Terrorismo es…

Vivimos tiempos extraordinarios, con una invasión y un genocidio televisados, con Trump hablando como si fuera gilipollas (o como si fuéramos quienes lo oímos) y con Arkaitz Rodríguez diciendo qué es terrorismo. Según él, “terrorismo es Manuel Fraga Iribarne asesinando obreros en Gasteiz”. No lo negaré. Pero no podemos permitir que nos dé lecciones sobre paz, sobre convivencia o sobre superación del conflicto, quien lidera la ejecutiva nacional de Sortu en la que toman decisiones David Pla, Oihana San Vicente, Kizkitza Gil de San Vicente, Haimar Altuna o Elena Beloki, condenadas y condenados por terrorismo.

Lo que tenemos que aguantar

La posverdad es la colección de mentiras que necesitas para armar tu relato. Es posverdad lo que dice Arkaitz Rodríguez y es posverdad lo que hace el PP. Lo que necesite Díez Ayuso: mentira, posverdad, pérdida de memoria… Las nuevas generaciones de Madrid respondían al vídeo en el que EAJ-PNV dejaba claro que la presidenta de la comunidad de Madrid manipuló las palabras del lehendakari Pradales, sugiriendo que en el partido jeltzale no hicieron frente a ETA: “El PNV convocó la manifestación en contra de ETA más multitudinaria de la historia”, recordaba Álvaro Herrero en la misma red social. Por cierto, también convocó la primera.

El resultado

Soy suscriptor de dos medios: el Presst de Deia y la edición digital de El Mundo. Creo en el periodismo y en pagar a las y los profesionales, y que pague no significa que pueda exigir que todos los contenidos me gusten. Lo sé. De hecho, hay cosas que puedo leer (porque pago) que me permiten hacerme una idea de cómo están las cosas en la otra trinchera: “Isabel Díaz Ayuso con escotazo y transparencias, y Scarlett Johansson y su cremallera trasera, duelo sexy en los mejores looks del día” (Yo Dona, de El Mundo). Un titular estupendo para entender cómo se siente y cómo piensa la lideresa del PP en su micromundo.

El plan de Trump en dos titulares

La presentación que hizo Donald Trump de su plan de paz para Gaza fue ridícula. Después de un aplastamiento que ha terminado con 65.000 vidas, oír su retórica engolada, su egocentrismo y sus chistes, resultaba doloroso. Su plan queda retratado en dos titulares en El Independiente: “Trump lanza un ultimátum a Hamás con una paz diseñada sin los palestinos: ‘Si la rechazan, Israel tiene mi apoyo para destruirlos’”, primero. Y después: “Netanyahu desafía a Trump y dice que no aceptará un Estado palestino pese a estar incluido en el acuerdo”. Esto es todo y hasta quienes no sabemos nada lo veíamos venir.

Todo vale

Donald Trump hace muy bien dos cosas: elegir a sus enemigos y aprovechar los momentos de máxima atención para colocar sus mierdas. Gobernar, no tanto: “Un fin de semana marcado por la violencia armada volvió a teñir de sangre a Estados Unidos. El ataque más grave se produjo el domingo por la mañana en una iglesia mormona de Michigan, pero no fue el único: entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, también se registraron tiroteos masivos en un bar costero de Carolina del Norte, en un casino de Texas y en la turística Bourbon Street de Nueva Orleans” (Página 12). En total: más de diez personas fallecidas.

La «dinincia»

No, no voy a reírme de Joseba Permach porque se le haya escapado el dedo y en su tuit haya escrito “dinincia” en vez de “denuncia”. Pero tampoco es bonito que él se ría de los demás: “¿Pero estos se piensan que la gente es tonta?”, se preguntan ante la alerta del gobierno vasco por cómo un partido (el de Permach) intenta politizar el sufrimiento de 65.000 asesinatos en Gaza. ¿De verdad Joseba se piensa que somos tontas y tontos, que no nos acordamos de cómo él defendía el fascismo de ETA en la peor época de la banda, que no nos damos cuenta de que intenta tapar lo que hizo con lo que está haciendo ahora Netanyahu?

