He tardado en hablar sobre el tema Íñigo Martínez.
Íñigo celebrando un gol (Foto: Borja Guerrero)
Quería ver cómo respiraba la prensa y he comprobado que más que respirar, alguna hiperventila, y aprovecha para cobrarse deudas que no sé muy bien cuáles son pero que deben ser terroríficas.
Empezaré diciendo que el cruce de comunicados entre el Athletic y el «entorno del jugador» no me han dejado muy buen sabor de boca y que perdemos a, quizá, el mejor jugador del equipo. Una faena, pero el jugador no quería seguir y así lo demostró no aceptando la oferta de la anterior Junta Directiva. Íñigo estaba loco por la música de irse a Barcelona, no ahora, sino ya cuando estaba en Donosti, y si no acabó allí, fue porque el Barcelona se hizo el orejas y lo dejó en la estacada. Lo cual nos benefició y ha estado con nosotros unos años a enorme nivel. Genial.
Ahora bien, se ha puesto el grito en el cielo, por la mala gestión del Club, y por el comunicado en el que dice que el jugador no sigue,… incidiendo en que está Junta no le ha hecho una oferta, cuando del comunicado, se puede entender que no es así, y que sí hubo oferta. De hecho, así lo entendió el «entorno del jugador». Y a partir de esto, empezaron a cruzarse cuchillos, sables y todo lo necesario para rebanar el cuello a esta Junta Directiva. Quiero pensar que la Junta no miente, porque sería que el Club miente y no me hace ninguna gracia. Pero, voy más allá, con la pregunta del millón, que no se la he oído hacer a nadie, y que es lo más importante aquí. ¿El jugador quería seguir? Me parece evidente que no. Y baso mi hipótesis en algo tan sencillo como que si Íñigo quería seguir en el Athletic, ¿por qué no ha sido él el que se ha acercado al Club para decir que quería seguir? ¿Qué ocurre? ¿Sí lo pide él se convierte en rana? Supongo que no, porque si así fuera Raúl García, sería una rana bastante luchadora. Y sigo con mi idea, ¿los representantes tienen prohibido ir a los clubs a decir que su jugador quiere seguir en determinado sitio? Quizá, lo desconozco, ¿si lo hacen se convierten también en ranas? El representante debe conseguir lo que desea el jugador y si no hay oferta, yo tengo claro que el jugador debe ir a hablar y a decir que se quiere quedar y quiere negociar.
No lo entiendo. Se pone el foco en que el club no le ha hecho oferta. Y… ¡Ya está bien! ¡Qué más da! Que se hubiesen ofrecido como Raúl (que, por cierto, ya tiene su oferta) y se acabó el rollo. Pero no. No dieron el paso, ni el jugador ni sus representantes, porque les apetecía quedarse en el Athletic, lo mismo que a mí que Mateu La Hoz me siga arbitrando todos los partidos posibles. De hecho, ni siquiera es el jugador el que contesta a la nota del Club, es su «entorno». ¿Él no tiene voz? Íñigo, has sido un excepcional jugador, pero no querías seguir. Estás en tu derecho. Deseo que te vaya bien a nivel personal allá donde vayas, y que tengas suerte (si es que el Barcelona no te la vuelve a liar). Y nada de lo que digo es ironía. Agur, Íñigo.
Y mañana comparece el presidente, Jon Uriarte, que ha tardado bastante, y al que le pido, le exijo, como socia, que en adelante, estaría bien que cumpliese lo que dijo en campaña, que el socio era el dueño del Club e iba a estar informado.
¡Aúpa Athletic!