Que quede claro

“Netanyahu es la peor persona sobre la tierra”. No lo digo yo, lo dijo Juan Luis Cano (y lo recoge El Plural), el periodista y cómico que fundó aquel dúo maravilloso llamado Gomaespuma. Yo copio su frase, la pego y la valoro. Creo que Cano tiene razón porque Netanyahu se atreve a hacer en Gaza lo que ni Putin se atreve a hacer en Ucrania, ni Trump en su propio país con las personas migrantes. El genocidio en Gaza (así lo llamó Amnistía Internacional, yo lo copio, lo pego y lo valoro) tiene que ser denunciado cada día, y el juicio a sus responsables, reclamando sin descanso. Ni siquiera sin descanso vacacional.

No solo es Cerdán

Siempre hay que ser exigente con quien gobierna, especialmente cuando no te lo crees, cuando tienes la sensación de que te está engañando y, sobre todo, después de que sepamos que a su alrededor hay casos de corrupción. Pero no solo es una exigencia ética. Es una exigencia política: en julio conocimos los datos del desempleo de Europa en mayo. La media es de 5,9 puntos. El país que menos tiene es Malta (un 2,9). España es el que más, con el 10,8. Es eso lo importante, no Cerdán, ni Koldo, ni Ábalos, ni si lo de Begoña fue legal o ético. Por cierto, en la CAV, la tasa de paro fue del 7,7%, y se sitúa entre Francia y la de Estonia.

Un motivo para no comprar en Amazon

Avanzamos hacia el tipo de seres humanos que vimos en Wall-E, acomodados y engañados. Hoy preferimos que nos traigan las cosas a casa después de comparar opiniones on-line, en vez de bajar a la calle, dar una vuelta por el barrio y preguntar a tres tenderos. Lo cierto es que no comprar en Amazon genera empleo. Es así de sencillo: son más las personas que trabajarían en comercios que las que pueden trabajar de almaceneros y repartidores, y con mejores condiciones. Su fundador lo tiene claro: “Jeff Bezos, extremadamente duro con sus trabajadores: ‘Quiero que todos se levanten aterrorizados’” (Andro4all). Queda claro, ¿no?

Además, es el responsable de esto

El modelo de negocio de Amazon es altamente contaminante (e innecesario). Evidentemente, es más eficiente una furgoneta deje una caja de libros en una librería a la que podamos ir caminando, a que esa furgoneta vaya repartiéndolos por todas las casas, puerta a puerta. No hablo ya de los recursos que consume y abrasa Bezos con su proyecto espacial. El resultado de la suma de una cosa y de la otra es este: “Junio de 2025 fue el mes más anómalamente cálido en España desde que hay registros” (AEMET). Urge un cambio mental, social y ético que repudien globalmente modelos de negocio como los de Bezos. Demos el primer paso.

Me apunto

He guardado durante varios días la columna de Leila Guerriero en InfoLibre: “Planes sin plan”, porque me parece muy interesante. “Hacer ‘planes para el verano’ es arrojar sobre la delicada piel de una estación que vibra excitada de levedad y ligereza el ácido agresivo de un proyecto sujeto al éxito o el fracaso”. Estoy de acuerdo con que “esa planificación excesiva me parece, por un lado, hija de un optimismo desmesurado –todo plan puede desbaratarse en un segundo– y, por otro, pariente de un ansia de control”. Los planes “se llevan a las patadas con el deseo”, y llama a volver, conscientemente, al “verano de la infancia”. Me apunto.

«Israel mata»

Intento ser preciso, hablar siempre, del gobierno y el ejército israelíes como los responsables del genocidio (no lo digo yo, peligroso columnista, lo dice Amnistía Internacional) en Gaza, y ser consciente de que hay muchos seres humanos que en Israel se manifiestan en contra de esta guerra. Pero también intento que ese genocidio no pase desapercibido para mí ni para nadie aunque resulte recurrente: “Israel mata a 22 gazatíes, entre ellos, 10 niños que aguardaban el reparto de alimentos”. Ya sé que “Israel” no mata, ya lo he escrito. Pero también sé que hay personas que mueren en Gaza cada día y eso es intolerable.

