Va en serio

Esto es muy fácil: como nos enseñó Indiana Jones, el enemigo es el nazi. Y en este final de 2025, que ha sido una locura política, ese “nazi” es sinónimo de imperialista y fascista, de aquí y de allí. Así que, siguiendo la enseñanza del personaje creado por George Lucas, mi enemigo es quien quiera derrocar al proyecto europeo. Nacho Alarcón lo describe así en su hilo en X: “La agenda de la Casa Blanca ya es cristalina y deja claro sus objetivos”. Estos son: “Reventar el sistema europeo y beneficiar tanto a Rusia como a sus aliados políticos dentro de Europa”. “Hay todos los motivos para preocuparse” porque esto va en serio.

¿Quién está de acuerdo?

Nacho Alarcón sacan sus conclusiones de un documento publicado por la Casa Blanca en el que mencionan directamente la necesidad de intervenir en Europa para debilitar el proyecto de la Unión. Una idea que celebran en X tanto Elon Musk como Dmitri Medvédev. El pantallazo lo muestra Niporwifi, un tuitero que siempre está al tanto de la actualidad de las organizaciones criminales, desde la mafia a ETA, pasando por esta banda internacional de saqueadores de recursos naturales y territorios. Así es como debemos enfrentarnos a ese consorcio mundial de EE.UU., Rusia, Israel, las dictaduras árabes o china. Los enemigos están claros.

¿Por qué?

EE.UU. es un imperialista admirador de Putin, y el autócrata está encantado con cómo se pliega a sus deseos. Pero lo del plutócrata Elon Musk es otra cosa: no soporta que Europa tome decisiones y proteja a su ciudadanía. “La multa del viernes a X por el sello de verificación le tiene muy rebotado”, tuitea Sandro Pozzi. 120 millones por poner a la venta los verificados para las cuentas. A esto, Musk suma el conflicto laboral que tiene en la factoría de Tesla de Suecia, donde los sindicatos han puesto freno a su látigo. Y por supuesto, la caída en ventas, en picado, de sus coches en nuestro continente.

Siguen muriendo personas

Donald Trump es lo peor que puede ser un político: fuerte con los débiles y débil con los fuertes. Mientras él intenta desestabilizar Europa la gente sigue muriendo en Gaza (a Netanyahu le protege EE.UU. sin vergüenza) y en Ucrania. Óscar Mijallo, que está haciendo un trabajazo en zona de guerra, como siempre, lleva a X una infografía que muestra “la evolución del frente de Pokrovsk”. Rusia sigue machacando la frontera Este de Europa, en la que mueren cada día soldados y civiles, mientras Trump sigue machacando a Zelenski e intentando hacerse con sus recursos naturales. Si parece un plan es porque lo hay.

Y en España, Vox

El brazo español de Trump es Vox. Eso lo tenemos claro. Y por si alguien guardaba dudas, algunos de sus miembros son admiradores declarados del movimiento MAGA. Es decir: Vox es el caballo de Troya del trumpismo, con todo lo que eso conlleva (Putin, Netanyahu, Musk…). La ciudadanía tiene que saberlo, pero el PP tampoco puede olvidarlo. Xavier Tomàs ha hecho un análisis en X muy interesante sobre cómo funciona Vox: como una franquicia en las comunidades autónomas, empezando por Extremadura. Y hablando de sus elecciones, ¿el PP va a admitir el abrazo del oso como si no supiéramos todas y todos lo que ya sabemos.

¿Cuáles son los medios de masas?

Entro cada día a Bluesky para leer a Bernie Sanders y a Xavier Tomàs. El demócrata me reconcilia con EE.UU. un poco cada mañana, y el consultor me hace reflexionar: “Los medios de comunicación ya no son medios de masas: TikTok es un medio de masas, el Washington Post, no”. Así comenta una conversación entre Ignacio Escolar e Iñakli Gabilondo que, con el debido respeto, me dan mucha más pereza que los hilos de Tomàs. La reflexión es capital: los periódicos hoy parecen hechos por periodistas (también los de los gabinetes de prensa) para periodistas (especialmente para los de los gabinetes de prensa).

