Que nos traten como las personas adultas que somos

A la legislatura que arranca hoy y, especialmente, a sus protagonistas, en gobierno y en oposición, yo les pido, lo primero, que nos traten como las personas adultas que somos. Que no intenten engañarnos, que no nos enreden, que no sean trileras y trileros los de los atriles y los botones de votación. Que no haya más leyes como la de Vivienda española, electoralista, que solo sirvió para un buen resultado del PSOE y Bildu, y que no ha arreglado nada: “La Ley de Vivienda expulsará a los particulares del mercado del alquiler y solo quedarán los grandes fondos. Son los únicos que pueden aguantar la presión del Gobierno” (El Blog Salmón).

Coherencia, por favor

A las y los miembros del gobierno y a sus entornos les pido coherencia. Sé que en el caso de Andueza, que ejerce de líder de la pata española del gobierno y, como tal, de azote al PNV al mismo tiempo, no puedo pedírselo. Pero confío en que las y los demás no harán como Ione Belarra, que asegura que “no vamos a tener una democracia plena hasta que no seamos una República” (Diario Red), con lo que estoy de acuerdo, pero olvida que el partido de la que es coordinadora general estuvo en el gobierno de España y, como tal, participó en el sostenimiento de la Casa Real de múltiples maneras.

Y realismo

He pedido que el nuevo gobierno y el nuevo parlamento traten a la ciudadanía como mayor de edad que es, y que sean coherentes. No sé si he pedido mucho ya, pero voy con otro ruego: que sean realistas. Esto de Íñigo Errejón no lo es: “Vamos a reducir la jornada laboral sin reducción de salario. Con acuerdo social o sin él”. Y no lo es porque Errejón piensa que el empresario es un señor gordo con chistera que enciende puros con billetes de 100 dólares. Y eso, por lo menos en Euskadi, no es así. Tenemos que cuidar a quien genera empleos dignos y riqueza vía impuestos. El “pormishuevismo” es reprochable ejerza quien lo ejerza.

Que sean humanos

Al nuevo lehendakari, a las y los nuevos consejeros, a las y los representantes de la oposición, también les pido que sean humanos, que no se alejen de la ciudadanía que les ha otorgado su confianza, que no sean bestias, en definitiva, como el presidente del parlamento balear, Gabriel Le Senne, incapaz de mantenerse templado ante la imagen de represaliados por el golpe de estado franquista y el régimen posterior en las islas. Un ser inhumano, Le Senne, que es agresivo con su propia compañera en la mesa del Parlamento y que revictimiza a Aurora Picornell, fusilada por el fascismo y cuya imagen fue arrancada por este cafre.

Que sepan de dónde venimos

Ayer, sin ir más lejos, se cumplieron 87 años de la toma franquista de Bilbao: la resistencia de los gudaris en el cinturón de hierro permitió que muchas personas ganaran tiempo y salvaran su vida abandonando su ciudad. Debemos tener memoria, preservar ese recuerdo, saber, como Indiana Jones, que el enemigo es el nazi, el fascista. Y reconocerlo, por supuesto: mucho después de la toma de Bilbao surgieron los fascistas vascos, esos que según uno que ha hablado hoy en el Parlamento, no ejercieron un terrorismo atroz e imperdonable en nuestro país. Venimos de ahí y yo no lo olvido. Ya les gustaría a las y los fascistas que lo hiciese.

Él no cuenta personas fallecidas

Benjamin Netanyahu cuenta las causas pendientes con la justicia que tiene en su país. Cuenta en el parlamento israelí los votos de su partido y el de la extrema derecha con el que gobierna. Y cuenta los días que faltan para que Trump llegue a la presidencia de EE.UU. para atacar con mayor libertad aún. Lo que no cuenta es el dolor que está generando y que tiene que volverse en su contra sin piedad ni demora: “Catherine Russell, directora de UNICEF, declaró esta semana que de los 600.000 niños que hay en Rafah, al sur de Gaza, todos están heridos, enfermos o desnutridos”, según Diario Red, el digital de Pablo Iglesias.

