Esto no es serio

Podemos tiene que levantar su marca porque a ella se han asociado valores muy negativos. Uno de los peores es la percepción que mucha gente tiene de que no es un partido serio. Y no pueden echar la culpa a los medios: decisiones como los nombres diferentes para las elecciones municipales y los conglomerados para las generales y autonómicas, despistan y generan dudas. Y cuando esas uniones imposibles se deshacen empieza lo peor: En Marea se ha separado de Podemos en el parlamento gallego entre acusaciones cruzadas y ahora el PSOE pasa a ser el primer partido de la oposición.

Y esto, menos

Los trabajadores de las cafeterías de Moncloa no cobran, no porque Presidencia no pague, sino porque no reciben las nóminas de la empresa que se llevó la adjudicación, Dulcinea Nutrición. Lo peor para ellos es que se repite la historia, pues la anterior, Ramiro Jaquete, tampoco las abonaba. El problema lo apuntan en El Confidencial: más que la mala gestión es que el precio se haya convertido en el factor capital para entregar una concesión pública. Las empresas tienen que tener márgenes de beneficio y garantizar la viabilidad de las plantillas y el desempeño correcto del trabajo. ¡Ya está bien de usar el valor-precio!

Lo que no sé y lo que sí sé

No sé cuál fue el papel de Luis Baena Tocón en el asesinato del poeta Miguel Hernández, condenado a muerte durante el franquismo. Sí sé que no podré conocerlo con exactitud porque uno de sus hijos quiere ejercer al derecho al olvido y la Universidad de Alicante, por ejemplo, ha retirado artículos universitarios en los que se le mencionaba. También sé que lo único que ha conseguido el hijo de este militar intentando ocultar el pasado es que todos le conozcamos. Y también sé que la memoria histórica no tendría que entrar en conflicto con el derecho al olvido porque la primera debe prevalecer. Es una cuestión de justicia.

Sobre el turismo…

Estamos a la puerta de las vacaciones y muchos de nosotros nos convertiremos en turistas: visitaremos ciudades, ocuparemos hoteles, playas, museos, plazas, cafeterías y restaurantes, pasearemos con arena en los pies, gafas de sol y gorra como no haríamos en Donostia o Bilbao. A cambio, tendremos que admitir que otros vengan a hacer exactamente lo mismo a nuestros municipios. Así que me sumo a la preocupación de Antonio Ortiz, que ve cómo una corriente considera tan pernicioso el turismo como “el humo de las fábricas” cuando aporta empleo (por definición, temporal, sí) y riqueza (vía impuestos indirectos, principalmente).

Y sobre los “viajeros”

Catalin Onc y Elena Engelhardt forman una pareja con poco sentido de la realidad. Tampoco nos volvamos locos: no creo que ni representen a una generación ni siquiera a un sector tan controvertido como el de “los influencers”. Pero no es menos cierto que Cat y Elena han hecho una petición propia del jetismo más ilustrado y la han argumentado mostrando lo que son: piden 10.000 € a sus seguidores para viajar por el mundo en tándem y contarlo en Instagram. Lo piden porque, según ellos mismos, trabajar (entendido como que las marcas les paguen) ahora sería perjudicial para sus carreras. No llevan ni 700 € recaudados.

España, en una foto

España hoy se define con una serie de fotos muy nítidas pero también muy oscuras. Con honestidad, no creo que representen a toda España pero sí a una parte muy importante, tal vez demasiado, de ese Estado. La primera, cómo no, los miembros del Tribunal Supremo que siguen protegiendo a Franco y a su familia, en vez de a los agraviados por la dictadura, y que para colmo del recochineo reconocen al golpista presidente español desde el 1 de octubre de 1936, momento en el que el caudillo se autoproclamó pero el legítimo era Manuel Azaña. Como bien recuerda Aitor Esteban: “Cosas de la ‘modélica’ transición”.

