Lo que somos

A 22 de diciembre, según el ejército ucraniano, más de 350.000 soldados rusos han sido “baja”. Muchos de ellos habrán muerto y otros han sido heridos y han quedado incapacitados para seguir en la guerra. 351.350 personas, para ser exactos. No creo que las bajas ucranianas sean muchas menos. Los 45.000 vehículos de combate destruidos solo en el bando ruso dan otra medida de lo que suponen los combates. ¿Y qué hace el mundo? ¿Qué hace Rusia? ¿Cómo presionamos al Kremlin para que salga del país que ha invadido? Ya nos hemos olvidado del bloqueo, las sanciones y hasta de las amenazas nucleares de Putin.

¿No podemos evitarlo?

Sigue la invasión de Rusia sobre Ucrania y sigue el ataque de Israel sobre la franja de Gaza hasta que no quede ni un edificio ni una persona en pie. Con estas aberraciones contra la vida humana encima de la mesa, la comunidad internacional liderada por EE.UU. decide presionar a los hutíes, que amenazan el tráfico mundial de mercancías para que las y los palestinos de Gaza reciban medicamentos, comida y agua. ¿De verdad no tenemos remedio y tenemos que resignarnos a que esto suceda: “El Ejército de Israel reconoce que los tres rehenes a los que mató por error iban sin camiseta y con una bandera blanca” (El Diario)?

Una mierda de Navidad

¿Cómo van a pasar la Navidad las familias del presunto asesino de 15 personas y las de sus víctimas? ¿Cómo las van a pasar las familias de las decenas de personas heridas, nueve de ellas de gravedad? ¿Cómo las vamos a pasar nosotros, olvidando esa tragedia que ha sucedido en nuestro continente? ¿De verdad tenemos salvación si como civilización hemos aprendido a limitar nuestra empatía, nuestra capacidad de padecer con otros seres humanos a los que la tragedia ha arrebatado la vida y la felicidad de un modo tan arbitrario? ¿Qué mundo hemos construido que permite comprar y manejar armas sin el control debido?

Ojalá tengan que revenderlos

Me cuesta pensar que pueda vivir en un mundo en el que alguien se gasta 52.000 dólares “en un reloj con forma de taxi neoyorquino de los años 50” (The Objective). Lo ha creado Tiffany, que repite fórmula (por lo que podemos deducir que ha tenido éxito) después de comercializar un modelo anterior “inspirado en los coches de carreras de los años 50” por 215.000 euros la unidad (porque tenía diamantes). Me parece un exceso inexplicable que no se justifica con que haya quien pueda pagarlo. Es que lo injustificable es que alguien pueda hacerlo porque ya no sabe en qué gastar su dinero. Como sociedad no podemos permitirnos eso.

50 millones

 “PlayStation 5 supera los 50 millones de unidades vendidas tres años después de su lanzamiento”. Y eso, con problemas de stock, porque como adelantan en República: “Este año es la primera temporada navideña en la que hay un suministro completo de PS5 desde su lanzamiento”. A estas hay que sumar las consolas que vende Nintendo, que arrasa el mercado con su Switch, y lo que vende Xbox, la tercera en discordia. Jon Cortazar me explicó una vez que la industria del videojuego mueve más que la del cine y la música, juntas. Seguro que Olentzero reparte algún millar de consolas hoy: enhorabuena a quienes las reciban.

Una locura, ¿de quién?

Muchas y muchos hemos visto el vídeo de en el que en una trinchera ucraniana unos soldados abatían a otros. Me da igual la nacionalidad de quién mató y de quién murió. Me parece terrible que un ser humano pueda acabar con la vida de otro en segundos y a menos de un metro de distancia. Las víctimas se suman a las 222.000 bajas solo en el bando ruso que contabilizaban hasta ayer en The Kyiv Independent. Los miles de vehículos destruidos, incluso los edificios reducidos a escombros, con todo lo que eso conlleva, resultan hasta poca cosa. La locura de Putin, que es quien empezó y mantiene tanta pérdida, tiene que parar.

No todo vale

Alberto Núñez Feijóo cuenta con Borja Sémper y con Rafael Hernando. Así intenta ensanchar el PP pero la base se le tambalea: el donostiarra no pasa ya de parapeto ante salidas de tono como la de Hernando. Llamar “los viejos amigos de ETA” a Geroa Bai muestra una ignorancia o una maldad asombrosas. Dejarlo por escrito en un tuit lo que demuestra es que te da igual exhibirlas. Lo hace Rafa Hernando, capaz de lo peor, como ya sabemos, solo por mantener viva una discusión en la que cree que tiene algo que ganar. Pero sigue sin valer todo. La respuesta de Unai Hualde parecerá demasiado templada, pero es la que corresponde.