“El secreto de España para crear más empleo”

En El Blog Salmón han desvelado “el secreto de España para crear más empleo que Alemania y Francia juntos”, que es este: “Es el que tiene más desempleo”. Recogen datos de Eurostat y concluyen que en la monarquía constitucional “los trabajos ofertados son cada vez más temporales y dependen estrictamente de la época del año”. Incluso en elementos netamente positivos como las exportaciones también recuerdan que “para crecer y ganar competitividad en el mercado exterior, recorta salarios y apuesta por empleos de peor calidad”. Y rematan: “España e Italia mantienen la mayor tasa de fuerza labor infrautilizada de la zona Euro”.

Mi… serable

Esperanza Aguirre ha publicado en The Objective una columna titulada “Milei” en la que con una mano zurra a Óscar Puente (que bastantes autorretratos se hace en X el pobre) y con la otra acaricia al presidente argentino al que define como “el arma más eficaz para acabar con la tiranía social-comunista que ya sufrimos”. Es evidente que Aguirre vive en una realidad paralela, de señora mayor en Madrid con mucho dinero, y que decide no tener en consideración para mal los anuncios, las formas y las políticas del neoliberal más radical que gobierna hoy un país. Claro que si por Aguirre fuese, España también sería así de neoliberal.

Dictaduras

Ni Milei es un dictador, ni lo es Esperanza Aguirre. Son neoliberales radicales y, como tal, personas despreciables. No es un dictador Juan Tallón cuando escribe y describe, estupendamente en El Periódico, cómo su hija de nueve años se lo ha llamado (“dictador”) porque “acababa de pedirle, de una sentada, que apagase la tele, hiciese los deberes, ordenase la habitación y, al acabar con eso, se metiese en la ducha”. Tallón me representa. Y también hago mía su reflexión: “Nos hemos acostumbrado a decir ‘dictadura’ con alegría”, menos a la que lo fue. “Si algo nos hastía, o nos amarga, o nos irrita, o nos contradice, es dictadura”.

Una IA para detectar la IA

Solo era cuestión de tiempo y ya ha sucedido: “OpenAI anuncia una herramienta capaz de detectar imágenes generadas por su IA” (Hipertextual). Es decir: OpenAI ha desarrollado una inteligencia artificial para detectar obras creadas por la inteligencia artificial. No me parece mal, la verdad, aunque sería mucho más útil el uso de tecnología blockchain como en los NFT o, qué se yo, marcas de agua claras para que no haya duda (así de sencillo, así de útil). Pero, ojo, que con este párrafo no quiero mostrarme en contra de generar o usar imágenes por medio de la IA. Pero sí a favor de, como con todo lo digital, regularla.

Se me acaban los calificativos

Se me acaban las palabras para describir de modo crudo y llamativo, para que no lo pasemos por alto, lo que está haciendo el gobierno ultraderechista de Israel sobre la población palestina: “‘Miles’ de camiones de alimentos quedan varados en Egipto tras el cierre de cruce de Rafah” (Infobae). Nada justifica la masacre, ni Hamás, con todo lo reprobable y grave que ha hecho, que es muchísimo, ni los juicios pendientes por corrupción de Netanyahu, ni la ideología sionista y ultra de su gobierno, ni la presión a Biden, nada justifica esta salvajada sobre población civil machacada sin piedad ni motivo.

Evidentemente

Estamos en pleno mayo, mes de las comuniones (aunque cada vez, menos) y de sus respectivos banquetes y regalos. En Pantallas Amigas también lo han tenido en cuenta y por eso han escrito un muy oportuno post: “Seis razones para no regalar un móvil en la primera comunión”. A saber: no es la edad adecuada (de hecho, sugieren que sea a partir de los 12 años), no es necesario, dificulta el desarrollo pleno, no parece que el móvil como regalo sea un buen punto de partida porque conlleva nuevas responsabilidades para la o el menor, y además añade un nuevo trabajo a los habituales de la crianza. A mí me han convencido.

La gran hipocresía

La de la energía es la gran hipocresía de nuestro tiempo: no queremos explorar el subsuelo ni poner placas o aerogeneradores en el entorno, pero sí queremos traer gas o lo que haga falta de donde sea. Otra hipocresía (porque superan con creces la contradicción): “La gente dice que le preocupa el cambio climático pero el turismo está batiendo todos los récords en España y el mundo” (El Blog Salmón). Viajamos por encima de nuestras posibilidades, no ya económicas, sino planetarias: el mundo que difícilmente nos sostiene con nuestro consumo diario va a llevarse ración y media de gasto de recursos solo para que veamos tres ciudades más.

