Hablemos de superfútbol

Es domingo, día de fútbol tradicionalmente, aunque la televisión haya pervertido esa costumbre, y nuestros equipos de primera división masculinos y femeninos van razonablemente bien (solo las chicas del Eibar necesitan apretar un poco más para salir definitivamente del pozo), así que podemos hablar de fútbol y hasta de superfútbol, ese que nos va a ofrecer la superliga hasta en tres categorías, para que quienes somos de equipos “pobres” no nos quejemos. Pues bien, según Iusport, “el Nápoles no se suma al proyecto”. Aurelio De Laurentiis asegura que lo tiene claro: “Las ligas domésticas tiene prioridad”.

¿Una superliga o un superchantaje?

Por supuesto, si te crees capaz de crear una superliga y, después, de “demandar a la UEFA por daños y perjuicios y reclamar 3.600 millones” (Palco 23), es que tienes una consideración de ti mismo de superhéroe. Hasta aquí estamos todas y todos de acuerdo, ¿no? Y, oye, me parece muy bien que Real Madrid y Barça, o Florentino Pérez y Joan Laporta, que son quienes sostienen el proyecto, se crean los putos amos de la barraca. Lo malo es lo que tienen que pensar, a la vez, del resto: que les sobramos, que no somos tan buenos y que el dinero que nos cae no nos lo merecemos. No es una superliga, ni un superchantaje, es un superabuso.

Una superdistancia

El chantaje les funciona, y es cierto que Pérez y Laporta ponen la cara y los demás ponen las manos haciendo cuenquito para recoger las monedas de oro: “La UEFA incrementa los pagos por rendimiento en el reparto de 3.782 millones a los clubes” (2 Playbook). ¿Cómo se reparte ese dinero? “La confederación reserva un 74% para los equipos Champions”. Así de claro y cristalino. Y si no eres de un equipo de Champions, alégrate de recibir las migajas. Luego, los cuatro equipos de Champions de cada liga seguirán reforzándose a lo grande y metiendo distancia con el resto. ¿Es justo? No, es una mierda. Luego que no se quejen si les pitamos.

20 años de Facebook

Ayer celebrábamos los 20 años que cumplía Flickr, pero no podemos cerrar la semana sin recordar que el 4 de febrero Mark Zuckerberg lanzaba su página web: The Facebook, y lo cambió todo. Hoy, su uso es residual pero la empresa ha sabido adaptarse y hacerse con Instagram y WhatsApp. Pero lo importante, más incluso que la milmillonada infame que ha generado a sus accionistas, es cómo cambió Internet: formar parte de una red social digital “a cambio de nuestros datos”, como recuerdan en Hipertextual, aunque sea de un puñado de grupos de WhatsApp, es algo que hoy llevamos con absoluta normalidad.

Zorionak, Basquetronomy!

Siempre he pensado que valoramos poco a la gente que hace cosas, simplemente, bonitas. Y con el paso del tiempo estoy más seguro de que no somos justas y justos con esas personas que se empeñan en que nuestro entorno sea más agradable. Así que, precisamente para hacer justicia, voy a dedicar unas líneas a la “Denda” que han abierto en Osaka los de Basquetronomy, que ya llevaban tiempo trabajando en Japón. Una tienda que lleva a aquel país una selección de lo que somos capaces de hacer en Euskadi. Claro que nada se lleva solo y que hay personas que están haciendo ese esfuerzo en un proyecto envidiablemente bonito.

Nos vamos a la mierda

“2024 comenzó con el enero más cálido jamás registrado en España y en todo el planeta”. Este titular en El Independiente es claro y conciso, y contiene una alarma a la que debemos prestar atención. ¿Cómo va a ser el resto del año si enero ha ido de la manera que hemos vivido, con una simple americana para todo el día? ¿Qué podemos esperar? Y sobre todo: ¿a qué tenemos que esperar para declarar una emergencia climática mundial y tomar medidas radicales? Las transiciones graduales han dejado de valer ya, y quienes se aferran a modelos productivos antiguos tienen que reciclarse cuanto antes en los nuevos o en su búsqueda.

¿Podemos hacer algo?