Los ultras lo saben bien

Los fachas saben muy bien que los medios de masas no son los periódicos. Y les viene de maravilla, por cierto, que nadie dé la importancia debida a estar informado por periodistas: “Los políticos de extrema derecha son los que difunden más bulos, según un estudio en 26 países”. Que esto que publican en El Nacional no nos sorprenda me aterra, pero soy optimista y confío que las llamadas de atención de la Universidad de Amsterdam, donde han hecho el estudio, sirvan para algo: existe una “relación simbiótica entre los populistas de extrema derecha y los medios alternativos”.

No solo es política

Los medios alternativos y no informativos, empezando por las redes sociales, siguiendo por las webs creadas para intoxicar y terminando por las plataformas en las que todo es entretenimiento, son hoy los grandes medios. Tiene razón Xavier Tomàs. Es el mundo que hemos creado: el del entretenimiento sobre todas las cosas, el de que no sepamos separar lo importante de lo accesorio y el de los millones que se mueven como si no costara. El Wrexham, que pertenece a los actores Ryan Reynolds y Rob McElhenney, en la cuarta división inglesa, “ingresó más que más de media LaLiga EA Sports” (2 Playbook) gracias a Disney y Meta, entre otros.

Hay muchas personas que lo ven

Somos una civilización de mierda, lo ha expuesto Rubén Arranz en El Independiente. El autor anuncia: “Hay dos personas que se matan en directo en internet”. Son Simón Pérez y Silvia Charro, la pareja que se dio a conocer por recomendar inversiones en YouTube como si estuvieran drogados, según dicen los que saben. Ambos perdieron sus trabajos y entraron en una espiral de autodestrucción que exhiben on-line a cambio de dinero para seguir autodestruyéndose en directo. La tragedia no es que estén ellos dos, es que haya miles de personas viéndolo y colaborando económicamente con este drama.

Correcto

“El impuesto a las bebidas azucaradas ha sido un éxito rotundo. Y hay quien quiere extenderlo ahora a la sal”, leo en Xataka y, claro, me parece una grandísima noticia. El subtítulo, además, me parece magnífico: “Frente al reinado absoluto de los utraprocesados, los expertos en salud pública han encontrado el medicamento más efectivo: los impuestos”. Somos así de idiotas: necesitamos un código de colores y letras visible para saber que un paquete de Doritos es malo. “Desde que se introdujo el impuesto, el contenido de azúcar en las bebidas se ha reducido un 44%”. El problema de la sal es que no sabemos cuánta consumimos.

Europa está para dejarte unos huevos, Donald

Hace solo un par de semanas Donald Trump aseguraba que Europa se había creado solo para fastidiar a EE.UU., y hoy las y los europeos nos fastidiamos y pagamos más cara la docena de huevos porque en aquel país no han logrado asegurar el suministro, y ahora Europa actúa como el vecino que te deja ese par de huevos que puede faltarte. Esto hay que decirlo también en las columnas de los periódicos que se publican en rinconcitos de Europa para que los argumentos para dummies del presidente estadounidense no calen ni aquí ni en ningún otro lado. Frente a su incapacidad y su populismo paupérrimo, más y mejor Europa.

Son idiotas

Me tranquiliza comprobar que pasan las semanas y Trump solo tiene el decálogo de temas que exhibió al principio de su legislatura y unos colaboradores que no le discuten nada. Y para eso hay que ser idiota. No lo digo yo, lo demuestran ellos: “El secretario de Salud de Estados Unidos ha sugerido permitir que el virus prolifere, para identificar a las aves que puedan ser inmunes” (The New york Times). A Robert F. Kennedy Jr. no se le ha escapado esta ocurrencia: lo ha repetido en diferentes entrevistas televisivas y Brooke Rollins, la “secretaria de Agricultura, también ha expresado su apoyo a la idea”. Brillantes.

Trump no lo es

Donald Trump no tiene un pelo de tonto: ha conseguido vaciar el partido republicano de cabezas pensantes para formar una guardia pretoriana de incapaces, y ha convencido a Elon Musk para que lidere su ejército de alocados. Su relación se basa solo en que Musk piensa que maneja a Trump y Trump piensa que él maneja a Elon. En eso y en la pasta, claro: “El proyecto cripto de Trump recauda 250 millones”. En total, esta “plataforma de banca cripto” que “se lanzó en octubre, justo antes de la victoria electoral de Trump” lleva recaudados 550 millones. “La familia Trump podría quedarse con el 75% de los ingresos netos” (La República).

