Necesitamos cambiar

No se me ocurre qué puedo añadir a este párrafo tan redondo, tan preciso, tan doloroso de leer, que ha escrito Juan Ignacio Pérez Iglesias: “Calificar de ‘mejor’ el año, el verano, septiembre o el puente del Pilar por haberse batido récords de vuelos y, a la vez, afirmar que es importante preservar la salud de los ecosistemas y combatir el calentamiento global es, además de una disonancia cognitiva de manual, un verdadero sarcasmo”. Todo su texto, titulado “un ideal posnarcisista de la vida buena”, es recomendable y necesario. Porque sí, necesitamos leer la verdad y necesitamos cambiar, por nuestra propia supervivencia.

¡Pero si todo está fatal!

El consumismo está acabando con nuestras posibilidades de supervivencia como especie y, al mismo tiempo, es lo que ofrece un modo de vida a muchísimas personas. Encontrar el equilibrio es el reto, mirar para otro lado y asegurar lo económico es un error, y negar que ese consumismo enriquece, sobre todo, a las y los más ricos, es negar una evidencia. De la misma manera, resulta contradictorio que en Euskadi, donde según los sindicatos y la oposición política todo está fatal, sea la comunidad autónoma “que más gasta en bares y restaurantes: 1.350 euros al año” (El Independiente). Insisto: necesitamos abrir los ojos y evitar tutelas.

¿Volverán a casa? ¿Cobrarán el paro? ¿Saldrán por la tele?

Ojo al tema porque es importante: “En España, gente que tenía 100.000 espectadores ahora no llega a 30.000. Peña que tenía 5.000 no pasa de 800. No pasa nada: no somos conscientes de lo que cuesta tener 800 hoy en día. Está todo para abajo. Todos para abajo, pegándonos una hostia brutal”. Lo dice Cristinini y lo recoge EPE. En su caso, ha pasado de 16.700 espectadores a mil. Según el medio, el descenso del sector es del 51% de la audiencia. Y ahora, ¿qué? ¿Abandonarán Andorra los streamers que se fueron? ¿Querrán cobrar el paro? ¿Serán los medios tradicionales tablas de salvación aceptables?

No es solo YouTube

Pero no es solo YouTube: las redes sociales han muerto de éxito. El planteamiento de Shubham Agarwal en Business Insider me parece muy sugerente: antes, en Facebook, podías seguir el día a día de gente a la que tenías cerca y un poco lejos, y a alguna marca. Ahora entras en Instagram y después de dos fotos ya estás viendo vídeos de frituras, furgos camperizadas o fotos hechas con cámaras de carrete. Una pérdida de tiempo que nos desmotiva a subir nuestras fotos. Así, nos encerramos en WhatsApp o los mismos grupos de Instagram. “Buenas noticias: las redes sociales se están viniendo abajo”, sentencia.

No necesitamos aprender nada

El mundo que conocemos se va. No ya porque no sepamos distinguir un otoño de buen tiempo de un calentamiento global abrasador, no ya porque nos dejemos desinformar por quienes nos han engañado siempre, no ya porque lo que hacíamos en Facebook no podremos volver a hacerlo: Lightroom va a incorporar una función para que una inteligencia artificial haga el desenfoque de las fotos por nosotros, según Photolari. Podemos olvidar todo lo que sabemos de profundidad de campo y apertura, las y los nuevos fotógrafos no tendrán que aprenderlo. Y esto no es un detalle ni una anécdota: es un camino peligroso que ya hemos iniciado.

No, la campaña no es «contra los jueces»

Me sorprende el enfoque de El Independiente sobre la supuesta “campaña contra los jueces por cuestionar la exigencia lingüística”. La judicatura española lo que está haciendo, y es evidente, es “corregir” a su antojo la política. Y su antojo ni es neutro ni es arbitrario: las y los jueces españoles son un colectivo ideologizado, y lo demuestra en el Procés y en las exigencias de un municipio euskaldun para acceder a la función pública. La campaña no es contra las y los jueces, es contra las decisiones que toman representantes de la ciudadanía que no les gustan. Y cualquier planteamiento alineado con los jueces lo es, por extensión, con su ideología.