Todo es propaganda

En una guerra la propaganda es clave, todo el mundo lo sabe, también Israel, que sigue hablando de “guerra” en Gaza (como el PP, como Vox, como Trump) y, por eso, se lanza a hacer propaganda: “Israel paga una campaña millonaria de anuncios en Google para negar la hambruna en Gaza”, denuncian en RTVE. Más de 40 millones de euros solo en Google con muy poquito efecto, porque la masacre y el genocidio que estamos viendo son inmunes a la propaganda históricamente. Tampoco funciona su “estrategia de relaciones públicas que sobrepasa el campo de batalla” con nombre propio: “Hasbará” (que significa “diplomacia”).

Menos postureo

Unos (Joseba Permach y su partido) instrumentalizan el inmenso sufrimiento que infringe sin piedad el gobierno y el ejército israelíes, y otros (Pedro Sánchez y su partido) convierten la solidaridad en una oportunidad política. El enfrentamiento abierto de Moncloa y todo lo que controla contra Netanyahu está funcionando muy bien, pero la realidad es que esta vuelta ciclista a España tan polémica ha sido emitida en RTVE y financiada largamente por Correos, Loterías y Apuestas del Estado, Paradores Nacionales o el principado de Asturias, entre otras instituciones que cita Público, con la participación del Israel-Premier Tech confirmada.

La gravedad

Es muy fácil decir que las y los políticos ganan demasiado dinero, pero es algo que tiene que suceder para que no solo accedan a la política las y los ricachones, como en el PP, y para que ningún político sea presa fácil de un lobby o un comisionista al acecho de un apuro. Si se confirma todo lo que explican en The Objective, Santos Cerdán nos lo ha puesto más difícil a quienes defendemos un sistema democrático con todas sus consecuencias, y se lo ha puesto más fácil a los populistas: lo que cobraba, lo que quería cobrar, el paso a instituciones para sostener un alto nivel de vida y, finalmente, una empresa que paga un alquiler para ricos.

Versión gallega

Por otro lado sabemos que “Feijóo contrató a dedo trece veces al despacho de Montoro cuando era presidente de la Xunta” (Galicia Press). Trece contratos menores, de 13.000 € de media cada uno (lo que permitía a la Xunta pagar las facturas sin abrir un concurso público previamente) de 2009 a 2012 para Equipo Económico, que está “ahora bajo la lupa de las autoridades” por esos correos que enviaba el ministro. La Xunta se defiende: Rajoy todavía no gobernaba cuando realizaron los pagos. ¿Por qué lo señalan? ¿Qué hizo Montoro en aquel gobierno para que el PP gallego deje tan claro el umbral?

16 de septiembre

El 16 de septiembre de 2025 puede ser una fecha histórica, la de una vergüenza histórica dentro de un genocidio, también, histórico, la fecha de “el inicio de la ofensiva terrestre sobre Ciudad de Gaza”, según Ara, “tras una intensa noche de bombardeos”. Cómo no. No me gusta la palabra “barbarie” porque me resulta un eufemismo insoportable: hablamos de un aplastamiento, de una atrocidad, de unos asesinatos y una ocupación absolutamente injustificables e indefendibles. Hablamos de un genocidio antes de que lo dicte un juez porque lo estamos viendo todos a tiempo real. Y no, no vale con que a Netanyahu le juzgue la historia.

Israel debe ser aislado

“Lo que está haciendo el gobierno de Netanyahu es una de las páginas más oscuras de las páginas de la humanidad”. Se lo dijo Josep Borrell a Carlos Alsina ayer, el día en el que el ejército israelí comenzó la ocupación de Gaza. “La barbaridad que está haciendo Israel en Gaza rebasa, con mucho, lo que está haciendo Rusia en Ucrania”, añadió. Por lo que Israel “debería ser aislado internacionalmente por todos los medios posibles y no debería participar en eventos, como se ha hecho con Rusia”. Algo evidente. “He estado en la frontera y he visto centenares de camiones esperando entrar. Hay una hambruna organizada”, aseguró.

Pues muy bien

¿Es Pedro Sánchez un oportunista? Sí, claro. Siempre lo ha sido. ¿Acierta enfrentándose a Israel? Por supuesto. Ahora, “RTVE propone la retirada de España de Eurovisión 2026 si la UER no expulsa a Israel” (El Televisero). ¿Sirve para algo? Por desgracia, sí, cualquier movimiento institucional es más dañino para el gobierno israelí que una protesta civil, aunque no es menos cierto que es la sociedad la que empuja al gobierno (de la manipulación que hizo Bildu de esa indignación ya volveremos a hablar). El aislamiento formal, práctico, económico y cultural de otros gobiernos a Israel será lo que doblegue a Netanyahu.

