«Otro lunes cualquiera en Gaza»

Porque resulta incómodo, porque resulta doloroso, porque nos da rabia, porque no lo entendemos, por todo eso tenemos que mirar de frente cada día el sufrimiento que el gobierno y el ejército israelíes están generando en la población palestina: “Otro lunes cualquiera en Gaza: Las fuerzas israelíes asesinaron al menos a 60 palestinos en Gaza, incluidas al menos 14 personas cerca del supuesto centro de ayuda (en realidad una trampa mortal) de Rafah, regentado por mercenarios apoyados por Tel Aviv y Washington”, escribía en Bluesky el periodista experto en conflictos en Oriente Próximo, Javier Espinosa.

Ahora, vamos con las nimiedades

Sí, comparado con cómo están matando a la población de Gaza, todo lo demás son nimiedades, y las cuitas internas de la izquierda española, más. Cacahuetes. Galgos y podencos. El frente judaico popular y el frente popular de Judea. “Compromís permanece de momento en Sumar pero exige ‘autonomía’ y ‘relaciones horizontales’”, leo y me encojo de hombros. Pero no dejo pasar esta noticia en Público porque creo que es mi obligación señalar que ante el momento, en el mundo y en España, su España, donde gobiernan, la ensalada de nombres se ha pasado de vinagre. Al final, Yolanda Díaz solo se ha liderado a sí misma.

¡Que las transferencias no son regalos, que es la ley!

Uno de mis memes favoritos es el de Novak Djokovic gritando, supongo que es porque mi momento vital va por ahí y porque estoy un poco cansado de oír gilipolleces. Por ejemplo: leo esto en Vozpópuli: “Sánchez sí da grano al PNV: 22 traspasos pendientes a cambio de tragar con los escándalos del PSOE”, y me pongo como el tenista gritando a la pantalla: ¡que las transferencias no son regalos, que es la ley, y que son PSOE y PP los partidos que mercadean con ellas, no el PNV que las exige y se ve obligado a negociarlas todas las legislaturas! El “raca-raca” siempre fue el de la trinchera española.

El verdadero problema estadounidense

EE.UU. tiene muchos problemas, empezando por que si se repitiesen las elecciones hoy, nadie apostaría a que Donald Trump no fuese a ganar. Siguiendo por que lo más probable es que nadie tenga que volver a votar en aquel país. Los planes de Trump son claros: detonar la democracia desde dentro porque choca con su ambición. Pero el verdadero problema de EE.UU. es este: “Preocupa el aumento de los niños que viven con al menos un padre adicto a las drogas o al alcohol”. Hablamos de “aproximadamente 18.9 millones de niños” y niñas. Y lo admiten en Voz.us, el diario más trumpista en castellano.

Y más

Hay más problemas, en EE.UU. y que EE.UU. ha exportado al mundo: “El exjugador de baloncesto Pau Gasol ha desvelado haber recibido ‘presiones de la industria alimentaria’ durante la presentación de su documental ‘Obesidad infantil. La pandemia ignorada’” (El Plural). Yo lo tengo claro: la industria de los procesados tan dañinos para nuestro cuerpo y la peor dieta del mundo son inventos estadounidenses. Inventos que son muy rentables y por eso han tenido muchísimo éxito. Éxito empresarial, claro, porque zampando más sales y azúcares de los que necesitamos perdemos nuestra salud.

«El respeto»

Reflexiona Miguel Ángel Idigoras sobre el respeto en Economía Digital. No le capto, lo confieso: apela al lehendakari Pradales, defiende a Isabel Díaz Ayuso, habla del euskera y descube el nacionalismo vasco según escribe su columna. Me pierdo. Pero sigo leyendo: afirma el que fuera director de ETB que Díaz Ayuso “responde con el mismo lenguaje simbólico” cuando se levanta porque Pradales habló en euskera en la conferencia de presidentes. ¿Por qué no lo hicieron los otros doce presidentes autonómicos del PP si hablar en euskera fue “un desafío deliberado al modelo de país de quienes se sienten libres e iguales”, según Idigoras?