El desmantelamiento

Ni he sido un egitxu ni un chico del batzoki. Nada más lejos de mi realidad de chaval en el Portugalete de finales del siglo XX. Lo aclaro a quien no me conozca antes de pegar este titular de Bizkaia Gaur: “Osakidetza culmina la renovación de la flota de mamógrafos de última generación”, y preguntarme: ¿cómo puede ser esto posible si Osakidetza se el Gobierno Vasco está desmantelando Osakidetza, según los sindicatos que le hacen al caldo gordo a la izquierda abertzale, la propia izquierda abertzale y Podemos? En la misma semana que hemos sabido que el de Cruces es uno de los mejores hospitales del mundo en Pediatría y Cardiología.

La solución es el tren

Quienes nos quieren convencer de que en Euskadi todo está fatal son las y los mismos que nos quieren convencer de que un tren de alta velocidad que conecte Euskadi con Madrid y París, además de entre sus capitales, es una mala idea. Al respecto, de los Pirineos para arriba lo tienen muy claro (y de algunas sesiones del Parlamento Europeo Bildu ha salido escaldado): la alta velocidad ferroviaria es una gran aportación al medioambiente y al bienestar de la ciudadanía. Ahora también lo tienen claro de los Pirineos para abajo: “España puede sustituir 50.000 vuelos cortos al año por trenes para ahorrar 300.000 toneladas de CO2” (El Diario).

El fucking puto amo

Froilán de Marichalar está triunfando: decidió emigrar a Emiratos Árabes después de que un amigo suyo se viese envuelto en un navajaeo, en Madrid, y ya se ha hecho el puto amo del país. Su trabajo le ha llevado de Abu Dabi (donde solía comer con su abuelo) a Dubai, pero sigue triunfando: en El Plural leemos que fue la estrella de la fiesta por el 12 de octubre de la embajada. “Parecía un acto de Hollywood. Todo el mundo le pedía selfies”. Y cuando vuelve a España también le ven “mucho más relajado y tranquilo, centrado y maduro”, como cuando alquiló una villa en Marbella y la discoteca Dreamers para celebrar su cumpleaños de winner.

Pues vale

Iñigo Martínez defenderá el domingo los colores del FC Barcelona porque alguien no quiso hacer los deberes en Ibaigane, vale, pero sobre todo porque el club azulgrana juega con ventaja sobre todos los demás: no necesita tener sus cuentas saneadas, solo presentar apuntes contables. Con dinero del Monopoly es fácil fichar como si no costara. ¿Que tienes un agujero? Activas una palanca y listo. ¿Que tu club no puede hacerlo? ¡Ja, ja, haberte pedido ser el Barça! ¿Que tienes un marrón con lo de Negreira? No pasa nada porque no les importa a los inversores. ¿De verdad piensan que todos menos ellos somos tontos?

Otegi se reafirma

Arnaldo Otegi se reafirma, vía X, en lo dicho junto a Arkaitz Rodríguez en Aiete tal día como ayer hace dos años. Eso fue por la mañana. Por la tarde, en Eibar, el mismo Otegi se reunió con la afiliación de Sortu y explicó que por los 200 presos de ETA aprobarían los PGE y seguirían facilitando la vida al gobierno español. Los hechos desde aquel día de su doble intervención hasta hoy reafirman, como dice, lo que dijo: Bildu (manejado por Sortu) ha seguido siendo amable y posibilista con España, y la afiliación ha seguido tragando por el interés de “los presos” y el de los políticos para superar al PNV, con un discurso bonista como crujiente.

La puta guerra

Hamás acusa al ejército de Israel y el gobierno israelí señala a un misil de Hamás que se ha desviado. De momento, no sabemos quién dice la verdad, pero sí sabemos que más de quinientas personas han fallecido en un hospital de Gaza sobre el que ha caído una bomba. Más de quinientas personas que ya habían sido heridas por ataques indiscriminados de Israel, motivados por un ataque previo de Hamás que buscaba agitar el tablero árabe por medio del dolor. Este es el resultado de la guerra: seres humanos y la verdad son las primeras víctimas. Ante los hechos, por mí, pueden irse a la mierda quienes buscan hoy un único culpable.

