Correcto

Es cierto que el ministerio español de Consumo ha tenido claroscuros. Es cierto que una parte de la prensa española se ha ensañado con las iniciativas menos afortunadas. Y es cierto que Alberto Garzón ha conjugado mal su papel de líder de Izquierda Unida, figura menguante en Podemos y ministro tuitero. Pero también es cierto que la existencia de ese ministerio fue un acierto y que ha intervenido en cuestiones que, como personas consumidoras, nos afectan: limitar a 3 minutos la espera en las consultas telefónicas es una medida acertada que no perjudica a nadie, realmente, y beneficia a la mayoría. Ese es el camino.

¿Cuál es el papel de Bildu?

No discuto que Bildu tenga motivos para romper sus relaciones con el gobierno español. Lo que pido es conocer los motivos. Y no, los de ERC no me valen porque son los de ERC. Y su unidad parlamentaria se ha traducido en servir a los intereses de catalanes, PSOE y Podemos, a cambio de una foto. ¿La ciudadanía vasca? Curiosamente, Bildu ha demostrado que la ciudadanía de la CAV y Nafarroa es menos importante que lo que haga el PNV, o puedan colarle al PNV. Ayer mismo leíamos en Público que “los independentistas” pueden romper con Pedro Sánchez. Y los argumentos, una vez más, eran los de ERC.

Baldoví también vive de su trabajo

No me gusta el estilo de Pablo Iglesias ni me gusta el de Joan Baldoví. Pero el recadito que el de Podemos ha dejado al de Més Compromís me parece desacertadísimo: “Vivo de mi trabajo y digo lo que me parece. (…) Tú, en cambio, llevas más de 20 años ocupando cargos públicos ininterrumpidamente. (…) Con todo el respeto y todo el cariño. (…) Aún no ha llegado el día en el que un político profesional me haga callar” (El Independiente). Baldoví también vive de su trabajo, y al propio Iglesias no le ha preocupado juntarse a políticos profesionales ni intentar convertirse en uno de ellos hasta en tres candidaturas diferentes. Por cierto, Díaz Ayuso sí le hizo callar.

El que tiene el derecho es el niño

El hilo en Twitter de Sandra Domènech sobre cómo una médica se empeñaba en dirigirse en castellano a su hijo, de solo tres años, me sirve para recordar, una vez más (y lo haré en tantas ocasiones como pueda) que el que tiene derecho es el paciente a ser atendido en su lengua, no el médico o la médica a ejercer en el idioma que quiera. Evidentemente, un niño de esa edad que solo ha vivido en catalán se expresa mejor en esta lengua, y una médico que se dirige en castellano le hace más difícil expresar qué le duele o cómo. Y a su madre, la propia Sandra, también se lo dificulta, porque tiene todo el derecho a vivir en catalán en Catalunya.

De todo, menos el ridículo

Solo quedan un par de días para la recogida de avales necesaria para ser candidato a las elecciones del Athletic. Y aunque una de las candidaturas ya ha hecho pública cierta urgencia estoy seguro de que las tres pasarán el filtro inicial. Acierte o no en mi vaticinio, espero que ninguna dé pasos, por muy mala que parezca la situación, hacia el abismo del ridículo. En una campaña, de lo que sea, es posible hacer muchas cosas para llamar la atención, pero como me dijo un compañero (luego se convirtió en amigo), lo que no puedes hacer es el ridículo. Eso es lo que ha hecho Joan Laporta, organizando una Junta del Barça en un centro comercial.

No es Ucrania pero duele igual

Zaid Ghonaim tenía quince años y ha sido enterrado en Belén. Lo asesinó el ejército israelí, le dispararon por la espalda, ahí es donde le dio una de las balas. La otra, la que posiblemente le matara, impactó en su cuello. Según varias fuentes, que se consultan en pocos segundos haciendo una búsqueda sencilla en Google, Zaid podría ser el decimoquinto menor de edad abatido a tiros por Israel solo en 2022. No es Ucrania, pero duele de la misma manera. La crudeza de los bombardeos indiscriminados de 2021 sobre Palestina sirvió para que muchos abrieran los ojos. No podemos cerrarlos ahora, por mucho que cueste seguir mirando.

¿Nos lo creemos o no nos lo creemos?