Doble rasero

A Pilar Araque le han bastado tres líneas para señalar en Público la vergüenza que deberían de sentir todos los que han participado en la organización de La Vuelta este año: “El doble rasero de la UCI: expulsó a un equipo ruso por violar la ‘tregua olímpica’ y mantiene al israelí para preservar la ‘neutralidad política’”. O lo que es lo mismo: las y los responsables podían hacer algo (porque pudieron hacerlo y lo hicieron) pero han preferido encogerse de hombros y poner caras compungidas delante de la prensa. No niego el mal trago pasado ni las presiones sufridas, pero hay momentos (pocos) en los que toca elegir entre ser valiente o cobarde.

No es fácil

Ojo, no es fácil. No es fácil saber que puedes hacer algo y que tu acción o inacción la llevarás en la mochila para siempre, no es fácil estar sometido a presión, no es fácil tomar algunas decisiones y aguantar lo que venga después, y no es fácil estar en el gobierno y aceptar algunas situaciones. Tampoco es fácil haberlo hecho y ser coherente después, pero, visto lo visto, a las y los de Podemos se les ha agotado la coherencia. Da igual que hablemos de colegios privados o del ejército israelí: “Podemos aprobó 180 licencias para la venta de armas a Israel cuando estaba en el Gobierno” (Vozpópuli). En concreto, “84,4 millones de euros”.

Un paso más

Pedro Sánchez habló ayer de la necesidad de dar “un paso más” para parar al gobierno de Israel. Estoy de acuerdo: su anuncio de “prohibición de la compra-venta de armamento” o “de importación de productos” (El Periódico), sin entrar a la letra pequeña, puede ser una buena noticia. Ojo, ¿interesa a Pedro Sánchez presentarse como un líder capaz de hacer frente a la potencia israelí? Sí, claro. De hecho, también intentó ser la punta de lanza europea contra Trump e hizo el ridículo. Pero el caso de Israel es otro: solo las medidas políticas concretas y contundentes pararán a Netanyahu allí y aquí a quien quiere ganar la calle con subterfugios.

87 asesinatos

Mientras confirmamos lo evidente: que solo los gobiernos podrán parar a Israel y tienen que ponerse a ello, otras ochentaisiete personas han sido asesinadas por el gobierno y el ejército que lideran Netanyahu y sus ultras. A esos, hay que sumar “al menos cinco personas, tres de ellas menores de edad, han muerto este sábado en la Franja por causas relacionadas con la desnutrición y el hambre”. Cada línea de la pieza de Público resulta aterradora porque hay más, por desgracia: “Treintaiún de los fallecidos se encontraban buscando comida en el momento de la ofensiva”. Si esto no es un genocidio, ¿qué lo es?

65.000 muertos para que Arkaitz ponga su tuit

Debe hervirnos la sangre ante esta atrocidad, debemos exigir a nuestros gobiernos, a todos, que hagan lo que puedan para detenerla, para que Netanyahu se sienta solo y aislado, y para llevarle después a una corte penal internacional. Pero tampoco debe ser menor nuestra indignación ante los intentos de instrumentalización del asesinato de 65.000 personas, ante el uso del dolor ajeno para lavar el fascismo propio pasado y presente, ante tuits lanzados para hacer batalla política local, como los de Arkaitz Rodríguez, con el sufrimiento acumulado de miles de personas machacadas por un ejército que toma decisiones dictadas por un ultra.

Y luego, ¿qué?

Soy partidario de hablar a las y los votantes como a personas adultas porque lo son, de contar la verdad, de mostrar las cuentas y las proyecciones, de explicar el gasto y la deuda, y de afrontar todas las consecuencias. Luego, la ciudadanía elegirá entre quien le mira de frente y le dice: “Podemos gastar hasta aquí”, y quien hace un baile como si estuviese en TikTok y le susurra: “Podemos gastar lo que queramos”. Pues así están en Francia: Bayrou quiere acotar el gasto público a lo que el Estado puede gastar, y la ultraderecha y la izquierda más irresponsable quiere reventarlo todo y que siga abierto el grifo del dinero. ¿Hasta cuándo?