“Los pinganillos”

David Torres en Público también reflexiona sobre la cita de las y los presidentes autonómicos que Isabel Díaz Ayuso utilizó para hacer lo suyo. Recuerda el autor la charla que la presidenta de Madrid dio en Londres, en la que habló en castellano obligando a los presentes a usar los dichosos pinganillos. Torres va más allá del gasto que generan las traducciones: “Una Conferencia de Presidentes es un dispendio completamente anacrónico que tendría algún sentido de haberse celebrado en 1925, antes de la invención de internet. Una videoconferencia por Zoom nos habría ahorrado el papelón a todos, por no hablar del dineral”.

Internet, bien

Greta Thunberg nos gustará más o menos, pero nadie puede decir que su activismo es de sofá y tuit: ha decidido ayudar a la población de Gaza por mar y, sobre todo, por Internet. La capacidad de transporte de su velero es limitada, pero su capacidad para dejar claro cómo actúan el gobierno y el ejército israelíes es muy relevante. El vídeo que ha colgado en su Instagram (“si estás viendo esto es porque hemos sido interceptados y secuestrados”) muestra cómo actúan “en aguas internacionales” unas “fuerzas de ocupación” (así las llama ella y estoy de acuerdo). Poner el foco en Thunberg, aún con todas las dudas, es ponerlo hoy en Gaza.

Otro cobarde

Elon Musk y Donald Trump son útiles para algo: para que tengamos todas y todos claro que hemos generado un sistema en el que solo hace falta una gran ambición para hacer una gran fortuna. Ni siquiera hace falta tener talento o haber inventado algo. Solo son egoístas, ni siquiera son valientes: “Musk borra sus tuits vinculando a Trump con Epstein”, informan en Voz.us, el medio que explica el trumpismo en castellano de España. Vamos, que el de X se ha rilado, no se ha atrevido a sostener su órdago. ¿Era mentira y, por lo tanto, Musk es un mentiroso? ¿O era verdad y Musk también colabora tapando el escándalo?

Más me importa el cómo

Que Nora Junco y Diego Solier, que sacaron sus escaños junto a Alvise Pérez en las pasadas elecciones europeas, se hayan caído ahora del guindo y aseguren haber descubierto al personaje, me importa muy poco. Para mí lo relevante de la pieza en La Razón es el cómo: ¿cómo puede ser que hubiesen alcanzado puestos de relevancia (“él como directivo en una multinacional farmacéutica, y ella como socia de una empresa de comunicación y eventos”) dos personas a las que un tipo como Pérez convenció? ¿Qué mecanismos hay en España para filtrar o, lo que es peor, aupar a este tipo de gente?

La juventud nunca puede ser un problema

La juventud son nuestras hijas e hijos, y sus amigas y amigos, es nuestra esperanza y nuestra oportunidad. Pero la juventud nos inquieta. Aníbal Malvar deja claro en Público que no es la simple distancia o lógica la incomprensión: “Es razonable que unos padres no entiendan a sus hijos de 15 años. Pero si no los entiendes cuando tienen 25 y 30, es que algo ha funcionado mal durante mucho tiempo en una sociedad”. Le preocupan (y me preocupan) sus “evidentes pulsiones antidemocráticas y negacionistas, antisistema, desertores de la razón, de sus profesores y, ya no digamos, de sus políticos”, que se extienden por todas las democracias.

Una buena guía hacia el futuro

Mientras en las democracias nos preocupamos por el tipo de sociedad y, especialmente, por el tipo de juventud que hemos generado, permeable a los populismos de base fascista, aquí y allí, en las dictaduras lo tienen claro: la juventud está para guiarla y generar así unas oportunidades y una esperanza globales. La dictadura china, como leemos en Xataka, no se ha andado con paños calientes: “Tiene 39 programas universitarios de química especializados en las tierras raras” que permite al Partido Comunista gobernar el país que “refina el 99% de las tierras raras pesadas del planeta”, el mercado y el negocio del presente y el futuro.

Y puede que tengan la solución

No me fío un pelo de la dictadura china, por dictadura, no por china, evidentemente. No me fié de ningún dato que ofreció de la pandemia. No me fío de la base de su desarrollo tecnológico. No me fío de su información, ni de sus intenciones, ni de sus acciones (su presencia en África ni es casual ni es altruista). Pero Enrique Dans sí se fía de los estudios que afirman que China ha logrado “revertir su tendencia de emisiones de dióxido de carbono” gracias a “una estrategia deliberada, masiva y sistemáticamente implementada” basada en “el despliegue masivo e intensivo de energías renovables” “y una transformación estructural del mercado energético”.

