Un escándalo… medido

Las crónicas sobre la confesión de Ricardo Costa perdieron rápidamente los puestos de privilegio en las portadas digitales, y eso que, de entrada, parecía un bombazo. Pero ni los medios on-line nos salvan de las líneas ideológicas y editoriales, ni lo del PP valenciano es algo terrible. Más bien, al contrario: una declaración muy medida que incluso exoneraba a Bárcenas para admitir, con la pulsera de la bandera de España, lo que es innegable y está parcialmente prescrito.

Rajoy no se moja aunque llueva

La entrevista de Alsina a Rajoy dejó varias perlas, sobre todo, por la parte del presidente del gobierno. Despachó sin ruborizarse el tema de la corrupción en su partido, no quiso ni comentar la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, no dijo nada sobre ninguna película nominada a los Goya porque no las ha visto (a tope con su cultura nacional) y, en el plano divertido (porque nada de lo anterior lo es), reconoció la existencia de la República de Catalunya.

Todo lo del PP es un despropósito

Ya comentaremos la irresponsabilidad del PP vasco en Bilbao, que se suma, como hemos visto, a la indiferencia ante la corrupción, a dar por bueno lo que debería ser insalvable y a la desfachatez, como la de González Pons, capaz de tuitear empalagosamente a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo… Y obviar el recorrido de su partido, que incluso elevó la cuestión al Tribunal Constitucional para evitar que estas uniones fueran legales. A cara dura nadie les ha ganado nunca.

Pero ayer tocaba hablar de empleo…

No soy del “cuanto peor, mejor”. Nunca lo he sido. Y si España remonta económicamente lo tomaré como una gran noticia porque las exportaciones vascas son en gran medida a este país. Pero retomo en este párrafo algo que les sugería en el primero: estoy un poco cansado de que a estas alturas algunos intenten colarnos que la prensa digital es la que nos hace libres, la que cuenta historias que no salen en la tradicional y la que no se pliega. Ya. Las portadas de ayer eran todo alabanzas al descenso del paro en España.

Sigo sin verlo

Laporte lleva más de 200 partidos con el Athletic en los que ha demostrado que es un profesional. Cuando le llegaron ofertas, renovó y aumentó ficha y cláusula. Esta semana el Manchester City de Guardiola pagará hasta el último euro y se lo llevará. No soy un incauto: sé que hablamos del mejor club del mundo ahora mismo y, aunque las formas hayan sido totalmente diferentes alas de algún caso reciente, sigo pensando que el objetivo tiene que ser que todos quieran quedarse en el Athletic.

Ser progre hoy

“Lo valiente no es gritar sólo ‘Viva Palestina’ y ‘Sahara libre’ porque encajan en nuestro marco ideológico. Es condenar violaciones allí donde se cometan, sea eje EEUU o Rusia, Irán o Saudí, chavista o antichavista. El mundo no es un partido de fútbol, anti-imperialistas de sofá”. Firmaría este tuit de Leila Nachawati que resume, para mí, lo que es el progre actual: alguien con una posición prefijada en función de lo que le dicen sin buscar realmente quién es el injusto.

La Tabarnia derechona

La ciudadanía de los municipios que forman Tabarnia, según la banda de “liberales” (de eso van) que la inventó, no tiene nada que ver con este constructo, juguete de este grupito que elige a Boadella como presidente, al que ama Boadella como un caudillo, y que encuentra en la California conservadora que quiere diferenciarse de la progresista un espejo. Tabarnia es un invento de la derechona que utiliza sin vergüenza a quien vive y vota en Catalunya como le da la gana. Ahora y antes.

Iglesias cierra las puertas de Podemos

Una vez más, Podemos será lo que quiera Pablo Iglesias. Y si no es así, ya lo hemos visto, amenaza con irse. Lo que me sorprende es que El Independiente presente como una novedad que Iglesias abra la puerta a que Podemos no se llame así en las próximas municipales. En las anteriores ya pasó. Lo preocupante es que en estos años en Podemos sepan que la marca hoy suma menos que entonces, cuando ellos temían su propia deriva municipal. El problema es que el rumbo lo han perdido en la política nacional.

