Más importante que la reducción de la jornada laboral, ese tanto que se anota Yolanda Díaz pero que saldrá del esfuerzo de las y los autónomos, me parce esto: “Los trabajadores tendrán derecho ‘a no ser localizables’ fuera de su jornada y se prohíbe la comunicación por cualquier vía” (Huffington Post). Este sí que sería un buen regalo de Olentzero para todas y todos: el derecho a la desconexión, a no ser molestadas ni molestados. O como yo prefiero llamarlo: el respeto al descanso de los demás. Si eso se cumple, todo mejora. Si no hay llamadas, WhatsApp ni e-mails mientras estás en tu casa, vuelves al trabajo con más energía. Comprobado.
La alegría de la Navidad
Felipe VI y Letizia Ortiz decidieron dar una alegría a la gente que peor va a pasar la Navidad y se dieron un paseo por Catarroja. Claro que sí. Porque la alegría son él y ella, solo hay que verlos, dan ganas de reír siempre a su paso. O no. La alcaldesa de la ciudad está “enfadada con la visita” y la considera “una falta de respeto” (El Nacional). Según Lorena Silvent, la familia real española ha querido “aparentar una cierta normalidad, que no es real, en lugar de acudir a la zona donde todavía trabajan un millar de efectivos del ejército”. De hecho, hasta extraña que el rey no haya saludado a las y los militares que “están sacando barro” todavía hoy.
El rey fue su padre
Me importa entre poco y nada cómo ha celebrado la Infanta Elena su 61 cumpleaños o cómo tiene decorada su casa… Siempre que la fiesta y las obras de arte no las hayamos pagado nosotras y nosotros, claro. Lo cierto es que no sabemos muy bien de dónde saca sus ingresos la hija y hermana del rey, ni qué hace con ellos, pero sí sabemos que del gañote ha hecho su vida: vive en “un piso de 2 millones de euros y con 500 m2 que le regaló el rey Juan Carlos” (Vozpópuli). A Elena de Borbón no le ha hecho falta nunca escribir una carta a Olentzero, con pedir lo que quería a los reyes lo tenía todo. ¿Y qué ha aportado ella?
Por desear que no quede
Dicen en El Independiente que “Podemos allana el camino para el regreso de Irene Montero con Iglesias en la retaguardia”. Una vez más, la voluntad de la ciudadanía les importa un rábano: la gente ha confiado en ella como europarlamentaria y ella, junto a Pablo Iglesias (¿y Montero para qué está además de para insultar a Aitor Esteban?), deciden cambiar de parlamento sobre la marcha. De la pieza, de la actitud, me quedo con eso: con cómo la voluntad de la ciudadanía, expresada con el voto, y el trabajo de la afiliación, que colabora en las campañas, es lo de menos para la pareja que trata el partido como una sociedad limitada.
Que no nos falte
Y a Olentzero, claro, le pido abundancia. Pero también le pido que nos siga regalando detectores inofensivos de tontos. Tenemos varios marcadores de idiocia: afiliarse a Vox, no vacunar a tus hijas e hijos… Pero son peligrosos para la sociedad. Este, no: un grupo de terraplanistas fue a la Antártida a demostrar que la tierra era plana y volvieron con el rabo entre las piernas. Porque como bien explican en Xataka, Eratóstenes, hace 2.220 años ya lo demostró con dos palos a 800 kilómetros de distancia. Y hace solo unas décadas lo explicó con sencillez Carl Sagan en un vídeo que está disponible en YouTube.