En contra de los que se aprovechan

No vivo en los mundos de Yupi, vivo en Bilbao, y por eso soy consciente del problema que han generado los grupos de chavales muy jóvenes a los que no se les puede atribuir “pequeños robos” cuando los hacen con intimidación y se quedan con teléfonos de 600 euros, y hay un muerto víctima de un atraco. Pero tampoco voy a hacer el caldo gordo a quienes intentan convertirse en líderes ciudadanos por medio de Facebook y WhatsApp para después (como antes) vendernos su moto.

Trump nos da la razón

Cuando salió el libro de Michael Wolff sobre Donald Trump disfruté con una columna monográfica sobre un presidente empeñado en dar la razón a quien le dibuja como un tipo que no tiene ni idea de política y, al mismo tiempo, ostenta el mayor poder político del mundo. Trump insiste en emponzoñarse: en una reunión en el despacho oval preguntó por qué EE.UU. tenía que acoger a personas que vienen de “agujeros de mierda” para referirse a El Salvador, Haití o países del continente africano.

Que desayune lo que quiera

No se me ocurre culpar a mi madre, que me daba galletas con mantequilla para desayunar, de que ahora esté rozando el larguero con mi nivel de colesterol y tenga un ligero (¡ejem!) sobrepeso. Y aunque los hábitos alimenticios son importantes, no hacer el tonto también lo es: una nutricionista ha buscado (y obtenido) notoriedad mostrando una foto de su hijo desayunando garbanzos y presumiendo de que el chaval no conoce lo que es una galleta. Por eso desayuna garbanzos.

¿Colaborativo?

Gracias a Ícaro Moyano descubrí un hilo muy interesante de Javier Gil, sociólogo, que hace un análisis del mercado de pisos turísticos en Madrid. Básicamente, concluye que no se trata de una economía colaborativa, ni mucho menos consiste en que ciudadanos pongan a disposición de visitantes (previo pago) sus pisos: menos del 5% de los pisos ofertados corresponde a propietarios que los comparten. Más del 95% pertenecen a empresas especializadas en el modelo Airbnb.

Karanka, a un campeón de Europa

Aitor Karanka va a entrenar a un doble campeón de Europa: si no recuerdo mal, el Nottingham Forest es, además, el único club del mundo que tiene más Copas de Europa que ligas porque ganó dos “orejonas” consecutivas habiendo ganado solo una competición de su país. Desde hace muchos años es un club venido a menos pero el alavés ha sido llamado para repetir su éxito con el Middlesbrough: consolidarlo y llevarlo a primera. Otro reto futbolístico para un vasco.

Cuidado

Miquel Roig es tan bueno que en media docena de tuits contradice un montón de portadas y noticias. En resumen: Juncker no dijo que Europa acogerá a Catalunya si gana el “sí”. Dijo que se podría iniciar un proceso de adhesión después de que, en primera instancia, este nuevo estado quedase fuera de la UE, y que hacía falta un acuerdo previo Catalunya-España. Pero la falta de concreción y las ganas de quienes quieren un argumento, por fin, han hecho el resto.

La injusticia es palpable

Ayer publiqué una columna muy dura contra el nacionalismo catalán, el mismo que cargaba desde el Govern contra las empresas vascas. Y aunque mantengo mi tono crítico este no impide que, como hasta hoy, les cuente las palpables injusticias que está viviendo la ciudadanía de Catalunya, a la que no dejan votar: solo en El Confidencial encontramos un catálogo de atropellos como la imposibilidad de recibir material electoral o de publicar anuncios en medios.

Cumplir no era el plan

Y de la injusticia a la incoherencia: Soraya Sáenz de Santamaría aseguraba vía Twitter que “el Estado de derecho siempre tiene un plan: cumplir con la legalidad”. Vaya. ¿Ese era el plan también cuando, según investigaciones, el PP pagó la reforma de su sede central en “B”? ¿Ese era el plan cuando, según investigaciones, sus dirigentes cobraban sobresueldos sin declarar? ¿Y cuando sus cuadros, según investigaciones, otorgaban obra pública para enriquecerse?

No es ninguna «broma»

Zebenzuí González tiene un problema: sus mensajes machistas en un grupo de WhatsApp equivocado han provocado noticias y comentarios como el que leen, que aparecerán cada vez que alguien le busque en Google. Abogado de profesión, asegura que su comentario sobre “follar” con “enchufadas” por él en el ayuntamiento solo era una broma. Pero no lo es: ese tipo de comentarios no hace ninguna gracia. Pero no es menos cierto que va a pagar un precio muy caro.