España, en dos fotos

La segunda foto de esta España es la del fiscal Javier Zaragoza, acusando a los presos políticos de golpe de Estado violento por promover una votación aquel 1 de octubre. Y la derivada: la de uno de Ciudadanos explicando las razones del jurista en Antena 3 que le ofrece, como colchón, una serie de imágenes debidamente editadas y mezcladas (no todas del 1 de octubre) de esa supuesta violencia en Catalunya. ¡Vaya foto, la de la justicia poniendo firme al estado de la peor manera, la de los políticos que solo quieren que todo vaya mal y la de los medios que ayudan a los anteriores! Ya vamos dos.

España, en tres fotos

La tercera foto de España la enfoca bien Xabier Lapitz cuando comenta este tuit de El País sobre la “retirada” de Juan Carlos I: “Le apodaron Juan Carlos el Breve. Pero, contra todo pronóstico, consiguió consolidarse. Paró un golpe de Estado. Su figura se engrandeció. Y años más tarde, con la aburrida normalidad, llegaron los deslices. Esta es su vida en tres actos”. Lapitz concluía: “Si sigue el blanqueo, persiste el problema. No es ni el único problema, ni el más importante. Pero es un tapón”. Un tapón y un modelo de negocio a cuenta de todos, y eso es lo que debería ser señalado por toda la prensa.

España, en cuatro fotos

Hemos pasado por dos procesos electorales seguidos, tres si contamos el andaluz, que han sacudido las instituciones a todos los niveles, pero España sigue paralizada, y esta es la cuarta foto, la más dura de mirar: en El Confidencial repasan las 16 ciudades con más personas inactivas de España, 14 de ellas están en Andalucía y algunas sostienen una inactividad por encima del 60%: Linares, Cádiz, La Línea de la Concepción y Granada. Con el 59%, Jerez, Córdoba y Sanlúcar de Barrameda. A esta gravísima situación se suman otras como la falta de inversiones públicas mientras España sigue de resaca poselectoral.

España, en cinco fotos

La quinta foto de España es la de su izquierda: mientras la derecha y la extrema derecha siguen campeando como el Cid, y el PSOE con ubicarse en el centro ya ha hecho el año, la izquierda española sigue despedazándose. Pablo Iglesias ha decidido prescindir del político español más sobrevalorado en la actualidad, Pablo Echenique. Para preservarse a él, a la madre de sus hijos o a Alberto Garzón, Iglesias sigue sacrificando alfiles. ¿Hasta cuándo? Echenique, solo hace un par de días, en su habitual tono jacarandoso pero poco útil, hacía gala de su fidelidad al gran líder de Podemos, el mismo que el martes por la noche le cortaba la cabeza.

Los juegos de tronos en la vida real

Mirar tanto tiempo Twitter tiene consecuencias negativas: al final, como leyendo constantemente prensa española, acabo hablando demasiado de Madrid. Y sinceramente, los problemas de gobernabilidad de la ciudad me deberían de ocupar tanto como los de París. No es menos cierto que Podemos ha tenido la mala habilidad de poner el foco sobre los líos que los suyos generan. Hasta Cayo Lara se ha rendido a la evidencia y ha dado en Twitter su opinión: “Los juegos de tronos, en la vida real, tienen consecuencias”, concluye después de mostrar su asombro porque el PP vaya a gobernar con Vox y Ciudadanos.

No, no hay pucherazos

Las noticias que se han acumulado sobre fallos en el sistema de recuento el día de las elecciones son eso: noticias sobre fallos. Desarrollar una teoría sobre la conspiración o los pucherazos indica, sobre todo, desconocimiento del sistema electoral. Mencionar el “blockchain” o el sistema de voto electrónico como alternativas más fiables, ya, es de un atrevimiento inaudito. Al final, como bien explican en El Confidencial, es el recuento de actas y votos de la Junta Electoral el que fija los resultados y hace que se detecten estos errores. El proceso es garantista, y quienes hemos chupado mesa lo sabemos.