La final de la Champions League se llevó el pasado fin de semana todos los focos futbolísticos (sin hablar del desastre organizativo), pero si la final de la Copa de la Reina (Barça 6 – 1 Sporting de Huelva) no ha tenido más trascendencia es porque quienes la han organizado la han maltratado: un domingo, a las 11:30 de la mañana y en un campo de fútbol de Segunda División en el que, además, por la tarde se jugaba otro partido. ¿Es posible prestigiar el fútbol femenino de esta forma? ¿Alguien se cree que de verdad la Federación se toma en serio a las jugadoras cuando les arrinconan de una manera tan descarada?

Así es imposible

En unas elecciones no todos los partidos salen a ganar: algunos simplemente se juegan sobrevivir y otros compiten por mantener el liderazgo en la oposición. Es lo que busca el PSOE en Andalucía, alejado ya de cualquier posibilidad de victoria. Y lo busca mal: “Los ‘susanistas’ afilan los cuchillos contra Ferraz si Espadas queda por debajo de 33 escaños”, leo en El Independiente antes de pensar que en un partido dividido, en el que algunas y algunos esperan el batacazo propio, la derrota está asegurada. Y lo peor es que hablamos de un partido con ideología, no de aluvión, como Ciudadanos. Y ni así parecen mínimamente ligados.

Con Pablo Iglesias

Claro que tomo partido en la discusión tuitera (¿hay algo más tonto que discutir en Twitter?) entre Pablo Iglesias e Iván Espinosa de los Monteros y, no puede ser de otra manera, lo hago a favor del de Podemos. Y más si lanza un corolario como este: “Ni la pasta de tu padre te libró de ser un cateto”. No me han gustado algunas justificaciones de la violencia que hizo el Iglesias de La Tuerka y las tertulias (antes de la vicepresidencia), pero menos me gusta el perfil del de Vox: un tipo de extrema derecha que ha vivido siempre muy bien, como casi todos los suyos, y que ahora retuerce argumentos como modo de vida.

Yo miro a Euskadi

Quienes no dudan en retorcer datos y argumentos son quienes intentan extender a la CAV el caos español en los servicios sociales públicos. Sin embargo, cada tabla de datos ratifica que Euskadi is different. Por ejemplo, en otra discusión tuitera, ayer mismo, el PP de Madrid intentaba responder a Mónica García con los tiempos de espera para una operación en aquella comunidad. Pues bien, Melilla, aparte, según la tabla que tuiteó el PP, en Euskadi es donde menos esperamos para una intervención, donde menos operaciones pendientes hay por mil habitantes y donde menos pacientes acumulan seis meses de retraso.

Y una vez más, Sánchez se encogió de hombros

Para sorpresa de nadie, Pedro Sánchez “eludió” (ese es el verbo elegido en El Independiente) “su responsabilidad en el pinchazo de Aragonès”. El presidente del Gobierno tiró balones fuera así en el Congreso ayer: “El Gobierno no interviene en las decisiones operativas del CNI”. Ahora toca lo de siempre: el teatrillo con ERC para que Rufián pueda hacer su show; el president Catalán, su espectáculo de faquir; y el propio Sánchez, el papel de negociador a todas las bandas hasta que, por fin, las aguas bajan y todo sigue igual ante la amenaza de PSOE y Podemos de que se trata de elegir entre ellos o el caos del trifachito.

“Una persona como todas las demás”

Entre Juan García-Gallardo y Noelia Frutos hay una que no es “una persona como las demás”: no es una persona normal quien defiende las ideas de la extrema derecha y desprecia a otra por sus propios prejuicios. El vicepresidente de Castilla y León no solo se refería en estos términos a la parlamentaria socialista, también hacía gala de su mente corta en cada frase: “No voy a tratar con ninguna condescendencia” (El Plural), avisaba a Frutos, que se desplaza en silla de ruedas, después de que esta preguntara al de Vox por sus declaraciones, en las que aseguraba que las mujeres no necesitan que se las trate “como a discapacitadas”.