Y que venga a mi ciudad

Es evidente que tiene menos impacto ecológico que se traslade un equipo a varias ciudades, que miles de personas lo hagan para ver a su ídolo. Pero ya no se trata de la típica furgoneta o autobús con la estrella y el camión con el escenario detrás: “La última gira mundial de Taylor Swift se ha cobrado una víctima y es la Tierra: 286.000 km en jet privado” (Xataka). “La exitosa gira The Eras Tour ha convertido en milmillonaria” a la cantante, por lo que sí debería de ser exigible una parte de sus beneficios ayuden a reparar su impacto. Taylor Swift es el ejemplo, pero también puede ser la palanca para proyectar una conciencia global necesaria.

Ya sé que no está de moda

Dejo para el final una cuestión que, para mí, debería de abrir esta columna. Pero es un tema que parece que nos importa cada vez a menos personas, que no está de moda, que mencionarlo es incluso negativo para mantener viva la memoria. Nuestra memoria. La memoria del sufrimiento, la desazón y la rabia: “La abstención de EH Bildu frustra un texto de condena de todos los atentados de ETA y, en especial, del asesinato de Tomás Caballero”, leo en la cuenta en X del Parlamento de Nafarroa, y pienso que algunos no han avanzado nada pero han logrado que la sociedad involucione hasta la glaciación. Qué pena.

Cuando lo llamábamos «judicialización de la política»

Tiran con bala en El Independiente cuando titulan: “El independentismo pasa al ataque ante un Sánchez dispuesto a robarles la bandera del lawfare”, como si la judicialización innecesaria de la política, solo para asegurar la pena del Telediario o el Teleberri, fuera un recurso victimista. Estos procesos mediáticos existen y alejan de la política a las personas más valiosas. Y además, no solo están impulsados por “las cloacas” del Estado: en Euskadi es Bildu quien ha impulsado denuncias y ha perseguido casos que han acabado sin condenas prácticamente en su totalidad. Pero eso no importa si difamación y la sospecha calan.

La política consiste en negociar

No seré yo quien intente explicar la política catalana, llena de particularidades y explicaciones que requieren, más que conocer, vivir en el marco de la nación. Pero sí creo que, en términos generales, la política consiste en llegar a acuerdos entre diferentes y hacer, juntas y juntos, que un país avance. Y aunque entiendo el órdago electoral y emocional del president Puigdemont, que “cierra la puerta a pactar con el PSOE catalán y e insta a ERC a definir sus apoyos” (El Cronista), creo que la estrategia del bloqueo nunca es buena. Ni por concepto ni porque algún partido de todos los que niegan pactos ahora mismo está mintiendo y lo sabe.

Europa sí importa

Las elecciones europeas importan mucho porque las directivas que salen de Bruselas y Estrasburgo nos afectan directamente, generando los marcos legislativos de los parlamentos más cercanos. Y porque en lo ideológico estamos en un momento crucial: la extrema derecha avanza más reforzada que nunca y las voces propias y distintas pueden marcar la diferencia, más allá de los grandes grupos que, como explica muy bien Juan Ignacio Pérez Iglesias en una de sus conjeturas, están siendo permeables a las nuevas estrategias del viejo fascismo: Meloni lidera a los ultras pragmáticos que quieren asentarse en las instituciones continentales.

China amenaza hasta a Tesla

El futuro de Europa también importa porque el continente está viejo y se queda sin recursos ante los nuevos gigantes: ni siquiera Elon Musk, con todos sus millones que permiten pagar a las y los mejores asesores, logra hacer frente al monstruo chino que amenaza el sector automovilístico mundial: “Tesla no puede competir en precio con los coches chinos: se la juega todo al taxi autónomo” (El Blog Salmón). Y quien dice “precio” dice también “calidad”, porque los vídeos de fallos en los Tesla son un género en sí mismo en Internet. Lo más gracioso de la pieza es que Musk pida ahora “medidas proteccionistas adecuadas”.

