¡Pero qué me estás contando!

Me parece bien que algunas empresas decidan hacer incursiones en el metaverso como algo exótico, diferente, llamativo. Todas y todos intentamos diferenciarnos de la competencia y mostrar que nos adaptamos mejor a los cambios. Pero no por ello hay que dulcificar hasta el empalago una tecnología que, de momento, es un gigante bazar al que no entra nadie: “Un año de revolución del metaverso: el nuevo mundo en el que se mueven 120.000 millones de euros”, titulan en El independiente, medio que “celebrará su Congreso de Inteligencia Artificial en el metaverso” y que lanza cifras como quien lanza confeti.

Un poco de realismo

Es evidente que me gustan más las noticias que hablan de la realidad cotidiana del uso de Internet que hacen las personas normales y los negocios a pie de calle. Y en Pymes y Autónomos encontramos una de esas: en primera persona exponen el motivo por el que una tienda ha decidido lanzarse a las redes sociales. Porque si exponen lo que tienen en ese escaparate virtual pueden ganar clientes potenciales que se dan cuenta de que cerca tienen también lo que piden on-line. Y subraya, además, otra realidad: mantener esa identidad digital no puede suponer un esfuerzo añadido excesivo al o la comerciante.

A ver, Pablo…

Dice Pablo Iglesias que sugerir que La Base, su espacio en Público desde el que analiza cualquier cosa que pase en el mundo, es un poquito prorruso “es una falsedad y una indecencia, propias de El Mundo o de Ok Diario”. Bueno, esa es su opinión, como dice el chiste, pero si nos ponemos serios, yo he leído en sus textos y en los de sus colaboradoras argumentos que aplaudirían en Rusia Today, y no he leído ninguno que agradaría especialmente a Zelenski. Tiene que haber opiniones para todos los gustos, es cierto (salvo para los gustos fascistas), pero también es necesaria, siempre, una dosis de humildad.

El hombre que solo veía impuestos

Martin Varsavsky es de ese tipo de personas que atraviesa un túnel o un puente y solo ve el peaje que le han cobrado por hacerlo, en vez de la obra civil. Literalmente. De hecho, ha publicado un tuit enumerando todas las infraestructuras que ha atravesado durante un viaje en EE.UU. destacando que le han cobrado 140 dólares por hacerlo, según él, “en impuestos”. El analista Markos Moulitsas cogió el tuit del emprendedor al vuelo y lo comentó de manera muy contundente en la misma red social: “Esta es la mierda más tonta que he oído nunca”, en referencia clara a la ceguera selectiva de Varsavsky.

Bonito no es

Me sorprende y me desasosiega la decisión que ha tomado Unai Emery de desvincularse del Villarreal con más de media temporada por delante para empezar a dirigir al Aston Villa. Entiendo que en el fútbol inglés el dinero corre más y mejor porque el reparto es más justo y porque permiten que los dueños inyecten más dinero a los clubes que en otras ligas. No es bonito lo que le ha pasado al próximo rival del Athletic pero estoy seguro de que Emery, igual que a la salida de un córner, ha pensado en todas las posibilidades. Y eso me lleva a preguntarme: ¿qué es lo que nos motiva a tomar las decisiones importantes?

Nos lo estamos cargando

Ni es normal ni es bueno el clima que estamos sufriendo este mes. Y lo que nos viene parece que va a ser incluso peor: “Esto es tremendo. Europa va a ser afectada por un nuevo ‘arreón’ excepcionalmente cálido los próximos días. Valores de más de 30 grados en Francia y hasta 33 en el sur de España a las puertas de noviembre. Anomalías completamente fuera de lugar y demasiado extensas para las fechas”, anuncian en la cuenta de Mereoiberia. Es evidente que el calentamiento global es una realidad y que negarlo es ya algo solo propio de necios. Nos estamos cargando el planeta y no vamos a solucionarlo solo separando la basura.