La solución es otra

Las empresas contratadas por Facebook para validar qué noticias de las que se publican en sus redes son verdaderas no dan abasto. El resultado es que muchas de las sospechosas de ser falsas se quedan sin marcar como tal… Y acaban siendo más creíbles todavía por la comunidad de usuarios, cada vez menos crítica. Evidentemente, la solución no puede ser el “etiquetado” insuficiente de información malintencionada. Facebook tiene que agarrar el toro por los cuernos.

El mundo según Trump

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La última hasta el momento de Donald Trump ha sido filtrar información clasificada sobre el ISIS a los rusos. ¿Cómo? En su propio despacho, en una reunión con el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, y el embajador en Washington Sergei Kislyak. ¿Por qué? Esto es lo mejor: parece ser que por alardear, simplemente. Así es el mundo para el presidente de EE.UU., un enorme parque temático llamado Casa Blanca. A ver cuándo se entera, aunque sea por las malas, de que esto va en serio.

Ser periodista en México

El periodista Rodrigo Hernández ha escrito tuits muy difíciles de leer después del asesinato de Javier Valdez en Sinaloa, al que califica como “uno de los mejores periodistas de México”. Y añade: “Un país donde ya no se puede informar, ni vivir”. “Los periodistas locales son héroes que se juegan la vida”. “El narco controla México. Empezando por su economía”. “6 periodistas asesinados este año, 126 desde el 2000, 30.000 desaparecidos, 186.000 homicidios. Son cifras oficiales. Imaginen las reales”.

Cuando te pillan… de campaña

Íñigo Errejón ha asumido ya su salida del Congreso de los Diputados y su “descenso” a la comunidad de Madrid, donde tendrá de jefe a Ramón Espinar y peleará con Cristina Cifuentes por la presidencia. Y está de campaña legítimamente, moción de censura a la propia Cifuentes, incluida. Pero que no nos tome por tontos: no estaba de casualidad en San Isidro, y si le grabaron bailando espontáneamente (puede ser, claro) y lo sube, no es por sentido del humor, sino del voto.

El tonto del pueblo

Sigfrid Soria no pasa de tonto del pueblo, ese que habla alto, solo, como si él fuera el único que es capaz de decir lo que dice. Y como tal es tomado en Twitter por sus 10.400 seguidores.: “Cuando un partido político tiene como aspirante a líder a uno que perdió dos elecciones generales es que ese partido es cutre a más no poder”, en referencia a Pedro Sánchez. Él, que tan del PP es, debería acordarse de que Rajoy es presidente también después de perder dos veces contra Zapatero.

El amiguísimo

“Tres imputaciones, una condena y una detención” reciente, esa es la carta de presentación actualizada de Javier López Madrid, aquel al que Letizia Ortiz llamaba “compi-yogui” por WhatsApp. En Vozpópuli repasan la trayectoria de un ejecutivo de éxito que supo saltar de su buena base (gran fortuna familiar por medio de negocios auspiciados por Franco) y usar su capacidad para unas las relaciones públicas (amigo desde el colegio de Felipe VI) para triunfar… Hasta que la Policía aparece para arrestarte.

Semana uno, después del acuerdo

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Ya ha pasado la celebración y las críticas (ataques a batzokis y escrache a Sabin Etxea incluidos, que muestran más desesperación que otra cosa). Han pasado las respectivas resacas. Y ahora toca empezar a aplicar el acuerdo que el PNV ha arrancado al Gobierno español. En La Información, José Luis Roig lo tiene claro: es mérito del primero, un partido “que lo controla todo y domina las apuestas de futuro”, y cree que los políticos catalanes (los que primero despreciaron cualquier nexo con “lo vasco”) se han quedado atrás.

Compra ya su libro

Eduardo Garzón, hermano de Aberto Garzón, asesor en el ayuntamiento de Madrid (¿esto no es “trama”?), doctorando en Economía, ha fijado en su cuenta en Twitter un enlace para que podamos comprar su libro en el que desmonta, cómo no, lo mitos económicos de la derecha. Los de la izquierda pasan, claro, por no criticar nunca el negocio editorial, muy suculento para los de Unidos Podemos, que siempre se cobra aparte y que nunca falla. Por eso van siempre todos a las presentaciones de los libros de los suyos.