A un estado debemos exigirle más

Se lo leí a Paul Ríos en X: a Israel, como estado que es, debemos exigirle que sea pulcro en el cumplimiento de la legalidad internacional y los derechos humanos. Y lo que estamos viendo, claramente, es que ese país se está pasando por el forro todo eso, en esta operación de aplastamiento militar sobre Gaza y en los últimos 70 años. ¿Cómo no vamos a pensar que el ataque sobre el hospital puede venir del ejército israelí con lo que llevamos visto y leído? Un país que “prepara una ley que permita detener a periodistas y civiles que ‘dañen la moral nacional’” (EPE). Escrito esto, me pregunto: ¿cómo actúa Hamás contra sus críticos en Gaza?

Usar la muerte para tus mierdas

Quien saca un corte de 4 segundos del lehendakari en el que menciona la legítima defensa de Israel pero obvia los otros 41 segundos en los que el mismo Urkullu habla de la necesidad de que esa defensa sea ejercida sin vulnerar los derechos humanos, está utilizando el dolor para sus mierdas. Está utilizando la muerte allí (más de 4.000 personas) para sus votos aquí. Está usando con sorna el sufrimiento. Que lo redifunda un profesor de Derecho Constitucional en la UPV/EHU tiene que abrir un debate: ¿debe actuar la institución? ¿Puede utilizar el docente el anclaje institucional para legitimar sus fobias? Hizo bien Gorka Mostajo en denunciarlo.

Legitimando discursos

Hemos hablado de cómo Sonsoles Ónega ha ganado un premio Planeta al que la propia editorial ha restado valor. Como sugería Víctor Lenore, en una época en la que los escritores no salen por le televisión, quienes salen por la televisión ganan los premios literarios. Sin embargo, el finalista no aparece en la pantalla, es historiador y ha accedido al reconocimiento con su segunda novela. Además, Alfonso Goizueta ha escrito dos ensayos y ha publicado en su blog ideas neoliberales y su apoyo a las políticas de Isabel Díaz Ayuso. Así, y por otros medios, como vemos en Euskadi, se legitiman discursos nocivos que debemos atajar.

«La complicidad»

Me parece bien, sin matices, que la izquierda abertzale siga avanzando para integrarse plenamente en la democracia: “Lo quieran o no, la foto con Sánchez abre otra fase política, la de la complicidad”, dice Arnaldo Otegi y recogen en El Independiente. Lo que no dice es por qué él mismo y quienes le rodean han despreciado hasta ahora esa “complicidad” con los gobiernos españoles. Casi nadie airea sus debilidades por iniciativa propia, pero prensa y ciudadanía debemos presionar y exigir una explicación de por qué la izquierda abertzale ha perdido tanto tiempo, nos lo ha hecho perder y cuáles son los motivos de su rectificación.

La coherencia

Arnaldo Otegi sabe que no tiene que dar ni media explicación (aunque es evidente que podemos y debemos exigírselas) porque la sociedad vasca premia largamente en las urnas cada paso que la izquierda abertzale da alejándose de la violencia. Hubo un tiempo en el que la coherencia también era un valor que premiaban las y los votantes, no solo en Euskadi, también en España. Pero ese tiempo ya pasó: “El PP celebra que Donald Tusk forme gobierno en Polonia sin haber ganado las elecciones, pero critica que Sánchez lo haga en España”, titulan en Infobae. Para colmo del descalabro, Tusk va a arrebatar el gobierno al Vox polaco.

Hablemos de ello

José Andrés se lía, es evidente, en su largo tuit de respuesta a Ione Belarra. Pero está claro que lo que quiere denunciar es la falta de coherencia de la ministra. La de Podemos hace bien en pedir, como personaje público que es, que cesen los ataques israelíes sobre la población civil. Pero el chef le reclama que vaya más allá, que también condene a Hamás, y que alce la voz con la misma firmeza contra la agresión rusa sobre Ucrania. No olvidemos que el cocinero asturiano ha actuado con su ONG humanitaria en el país que ha decidido invadir el Kremlin, y ha visto sobre el terreno sus consecuencias. La templanza solo va bien frente a los fogones.

Fallos en los protocolos

El fallecimiento de Álvaro Prieto ha abierto varios debates. Empiezo por el que podía haber salvado su vida: con la excusa del ahorro de recursos y de la comodidad en la compra, los tickets en papel han desaparecido. Muy bien. Pero eso implica que la responsabilidad ante las incidencias tendrá que ser compartida por usuarias, usuarios y compañías: si el joven hubiera sabido que podía cargar su teléfono en el tren que le correspondía, tal vez nos habríamos ahorrado una tragedia. Sin embargo, la tendencia en las estaciones es quitar los enchufes e incluso cobrar por cargar el móvil cuando te empujan a mostrar el billete en una pantalla.