Y esta es la consecuencia

Si el planeta sigue calentándose y las temperaturas anómalas empiezan a normalizarse empezarán las consecuencias: más escasez y precios más caros. ¿Estamos dispuestos a pagarlos? Pues no nos va a quedar más remedio porque “las grandes cadenas de supermercados” ya están “abocadas a pagar más por la leche”, según El Independiente. Y eso repercutirá en la cuenta cuando pasemos por caja. Pero no debemos asustarnos sino preguntarnos si es justo: el sector primario no debe soportar todas las tensiones climáticas, bélicas y del mercado. Pero tampoco puede pagar toda la fiesta solo el consumidor final.

Faes vuelve

Al final, el supuesto giro hacia la moderación del PP que pilota Núñez Feijóo acaba alineando el partido con la Faes de Aznar. En El Periódico de España lo tienen claro: “Faes ha vuelto a colaborar con el PP tras la decepción que supuso la deriva de Pablo Casado, con quien llegó a cortar la relación. Ahora la llegada de Alberto Núñez Feijóo ha alineado otra vez al centro de pensamiento de Aznar con el partido y Faes envía con normalidad sus documentos y sus propuestas, que son atendidos con interés por la nueva dirección del PP”. Lo que no sabemos era si Casado era muy carca para Aznar o era al revés.

Al otro lado, la democracia

Hace solo unos días alguien que sabe mucho más que yo de política internacional me alertaba de que, no tanto en Europa pero sí en el resto del Mundo, modelos políticos como el chino son bien vistos: la ciudadanía, cansada de la lentitud de la democracia, no ve mal un gobierno que se autogestiona, se autoelige y se autopurga, siempre que la economía crezca, también, como lo hace la china, claro. Ayer mismo leí algo similar en The Conversation, y sigo sin salir de mi asombro por culpa de mi visión eurocentrista de la vida, es evidente. Pero el mundo es así, no como yo quiero que sea, y quien dice Xi Jinping, dice Putin.

Pues si se cae WhatsApp, que se caiga

“Facebook vive, la lucha sigue”, bromeaba Josu Eguren en Twitter en el momento en el que WhatsApp estaba caído a nivel mundial. ¿Y? No negaré que durante esa hora y pico recibí más llamadas que a lo largo del día ni que mandé varios mensajes por Telegram, pero lo cierto es que no podemos olvidar que hemos vivido sin estos servicios de mensajería y podremos volver a hacerlo. La mención a Facebook no me parece casual: la red que no deja de caer (aunque todavía se asome muchísima gente) también es un recordatorio de que nos parecía imposible vivir sin ella y ahora lo estamos haciendo con total normalidad.

Insoportable

Este titular en El Nacional me ha dejado sin palabras: “La policía iraní mata a una chica de 16 años por negarse a cantar el himno en el instituto”. ¿Qué dices, qué escribes después de leerlo? ¿Qué demonios queremos, como civilización? ¿Permitimos que cada país tenga sus particularidades, incluidos los regímenes islamistas, porque las injerencias están mal vistas? ¿Estamos realmente globalizados o somos la suma de particularidades, aunque algunas incluyan el asesinato de adolescentes? ¿No debemos actuar ya desde nuestra cosmovisión para frenar tragedias perfectamente salvables con dos dedos de frente?

¡Solo es un rico!

Elon Musk es el ejemplo perfecto de que se puede ser rico y tonto. Pero, claro, como es el más rico del mundo, el futuro dueño de Twitter y el más irresponsable de los lanzadores de mensajes, hay que hacerle caso. O aprovecharse de él, que es lo que hace Dmitry Medvedev enredándole en una conversación en la mencionada red social que acaba, para asombro de nadie, con una invitación del expresidente ruso a Musk para celebrar en Moscú el día de la victoria. Musk ha quedado mal: como un muñeco de Rusia, de esa Rusia a la que él regalaría territorio (lleno de personas) ucraniano porque la vida, para Musk, es para quien más tiene.

Tanto dolor, ¿para qué?

Los lectores de la declaración de Aiete, Arkaitz Rodríguez y Arnaldo Otegi, han mostrado empeño un año después en dejar claro que, para ellos, la de los presos de ETA es una cuestión del pasado que tiene que gestionar la Euskadi de ahora. Pero no tienen razón: el dolor que infringieron aquellos asesinos y asesinas es una mochila que tienen que portar quienes les justificaron y ampararon. Euskadi avanzó pese a ETA y sus integrantes, que han ido reincorporándose a la sociedad vasca de forma dispar, cuando lo han hecho. Al respecto, el reportaje de Mikel Segovia en El Independiente, una vez más, es muy recomendable.