Qué error

Nada justifica que a las personas responsables de las redes sociales de Alberto Núñez Feijóo les haya parecido buena idea publicar un vídeo en el que el presidente del PP sale a cantar en una fiesta privada por su sesentaicuatro cumpleaños “Mi limón, mi limonero”, y coloca un “me gusta la fruta”, en clara referencia a la excusa sinvergüenza que usó Díaz Ayuso para tapar un insulto injustificable a Pedro Sánchez que todas y todos pudimos leer en sus labios. La idea es tan mala como grande es el error. ¿Esa es la política a la que aspiran y que nos espera? Quien se pregunte por qué crece Vox, que piense en la torpeza de Núñez Feijóo.

El negocio

Los bulos no se fabrican solos: hay que fabricarlos. Por eso “PP y Vox reparten más de 135.000 euros a Vito Quiles, Javier Negre o Ndongo desde la Diputación de Ciudad Real”. Según El Plural, el dinero público llega a medios como “Estado de Alarma TV, OK Diario, El Debate, Periodista Digital, The Objective y Libertad Digital, todos ellos ajenos a la realidad informativa de Ciudad Real”. Además, “el pseudemedio de Javier Negre y Vito Quiles” (EDA TV) también ha recibido 9.000 € de la diputación de Toledo. Para completar la información, en cinco segundos en Google he encontrado que el gobierno de Madrid abonó a estos medios 900.000 € en 2024.

Feijóo descubre el fuego

Vi en directo, en el 24h, la rueda de prensa de Alberto Núñez Feijóo, por lo que asistí sin intermediarios a la desvergüenza del líder del PP. Al respecto, la columna de Luis Miguel Fuentes en El Independiente me ha parecido la más ajustada: “Feijóo empieza a funcionar como Sánchez, añadiendo palabras a las palabras, latiguillos a los latiguillos, siglas a las siglas” y se pregunta “si viene con intención de retomar la cordura o sólo de distraernos”. Critica el autor que “el PP no había pensado hasta ahora en la importancia de 50 medidas urgentes e imprescindibles”, repartiendo la responsabilidad.

Necesitamos a todas las personas

La de Israel Merino en Público también me ha parecido una columna muy sugerente: “Te necesitamos a ti, amigo católico, agricultor y de derechas, que lees el ABC, crees en la familia tradicional y te estremeces cuando cuentan en la Popular TV que los puntos de reparto de ayuda humanitaria en Gaza solo son ratoneras en las que atrapar a población civil” porque “vivimos en la edad de oro de los desaprensivos, los sedientos de sangre, los sociópatas, los fascistas”, encarnados en personas como Trump, Netanyahu o Bukele. “Esto va de parar al monstruo”. De izquierdas (como si fuera pura) y derechas, necesitamos a todas las personas.

Y Putin, claro

Trump, Netanyahu o Bukele son el monstruo, como lo Xi Jinping, el líder de la dictadura represiva que afecta a más personas en el mundo, y Vladímir Putin, por supuesto. Un Putin que tiene que estar encantado con las noticias que llegan de EE.UU., donde “J. D. Vance busca candidatos contra Zelensky para las próximas elecciones. Lo ha intentado con Zaluzhnyi, excomandante del ejército y ahora embajador en el Reino Unido. Es la persona más popular en Ucrania. A Zaluzhnyi no le gustó nada (y lo filtró a la prensa)”. Lo cuenta Alberto Sicilia en X, que ha cubierto desde primera línea la invasión rusa sobre Ucrania.

Qué sorpresa

Sí, soy de esos que se combinan llevar una tortilla o una ensalada de pasta en un tupper a la playa, con salir a comer un plato combinado o una paella a una terraza. Para mí, que soy hijo de aquellas familias que iban a las campas de “Castro” con filetes empanados, pimientos fritos, una ensalada que se prepara allí y un melón, no es nada novedoso. Los que se caen del guindo en nuestro propio país son otros: “En San Juan de Luz están descubriendo algo: los turistas se están yendo de ‘picnic’ a la playa ante los precios de los bares” (Xataka). En cualquier caso, el problema es multifactorial, pero parece un ajuste de la alegría que vivimos después de la covid.