Las tradiciones veraniegas de algunos

Es en mi país, dicen que para mi liberación y Bildu en el Congreso condiciona sus votaciones a lo que pase con los presos de ETA, por lo que, sí, el tema me incumbe: “Piraguas y bengalas en el mar para pedir la vuelta a casa de los presos de ETA”, (El Independiente). “Nuevos actos ensalzando públicamente la trayectoria de los presos de ETA. Una actitud indigna e inaceptable. Es pura legitimación del terrorismo” (Fundación Fernando Buesa). “La izquierda abertzale hicieron ayer dentro del recinto de un colegio público en Ansoáin un brindis en homenaje y a favor de la excarcelación de los etarras en prisión” (COVITE).

Seguimos con los fachas

La inteligencia artificial que ha creado la empresa de quien hizo dos veces el saludo nazi cuando tuvo un cargo en el gobierno estadounidense ensalza a Hitler. Qué sorpresa, ¿no? Lo sorprendente es que X (porque me refiero a esa red social, a su IA, Grok, y a Elon Musk, por supuesto) siga en pie, que sigamos entrando, haciendo cosas ahí, en ese nido de víboras nazis. Ahora “la CEO de X dimite en medio del escándalo por los mensajes antisemitas de la IA de Musk” (La Vanguardia). ¿Y qué? Linda Yaccarino “se despide con un mensaje positivo”, como buena colaboracionista. Yo lo tengo claro: ni X, ni Tesla, ni Starlink, ni otras mierdas nazis.

Cerramos todos y arreglado

Visto que “el 40% de los pisos que Consumo pidió retirar a Booking vuelven al mercado” (InfoLibre), es evidente que necesitamos tomar medidas de más calado: propongo cerrar todos los pisos que se ofrecen a turistas por días y ver qué pasa. Igual la oferta inmobiliaria para las y los habitantes de las ciudades mejora. Vaya usted a saber. Pero ya que eso parece complicadete (no entiendo por qué, la verdad), apuesto por deslegitimar socialmente a quien especula: quien compra un piso para ofrecerlo en Airbnb o Booking tiene que sentir vergüenza. Y quien se queja en su ciudad pero lo alquila fuera, también.

Toros y fútbol

La tele pública del gobierno más progre y chachi de la historia de España lo tiene claro: toros y fútbol. Será por Ábalos, por Cerdán, por la mujer y el hermano del presidente, por Koldo, porque Núñez Feijóo se ha vuelto un macarra o porque Sánchez no tiene tiempo para confrontar con Trump o Abascal, pero ahí los tenemos: a las y los antitaurinos llenando la web con “astados” (como dicen quienes van de que saben) que morirán por la tarde, y a las y los que se quejaban del balón, celebrando los goles de La Roja y preocupados por la fragilidad defensiva de sus jugadoras. Del “pan y circo” al “circo y circo”, y subiendo. O bajando.

Antifascistas de postal y escaparate

Un antifascista lo es en todo momento y en todo lugar o no lo es. Y no es un antifascista quien ha pegado una pegatina para denunciar a supuestos financiadores del sionismo en la placa que recuerda a Alfredo Aguirre, asesinado por ETA en Iruñea en 1985 cuando tenía 13 años. Así lo recuerda COVITE en sus redes sociales. ¿A quién ayuda esta acción? ¿Al pueblo palestino que está siendo masacrado a diario? ¿Ayuda al máquina, al antifa, al guay, al progre, al valiente, al antisistema que ha pegado esa pegatina sobre la placa que recuerda a una víctima de ETA de trece años? ¿O ayuda a quien quiere que en Euskadi perdamos la memoria?

Le trata así porque cree que es tonto

Precisamente el responsable de esa masacre al pueblo palestino, quien la ordena y la coordina, Benjamín Netanyahu, ha vuelto a ser noticia estos días por dejar claro que cree que Donald Trump es tonto. No puede ser de otra manera: no puedes plantarte delante de él y decirle que debería de recibir el premio Nobel de la Paz si no piensas que es idiota. Yo no sé si lo es, pero de lo que estoy seguro es que Trump pertenece a un tipo indeseable de político y persona: el que es fuerte con los débiles y débil con los fuertes. Cómo se arruga ante Netanyahu o Putin, y cómo se deja tratar por ellos salta a la vista.

¿Por qué?