Quien invierte y quien gasta

El modelo de negocio de Glovo, que no gusta a muchos, se acabaría si quienes usan la aplicación dejasen de hacerlo y quienes invierten en su desarrollo comercial dejaran de hacerlo igualmente. En resumen: el problema de Glovo es su sostenibilidad económica basada en arrancar 115 millones en una ronda de financiación, pagar 3 € por trayecto y 23.000 de indemnización a la familia del mensajero que ha fallecido, que no estaba ni siquiera como autónomo (y aun así tenía acceso al sistema, a ver cómo lo justifica Glovo). Pedimos responsabilidad social a las instituciones que no tenemos como consumidores.

China se la devuelve a EE.UU.

Tiene su lógica: si EE.UU. ha argumentado para justificar su bloqueo a Huawei que con esos dispositivos el gobierno chino les está espiando… El gobierno chino bloquea ahora el uso de Microfost porque con ese software EE.UU. puede estar espiándoles. ¿Pueden hacerlo? Sí, no veo ningún impedimento técnico para realizar un espionaje incluso pasmosamente sencillo. Pero la jugada comercial tiene su miga: a Trump le asusta que la empresa de telefonía esté desarrollando el 5G con los beneficios que obtiene (también de EE.UU.), y China tapona ahora la renovación de millones de licencias. Que espíen es lo de menos.

La televisión española se inmola

El programador al que sorprenda el dato… Mal programador es: el retraso del prime-time coincide con un descenso del número de espectadores en la televisión generalista, un aumento en el consumo de contenidos de las plataformas y el traslado del minuto de oro publicitario (el spot más caro del día) a los access al prime-time en vez de a la producción más cara de la cadena. Insisto en que muchos lo veíamos venir, no ya como periodistas, sino como consumidores de televisión generalista: esperar a las 23:00 para ver una película, serie o programa es una tortura innecesaria con la oferta alternativa que existe.

La ilógica española

Ya hablaremos del resultado de las elecciones municipales, forales y europeas. Hoy hay que deglutirlas y observar las triangulaciones de los pactos en ayuntamientos, juntas generales, parlamentos autonómicos… Y Congreso español. La situación de esta cámara es especialmente relevante porque en la recta final de la campaña la Mesa decidió suspender a los presos políticos catalanes (que no “políticos presos”, esos son los del PP por corrupción, que quede claro) como diputados. El PSOE no quiso salir movido en la foto de la España vengativa tradicional. Y ahora, ¿cómo piensa gobernar Sánchez?

Facebook sigue intentándolo

Llevo meses advirtiendo de que, después de diez años, la última ha sido la campaña en la que más dinero habremos malgastado en marketing on-line. Con Twitter estancado y neutralizado, Instagram creciendo pero sin modelo publicitario pulido y Facebook en decadencia, solo nos quedaba Google… Que ha decidido ponérselo muy, muy difícil a los partidos. Pese a todo, la gran red social se ha llevado la parte del león de la inversión mientras aspira a renacer de sus cenizas por medio de la transparencia. El fin de semana de las elecciones supimos que ha liquidado 2.190 millones de perfiles falsos solo en 2019.

Demasiados datos

Gracias al “big data” podemos almacenar un montón de datos sobre nuestro comportamiento cada vez que usamos cualquier cosa conectada. Gracias a esos datos podemos encontrar patrones. Gracias a esos patrones podemos hacer predicciones. Gracias a esas predicciones podemos ganar y hacer ganar dinero. La fórmula es inapelable y, realmente, llevamos años usándola. Pero sigo teniendo todas las reservas del mundo ante quienes me aseguran que algoritmos matemáticos y robots predicen mejor que expertos en comportamiento. Menos “machine learning” sin aprendizaje real, por favor.

Y pocos principios

Es el dato sin interpretación, precisamente, lo que ha empujado a Julia Slonska, una “influencer” polaca de 17 años que ha destrozado una estatua de 200 años de antigüedad solo por ganar más seguidores. De momento, lo que ha perdido es una buena parte de su reputación on-line (su salvajada quedará asociada a su nombre, vía Google, durante muchos años) y algún contrato comercial. Ella sublimaba el dato (el número de seguidores) y los demás, simplemente, tenemos cierto respeto por lo que hicieron quienes nos precedieron. A estas alturas del año me atrevo a decirlo: el reino de los influencers se derrumba.

