Que no nos la cuelen sobre humanidad

En el terreno de la humanidad no podemos dejar que nos metan goles: tenemos que tener claro que todas las vidas son importantes, y que si alguien se ahoga hay que rescatarlo. Pero en estos tiempos de Twitter en los que lo que ha quedado claro es que el acceso a la información vía Internet no ha mejorado nada, hasta el más básico de los sentimientos está en riesgo. Por suerte, en esa misma Internet en la que bulos y desinformación vuelan, también hay webs, como Maldita.es, en las que periodistas detectan cuáles son las mentiras interesadas, por ejemplo, sobre los rescates en el Mediterráneo.

No perdamos la capacidad de escandalizarnos

El periodista Asier Vera ha logrado acongojarnos a todos con un par de tuits desde Guatemala: “Un niño de 13 años llega a una tienda de Ciudad de Guatemala. Lo atiende otra niña de 16 años. El chico le pide algo y cuando ella se voltea, él le descerraja un tiro en la cabeza asesinándola en el acto. El crío es detenido con su uniforme escolar y una granada en la mochila. El niño, alias Cochito, era un supuesto ‘sicario’ de la pandilla Mara Salvatrucha, que utiliza a niños para asesinar a niñas. El niño será posiblemente encarcelado unos pocos años. Todos y todas fallaron al niño y a la niña, pero todo sigue igual en Guatemala”.

Somos necesarios

En este escenario de bulos constantes ya ven que son periodistas los que tiran del carro para salvar nuestra sensibilidad. Por mucho que algunos no lo quieran, somos necesarios. Precisamente, los que pretenden evitarlo tienen un objetivo: mantener a la ciudadanía ignorante e insensible para su propio beneficio. Por eso matan a los compañeros, como los 12 periodistas mexicanos que, mientras escribo esta columna, ya han sido asesinados en 2019. El último, de momento, es Nevith Condés Jaramillo. Su nombre y el de todos los muertos anteriores deben mantenernos alerta, también a los lectores.

Y a veces, hasta acertamos

Soy de los que aún alberga dudas sobre por qué con Luis Enrique Martínez la prensa deportiva, la generalista y la carroñera se ha portado mejor que con otros personajes en circunstancias similares. Pero también soy de los que se suma, como Carlos Matallanas, al reconocimiento por la discreción mantenida y pide un comportamiento similar en otros casos. La prensa (toda) española (también la vasca) en general no suele gestionar muy bien las delgadas líneas entre lo que debemos y lo que podemos hacer, e igual que creo que es necesaria, estoy seguro de que es falible. Por suerte, de vez en cuando, los periodistas acertamos.

Igual así lo ven más claro

El tuitero Don Mitxel Erreaga, con su habitual desparpajo, soltó hace un par de días esta pequeña bomba: “Ya he firmao para que el destino de los ingleses se decida entre todos los españoles”. A ver si con la sorna algunos pillan que cada uno es soberano en lo suyo y que nadie puede meterse en el futuro de una población. En plata: los españoles (y los vascos) tienen el mismo derecho a decidir sobre los catalanes que los europeos (incluidos los españoles) sobre los británicos. Ya sé que muchas personas con un mínimo de capacidad crítica pillan el chiste de Don Mitxel sin explicación. Los preocupantes son los otros.

La explicación

El Gudari José Moreno tuvo que luchar por su libertad y la de sus conciudadanos en una guerra, ¿qué supondría para él un simple tuit? Nada. Pero el intento de Josu Estarrona de blanquear la nube negra que les cubre no logra pasar de largo: el parlamentario de Bildu comparó a Moreno con el militante de ETA Txabi Etxebarrieta, diciendo que también los de la banda armada eran gudaris. El ejemplo de que no es así es que el propio Moreno pudo haber empuñado un arma de nuevo pero supo distinguir entre un ejército legítimo y una banda de asesinos que nunca lograrán legitimarse.