Netanyahu, que es una mala persona (¿alguien tiene alguna duda de eso a estas alturas?), propone a Trump como premio Nobel de la Paz al mismo tiempo que le sugiere “un campo de concentración para 600.000 gazatíes en Rafah” (Diario Socialista). También “busca acuerdos con terceros países para la expulsión de palestinos de Gaza”. Si alguien todavía tiene reparos en utilizar la palabra “genocidio” a estas alturas, como lo calificó Amnistía Internacional hace meses ya, yo creo que podría ir abandonándolos. Lo que estamos viendo es una salvajada injustificable y quien la apoye será un colaboracionista de libro.

Otro demócrata

“Aparece muerto el ministro de Transportes de Putin, Roman Starovoit, tras ser destituido” (El Independiente), pero, ojo, que Rusia es una democracia ejemplar y Europa una dictadura otanista. Claro que sí. Estamos rodeados de tontos que apoyan a malos: tontos que ríen las gracias a antifascistas de boquilla que atentan contra la memoria en Euskadi, tontos que ponen pegatinas, tontos que aplauden a Trump, tontos que justifican a Netanyahu y tontos que señalan a Europa (desde Europa) mientras justifican a Putin. Por cierto, Roman Starovoit se habría suicidado, “según los investigadores”. ¿Qué tipo de país es Rusia?

Los imitadores

Vaya repasito a fascistillas que llevo: el de Iruñea que va de antifa, Trump, Netanyahu, Putin… Por supuesto, no podían faltar quienes imitan a todos los citados: “Vox propone deportar millones de inmigrantes y sus hijos por el derecho del ‘pueblo español’ a sobrevivir” (El Nacional). Trumpismo para gilipollas. Lo gracioso es que esto lo haya comunicado una descendiente de emigrantes: Rocío de Meer. ¿Coherencia? ¿Vergüenza? No podemos pedir esas cosas a la extrema derecha. Tampoco la más básica de las humanidades o que digan la verdad. E incluso así alguien votará a Vox y Núñez Feijóo negociará su investidura con ellos.

Saben que no es verdad

Osakidetza es una de las sanidades públicas de Europa que menos dinero destinan a sus conciertos con centros privados. Esta es la realidad. Y este, el argumento de LAB en su propia página web: “El gobierno no garantiza que el sistema sanitario se ofrecerá con recursos públicos y propios, y mantiene la dependencia respecto al sector privado”. Yo soy de Portugalete, toda la vida hemos ido a San Juan de Dios. ¿Qué pretenden? ¿Que dejemos de hacerlo y vayamos a Cruces a colapsarlo (para seguir quejándose)? ¿Construir otro hospital en Portugalete? ¿En serio? Si saben que lo que afirman no es verdad, ¿por qué lo hacen?

Cada día

“Israel mata a al menos 40 palestinos en Gaza, incluidas decenas que buscaban ayuda alimentaria”. Leo esto en France 24 y me quedo inmóvil delante del ordenador, como cada día, sin saber qué hacer salvo indignarme, salvo sorprenderme, también hoy, como ayer y, por desgracia, como mañana, por cómo esto puede suceder cada día sin que nadie haga nada, aparentemente. Mientras miramos a Irán o a La Haya, el gobierno y el ejército israelíes siguen asesinando a personas que lo han perdido todo y buscan comida para sus familias, muchas de ellas mutiladas. Este horror no puede resultarnos ajeno de ninguna manera.

En todo momento y en todo lugar

“Rusia gana terreno a la sombra del conflicto en Oriente Medio y recrudece sus ataques contra Ucrania”. Leo esto en El Debate y pienso que cuando Rusia gana terreno no lo hace marchando en un Lada, sino en tanques, con soldados armados y después de que los drones hayan explotado sobre objetivos militares y civiles, como vemos cada día. 42 personas fallecidas y más de 400 heridas en lo que llevamos de semana, según el digital, mientras miramos, otra vez, a Irán o a La Haya. Vivimos tiempos terribles pero no podemos resignarnos, al contrario: debemos ser exigentes con quien puede hacer algo para que lo haga.

¿Putin será el siguiente?

Esta semana Pedro Sánchez se ha enfrentado a Donald Trump y a Benjamín Netanyahu. ¿Alguien tenía que hacerlo y ha sido él? Sí. ¿Lo habría hecho si no estuviese en la situación política que sufre en España? Tengo mis dudas. Sánchez ha decidido fulminar la política exterior española. Tierra quemada. Como la de Israel en Gaza, sí. Como la de EE.UU. en el cerebro de los idiotas, también. Pero una huida hacia delante no es necesariamente valiente igual que lo que está haciendo Sánchez no es valiente, sino una huida hacia delante. ¿Será Putin el siguiente o evitará pisar pies izquierdos de pensamientos antiguos?