Pero siempre hace falta leer más

Pero no es cuestión de libros, se trata de leer. Hábito que, lo confieso, entre las obligaciones familiares e Internet, he perdido parcialmente. Tampoco lo tiene, al parecer, Ramón Espinar, defensor a ultranza de lo que diga el jefe y, por lo tanto, de la moción de censura ahora mismo. La periodista Luz Sanchís, sin embargo, le afea en Twitter: “‘Yo no me he leído el manual sobre mociones de censura’, es toda la respuesta de Ramón Espinar a cómo lo van a hacer. Pues vale”.

También tenemos nuestra culpa

Les he dicho antes que Internet tiene que ver con que haya perdido parcialmente el hábito de leer. Añado ahora que los medios no ayudamos: el “clickbait” o la lucha por el “clic”, por que el lector de redes sociales siga nuestro enlace, nos está empobreciendo. Recientemente, la cuenta de la CNN en español tuiteaba: “En este país ya no puedes consultar Wikipedia”, obligando al lector a seguir el enlace para ver qué país era (Turquía). El usuario @Armuño en Twitter se quejaba: “En este país ya no puedes leer un titular normal”.

Sí, WhatsApp se cayó

Me sorprende que, a estas alturas, todavía estemos leyendo comentarios sobre aquella noche de la semana pasada en la que se cayó WhatsApp. Algunos no dudaron en hacer chistes moralizantes sobre la oportunidad de que hablemos con el que está a nuestro lado, ¡como si la mayoría de conversaciones en WhastApp no fueran con los más cercanos! Lo que tiene que servirnos este error en el servicio es para recordar que solo se trata de una empresa que no, no controlamos nosotros.

Sobre la inversión española en Defensa

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Llevo varios días leyendo tuits (ya saben que vivimos bajo la dictadura del titular) sobre la inversión en armamento que va a hacer España. La idea no me gusta, pero tampoco lo hace la soflama al viento sin contexto, así que, no se preocupen, que se lo sirvo yo: en El Independiente han vuelto a explicar que alcanzar el 2% del PIB en gasto militar es un compromiso que adquirieron todos los miembros de la OTAN en 2014, no una decisión nueva ni puntual.

Se abre la trama

No es solo el Eldense, por lo que parece, ni el Jumilla, por donde pasaron antes los “negociantes” italianos prometiendo inversión y jugadores. Fuera de primera y segunda, donde hay una vigilancia especial para evitar los amaños, parece que los resultados pactados con la intervención necesaria de algunos jugadores, son algo más que una excepción, por desgracia. Pero cuidado: hay cientos de profesionales y miles de aficionados que pueden ser doblemente víctimas si generalizamos.

Hay mucho fútbol ahí fuera

Precisamente por eso, para poner en valor este deporte que a algunos nos apasiona, les traigo otras noticias de fútbol. En este caso, de la Champions League: en La Media Inglesa, una web que les recomiendo para seguir la actualidad de la mejor liga del mundo, han escrito un buen post sobre la buena temporada que está haciendo el Manchester City, que se enfrentará al Olympique de Lyon en semis. ¡Cómo! ¿No les suena? Porque hablo de fútbol femenino. Hay mucho, mucho fútbol por explorar.

Lo “políticamente correcto” nos machaca

Borja Terán arranca bien pero, al final de su siempre recomendable columna, se centra solo en uno de los efectos perversos de que nos hayamos pasado de rosca con lo políticamente correcto. Terán afirma que programas de humor de hace años hoy no serían emitidos porque la audiencia es más conservadora y los productores arriesgan menos. Yo voy más allá: estamos atemorizados, y el espacio que dejamos por miedo lo ocupan otros sin escrúpulos que aseguran llamar a las cosas por su nombre.

Las apps más descargadas

En el mundo, el dominio de Facebook es insultante: Facebook, WhatsApp, Facebook Messenger e Instagram. Todas pertenecen a los mismos propietarios. Bajan Snapchat y Uber (aunque se mantienen entre las 10 primeras) y sube YouTube. En España (y en Euskadi andaremos de un modo parecido) las cuatro primeras son las mismas aunque WhatsApp es la primera, y aparecen Wallapop y Netflix. ¿No echan ninguna de menos, por ejemplo, Twitter?