Se llama Selección de Euskadi

Los mismos que blanquean tienen otra manía: la de toquetear para intentar apropiarse de todo a lo que llegan tarde. Por ejemplo, la selección de Euskadi. Del mismo modo que los gudaris tienen que ser los suyos (que no) porque los Gudaris de la Guerra Civil no lo eran, la verdadera selección vasca tiene que ser la de ahora porque cuando surgió la original ellos ni existían. Pero miren, no: no podemos ser el único país sin nombre porque algunos (minoritarios, por mucho ruido que hagan) no llegaron a tiempo. En octubre Argentina se enfrentará a Euskadi. No a “la selección vasca”. ¿O es que quieren ser como “la roja”?

En el otro extremo

Carlos Salvador quiso hacer una crítica al PNV en Twitter y le salió todo lo contrario. Primero, porque señaló como némesis de UPN a los nacionalistas vascos. Segundo, porque difundió una foto positiva para los jeltzales, la de Urkullu estrechando la mano al Papa Francisco. Tercero, porque sin quererlo puso el foco en el motivo de la visita: una propuesta humanitaria y bien acogida. Y cuarto y último, porque además señaló que esta proximidad a la Iglesia no está reñida con posiciones no enrocadas sobre el aborto y la eutanasia. Parece que Salvador sigue sin admitir la derrota y que eso le ciega. Allá él.

Sánchez, te toca

Una de las mejores crónicas sobre la propuesta humanitaria del lehendakari Urkullu la ha escrito Enric Juliana en La Vanguardia, pero le traigo a esta columna por otro motivo: su hilo estupendo sobre las consecuencias para España de la nueva situación política de Italia. En el país de más allá de los Alpes han logrado formar gobierno sacudiéndose a un Salvini que se queda fuera del foco. Europa respira y centra su atención ahora en España, donde Sánchez tiene la llave para parar unas nuevas elecciones que pueden reforzar a la extrema derecha. No vota Europa, pero los jefes de allí toman nota. ¿Lo hará Sánchez?

Reino, sí. Unido, no

En el Reino Unido la reina ha mandado disolver el parlamento en un momento clave para el Brexit. Ha tomado una decisión que en ninguna democracia realmente moderna podría ser tomada, ha dilapidado el crédito del parlamentarismo inglés, se ha puesto al servicio de un tipo que parece que está loco, como Johnson, y lejos de unir a sus súbditos, ha puesto a toda máquina la centrifugadora. Irlanda del Norte y Escocia están muy atentos para ver si es necesario dar un salto y alejarse, y la ciudadanía (empezando por sus representantes y los periodistas) se ha arremangado para echar un pulso y demostrar quién manda.

El último Gudari

Ayer Euskadi despidió en Portugalete al último Gudari, José Moreno. Un hombre que empuñó las armas para defender la libertad y que luego luchó por su pueblo con la misma energía y hasta el último día, renunciando a la violencia. Un modelo a seguir, un eslabón importante de esa cadena que entre todos forjamos, una vida y unos escritos de los que aprender. Por Moreno y por todos los demás Gudaris de verdad no debemos permitirnos que los que han justificado lo injustificable se apropien ahora de esa palabra, de su historia y de nuestra realidad. Goian bego, José. Nos toca seguir tu camino.

Todo contra lo que luchó

Para mantener vivo el valioso legado de José Moreno y todos los demás Gudaris debemos combatir la violencia sobre nuestro pueblo (como la que han ejercido quienes llaman “gudaris” a terroristas), y a quienes no respetan ni nuestra libertad ni la de otras personas. Un ejemplo de enemigo al que debemos señalar por sus actos y sus actitudes es Bertín Osborne, que no merece ni aparecer en el mismo párrafo que Moreno, pero que lo hace por haber chuleado a las mujeres de palabra (en un último vídeo vergonzoso) y de obra, admitiendo agresiones en una antigua entrevista: “Sí, lo he hecho alguna vez”, (El Confidencial).

Necesitamos otro periodismo

Si algo necesitamos los periodistas es combatirnos a nosotros mismos. No estoy hablando de censurar a los que nos equivocamos (¡cómo no voy a incluirme en el montón de los que cometemos errores!), sino de denunciar a los que les da igual la profesión y la realidad, como Fonsi Loaiza, que se atreve a señalar como periodistas que rinden pleitesía a los compañeros que cubrieron unas declaraciones de Felipe VI agachados para que los cámaras pudieran tomar imágenes. Un “canutazo” de los de toda la vida aprovechado para sacar un tuit contra la monarquía (que me parece bien) pero sobre todo a favor de la popularidad del propio Loaiza.