El coche volverá a ser de lujo

¿De verdad están preparados el mercado, la sociedad e incluso la industria para sustituir el parque móvil y echarnos en mano de los eléctricos? ¿Nadie ha pensado en los nuevos consumos que vamos a generar de una energía que ya es la base de nuestra vida? ¿A nadie le importa o algunos y algunas están frotándose las manos con el negocio que se viene? ¿Y los coches, para quién serán? Porque no son baratos ni van a serlo: “La industria comienza a tener dudas sobre si realmente será posible tener coches eléctricos baratos”, anuncian en Xataka. El cobalto puede ser el nuevo petróleo y la ciudadanía, otra vez, rehén.

¿Demasiadas preguntas?

Ya sé que estoy haciendo demasiadas preguntas en esta columna para un sábado otoñal en el que apetece más una cerveza fría que unas castañas asadas. Pero creo que no podemos rendirnos, que tenemos que seguir siendo críticos y autocríticos, que no pueden vencer quienes piensan que somos su alimento mientras nos entretienen, como en Matrix. También sé que hay que desdramatizar y, en ocasiones, relajarse y ver la vida pasar y a los niños, crecer: “A veces una persona está simplemente agotada de remar y solo necesita que alguien le diga: te entiendo, ¿comemos pizza?”, tuiteaba Lady Fuet. Comamos pizza.

Memoria

No me resulta indignante que Irene González haya escrito un alegato a favor de El Valle de los Caídos, una mezcla de monumento a la memoria y de zona de esparcimiento especialmente reconfortante, según su relato. Tampoco me sorprende que lo haya publicado Vozpópuli. Pero sí me divierte que una columnista alineada con quienes crearon un “pensamiento único” para ahogar al nacionalismo vasco se queje de que “en España no se puede hablar de nada, no se puede aprender, ni discrepar, ni escuchar a quien tiene algo distinto que ofrecer. Intentaron privar a mi generación de aprender cualquier cosa distinta al relato político”.

De lo dicho y los hechos

Me da igual que sea en el Senado, en el Congreso o en un mitin del PSOE, pero considero urgente que Pedro Sánchez desmienta el dato que hemos leído en The Objective: “De enero a agosto el crecimiento es aún más importante. Los datos del ministerio indican que las importaciones de Rusia llegaron a los 5.347,4 millones, lo que supone un 49,2% más respecto a los ocho primeros meses del año 2021”. ¿Dónde está la parte de bloqueo a Rusia que toca a España después de la invasión de Ucrania? ¿A qué se debe esta disonancia entre lo anunciado y lo ejecutado? ¿Quién paga los drones iraníes contra la población civil en Kyiv?

La guerra total

Ya he escrito lo mal que me parece que en San Mamés alguien ondeara una bandera prorrusa del Donbás y que quienes lideran la grada de animación dejasen de apoyar al Athletic. Y no, no lo he hecho de la foto de los misiles con supuestos mensajes de militares ucranianos nazis contra el nacionalismo vasco. Simplemente, no me lo creo. Me parece fruto de la misma propaganda que denuncia Marcelino Madrigal: “En la Wikipedia también están en guerra Rusia y Ucrania. Más de 80 cuentas falsas editaron más de 600 veces la página de la Wikipedia referente a la invasión rusa de Ucrania intentando colocar la narrativa pro rusa”.

Que alguien tome las riendas

La situación de la hasta hace poco opción política mayoritaria del nacionalismo catalán es muy preocupante. Y esa no es una buena noticia porque ese espacio ideológico existe y se frustra cada vez más ante la falta de respuesta de quienes deben representarlo. Después de perder su hueco en el gobierno (Puigdemont anunció que votaría a favor de salir de él, desde Waterloo), fían su capacidad de colocar sus mensajes políticos a una televisión de la TDT, 8TV, según El Independiente. Un canal en el que Rufián tiene su propio espacio de entrevistas, a imagen y semejanza del que tuvo Pablo Iglesias. Porque algunos valen para casi todo.