No, los periodistas no hicieron nada mal

Los periodistas que mostraron, según lo veían, el cuerpo que podía ser del joven Álvaro Prieto no hicieron nada mal. El tiempo de reacción es perfectamente explicable y el medio, RTVE, ha eliminado las imágenes de su web. Quienes las difunden, incluso para acusar a quienes las grabaron de malos periodistas y malas personas, mueven un archivo que no puede sacarse del programa original. Mr. Insustancial explica en X muy bien lo que yo quiero decir: “El compromiso de un periodista es con la información. Cuanto antes se entienda esto menos falsos debates, menos maniqueísmo y, por supuesto, menos fariseísmo”.

La doble, o triple, vara de medir

La deriva profesional, política y discursiva de Joseba Permach es para admirarla. El hombre que, a cara de perro, se mostraba templado ante los asesinatos de ETA en la época en la que la banda más castigaba a las sociedades vasca y española, hoy es un tuitero de esos que busca el aplauso de su público en forma de retuits. Todo le vale, hasta autoenmendarse: el maestro del doble lenguaje, de las varas de medir a discreción, se escandaliza porque en la BBC (él lee prensa internacional, como buen cuñado enterado) habla de habitantes de Gaza fallecidos y de Israel, asesinados y asesinadas. Qué sagaz, qué observador, qué carrerón el del bad boy.

Nada peor que un exfutbolista

Una de las cosas malas de hacerse mayor es que los futbolistas de tu edad, esos a los que controlas bien porque has seguido sus carreras cuando mayor es tu fervor por tu equipo, también se han hecho mayores, y descubres que aquel al que admiraste o, simplemente, viste jugar con cierta elegancia, es hoy un mamarracho que dice chorradas o hace cosas peores. La respuesta de Dudu Aouate, aquel portero israelí que jugó en la liga (“eres un hijo de puta”) al tuit en el que Benzema se solidarizaba con las víctimas de Gaza (solo de Gaza, es cierto, ¿y qué?) retrata a uno y a otro, y resulta tristemente gráfico.

Ahora, sí

Bienvenida la revelación del PSOE, bienvenida la necesidad de los votos de Junts (porque los de ERC los necesitaba también en la anterior legislatura y las y los republicanos no hablaron de la amnistía), bienvenida la gira de Zapatero por los medios, de nuevo, cuando Sánchez prefiere que otros den la cara por él, bienvenidos los discursos, los argumentarios, los titulares y las noticias como esta de Público: “Zapatero defiende la amnistía para los encausados del ‘procés’: ‘Cabe en todos los ordenamientos democráticos’”. Bienvenido todo lo que ha doblegado una voluntad, la del PSOE, que nadie la olvide, que no era la de amnistiar.

¿Qué quiso decir?

“Feijóo acusa a Sánchez y al independentismo de llevar a España a ‘un horizonte similar al de los Balcanes’” (El Nacional). ¿Qué quiso decir Alberto Núñez Feijóo con su comparación? ¿Conoce lo que pasó en los Balcanes? ¿Conoce a las sociedades vasca y catalana? ¿O habla de oídas, le suena y le parece que puede quedar bien en un discurso? La irresponsabilidad que exhibe el presidente del PP es una buena señal: va a tumba abierta porque ni él cree ya que vaya a haber una repetición electoral, lo que es una gran noticia para todas y todos. Pero la hemeroteca, ¡ay, la hemeroteca!, seguirá ahí para Núñez Feijóo.

¿Qué queremos leer?

Hace tiempo que un Premio Planeta es un libro ligero que regalas con ligereza a alguien que sabes que lee cosas ligeritas, de piscina, de autobús, como mucho. Por eso hace tiempo también que paso del evento (lejos queda la época en la que conocía algunos autores, libros y años), e iba a hacerlo este año también hasta que me he topado con la pieza de Víctor Lenore, que recoge cómo en El Mundo y El País son forzadamente asépticos cuando no críticos en sus crónicas (ese noble género), explica que ya no hay escritores y escritoras en los platós, sino todo lo contrario, y sentencia: “El ganador es siempre el mismo: el grupo Planeta”.