¿Qué buscan?

Los nombres de Fonsi Loaiza o Alvise Pérez seguramente no les digan nada porque son “estrellas” de ese pequeño microcosmos que es la charca de Twitter. Fuera de ahí no son nadie pero van ocupando puestos gracias a tuits con más falsedades que verdades que, sobre todo, acarician el oído de sus masas de seguidores. Lo grave de Loaiza es que es profesor de periodismo. Lo de Alvise Pérez, látigo desde la extrema derecha con toques de xenofobia en sus tuits, es que es asesor de Toni Cantó, como recuerda Álvaro Cotobal en el hilo que ha dedicado a este “tuitstar” para que le conozcamos mejor.

¿Qué encuentran?

Otro que ha sido muy activo en Twitter y ha acabado con un cargo, mejor incluso que el de Alvise Pérez, es Pedro García Aguado. Lógico porque el nuevo director de Juventud de la Comunidad de Madrid además de tuitero es televisivo y eso, ya se sabe, sube el caché. No puedo juzgar aún su labor en el cargo ni quitaré capacidad a un personaje popular para gestionar (ahí está el astronauta Pedro Duque), pero su fichaje, con los antecedentes de Díaz Ayuso y su equipo, huele a acción mediática del nuevo PP y la nueva política de nombres en vez de ideas, trayectoria y capacidad.

Un peligro con pistola

Se llama Alejandro León, es Guardia Civil y portavoz del sindicato JUSAPOL, y se ha hecho conocido esta semana porque le han grabado agradeciendo el regalo de una navaja con estas palabras: “¡La de gente que voy a asesinar con esto! ¡Que se preparen los MENA, que los voy a dejar en el suelo!”. Por si esto no fuera suficientemente grave, el propio agente asegura en Twitter que “dije más bestiadas aún” que no aparecen en el vídeo, y exhibe orgulloso el regalo que, como todo, puesto en manos equivocadas puede ser una arma mortal, igual que la pistola reglamentaria. Si ante esto la justicia española no actúa de oficio, ¿ante qué va a hacerlo?

La injusticia española, a más

El popular tuitero Don Mitxel Erreaga estallaba así ante lo que acabo de describirles: “Me cago en la puta madre de los jueces que amargaron los últimos días de Krahe por cocinar un cristo y hoy dicen que es libertad de expresión lo del nazi de JUSAPOL o los nazis munipas madrileños”. Y no le falta razón porque los hechos son tozudos: ante manifestaciones xenófobas evidentes la reacción de fiscalía y justicia es inexistente. Ante supuestos insultos a símbolos religiosos, hay actuaciones de oficio o iniciativas populares que llegan hasta el final. Así, el poder judicial sigue perdiendo crédito social a paladas.

Y la solidaridad, a menos

No suelo hablarles de Ismael Serrano aunque el cantautor se haya convertido en tuitero sin pelos en la lengua. Hoy rompo la inercia gracias a este tuit que es un clamor: “Los de ‘aquí no caben todos’ o ‘mételos en tu casa’, ¿son conscientes de que la alternativa es dejar que los náufragos mueran o que sean abandonados a su suerte a la intemperie?”. Esa es la cruel realidad, así que, que no me vengan con que Túnez recibe a millones de turistas porque todos sabemos que ningún estado recibe a un refugiado como a un turista empezando por España. Se trata de salvarles, no de conducirles a otra agonía.

Pongamos que hablamos de un paraíso fiscal

También en Twitter, Josean Beloqui fue contundente ante el anuncio de la rebaja de impuestos que hizo Isabel Díaz Ayuso: “Normal, gracias a la capitalidad, Madrid es un paraíso fiscal pagado por todo el resto del Estado”. Esta afirmación tan sencilla guarda una realidad tan silenciada como cruel, sobre todo, para el resto de comunidades y territorios de esa España tan unida: la capitalidad otorga unos beneficios que, además, los grandes partidos de España se han preocupado de mantener y aumentar, y que suponen la gran injusticia para con otros a los que no oímos quejarse.

