El que tiene que tomar nota es el PSE

Xavier Tomás ha escrito en X, en dos líneas, el mejor resumen, posiblemente, de la noche electoral gallega: “Alguien debería reflexionar acerca de la utilidad de crecer solamente a costa de tu socio, y no de tu rival”. Dicho de otra manera: la estrategia política del PSOE no la rentabiliza electoralmente el PSOE, es evidente, y ahí hay una disonancia. En Euskadi, el PSE crece solo a costa del PNV cuando deberían de llevarse algo de la sangría de Podemos-Sumar y, sobre todo, disputar con Bildu ese espacio de izquierdas cada vez menos abertzale. Sánchez ha instaurado el cortoplacismo, pero hay salida, y toca a Andueza encontrarla.

Ha sido una gran victoria

La del PP en Galiza ha sido una gran victoria: “Gana la Xunta con más votos que el BNG y el PSOE juntos”, titulan en El Independiente. No solo eso: mantiene el 47% de los votos emitidos que logró en 2020 con una participación, esta vez, del 67% del censo. La victoria es absoluta, en números y en lo intangible: la moral del PP sube después de haberse alejado del discurso más duro (es cierto que en la última semana dieron algunos volantazos, incluido el que llevó a Díaz Ayuso a Vigo), e incluso después de haber superado la voladura controlada que salió mal con la amnistía como detonante. Ha ganado Rueda y ha ganado Núñez Feijóo.

No, la gente no es tonta

Me sorprendieron los comentarios en La1 durante la noche electoral, a medida que se consolidaban los 40 escaños del PP, justificando el resultado con el sistema electoral que discrimina positivamente a regiones “rurales” y que, al parecer, votan al PP. Pero los de Rueda ganaron en todas las circunscripciones y en todas las grandes ciudades salvo Vigo. La gente no es tonta, analfabeta o caudillista cuando vota. Al respecto, también debería de tomar nota Oskar Matute, al que aplaudían en Público el sábado por su tuit: “Bah, en serio. Gente así no puede ganar. Llámenme ingenuo, pero creo en el intelecto de la gente”. Yo, también.

Pues les ha pillado el carrito del helado

Y el carrito del helado lo manejaba Alfonso Rueda, un político aparentemente anodino que, sin embargo, ha arrasado. Rafa Cabeleira alertaba de ello en X: “Ha ganado las elecciones ‘el candidato gris, el candidato ausente, el candidato indigno’. Y quienes así lo definían han perdido contra ese mismo candidato gris, ausente e indigno. Esto también es importante señalarlo, creo”. Y cree bien. Y contra lo que pudiese parecer, ha ganado el político que tenía en contra al frente mediático español (hoy, claramente progresista al estilo del PSOE). Y es en ese mismo frente en el que hoy no entenderán algo muy sencillo: solo votaban en Galiza.

La izquierda de la izquierda

Sigo esperando al análisis que haga Pablo Iglesias en su medio de comunicación, porque estoy convencido de que lo hará. De momento, en Canal Red solo han puesto una descripción de los datos entre los que destaca, para mí, este que casi pasa desapercibido en el texto: Sumar ha obtenido el 1,85% de los votos, y Podemos, el 0,25%. Vox, por su parte, el 2%. Es decir, casi lo mismo que Sumar y Podemos, juntos. Los extremos no sé si se abrazarán, pero que se pueden mirar el uno al otro como si fueran un espejo, lógicamente, invertido, sí que lo creo. También es destacable que Yolanda Díaz no haya conseguido nada y Pablo Iglesias, menos.

La anécdota

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Sí, lanza el tuit (y el nubarrón) un colaborador de Xavier Trías, ex alcalde de Barcelona, pero precisamente por eso, porque se trata de una persona que conoce y ha trabajado por engrandecer la figura institucional, el comentario es relevante: Xavier Tomàs hace incidencia en la actitud de Ada Colau durante el tiempo que tuvo que esperar en el interior de un ascensor por una avería: tirada en el suelo, sacándose selfies y saludando como quien saluda a un colega de sentada.

Lo serio

Quedarse atrapada en el ascensor con Pablo Iglesias y otros miembros de Ciudadanos y sacarse selfies desafortunados puede ser un accidente. Convertir a tu pareja y a la de un colaborador directo tuyo en personas de relevancia dentro del organigrama es plenamente intencionado: el marido de Ada Colau, Adrià Alemany, ha “ascendido” a persona de relación entre Barcelona en Comú y el ayuntamiento (‘Vozpópuli’). Y la mujer de Gerardo Pisarello, teniente de alcalde, Vanesa Valiño, será la asesora de Vivienda.

La fiscalía se equivoca

La fiscal Blanca Rodríguez se equivoca, e incluso entra en el terreno del ridículo, imputando a Guillermo Zapata, tras una denuncia de Dignidad y Justicia, por sus tuits ofensivos contra las víctimas (‘Libertad Digital’). El hecho de que el mismo concejal de Madrid los haya borrado podría complicar su defensa, ya que ahora no es accesible ver al propio Zapata equivocarse, en primera instancia, al creer que Twitter es el espacio para hacer una ponencia sobre el humor negro.

Esto sí debería de ser delito

Mientras Caja Madrid se hundía, Miguel Blesa vivía con todos los lujos gracias al dinero de los ahorradores que confiaban en la entidad. Caviar “Beluga Royal 000 (máxima calidad)” de 4.200 €/kilo (que a ellos se lo dejaban a 1.445, ¿por buenos clientes?), vinos de Vega Sicilia únicos o champán francés, habitaciones extraordinarias en hoteles de lujo, o cacerías de hipopótamos, para satisfacción propia, encuentros del Consejo de Administración, o con grandes clientes (‘El Confidencial’).

La aldea global

Creo que la hija de Eduard Punset no ha oído hablar a su padre de “la aldea global” que acuñó Marshall McLuhan, con la de cosas que parece que sabe el padre de la familia. Solo así se explica que Carolina Punset se haya atrevido a aseverar en las Cortes Valencianas, donde es representante de Ciudadanos, que “donde triunfa la inmersión lingüística estamos volviendo a la aldea” (‘Nació Digital’). Para la Punset, el esfuerzo de recuperar el valenciano es infructuoso o, lo que es peor, si triunfa es solo para mal. Pues nada, empecemos a hablar todos en inglés.