Calentamos el planeta por las risas

Mientras la dictadura China trabaja para controlar al 100% el mercado del futuro y electrifica su sistema como si no costara, en el mundo desarrollado y libre no dudamos en calentar el planeta como si pudiéramos por las risas: “Zuckerberg apuesta por la energía nuclear para impulsar el desarrollo de la IA en Meta” (El Independiente). Porque convertirnos en muñecos con accesorios, bien vale un lago seco. Porque hacer fotos de futbolistas vascos con camisetas de Vox, bien vale un bosque calcinado. Porque preguntar a la IA lo que tardas un minuto en buscar en Google bien vale una especie animal menos.

¿Pero no era todo bromi?

Yo pensaba que solo por las risas era también Eurovisión: al final, ¿sí importa en qué puesto quede España? Al final, ¿sí importa que un estado se organice para influir en el voto popular? Al final, ¿sí importa cómo se comporte la cantante española? Entonces, que alguien se tome todo en serio. Y no me refiero a lo que cuentan en Vozpópuli (“el ganador no podrá ‘saltarse’ los programas de RTVE ni ir a la competencia”), que me parece bien, me refiero a que la fiesta por la fiesta puede salir bien una vez, pero no es un sistema sostenible ni siquiera en televisión. Y la prueba irrefutable la proporcionó Israel.

«El primer partido de la vergüenza»

Personalmente, estoy deseando leer el titular de La Razón cuando Euskadi se haya enfrentado a España, yo qué sé, setentaicinco veces. O cien. O doscientas. “España vence a Euskadi en el primer partido de la vergüenza”, titulan en el diario madrileño, y parece que cuando acabas de leerlo va a sonar un trueno. ¿Qué titularán hoy si se han cumplido los pronósticos y la pareja de chicos que representan a Euskadi derrotó anoche a la española en las semifinales del torneo? ¿“En el segundo partido de la vergüenza ganaron los vascos”? De cualquier manera, hallamos una buena noticia: en algunos medios hablan de cesta punta por primera vez.

Fiesta, marca y menos médicos

Creo que no visitaba la web del departamento vasco de Salud tanto desde la pandemia. Entre notas aclaratorias y ampliación de servicios, llamó mi atención este titular: “El Departamento de Salud muestra su preocupación ante la reducción por parte de la Universidad Pública Vasca de la oferta de nuevas plazas de medicina en euskera prevista para el curso 2025-2026”. El nuevo equipo rectoral de EHU ha tenido tiempo para organizar una fiesta, quitar el “UPV” del logo y decidir esto: “El compromiso alcanzado con el anterior era ampliar en 40 las plazas en euskera, que finalmente se han visto reducidas a tan sólo 16: un 60% menos”. Vaya.

¿Por qué los preferimos?

El partido al que voté en las últimas elecciones generales forma parte del conocido como “bloque de la investidura”. Prácticamente, todas y todos los vascos salvo quienes votaron al PP y a Vox, y a opciones extraparlamentarias, podemos decir lo mismo. Rubén Arranz dice esto otro en El Independiente: “Leire confirma que los sinvergüenzas han tomado el mando”, y se explaya, no sin razón, sobre cómo “a la parroquia socialista le sirve lo que hay. Lo chabacano, lo cutre”. Vale. No le quito la razón, pero añado una pregunta: ¿por qué tanta gente lo prefiere a la alternativa de Núñez Feijóo con Abascal?

Donald, te toman por tonto

No tengo ninguna prueba pero tampoco ninguna duda de que Vladímir Putin ha tratado con condescendencia a Donald Trump en la última conversación telefónica que ambos han mantenido. En ella, el presidente del Kremlin “ha prometido con ‘contundencia’ una respuesta” (El Periódico) a los últimos ataques de Ucrania. ¿Qué habrá respondido el de la Casa Blanca? Apuesto que nada. Porque el presidente es de esa tipología odiosa que es fuerte con los débiles y débil con los fuertes. A Trump, a las pruebas me remito, Putin o Xi Jinping no le tratan como a un igual. Más bien, al contrario. Igual esa es la solución.