Una más

Lo malo de la política madrileña no es solo las noticias y personajes que genera: a falta de prensa regional los medios “nacionales” tratan la actualidad de la capital como si fuera un tema de ámbito mayor. Y así acabamos intoxicados y enterándonos de exageraciones como la que destaca Pedro Luis Uriarte en Twitter: “Si Urkullu dice esto, escandalazo: ‘No podemos mantener la solidaridad con la Administración General del Estado y otras regiones sin herramientas: desde la financiación autonómica, hasta las infraestructuras’. Pues lo ha dicho hoy la previsible Presidenta de Madrid. ¡Y no pasa nada!”.

La doble moral de Podemos

El morro infinito de algunos en Podemos les permite pedir que el Ayuntamiento de Bilbao rescinda la contratación de C. Tanagana y, en el tuit siguiente, quejarse de que el Ayuntamiento de Bilbao censure a C. Tangana rescindiendo su contrato para Aste Nagusia. Vale, es cosa de Ana Viñals, que ha resbalado con la colaboración necesaria de Bildu… O no: Pablo Iglesias, desde su cúspide, también critica la “censura” como si no la hubieran promovido los suyos en el Ayuntamiento con un vídeo que hoy es el ejemplo del ridículo, la doble moral y la cara de hormigón armado.

Desalmados

Isabel Pérez Moñino, concejala de Vox en Fuenlabrada, es el ejemplo perfecto de la banda de desalmados que campan a sus anchas en Twitter, cada día más, un colector. La del partido de Abascal se queja en un vídeo (porque verse les encanta) de que Jordi Évole, “El Gran Wyoming” o cualquiera que reclamamos humanidad de nuestras instituciones (las europeas) para las personas recatadas por el Open Arms y otros barcos, no acojamos a estos refugiados en nuestras casas. Pues miren, sí lo hacemos: reclamamos que a quien corresponda gestione nuestros recursos para todos sin demagogia y con eficacia.

Se mueren porque les matan

Sobre ese discurso de mierda del “pues llévatelos a tu casa” hago un apunte más: todas esas personas huyen del hambre, de la guerra, de no tener esperanza, de ver morir a sus hermanos y a sus hijos. A esas personas les tratan peor que a animales en los países por los que pasan: violan a las mujeres, les golpean, les roban, les chantajean… Huyen como huiríamos nosotros, los que tenemos más y los que tenemos, también, la obligación de compartirlo. No es un discurso buenista, es un discurso sobre ser humano o no serlo, como todos esos que piden, directamente, que dejemos que les maten.

Y con mucho que callar

Da la casualidad de que muchos que exhiben discursos xenófobos o que apestan a clasismo suelen tener mucho que callar: ¿cuántos de los que reclaman que no se les rescate y mantenga con el dinero de todos tienen un sueldo público, como la propia Isabel Pérez, de la que ya les he hablado? Otro ejemplo que apunta en Twitter el periodista Javier Calero: “El arquitecto del Brexit, Dominic Cummings, muy crítico con Bruselas, ha recibido 235.000 euros en ayudas europeas como copropietario de una granja… Los movimientos nacional-populistas suelen tener toneladas de hipocresía y mucho morro”.

Y pactar con la extrema derecha

Con temas como la investidura de Isabel Díaz Ayuso podemos testar el nivel de compromiso contra la extrema derecha de medios y periodistas. En este tema hay que ser claros: quien no pone pie en pared contra el fascismo colabora con él. Y si nos ponemos firmes nos podemos llevar decepciones, como con este titular de El Independiente: “Los retos de Isabel Díaz Ayuso: corrupción, inestabilidad y una oposición ‘férrea’”. Olvidan los de Casimiro García-Abadillo que otro reto de la presidenta de la Comunidad de Madrid será contentar a Rocío Monasterio y que Vox le dé el OK en cada votación. La historia no les absolverá por ello.