¿Quién no es turista?

Sí, creo que hay que regular el turismo. Y sí, me encantaría que mi país fuese el primero que vetase por completo a Airbnb y similares, que son los que descontrolan el número de turistas y alteran el mercado de la vivienda. Pero creo que este debate, como el de la energía, está lleno de trampas y de hipocresía: ¿solo son turistas quienes nos visitan y alquilan pisos en esa página web? ¿No lo somos nosotras y nosotros cuando nos trasladamos? ¿Qué vamos a ser dentro de un par de meses, “viajeras” y “viajeros” o simples “turistas”? ¿Dónde vamos a comer? ¿Qué vamos a comprar? Ya sé que la coherencia hoy no es un valor, precisamente.

Que vienen las europeas

Vienen las elecciones europeas y apenas nos estamos dando cuenta. Malo. Son unas elecciones muy importantes que nada tienen que ver con la lucha que mantienen PP y PSOE por demostrar si España se dirige mejor con la extrema derecha o con todos los partidos menos Vox. Pero lo cierto es que el PP se lo ha tomado bastante en serio: “Llevará a tres eurodiputados de Cs en su lista de las europeas y ‘ficha’ a Fernando Savater” (El Imparcial). Esto es de todo menos friki, aunque los personajes lo parezcan: ensancha su base de derechas y podría colocar en el grupo europeo liberal a esos satélites de Ciudadanos.

El PSOE lo hace peor

Vista la maniobra del PP, que mira a la vez a Bruselas y a Madrid, la del PSOE parece bastante más torpe, porque ni siquiera atiende a su propio partido: “La lista europea del PSOE deja heridas en algunas federaciones socialistas” (EPE). Este PSOE personalista ha provocado laceraciones en Aragón, Andalucía y Galiza, cuando menos: el presidente de la primera se ha quejado en voz alta y, según explican en el digital “sólo cabe la lectura de castigo” en los tres casos. Praxis preocupante para quien hace menos de una semana clamaba juego limpio en casas ajenas mientras maniobraba en la propia al más puro estilo… socialista.

Peronismo a la española

Ha llamado mi atención esta lectura en Xataka sobre la actualidad política: “El PSOE más peronista: el cóctel de movilización y política emocional que Pedro Sánchez ha instalado en su partido”. Me llama la atención, primero, porque en el blog no suelen meterse en estos temas, lo que significa que los cinco días de reflexión presidencial ha ido más allá de las mesas políticas. Y después, porque han definido bastante bien los planes del líder socialista: “Un proyecto basado en la figura de Sánchez y sin una alternativa de liderazgo”. “El eje pasa del debate ideológico a la política sentimental”. ¿Con acierto? Parece que sí.

Pero efectivo

Nadie puede negar que Pedro Sánchez ha sabido devorar a sus hijos e hijas políticas. Primero, abrió la puerta de la casita de paja al lobo Pablo Iglesias, y se lo comió. Después, abrió la puerta de la casita de madera a la loba Yolanda Díaz, y se la ha jamado igualmente: “Sumar se diluye: la mitad de sus votantes se irían a otros partidos si hubiera elecciones” (Vozpópuli). Ya hemos visto cómo ha ido a la izquierda a la izquierda del PSOE en Galiza (de donde es Díaz, precisamente) y la CAV. Y sobre todo, ya lo ha visto Sánchez, cuya ambición junto con la flojera del rojerío, invitan a pensar en un adelanto electoral sin reflexión previa.

Tendrá que gobernar, ¿no?

Más allá de las reflexiones, los cálculos electorales, las campañas y las negociaciones con todos los partidos que le sujetan en el gobierno, Pedro Sánchez tendrá que gobernar, ¿no? España tiene problemas y ni sin pocos ni son pequeños. Uno de ellos lo destacan en El Blog Salmón porque, además, tiene que ver con las elecciones que se nos echan encima: “La Unión Europea nos da la razón a los pesimistas con las pensiones en España: o más subidas de impuestos o tendrán que bajar en el futuro”. Así están las cosas mientras hablamos de los ataques a Begoña Gómez, el CIS y los golpes de efecto de un político kamikaze.