Todo lo que toca lo estropea

No me refiero a Donald Trump, sino a Airbnb, que además de afectar negativamente a la habitabilidad de nuestras ciudades y al turismo desmedido, “se ceba con los hoteles baratos: pierden más de 21.000 plazas en cinco años”. Las vacaciones de mi infancia eran en un hotelito con habitaciones limpias, parking de tierra y desayuno sencillo: zumo, Cola-Cao y madalenas valencianas con mantequilla y mermelada. He intentado repetir esa experiencia con mi hija y mi hijo y es imposible: esos establecimientos ya no existen porque Airbnb los ha dejado sin demanda. Dejar de usar estas plataformas es una necesidad mayor que lo que creemos.

El “hype”

Entro a Bluesky cada mañana y, después de leer a Bernie Sanders, siento que me aburro. Demasiadas buenas intenciones, demasiadas lecciones que aprender (sin ninguna gana de hacerlo por mi parte) y pocas caras nuevas. No es solo mi impresión, Xavier Tomàs lo ha desmenuzado bien: “Apenas supera los 33 millones de usuarios en todo el mundo. Algunos datos de referencia en comparación: Cada mes, Tiktok crece entre 25 y 30 millones de usuarios en todo el mundo. Cada mes, Instagram crece alrededor de 15 millones de usuarios en todo el mundo”. Por eso alerta del “hype” de una red social claramente estancada.

Cómo empezamos el año

Xavier Tomàs ha mostrado en Bluesky la inversión que han hecho los partidos en Meta (Instagram y Facebook) en los últimos 90 días. En X no se puede hacer publicidad política (de momento). El PSOE se ha gastado 15.000 euros. Sumar, 5.000. Vox, más de 2.000. El BNG, casi 1.500. Podemos, casi 1.000. Y UPN, 100 en una campañita. PP, ERC, Junts, EAJ-PNV, Bildu y Coalición Canaria no se han gastado nada en publicidad en ese período. Yo insisto: los problemas estructurales de España siguen sin remedio, lo que hace el gobierno es grandes anuncios con medidas que luego pagamos los demás, empezando por las y los autónomos.

A qué me refiero

Ya sé que me repito, pero creo que es necesario recordar que esos grandes anuncios del gobierno, como la subida del SMI (cuyos beneficios no discuto), los pagan las grandes empresas pero también tendrán que abonarlos las y los pequeños autónomos. ¿Y qué opinan? En Linkedin han recopilado varios posts sobre el tema: algunos son favorables, otros, críticos, pero me ha gustado uno que ponía contexto, de Álex Gorriz. España no es “el país más productivo”, su “economía depende prácticamente del sector servicios” y “Solo el 36% de la población sostiene a un país entero”. Y Euskadi en ese porcentaje andará también.

El país que nos viene

Prefiero ser señalado como woke que como ultra, eso lo tengo clarísimo. Antifascista se es en todo momento y lugar o no se es. En una situación como la descrita en el párrafo anterior, en la que menos de la mitad del país (el dato de Euskadi no será muy diferente al 36% del de España), tenemos que hablar mucho y muy claro sobre nuestro futuro. Y este pasa por titulares como este: “Uno de cada cuatro residentes en Catalunya es extranjero” (El Nacional). Esto no es alarmismo, es la realidad, es el país que nos viene. ¿Quién cocina para nosotras y nosotros en nuestra tan laureada hostelería? ¿Quién nos cuida? Seamos realistas.

Solo es un discurso

“Lo woke” y “lo antiwoke” es solo un discurso, no nos confundamos. Respetar y ejercer la igualdad, y empatizar con quien es diferente, no tiene nada que ver con “el wokismo” sino con la sensibilidad y la evolución. Criticar esto, señalarlo, es de fascistas. Y aunque sea así de fácil identificarlo no podemos despistarnos: “Lo que más asusta de Trump al Gobierno: que las políticas anti-woke calen en España”, leo en El Confidencial Digital y lo entiendo. Pero es tan malo lo que hace Trump (simplificar, señalar, mentir) como lo que hacen quienes han defendido “lo woke” atacando a quienes, además, podíamos comprenderlo.