Lo primero que pensé cuando vi esta noticia: “El Santander cae en bolsa un 5% tras filtrarse que Irán tenía cuentas para evitar las sanciones de EE.UU.” (Diario Crítico), fue: cómo es posible que a la ciudadanía de a pie nos pongan tantas trabajas para detectar dinero negro y que un país sea capaz de colar al Santander una cuenta de una petroquímica que servía de pantalla para “recaudar cientos de millones de dólares para la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní y de trabajar con agencias de inteligencia rusas”. La intervención de EE.UU. hizo reaccionar al banco: “Sólo estuvo operativa unos cuantos días”.

¿Quién revuelve el río?

Creo que esta noticia en InfoLibre resume muy bien los intentos de manipulación de la derecha y la derecha más extrema de las protestas de las y los agricultores: “PP y Vox convierten a Puigdemont, la agenda 2030 y el ‘dogmatismo ambiental’ en los enemigos del campo”. Es evidente que esos partidos, junto a la extrema izquierda, están intentando arrimar el ascua que encienden las y los tractoristas a su sardina política. Y también lo es, ojo, que el sector primario puede tener motivos para la queja y pleno derecho a alzar la voz. No negaré (y será porque vengo de dos familias con caserío) que las “críticas a los ‘urbanitas’” son merecidas.

No es menos cierto…

El popular tuitero catalán Manuel García (con más de 37.400 “followers”) escribía: “Por menos que esto a Sànchez y Cuixart les cayeron 9 años de cárcel”, sobre las imágenes de varios agricultores apartando a la fuerza un vehículo de la Guardia Civil que entorpecía la marcha de tractores a la altura de Zizur Mayor. Pero cuidado, porque ese desplazamiento ha sido en Euskadi, así que esa aplicación discriminada de “terrorismo” comprende también esa carretera. Lo que queda claro con el tuit de García es que en Catalunya la justicia cometió un abuso de poder, a todas luces, y que buscó “corregir” a la política.

20 años de Flickr

Hoy cumple 20 años Flickr, la red social en la que permaneceré cuando cierre todas las demás. Después de varias ventas y vaivenes, Flickr no está mejor que nunca, porque ha vivido tiempos mejores, pero tampoco está mal: muchas fotógrafas y muchos fotógrafos muy interesantes actualizan sus galerías habitualmente, con lo que hay contenido diario de alta calidad. Flickr, además, no es tan permeable a las modas y la ausencia de sugerencias constantes, como en Instagram, permite a las y los aficionados, y las y los profesionales, centrarse en el tipo de foto que les interesa, sin más distracciones que otras fotos y autoras o autores. Larga vida a Flickr.

Ya sabrán ellos y ellas

Supongo que ya lo sabrán las y los de los tractores: la extrema derecha en España y en toda Europa está arrimando el ascua que encienden las y los agricultores a su sardina. Esto es una evidencia, y que medios digitales que alaban los discursos de Vox en el Congreso, como Edatv, dediquen casi toda la portada de su web al tema, con el debido enfoque, es una prueba clara. ¿Es lo que quieren? ¿Es lo que buscan? Pues si no es así que se desmarquen también con claridad, porque los populistas están jugando su juego pero la capacidad de mover el tablero la tiene el sector primario. No puede perder la sociedad y ganar la extrema derecha.

Cada populista, con su tema

Y después de que la extrema derecha marisquee en el campo, lo que queda en el cedazo lo aprovechan en el lado contrario del arco: “La CUP busca capitalizar la tractorada en Cataluña con ataques a la agro-industria” (El Independiente). Cada populista, con su tema. Pero lo importante, lo vemos en casa, lo vemos fuera, y lo vemos todos los días, es que no se quede ninguna reivindicación laboral o social por politizar. ¿Es esto normal? Aquí y ahora, sí, pero no tiene por qué serlo: los consensos básicos no deberían retorcerse o, simplemente, omitirse, por un cálculo electoral. Y quien pase de ellos, por lo menos, que se sonroje.