Todos los indultos son ideológicos

Por supuesto que sé que todos los indultos son ideológicos. Por supuesto que sé que lo son los que recibieron (y celebré) los presos políticos catalanes y ahora la nueva mayoría cavernícola del Tribunal Supremo revisa desde su ideología. Por supuesto que el de Juana Rivas fue un indulto ideológico y, además, catártico, porque algunos miembros de Podemos se implicaron vía Twitter en aquella huida. Y por supuesto que es ideológico el indulto a María Sevilla, expresidenta de la asociación Infancia Libre, condenada a cuatro años por secuestrar a su hijo y dejarlo sin escolarizar, y compareciente en el Congreso a propuesta de Podemos en 2017.

El peloteo como ideología

Me ha sorprendido el discurso inconexo de Carlos Herrera sobre Juan Carlos I. Es tan pelotudo el peloteo que hasta él, con una voz que sale de entre la derecha y la pared pero experimentada, justifica al emérito con chorradas. Allá a quien se las cuele: “El Rey Juan Carlos ha pasado todo el fin de semana en la Ría de Pontevedra y no ha pasado nada de lo que decían los heraldos del escándalo. (…) Tipos que persiguen a un señor de 84 años que no tiene ninguna causa pendiente. (…) Para ponerse a disposición de la Justicia primero te tiene que llamar la Justicia, ¿no? (…) Estos bolivarianos… La Justicia son ellos, también”.

El antifútbol

Nuestros equipos de fútbol tienen que jugársela en competiciones manipuladas, contrarias a lo que es, precisamente, el fútbol: el deporte en el que todo es posible gracias a unas normas sencillas. Pero Liga y Federación se empeñan en entrometerse, en permitir desequilibrios económicos (lo del Barça es un escándalo), en ajustar calendarios y estadios, de tal manera que siempre alguien salga beneficiado. Al respecto, el periodista David Lourido tuiteaba: “Acabo de ver esto y no doy crédito. Eldense y La Nucía jugarán la final del play-off de ascenso en su campo, con su gente. Espero que Arenas Club y Sestao River levanten la voz”.

Tenemos un problema

Aprovechando que Juan Carlos I ha pasado el fin de semana en Sanxenxo, entre sus amigos los ricos, y vuelve ya a Abu Dabi, entre sus amigos los delincuentes (no lo digo yo, lo dice hasta la Interpol), rescato este titular en Público de la semana pasada: “Los hogares soportan una presión fiscal ochenta veces más intensa que las fortunas”. ¿Por qué lo hago? Porque, realmente, el rey emérito de España podría repatriar su fortuna, ahora que sabemos que su origen no puede ser juzgado por cuestiones de forma (y porque nadie entrar en un fondo tan maloliente): apenas notaría que paga a Hacienda. No como el resto.

Bueno, dos

“La deuda pública alcanzó en marzo la cifra más elevada de su historia: 1,45 billones de euros”, leemos en El Independiente. La cifra es tan alta que es inabarcable, por lo menos, para una mente mediana como la mía. ¿Qué supone tanto dinero? ¿Qué se puede hacer con él? ¿Quién lo va a pagar? Bueno, esta sí me la sé: nosotras, nosotros y quienes nos sustituyan. Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos se han endeudado para hacer frente a la crisis, primero, a la pandemia, después, y ahora a una nueva crisis. Y no, no sale gratis: los que volverán a salir serán los famosos hombres de negro a pasear sus libretas de contabilidad.

Tenemos tres problemas

Tenemos un grave problema con las apuestas en Euskadi y en España: “Las casas de apuestas rompen su techo pese al veto del Gobierno y facturan 11.000 millones en 2021” (2 Playbook). “Se jugaron 11.065 millones de euros en España en 2021 (…) La facturación no solo se ha disparado un 57,3% interanual y alcanza su récord histórico, sino que, además, supera por primera vez la barrera de los 10.000 millones después de tres años estancada en 7.000 millones”. Es decir: toda la labor de concienciación y las medidas contra la publicidad de las casas de apuestas no están valiendo para nada. Y eso es terrorífico.

Podemos tener otro

“Sánchez ata el gas de Qatar a cambio de inversiones en empresas regadas con fondos europeos”, leo en Vozpópuli como corolario a la edulcorada visita del Emir a España, y me pregunto: ¿qué puede salir mal? Pues todo. Pero a Sánchez le va el riesgo y por eso se ha abierto a un cambalache: “El Ejecutivo ofrece a cambio la entrada del fondo soberano de Qatar en inversiones en empresas españolas regadas con los fondos europeos Next Generation”. Intentan evitar a Argelia para seguir sin depender de Rusia y acaban en brazos del jeque Tamim bin Hamad Al Thani. Que no es un trabalenguas, pero sí otro dictador.