Qué rácanos

La Casa Real española tiene una asignación anual de ocho millones y medio de euros (y los gastos que sufragan los distintos ministerios, aparte). Con ese dineral en la mano, han lanzado una oferta de trabajo: buscan fotógrafa o fotógrafo pero las condiciones, como escriben en Photolari, no son muy tentadoras. Hasta 150 actos al año (con lo que conlleva de preparativos para una institución tan engorrosa) por 42.000 € anuales (que no cubren la amortización del equipo). Eso, sí, la oferta es por dos años: 84.000 en total a cambio de hacer fotos y vídeos, y de entregarlos en un plazo máximo de dos horas desde la finalización del evento. Qué rácanos.

Yo lo voy a intentar

Donald Trump está en su derecho de rodearse de gilipollas y de tomar decisiones totalmente equivocadas. Y yo estoy en el mío de hacer boicot a los productos estadounidenses. Y lo voy a intentar. Evidentemente, con el trabajo que tengo, va a ser difícil: encontrar alternativas a X o Instagram es difícil. ¿La china TikTok es mejor? La alternativa a WhatsApp es rusa: Telegram. Algo podría hacer con el mail, pero llevo 12 años pagando a Google por servirme el mío. Mi página web está en WordPress y la red social a la que más tiempo he dedicado (18 años) es Flickr. Con todo, insisto: yo lo voy a intentar.

Siempre presente

Xavier Tomàs, uno de mis analistas políticos de cabecera, ahora en Bluesky, ha resumido muy bien “cuatro paradojas básicas” que definen nuestro tiempo: damos por hecho la democracia y la paz, también damos por hecho que algunos poderes contrarrestarán al político, buscamos soluciones simples y creemos que los más listos siempre están en el bando bueno. Nada de esto es cierto, lo estamos viendo: Putin y Trump son un riesgo para la paz y la democracia, están legitimados por las redes sociales y los poderes económicos, sus soluciones les sirven solo a ellos y las mentes más hábiles también están hoy a su servicio.

Los principios

Un compañero que sabe mucho más que yo me dijo el pasado viernes una frase estupenda: “Final solo hay uno, todo lo demás son principios”. Seguramente, la frase me gustó porque llevo años convencido del valor que tiene tener unos pocos principios firmes y basados en la bondad para, sobre ellos, construir. Sobre lo que no podemos construir es sobre esta inmundicia: “Un 65% de los israelíes apoya la limpieza étnica de Gaza. El colapso moral de un estado que se creó como respuesta a otra limpieza étnica, la de los judíos de Europa, es estremecedor” (Javier Espinosa en Bluesky).

Segunda parte

Precisamente por haber traicionado sus principios Enrique Dans cree que “el descenso a los infiernos” de Elon Musk es más pronunciado. Vende coches eléctricos para personas concienciadas con el medio ambiente y forma parte de un gobierno que apuesta por la contaminación. Y tiene una compañía para facilitar el acceso a Internet en espacios con más dificultades (desde la Ucrania invadida a países con pocas infraestructuras) y forma parte de ese gobierno que ha entregado Ucrania al invasor ruso y que va a ahondar en las desigualdades para beneficiarse económicamente.

Hemos venido a pasarlo bien

Soy consciente de que esta columna es un poco agria y de que tengo que redimirme. Y lo voy a hacer con esta web: itizso.itch.io/retrofab. Ya sé que parece un galimatías pero merece la pena escribir con cuidado cada letra y punto, y la barra, en el navegador de un ordenador (si no, en Microsiervos han puesto el link). Se trata de una web que recoge todas las “maquinitas” a las que hemos jugado o hemos visto jugar. Esas básicas con una cruceta y uno o dos botones, que hacía que nos arremolinásemos durante el recreo alrededor de quien había sacado una al patio. Cero nostalgia: la jugabilidad en la web es una maravilla.