Sabemos qué hicieron: aceptar la invitación para acudir a la final de la Champions League en Milán. Sabemos quiénes lo hicieron: los que recibieron esa invitación, esto es, representantes de PSOE, PP y Ciudadanos en ayuntamiento y la asamblea de Madrid (los de Podemos dicen que si las hubieran recibido las habrían declinado, pero eso hay que verlo). Lo que no sabemos es por qué. Por qué en un momento de indignación generalizada semejante aceptan regalos tan caros y, sobre todo, exclusivos.
El detalle es aún peor
La noticia de los políticos invitados y que aceptaron pasárselo pipa gratis la hemos leído en Infolibre. En ese mismo medio nos ponen sobre otra pista que encontramos en Público. Si lo “general” es indignante, el detalle es para soltar algún improperio: entre los que se apuntaron al viaje gratis estaba el ministro de Justicia, invitado, para ser exacto, por Enrique Cerezo, presidente del Atlético e investigado por el caso del ático del expresidente de la comunidad, Ignacio González.
El imputado del día en el PP es…
El presidente de una de las regiones más importantes para el PP, Murcia. A lo largo del día de ayer supimos que la Guardia Civil le atribuye un fraude en la adjudicación de contratos públicos por el que pagaría a empresas de la trama Púnica para lavar su imagen en las redes sociales digitales. Pedro Antonio Sánchez desviaría así fondos públicos a Alejandro de Pedro, considerado como uno de los conseguidores. Y con todo, Rajoy ganará las elecciones.
Siempre es un buen momento para recordar los recortes
Begoña Beristain hace lo que deberían de hacer los políticos: vivir en primera persona lo que supone un avance en ciencia para imaginar lo que supondría su ausencia. Según relata en su blog, un amigo suyo ha recuperado movilidad gracias a un experimento médico. Esa enhorabuena no podrán sentirla quien sí se haya visto afectado por el 26% de recorte en ciencia que hizo el PP sobre el 12% que ya realizó Zapatero, como recuerda la propia Beristain.
En Venezuela hay de todo. También desigualdad
No seré yo quien defienda a un sinvergüenza incapaz como Nicolás Maduro, impuesto por un golpista militar y homófobo como Hugo Chávez. Pero tampoco entiendo el afán de ciertos sectores españoles por exagerar la miseria venezolana (que existe, seguro). Por medio del blog La Tabla conocemos a Agustín Otxotorena, un vasco en Caracás que rebate a la prensa española y muestra en su Facebook cómo los supermercados están abastecidos. Eso sí, los que son para la clase alta. Con lo que denuncia también la evidente desigualdad.