Cristiano Ronaldo quiere, pero no puede

Sigo sin entender este titular de El Confidencial: “Cristiano se esfuerza y quiere cobrar como una estrella, pero su tiempo se agota”.¿Acaso cobra ahora como un jugador del montón? Lo malo para el Real Madrid es que cuando un futbolista inicia un pulso algún brazo se doblega (y en Bilbao también lo sabemos): Cristiano no va a aceptar que el club le deje sin sus pretensiones, así que tendrá que salir. Pero su fuerza, en la que basaba su fútbol, ya no es la misma. Tampoco para negociar.

Nos meto en el saco

Igual que en los consumos de Internet los datos en España no son muy diferentes a los que conocemos en Euskadi, y del mismo modo que hoy podemos compararnos en Educación con España sin mirar a nadie por encima del hombro, estoy seguro de que ese 40% de personas que no leen en España será muy similar al porcentaje vasco. La Federación de Gremios de Editores, sin embargo, celebra el incremento de casi 3 puntos en el porcentaje de lectores de libros. Qué desastre.

A Podemos se le pasa el arroz

IU parece que se arrepiente de asociarse con Podemos porque, para formar parte de una agrupación con más pasado que futuro, se quedaba como estaba. Es así: el partido de Iglesias ya no emociona ni ilusiona, y el líder es una caricatura de sí mismo. Que sí, que es bueno que hagan bromas con uno… Pero siempre que la parodia no se convierta en una idea normalizada: “Podemos plantea cambiarse el nombre a ‘Pablo Iglesias Magic Experience’”, titulan en El Mundo Today.

Y los problemas son reales

El número no engaña, y menos si lo da el secretario de organización de Podemos: de los 760 municipios con estructura organizativa y una secretaría general local que había en 2015 en toda España, hoy solo queda “casi un centenar”. ¿Por qué? Porque en los otros casi 700 municipios no cumplen los requisitos mínimos: 50 afiliados de verdad (no vale con que se apunten en una web). Con todo, Echenique asegura que no ha desaparecido la presencial local de Podemos.

Ojalá pase pronto la moda…

Por partes: el tuit de la Policía Foral de Nafarroa sobre Amaia Romero, la concursante de Operación Triunfo (“Es rojilla, es navarra, guapa, simpática, natural, canta bien… No sería un mal fichaje como imagen de Policía Foral”), es una sinsorgada, y no merece ni la décima parte de la polémica que, según El Confidencial, ha generado, vale. Pero a ver si pasa ya de una vez la moda de que las policías sean divertidas en Twitter, copiada a la estrategia de Carlos Fernández Guerra, que ya no aporta nada.

GoPro como referente

GoPro es una empresa que durante muchos años ha sido el referente de los emprendedores. Tuvieron una gran idea (las cámaras de aventura), un buen desarrollo tecnológico y unas campañas de marketing muy atractivas. Pero descuidaron el mercado y la competencia les ha comido. Hoy, con despidos (el 20% de la plantilla) y recortes (división de drones, productora de contenidos) GroPro es un referente de cómo se te puede ir escurrir entre los dedos todo lo que sabes y haces.

¿Arda Turan ha cumplido su sueño?

Todos los aficionados al fútbol hemos comentado en alguna ocasión la figura del jugador que, una vez llega a la élite, se echa a dormir. Pues bien, según Marcel Beltrán en Panenka, esta vez la exageración es real: Arda Turán no ha demostrado en el Barcelona nada de lo que hizo con el Atlético de Madrid, pero según el redactor ha cumplido su palabra. El jugador dijo que quería cambiar de equipo porque con Simeone se había cansado de correr. Una fortuna y 50 partidos en tres años después, se marcha.

¿El arrepentimiento se negocia?

Mikel Segovia lo enfoca así en El Independiente: los miembros de ETA que siguen en la cárcel estarían dispuestos a reconocer el daño causado siempre que se genere “un marco adecuado”, y apunta a su deseo de que haya “una sociedad sin presos”. Mientras tanto, van acogiéndose a beneficios que la propia organización les ha vetado durante décadas y, en cualquier caso, cada paso de este largo proceso nos recuerda que el de los presos es un problema pendiente de resolver en la izquierda abertzale.

¿Toca equilibrar algo?

Igual es que yo no estoy en la lista de periodistas influyentes que sí reciben e-mails de la Casa Blanca y por eso no lo entiendo, pero me sorprende lo que leo en El Confidencial: Donald Trump no es tan inútil ni malvado como le gustaría a Michael Wolff, y este periodista, al mismo tiempo, parece que tiene un ego insaciable que le lleva a ser un pelota para conseguir declaraciones que luego tergiversa. No conozco a ninguno de esos personajes, pero Trump se ha retratado él solo en incontables ocasiones.