Juan Carlos I, Franco y un magnate en busca y captura

Juan Carlos I se va de boda. Sin salir de Abu Dhabi, que así no tiene que conducir y puede beberse el chupito de orujo de hierbas después de comer. “El enlace unirá a Juan José Franco, bisnieto del dictador e hijo de Francis Franco Martínez-Bordiú, con Khali El Assir, hija de uno de los amigos más íntimos del emérito y que también vive a los Emiratos Árabes”, leemos en El Nacional, en el que también recuerdan que el padre de la novia “fue acusado de defraudar de 75 millones de euros y en febrero de 2019 se dictó una orden de busca y captura”. Cuestión de pares y de tríos: Franco, Juan Carlos y el magnate se van de boda.

«Eres facha»

He tardado días en verlo pero cuando lo he hecho no he podido reprimirme y se lo he pasado a unos cuantos compañeros. Me refiero al videazo que han hecho en Polònia para “celebrar” el 12 de octubre con el expresivo título de: “Eres facha”. Con buen ritmo, una edición estupenda y notable gracia para señalar cosas tirando a horripilantes, en el programa de TV3 agitan el árbol adecuado: los fachas que hacen y dicen cosas de fachas y luego se indignan de que les llamen fachas son ridículos. Por cierto, todo esto es aplicable también a los fachas de más cerca que, además, ahora gastan una dignidad autoplanchada que resulta hilarante.

Otra de Rubiales

Según el tío de Luis Rubiales, Juan, la RFEF pagó “orgías” con tarjetas de crédito institucionales. Ahora “un juzgado y la Fiscalía investigan” la constante salida de dinero de las tarjetas de empresa que manejaban el “coordinador de gabinete de Presidencia, José María Timón” y “el director de Relaciones Institucionales, Antonio Gómez Reino”, en fechas y lugares que les relacionan con estancias “en un chalé de Salobreña (Granada)” al que acudían grupos de chicas invitadas a una supuesta fiesta, y comidas, “muchas de ellas en el restaurante El Barco, una marisquería” (República). “No todo era trabajar”, se defiende la Federación.

Abel, déjalo

Las consultas populares que han puesto en marcha algunos ayuntamientos para preguntar a sus vecinas y vecinos si querían luces de Navidad o no me parecen muy injustas, porque no es justo que valga lo mismo en este caso el voto de un comerciante del centro del municipio que el de un joven que compra por Amazon y se cree muy ecologista. Pero pasarse por el lado contrario tampoco es recomendable: el empeño de Abel Caballero de hacer de Vigo la ciudad de las luces de Navidad nunca fue una gran idea, pero “en plena época de ahorro energético en Europa” (Público) parece incluso peor. El 19 de noviembre será el encendido del exceso.

Todo tiene un coste

Hay noticias de las que siempre hay que hablar: cuando el Banco Santander hace una de las suyas, cuando la izquierda abertzale quiere que olvidemos de dónde viene y cuando aparecen datos que nos recuerdan que el dinero público es de todos y se gasta como el de cada uno o una. “Los rescates de montaña en Euskadi obligan al alquiler millonario de otro helicóptero: 14,4 millones”. Esa es la cantidad que pagaremos por cinco años de alquiler de aeronave “tras el incremento de intervenciones en los últimos años. Sólo en este semestre se han producido 233 actuaciones, más que en todo 2021” (El Independiente).

Y todo tiene un precio

“Netflix está a dos malos trimestres más de inventar la tele”, tuiteaba con su habitual humor Ícaro Moyano. Con humor y con acierto: la entrada de la publicidad en esta plataforma pervierte por completo el sentido de pago por contenido. Pero es el resultado de un cálculo mal hecho: el precio bajo y la modalidad de compartir cuentas eran inasumibles para la plataforma y, al final, ha entrado la publi. Pero los anuncios (que no son algo malo, que quede claro), por lo que parece, no serán exclusivos de esta empresa: el resto también está preparando nuestro consumo de publicidad, cuota, aparte.