Y Musk, los suyos

La persona con más dinero del mundo también puede tener problemas: su paso atrás en la compra de Twitter puede suponerle algún quebradero de cabeza y una multa millonaria que, bueno, ni notará. Lo que sí deja Musk es la impresión de que ha dudado, de que no sabe lo que hace por primera vez. Marcelino Madrigal intuye muy bien lo que le puede suceder: “Elon Musk no sabe cómo funciona Twitter. Es más, no creo que conozca esta red social. Comete el error más común de cualquier usuario en una red social: Pensar que su experiencia, lo que le sucede a él, es lo que le ocurre a todo el mundo. Nada más lejos de la realidad”.

Villarejo, para todo

José Manuel Villarejo ha logrado tanta información, simplemente, porque era el policía de referencia del PP para absolutamente todos los chanchullos, porque el PP tenía muchos chanchullos y porque Villarejo grabó todas las conversaciones, dejando en muy mal lugar a quienes confiaron en él. Al expolicía su propio crédito a estas alturas le da igual, claramente. “Aguirre pidió ayuda a Villarejo para que se archivara la causa por aparcar mal en la Gran Vía”, leemos en República.com, que cita a El País. El titular de República.com evidencia cómo en el partido de Núñez Feijóo e Iturgaiz están acostumbrados a la impunidad.

Más gasto

Doy por hecho que el regreso de Juan Carlos I me va a costar dinero, directamente. Y eso que estamos hablando de una persona que ha generado una fortuna millonaria de forma ilícita e inmoral, pero debidamente prescrita. Pues bien, “Más protección para el Emérito en Sanxenxo: Interior envía a Pontevedra un rifle antidrones. La Guardia Civil dota al equipo PEGASO de la provincia de un material capaz de derribar aviones no tripulados. También envía un tercer dron de vigilancia”, leemos en Vozpópuli. Pues nada, para que un señor rico venga de los Emiratos Árabes Unidos a visitar a sus amigos ricos, tenemos que poner bote.

Y menos ingresos

No solo el regreso a España de Juan Carlos I nos va a costar dinero, es que además somos menos para pagar esa exclusiva fiesta: “Las grandes eléctricas pagaron un 20% menos de impuestos durante el primer trimestre de 2022. Endesa e Iberdrola aprovechan las exenciones fiscales para tributar menos durante el primer trimestre del año”. Pues nada, oye. ¿Qué dirían los de Podemos ante este titular de El Independiente? Mantras como “que pague más quien más tiene” está muy bien, pero a la hora de hacerlo realidad observamos que seguimos siendo los de siempre, quienes no nos beneficiamos de exenciones, los que apoquinamos.

Nos tangó un puto hortera

Precisamente con dinero público Alberto Luceño pudo comprarse la flota de coches de lujo que posee. Varios de ellos, según Nius, “acumulan polvo en el garaje de Pozuelo”, en la vivienda con tres plazas de aparcamiento que también adquirió con esos cinco millones de comisión por mascarillas y guantes al ayuntamiento de Madrid. Ferrari, Aston Martin, McLaren, Porsche, Mercedes, BMW, KTM y Range Rover son las marchas de los vehículos que compró y vendió con alegría porque tenía dinero. Coches que no conduce, que no admira, que no necesita, que compró porque es un hortera al que le llovió el dinero del cielo.

El desastre de la autarquía

Como a muchas otras personas, Corea del Norte es un país que me fascina y me horroriza al mismo tiempo: ¿cómo millones de personas viven bajo un engaño tan grande perpetrado por un personaje que parece sacado de “Humor Amarillo”? La pregunta genérica encierra realidades terroríficas, pero ahora hay una pregunta más concreta que guarda una realidad estremecedora: ¿cómo de grave será la situación generada por la pandemia del coronavirus para que un gobierno tan opaco admita que lo que les está sucediendo es “un desastre”? ¿Hasta cuándo aguantará por mantener su mentira sin ayuda del exterior?