Me perdonarán los compañeros, sobre todo los de los medios que querían hacer ayer las crónicas completas sobre el debate sobre el estado de la nación española que terminó ayer, no antes. No obstante, entiendo la querencia a la foto del primer día, sobre todo en Madrid, y me quedo con la portada de ‘El Confidencial’ (aún cuando Esteban o Cuadra ya estaban hablando): Rajoy, Sánchez, Garzón, Durán, Villalobos y hasta Pablo Iglesias. Faltaba Rosa Díez, que se esfuma en las “primeras” como anticipo de la desaparición de UPyD en los parlamentos.
¿Y esas fotos?
Sigo con el mismo medio, ‘El Confidencial’, pero esta vez con su Twitter, donde pudimos ver las fotos que Ana Vázquez y Francisco Márquez, ambos diputados del PP, sacaron del momento en el que Joan Baldoví sufría un desmayo durante su comparecencia en el Congreso. ¿Por qué? Me refiero a: ¿por qué lo hicieron? ¿Qué tipo de mecanismo se activó en sus cerebros cuando decidieron sacar una foto con su móvil de un momento (que además estaba siendo televisado) comprometido de un compañero? Personalmente, no me parece una cuestión menor.
PP y PSOE solo debaten con PP y PSOE
Esto es lo que leíamos en ‘La Información’: “Alrededor de 50 diputados se encontraban en el Hemiciclo a las nueve de la mañana, en el inicio de la segunda jornada del Debate. Aitor Esteban, del PNV y que inauguró el turno del miércoles, se encontró una platea vacía en la que apenas estaban uno de cada siete diputados ocupando su escaño”. Conclusiones: (1) los diputados madrugan poco, y (2) PSOE y PP se ayudan en sus respectivas teatralizaciones pero desprecian la política del resto. Luego se preguntarán por qué no conectan con la ciudadanía.
¿Tan grave es que Sánchez leyera?
El debate sobre el estado de la nación española es una escenificación, especialmente, para los partidos de la oposición, que toman una posición inicial y juegan con las réplicas. Por supuesto, hay guiones y argumentos que se quedan en el horno para sacarlos en el momento justo. Pero hay que entrar a debatir, y leer la réplica, como hizo Pedro Sánchez y, según ‘La Información’ entre otros, le ha hecho perder el debate, explicita un diálogo de sordos. Es grave, sí, pero sobre todo lo son sus consecuencias: ¿qué leyó Sánchez? Eso ha pasado a un segundo plano.
Kutxabank no quiere a Nicolás como cliente
Igual que hicieran el banco Santander (donde ya tenía el dinero) y Barclays, Kutxabank ha rechazado a “el pequeño Nicolás” como cliente. De hecho, lo ha etiquetado como “cliente indeseable”, según ‘El Confidencial Digital’. No sabemos cuánto es el dinero que quiere guardar, pero sí que le acusan de haberlo conseguido por medio de “estafa, falsedad, usurpación de funciones públicas e injurias”. Al parecer, por lo menos en el caso del banco inglés, se negó a aclarar la procedencia del dinero, lo que motivó el rechazo de su solicitud.