Seguramente, fue un sábado

Tal día como hoy, un sábado (creo) de junio de hace veinte años, Deia publicó por primera vez un artículo de opinión que firmaba un tal Iker Merodio. Entonces, hacía mi tesis sobre comunicación de conflicto, tuve el atrevimiento de escribir un mail al periódico que aita traía a casa y en Deia tuvieron la valentía de hacerme un hueco. Después me volví recurrente (o insistente), empezaron a pedirme colaboraciones y, finalmente, llegó esta columna (que lleva quince años saliendo a diario). Así que solo puedo dar las gracias a jefes, jefas, lectores y lectoras que siguen creyendo que puede que mañana tenga algo interesante que decir.

No puede darnos igual

No porque suceda todos los días, no porque estemos preocupados por la reacción de Rusia ante el ataque israelí sobre Irán, puede darnos igual esto: “Al menos 59 muertos y más de 200 heridos en Gaza tras disparos israelíes durante un reparto de alimentos” (Diario Socialista). Los “centros de distribución de ayuda bajo control militar israelí” son trampas mortales. Y no lo son porque a veces sucede que dar armas a idiotas aterrados o a sanguinarios puede acabar con muertos. Lo son porque forma parte de una estrategia, por eso vemos noticias como esta a diario. ¿Qué tiene en el alma el que decide disparar a quien viene a por comida o medicinas?

Los traspasos no son concesiones

Comparado con la supervivencia, el mal periodismo parece poco relevante, lo sé, pero es lo que toca: “Ayer el Consejo de Ministros hizo una primera concesión al PNV, con la aprobación de un real decreto por el que el Gobierno traspasa al País Vasco diversos trámites vinculados a la concesión de permisos de trabajo para los extranjeros que trabajan en Guipúzcoa, Vizcaya y Álava” (sic). Lo publican en El Debate, donde insisten en la recurrente falacia española: “Sánchez empieza a pagar el precio de su supervivencia con otra concesión al PNV”. Un traspaso no es un regalo o una concesión, es cumplir la ley.

No es ningún mérito

Entiendo que en el PP intenten vendernos la moto: si PNV y Junts no se acercan a ellos es porque no ceden en sus principios, dicen. Eso no es cierto, digo. Lo que en el PP no sueltan es la mano de Vox y eso les impide estrechar las de otros partidos. El PP se aísla con la extrema derecha por voluntad propia, porque le parece que resulta cómodo, porque Feijóo cree que podrá beneficiarse de Abascal más que lo que Abascal podrá beneficiarse de Feijóo, y sobre todo porque mientras Vox ocupe el extremo, no deja el hueco disponible a Isabel Díaz Ayuso, a la que temen más los propios (del PP) que los extraños.

Estoy de acuerdo, pero vamos hasta el final

Estoy de acuerdo con todas estas protestas: “Miles de personas protestan en 15 ciudades europeas para exigir menos turistas: ‘Los cruceros son basureros’” (El Diario). Con todas. Cada año llevo peor el período vacacional, pero no por el calor ni porque todas las ciudades se parezcan tanto entre sí que casi da igual si estás en Toulouse o en Oporto. Lo llevo mal por la parte ética y moral, porque me siento cada vez peor como turista, porque me siento, de hecho, como un invasor que provoca que haya restaurantes italianos en todas las esquinas. Me sobro yo como turista mucho más que quienes vienen a visitarnos.

Con nuestro dinero

Somos hipócritas. Si todas y todos fuéramos coherentes y dejásemos de hacer turismo de mierda, si no entrásemos en todos esos sitios franquiciados, si no comprásemos gominolas vendidas en barriles de poliespán, si no alquilásemos pisos turísticos por noches en otras ciudades mientras nos quejamos de que ofrezca pisos en las nuestras, Airbnb no tendría dinero para hacer esto: “Repite con FIFA la jugada de París 2024 y entra como socio de alojamientos de los Mundiales” (2 Playbook). Si tiene tanta tela como para patrocinar los mundiales es porque se la hemos ingresado todas y todos. Dejemos de hacerlo de una vez.