Otro visionario

No estoy en contra del progreso cuando digo que si Amazon, Glovo, Uber, Airbnb o Tesla se hunden me alegraré. Digan lo que digan, estas empresas no nos han traído nada bueno. De hecho, las marcas comparten los valores de precariedad, evasión de impuestos y modelos de éxito poco recomendables pero instalados ya en todos los “wannabe” Jeff Bezos o Elons Musk. Por cierto, este último ha anunciado que su empresa, la que puso un coche a dar vueltas por el espacio, tiene solo 10 meses de liquidez. Tesla depende ahora de otra ronda de inversores millonarios. Todo en orden. En su orden. En nuestro nuevo orden.

La importancia de votar bien

El periodista Alberto Rivera denunciaba en Twitter la contradicción de la diputada de Ciudadanos por A Coruña que celebraba San Isidro con una llamativa pasión por la ciudad. ¿Es legítimo? Claro, tanto como legal. ¿Es relevante? También. Porque, ¿cómo va a defender Marta Rivera la circunscripción por la que se presenta? Los partidos de la nueva política cogen lo peor de la más vieja, aplicando un reparto de puestos en el que se sirven de la representatividad en ver de servir (o por lo menos intentarlo) a las personas representadas. Si los partidos pasan serán los votantes los que elijan.

Y Lacalle pasa de ser diputado

El resultado del PP en las anteriores elecciones, que solo puede ser superado por el desastre que se avecina en las siguientes, ha obligado a Pablo Casado a mover sillas. Así, Daniel Lacalle, el economista ultraliberal que había obtenido un escaño, lo deja para que entre Marimar Blanco. La lectura que estamos obligados a hacer es la de una derrota política, pero tengo la impresión de que a Lacalle no le ha costado: ser diputado le tiene que parecer de pobres a él, que siempre se ha movido en el mundo de la consultoría y las operaciones hechas sin escrúpulos. Otra cosa hubiera sido ser ministro, claro.

Una vida de delincuente

Cuando anunciaron la detención de Josu “Ternera” Urrutikoetxea, una persona que había pasado su vida entre asesinos, en la cárcel o huido, me pregunté si realmente su vida le había merecido la pena. Según leemos en El Confidencial, parece que sí, por lo menos por momentos: rescatan el libro de Jesús Eguiguren en el que califica como “terrorista VIP” a Urrutikoetxea porque entendía de vinos y le gustaba la buena mesa. Salvo esos momentos de tranquilidad, se trataba de una persona distante y acostumbrada a la huida y a mantener el pulso por el control de ETA dentro y fuera de la cárcel.

Negociar con nacionalistas

Si negociar con terroristas no es un delito, y el propio Eguiguren puede corroborarlo, como otros miembros de diversos gobiernos españoles, hacerlo con nacionalistas lo es menos. Pero para Albert Rivera es algo parecido al pecado. Un pecado recurrente, además, ya que lo mismo le sirve para acusar a Pedro Sánchez que a Manuela Carmena. A Carmena, sí, que se presenta como candidata en el ayuntamiento de Madrid, Albert Rivera le acusa de negociar con nacionalistas. No solo lo dice, es que lo escriben en un tuit, lo dejan ahí para que comprobemos lo poco que les importa el ridículo.

Sí, nos retrata

“Que haya miles de personas movilizándose para cambiar la ficción en vez de la realidad es como una maravillosa descripción del siglo XXI”, tuitea con acierto Antonio Martínez Ron después de haber leído que miles de aficionados a la serie Juego de Tronos se han movilizado por medio de una recogida de firmas para que rehagan la octava temporada, que está siendo controvertida. No tengo yo mucha fe en esta mecánica de las firmas, y menos cuando se hace on-line, pero no puede haber una tontería mayor que pretender que otros cambien una ficción a tu gusto. Como sociedad idiotizada, sin duda, nos retrata.