Vox ya no asusta

Lo que tiene claro Núñez Feijóo es que Vox no asusta a nadie. El mecanismo mental, aunque nos parezca increíble, es el mismo que el que mucha gente tiene en Euskadi: Bildu ya no asusta aunque esté controlado por Sortu y en la dirección de Sortu esté integrado hasta el último jefe de ETA. En España no hace falta votar al fascista de turno: basta con hacerlo al PP. En Euskadi, igualmente, votar a Bildu no es lo mismo que hacerlo directamente a quien sigue sin entender que matar a quien piensa diferente está mal. No hay diferencia alguna más allá que la geográfica, tampoco en el esfuerzo moral que tenemos que hacer los demás para aceptarlo.

Y el PSOE no convence

En Euskadi y en España el PSOE no convence, aunque los motivos son diferentes. Aquí no asustan sus acuerdos con nacionalistas vascos y catalanes, pero sí desencanta su falta de palabra, que vivimos en carnes propias. Porque Sánchez negocia y promete a los partidos de la periferia pérfida que queremos abandonar España pero luego legisla y ejecuta para España. Este titular en El Independiente es una buena muestra de ello: “Sánchez sólo ha cedido cinco transferencias a Euskadi de la treintena de materias pactadas”. Y sumamos la recentralización que PSOE con Podemos y Sumar han practicado.

Correcto

Se acerca el verano y se acerca el momento de hacernos trampas al solitario con compañías aéreas de bajo coste que acaban por ofrecer un servicio horroroso y con apartamentos turísticos que no salen mucho más baratos que un hotel y que sin embargo encarecen mucho la vida en las ciudades: preferimos pagar 10 € menos por noche, un par de noches, y pagamos 200 € al mes más por un alquiler toda la vida. Y eso por no hablar de quién es el propietario del Airbnb de turno. Así que sigo a favor de medidas como esta: “Nueva York aprueba una ley para acabar con los alquileres de corta duración” (Forbes). Así tendrá que ser.

Veinte años de aquellas mentiras

Esta semana se cumplen veinte años de la Guerra de Irak. El aniversario invitaba a Miguel de la Fuente a recordar en Twitter: “Me empotré para TVE con el ejército americano en Kuwait y desde allí entramos por el sur hasta posicionarnos a 100 kilómetros de Bagdad”. Como en todas las guerras, la tragedia fue inevitable: “Para mí, tres meses de intenso trabajo, muchas vidas perdidas. Mi recuerdo para Julio Anguita Parrado y José Couso”. Lo que era evitable era el conflicto en sí: todas y todos recordamos que esa guerra se basó en las mentiras que nos contaron Aznar, Blair y Bush por intereses particulares.

Dentro de otros veinte estaremos igual

Para ser exacto, dentro de 19 años estaremos recordando cómo en 2022 Rusia invadió Ucrania por decisión de Vladímir Putin. Y cómo empezamos a aguantar a gilipollas con argumentos trasnochados. La realidad es que trece meses después del inicio, según The Kyiv Independent, ya hay más de 165.000 bajas rusas. Hablo de personas, sí, y solo de un bando. 165.610, concretamente. Además de los tanques, los aviones, los helicópteros, los barcos… Que son lo de menos si lo comparamos con las miles y miles de familias rusas que recibirán cartas de pésame o a familiares con secuelas físicas y psíquicas de por vida.

Ojalá dé testimonio

No tengo ninguna esperanza en que Roma Gallardo, un youtuber que se ha sumado a la moda de ser reconocido legalmente como mujer, cuente las dificultades reales de su tránsito, en su canal o en el programa de Iker Jiménez, sobre el que ya han hecho todos los chistes entre su contenido paranormal y para anormales. Solo espero que Gallardo sea reconocido finalmente como mujer y viva, en sus carnes, todas las dificultades de las personas trans. Y hablo solo de las legales, las psicológicas van aparte y son las más importantes, además de las físicas, empezando por su propia integridad en algunos casos. De imbéciles vamos sobrados.

Ya han vuelto más veces

No seré yo el que corrija a César Calderón por su columna sobre cómo Vox está metiéndose en un jardín, el de la moción de censura de Tamames, del que tendrá difícil salir. De hecho, estoy deseando que tenga razón y que Vox sufra y se debilite por sus propias acciones y decisiones. Pero me temo que si algo ha demostrado la ultraderecha es que es capaz de volver, también del ridículo. Nadie esperaba este resurgir en el siglo XXI y aquí la tenemos, en Europa y en América. De lo que no quito ni una coma es de su reflexión sobre cómo Vox, Podemos y Ciudadanos no han sido capaces de gestionar su éxito inicial y cada vez son más irrelevantes.

La Xavineta

Me fastidia que esta liga la gane el FC Barcelona, y es lo que parece que va a pasar después de su último triunfo sobre el Real Madrid. Aunque, sinceramente, no encuentro una alternativa apetecible, una vez descartados Real Sociedad, Athletic y Osasuna, para ese primer puesto. Es cierto que el Barça ha protagonizado seriales extradeportivos recientes bastante antideportivos, y por eso está generando aversión ese mismo club con el que no hace tanto simpatizábamos. Pero no lo es menos que Xavi, con su peinado impropio de un entrenador de primer nivel, y sus errores ante los micrófonos, se está ganando esta liga. Aunque joda.