acosa” (Hobby Consolas).

No son solo quienes prohíben

El restaurante de Bilbao que ha prohibido la entrada a menores incluso en compañía de personas adultas ha logrado poner sobre la mesa el debate que recogen en Magnet sobre la legalidad de la medida. Personalmente, no me preocupa que sea legal, me preocupa que alguien considere que una niña y un niño son un incordio. Y no lo hacen solo quienes prohíben expresamente su presencia: en Euskadi son muchos los restaurantes en los que las y los menores no son bien recibidos. Y no me refiero a los menús basura de macarrones y fritanga: amas y aitas hemos sufrido y sufrimos incomodidades difícilmente justificables.