Tenemos que decir (y asumir) la verdad

Estamos mucho más cerca del colapso del planeta y de nuestra civilización de lo que creemos. O de lo que queremos creer. Y ante una situación de emergencia es urgente que digamos y, sobre todo, asumamos la verdad. Por supuesto, cualquier restricción tiene que empezar por los ultrarricos, nuestro cáncer. Pero todas y todos tenemos que asumir la culpa: pedir una moderación de las exigencias medioambientales como si pudiéramos permitírnoslo solo da otra oportunidad a la extrema derecha para rebañar. De lo más realista que leí ayer fue este tuit de Tony Tornado: “No a la agenda 2030, sí a la agenda de mis santos cojones gordos”.

Qué tuit más triste

Algunas filtraciones que está haciendo Podemos del maltrato al que, según su relato, le somete Sumar, están muy mal medidas. Por lo que cuentan, Yolanda Díaz no tiene piedad con los morados como no la ha tenido antes con otros compañeros de viaje. Pero este tuit de Pablo Iglesias no aporta nada: “Entrar en el despacho de una diputada sin su consentimiento y arrojar sus informes médicos al pasillo es un delito. Tanto quien ejecutó la acción como quien la ordenó, debe rendir cuentas de inmediato. Si esto pasara con diputados del PP o del PSOE hoy no se hablaría de otra cosa”. El problema es que hablemos de ello, Pablo.

Contémoslo todo

La elección de Michelle O’Neill, “la primera mujer católica al frente del gobierno de Irlanda del Norte” es, como bien titulan en la BBC, “un hito”: que la vicepresidenta del Sinn Féin sea la “ministra principal” supone una novedad y una oportunidad para la comunidad irlandesa, siempre en peores condiciones y minorizada por la británica. Pero O’Neill no podrá hacer lo que quiera: en Irlanda del Norte existe una cohabitación forzosa que coloca como viceministra principal a Emma Little-Pengelly, del unionista DUP. El hito es el cambio de roles (y no es un logro menor), pero los límites siguen existiendo.

¿Cuál es el modelo?

A Sortu no le gusta el modelo de turismo de lujo que hay en Donostia y por eso varios miembros han decidido ocupar dos viviendas destinadas a alquiler turístico. Vale. Pero sabemos que tampoco le gusta el modelo de turismo cultual que propone el Guggenheim Urdaibai. Ni el turismo popular y populoso porque es de pobres. Entonces, ¿cuál es el modelo? ¿Qué vendieron las y los alcaldes de Bildu que promocionaron en Fitur sus municipios? ¿Qué tipo de turistas son las y los simpatizantes de Sortu que veranean en Cádiz o Les Landes, por ejemplo? ¿Acaso se creen “viajeras” y “viajeros”?

¡Claro que hay un interés político!

A veces hay que levantar un poco el foco, ver lo que pasa en el entorno y volver a mirar en nuestra casa. Por ejemplo, respecto a las huelgas que nos perjudican con evidente interés político, esto es lo que leemos en EPE sobre las ya famosas “tractoradas”: “Vox y el activismo prorruso agitan al sector agrario español para ‘la rebelión del campo’. A menos de 150 días de las elecciones europeas, un gran engranaje de entidades, cuentas de redes sociales, medios digitales, influencers, telepredicadores y terminales automáticas de agitación se han lanzado a instrumentalizar el cansancio”.

¿A quién copian?

Después de la huelga del sector primario en Europa, agitada convenientemente por la extrema derecha y los desestabilizadores (que son los agentes que recogerán los frutos), a España y, por extensión, a Euskadi, le amenaza otro paro, según El Plural: la “Plataforma Nacional” de transportistas, liderada por Manuel Hernández quiere demostrar que pueden desabastecernos. Tanto la plataforma como su líder han sido vinculados con Vox previamente. Y a mí la estrategia me suena: sindicatos que aseguran no estar vinculados a ningún partido generan cabreo en la sociedad por interés partidista.