No todo vale, lo sé

¿Y si Wolff fuera un exagerado en busca de fama y fortuna (ya tiene ambas, por cierto), no tendríamos que saberlo? Sin duda. Pero aunque lo sea (que no lo descarto) y por si acaso lo es lea el libro con las gafas de visión crítica, estoy seguro de que la caricatura se parece al Trump real. Recuerden que soy un firme defensor del “no todo vale”. Por eso celebro que haya sido condenada la mujer que deseó en Facebook que a Inés Arrimada la violen en grupo. Nada justifica eso.

Zuckerberg quiere arreglar Facebook

Lo que más nos sorprende es que el creador de Facebook no quiere arreglar su parte técnica, sino las cuestiones importantes: discursos que fomentan el odio, las noticias falsas que nadie ataja y el uso de los vídeos en directo para transmitir barbaridades o poner en riesgo a menores sin aptitudes digitales son sus preocupaciones. Zuckerbeg lo ha admitido en una publicación en su propio muro, preocupado por que la gente pierda la confianza en la tecnología… Y en su empresa.

Apple y su obsolescencia

Los iPhone y los iPad son unos cacharros increíbles. Prueba de ello es que el resto de empresas se han limitado a copiarlos. También son carísimos simplemente porque dejan un margen de beneficio enorme a Apple, pero lo que resulta imperdonable es que estén programados para funcionar peor cuando pasa el tiempo para generar una nueva compra (en mi caso, me he pasado a Samsung). Francia quiere poner freno a esto y ha logrado que Apple lo reconozca y ahora zozobre.

Un mono con dos pistolas

Donald Trump nunca quiso ser presidente, no tiene ideas, es irritable, cuando entró en la Casa Blanca se tiró dos días encerrado en su habitación viendo la tele y devorando Big Macs, su hijo se reunió con emisarios rusos traicionando a la patria y bajo la sospecha del lavado de dinero y sus colaboradores le abandonan con facilidad porque creen que es un incapaz y solo se rodea de imbéciles. Así es Trump según el libro de Michael Wolff que salió ayer a la venta. Empieza la fiesta.

Sus mayores pecados

El corresponsal José Ángel Abad ha lanzado una serie de tuits muy interesantes sobre el libro de Wolff marcando tres claves: la primera, la traición. La de Steve Bannon, que fue su mano derecha, y sobre todo la que éste apunta: que el hijo de Trump se reunió durante la campaña con varias personas relacionadas con el Kremlin en un claro acto contra EE.UU.. La segunda, que quiso ser candidato por la popularidad pero nunca quiso ser presidente. Y la tercera, su incapacidad.

Bannon es la clave

La política es apasionante, sobre todo desde las bambalinas. Y esos personajes detrás de los focos son, sin duda, los más interesantes, como Steve Bannon, que lanzó a Trump desde su medio on-line conservador y acabó siendo jefe de campaña y de estrategia de la Casa Blanca. Un enfrentamiento con el yerno de Trump le costó el despido, y ha acabado contando a Michael Wolff unos hechos que pueden ser las partes más jugosas del libro que todos queremos leer ya.

¡Ya le gustaría!

Trump ha cometido muchos errores como presidente. Los políticos son los más graves y los comunicativos, los más relevantes. Y el que posiblemente sea su error más importante tiene una parte de cada: despreciar a la prensa desde el primer minuto y señalarla constantemente como generadora de noticias falsas ha desactivado la (poca) validez de ese discurso cuando más lo necesita. Sus quejas ante el libro de Wolff y sus gritos de que es todo mentira por propia su culpa suenan a música de fondo.

Los hechos lo confirman

Sin embargo, Donald Trump todavía tiene la sartén por el mango: puede demostrar que Wolff es un exagerado y Bannon un alarmista, con una legislatura cuidada en fondos (política) y formas (comunicación). Sin embargo, quien da verosimilitud a los excesos que Wolff narra es el propio Trump: ¡cómo se le ocurre enfrentarse al líder de Corea del Norte tuiteando que su botón nuclear es más grande! Así solo ratifica su imagen de iracundo incapaz que no sabe qué hacer y huye hacia delante.