El espacio, sin competencia

Tampoco tengo pruebas ni dudas de que esto tiene mucho que ver con que Elon Musk haya abandonado la administración Trump: “El gran hachazo a la NASA se concreta: cancelará 41 misiones espaciales y la mitad de su presupuesto científico” (El Diario). Esta es una gran pérdida, no solo porque “mandará a la calle a un tercio de sus trabajadores”, no solo porque el progreso irá más lento, sobre todo porque la presencia de la NASA, liderando a las agencias europea, japonesa, rusa, china o india, ocupaba un espacio que, ahora, harán suyo los muchimillonarios, empezando por Musk y Bezos, con sus intereses mucho más peligrosos.

¡Qué bochorno!

Marca no se cortó: “El día del bochorno”, titulaba en la portada de su web bajo la foto de Erika Mugartegui, puntista de la selección española, de La Roja, de la única y verdadera selección de pelota que cuenta, vale y sirve. Según Marca, claro, que en el interior de la noticia alertaba: “La pelota vasca abre hoy una peligrosa puerta hacia lo desconocido con un histórico España-Euskadi”. Una puerta que parece a otra dimensión, a un agujero de gusano que vaya usted a saber a dónde nos puede llevar. ¿A la oficialidad en otros deportes? En serio: ¿a qué tienen miedo? ¿Cómo de peligrosos les resultamos los vascos y las vascas jugando con Euskadi?

Vale, ¿qué es?

Leire Díez buscó el titular y lo encontró: “No soy fontanera ni cobarde” (El Independiente). Vale. Pero, ¿qué es? Yo creo que no pasa de verso suelto, de esos que puede surgir en cualquier partido. Pero tampoco es otro Pequeño Nicolás, como pretenden deslizar contertulios cercanos al PSOE para restarle importancia. De hecho, lo que más dudas me genera es que Leire Díez ha tenido puestos de trabajo pagados con dinero público con cierta relevancia para venir de donde viene: ser una hooligan en redes de Patxi López que no nos dejaba en paz a quienes alertábamos de que el lehendakari socialista no era serio.

El show completo

Intuíamos que la rueda de prensa mencionada iba a ser interesante, pero pocos esperábamos que iba a ser un show tan completo: “Aldama asalta a Leire Díez en la comparecencia pública: ‘¡Sinvergüenza! Ha mentido en todo’” (El Imparcial). Pero, ¿qué está pasando? Ni siquiera los que estamos encima de la actualidad todos los días podemos explicar con claridad la relación entre ellos, y solo podemos elucubrar sobre las razones que podía tener Díez o que puede tener el PSOE. A mí, en medio de este barrizal, solo me surge una pregunta: ¿veremos a Leire Díez en Master Chef Celebrity o en Supervivientes? Ojo, que eso también tendrá su lectura.

No es “la desunión de la izquierda”

En medio del sainete, en El Plural leemos este aviso a navegantes: “Tezanos alude a la ‘desunión de la izquierda’ y da un toque de atención a Podemos y Sumar. El presidente del CIS advierte de que está división daría el Gobierno a PP y Vox”. ¿De verdad quieren hacernos creer que será la separación irreconciliable entre los dos partidos a la izquierda del PSOE la que va a propiciar un gobierno de Núñez Feijóo con el apoyo de Santiago Abascal? No. Pedro Sánchez y este PSOE de autor, también son los autores políticos (mucho más que el del PP) del crecimiento electoral de la oposición, pero también del crecimiento de EH Bildu y del BNG.

Esto, también

Si fuera español y del PP estaría muy enfadado con el PSOE por lo que está haciendo con RTVE. Además de por la doctrina clara introducida en casi todos los contenidos (el programa de Jesús Cintora eleva exponencialmente esa intención), especialmente por el tipo de espacios: ‘La familia de la tele’ es uno de los clavos en el ataúd de esta legislatura. Una mala idea esférica: igual de mala la mires por donde la mires. Por eso va mal y por eso el ente va a reorganizar la tarde para volver, casi, al punto de partida: “TVE tiene episodios de ‘El Cazador’ para cubrir un mes la franja que recorta a ‘La Familia de la tele’” (El Confidencial Digital).