Tenemos que contar la verdad

Los populismos de derecha e izquierda han ganado la batalla del relato entre quienes quieren oír que la responsabilidad nunca es suya. Así llegamos a las tractoradas, aunque antes y más cerca pasamos por reclamaciones injustas que desequilibran balanzas. Pero es necesario que sigamos contando la verdad: hay que tomar medidas drásticas (empezando por quienes más tienen) para frenar un colapso del que nadie quiere hacerse responsable. El mapa interactivo de Xataka con “las regiones del mundo más amenazadas por la sequía” puede ser un buen punto de arranque.

Por ejemplo

El fin de los combustibles fósiles es un objetivo loable e insustituible, pero es evidente que sí será necesario sustituir la fuente de la energía. Y con la llegada de “lo eléctrico” como solución aparente a los problemas, vamos a tener que admitir la realidad. O nos llenamos de aerogeneradores, placas solares y captadores de olas, o admitimos que la energía nuclear forma parte de la solución y no del problema. Pero poner de foto de perfil en X el logo antinuclear es incompatible con buscar un enchufe con el que recargar el móvil para seguir tuiteando, por muy estupendas y estupendos que nos pongamos.

La emergencia

La noticia del día podría ser que, por fin, parece que va a llover en Catalunya. Incluso, debería de serlo porque la emergencia climática que vivimos está siendo tratada como anécdota, como música de fondo o como tema de conversación de aquellos a quienes les genera ansiedad que alcancemos los 20 grados en enero en Euskadi con normalidad. En El Nacional llevan semanas adelantando esas lluvias (que serán pocas además de insuficientes, por lo que parece), esas nevadas que puedan salvar la temporada de esquí y ese frío que nos calme porque, por fin, hace el tiempo que tiene que hacer.

Un modelo de sociedad

Si “la natalidad ha caído un 30% en Euskadi desde 2012 pese a las ayudas económicas”, como leemos en El Independiente, es evidente que el problema no son los incentivos (“ayudas por hijo, bonificaciones, guarderías gratuitas o desgravaciones”), sino el modelo de sociedad que nos ha llevado a que el 2023 haya sido el peor año para la natalidad en la CAV desde 1975. Algo estamos haciendo mal, claramente, algo estamos contando mal y algo estamos demostrando mal. ¿Quién va a querer un bebé si la vida se complica hasta el extremo con un ritmo y una exigencia implacables? ¿Qué debemos repensar?

Las cloacas antes de Iglesias

Lo de “las cloacas del Estado” parece que lo inventó Pablo Iglesias, pero lo cierto es que es muy anterior a que él obtuviera su puesto de eurodiputado, incluso anterior a aquel Pablo Iglesias contertulio que lo incendió todo (y en su haber quedará eso). No habrá mayores cloacas que aquellas que idearon y financiaron el GAL, pero la que habitó José Manuel Villarejo también hay que recorrerla: en EPE leemos cómo aquel comisario que conseguía “cosas” a cambio de mucho dinero urdió un plan para “‘hundir a esta gente’”, en alusión a expresidente catalán Jordi Pujol Soley y sus hijos”.

Lo que la noticia cuenta

El titular en Iusport es sencillo: el club de futbol de Mónaco sale a la venta. Pero en la noticia hay varias cuestiones relevantes. La primera, anecdótica: el principado retiene un tercio de la propiedad y puede vetar la venta. La segunda, que Dimitri Rybolovlev adquirió “por un euro simbólico dos tercios de la entidad”. La tercera, que el oligarca previamente “hizo fortuna con la compra de empresas públicas en su país y que se instaló en Mónaco”. La cuarta, la cantidad de capital extranjero que hay en la liga francesa. Y la quinta, que el modelo no funciona: “El club sigue perdiendo dinero”, como todos.

El mainstream

No he visto nada del Benidorm Fest, pero después de leer críticas desaforadas contra ‘Zorra’, que representará a España en Eurovisión, y la defensa de Pedro Sánchez de la canción, por supuesto, la he escuchado un par de veces. Y mi conclusión es sencilla: la cultura dominante actual es más mainstream que nunca, y ahora mismo lo más mainstream es el feminismo de aluvión. Pues vale. No me cabe duda de que la canción será un éxito y que miles de chavalas, gritarán en las discotecas “¡zorra, zorra!” con los coros, como un acto de reivindicación. Me surge una pregunta: ¿realmente lo es?