Ha ganado España

Esta batalla en Catalunya la ha ganado España: “La victoria de Illa refrenda la estrategia de Sánchez y el auge del PP alivia a Feijóo”, titulan en EPE, donde no mencionan hasta el quinto párrafo a Vox y, más tarde, a Sumar. Esos son los partidos “de obediencia española”, como diría Puigdemont, que han dado una gran victoria a España y subirán al post-procés a un escenario de toritos, flamencas y tricornios. No estoy despreciando nada: estoy adelantando lo que vamos a ver porque en España, por tradición, las victorias son venganzas y las derrotas, anticipo de otras venganzas. Y en España a Catalunya le tienen muchas ganas.

Decidirá Sánchez…

Lo saben en El Periódico y también lo sabe Carles Puigemont: lo que pase en Catalunya lo va a decidir Pedro Sánchez en Madrid. De hecho, si hay una repetición electoral será porque le viene mejor al propio Sánchez que a Salvador Illa. Así el de Moncloa gana algo de tiempo y alarga la legislatura española mientras que el de Junts intenta concentrar el voto y que el independentismo vuelva a las urnas. Puigdemont y Sánchez son políticos muy parecidos con una gran habilidad para mantener su figura y proyecto vivos políticamente, y capaces de maniobras sorprendentes y contradicciones pasmosas. Por lo menos, para mí.

…Que es el que ha ganado

La victoria del PSC lleva el sello de Pedro Sánchez impreso con dos golpes: primero, el de la amnistía después de contradecirse (una más, ¿a quién le importa?). Más recientemente, con la carta, el período de reflexión y el “taratachín” de su anuncio: “Me quedo”. Dos maniobras para fijar el rumbo de una victoria que las encuestas ya vaticinaban pero que necesitaba un impulso para llegar al mejor puerto, el de la gobernabilidad. Y lo ha vuelto a hacer: está en buenas condiciones para negociar con Puigdemont y en las mejores para hacer frente al PP en unas europeas que ya no van a ser un paseo para Núñez Feijóo.

ERC y Aragonès se hunden

El gran derrotado, sin duda, en el bloque nacionalista es ERC y, en lo personal, Pere Aragonès: el ya expresident ha perdido 13 escaños y el liderazgo del independentismo. Además, será el responsable de dar la llave del Govern a un partido español, el PSC, o de una repetición electoral (lo de “Puigdemont, president” con estos resultados sería un milagro) que podría hundir aún más a ERC por la polarización. Sus 200.000 votos menos, como remarcan en El Nacional, alargan un ciclo bajista del que no se ve el final, y tal vez dejen a sus socios en Euskadi ante una nueva espantada, como con la CUP cuando se apagó su fogonazo.

Agur a Ciudadanos… pero no al Procés

Mucha gente ha querido pasar la página del Procés y por eso ha desaparecido Ciudadanos. Eso significa que esas personas que han pasado la página son, sobre todo, quienes más ganas tenían de hacerlo, esto es, quienes siempre estuvieron en contra y buscaron un voto de refugio en un partido cuyo único argumento en Catalunya era frenar ese independentismo. Para mí esa es la oportunidad a la que debe aferrarse, precisamente, quienes buscan la desanexión: muchas y muchos votantes nacionalistas se quedaron en casa frustrados por el poco avance, y quien debería asustarse ante la ruptura ya no percibe el riesgo.

Vuelve «la Convergència»

Solo hay que ver la foto en El Nacional para darse cuenta de que “la Convergència” es una corriente política “mayor”, pero me parece muy buena noticia que por fin un partido se haya declarado heredero de ese espacio porque solo sabiendo de dónde vienes vislumbrarás hasta dónde puedes llegar. También es importante haber aprendido a no confundir el peso de una historia y de un modo de pensar con un lastre. Gracias a estas enseñanzas y por lo que parece en las últimas encuestas andorranas, Junts va lanzado a por el PSE y, sobre todo, parece que deja muy atrás a ERC. Lo comprobaremos en unas horas.

El fogonazo de ERC

Esta noche sabremos cómo vota Catalunya y empezaremos a leer los porqués. Pero antes de que conozcamos los resultados sí me gustaría destacar lo mal que ERC ha rentabilizado su liderazgo. Alcanzó su mejor momento con mucho esfuerzo y rápidamente empezó a descender en cada elección, convirtiendo a sus principales cabezas de cartel en marcas quemadas nada más exponerse a la luz del sol: tengo la impresión de que Pere Aragonès o Gabriel Rufián son hoy más atractivos en Euskadi, sin ir más lejos, literalmente, que en su propia nación. En Vozpópuli alertan además de “una guerra civil” si se confirman las encuestas más negativas.

El PSOE, en modo apisonadora

Nadie está fijándose en el resultado esperado por el espacio a la izquierda del PSOE en las elecciones catalanas. En Galiza nadie lo miraba tampoco, con BNG lanzado. Y en la CAV solo observábamos con cierto morbo las cifras y las caras en las sedes de Sumar y Podemos durante la noche electoral. Es innegable que el PSOE ha sabido acabar con su amenaza populista mucho mejor que el PP con la suya (otro foco de atención hoy será quién obtiene mejores resultados, si Vox o las y los de Núñez Feijóo), pero, claro, esto tiene consecuencias: “La estrategia del PSOE para captar el voto de Sumar abre un cisma en el Gobierno” (EPE).

Y las europeas, ¿qué?

Con las elecciones catalanas finiquitadas, por fin, esta noche (la formación de gobierno será también muy interesante informativamente porque puede darse una repetición electoral que beneficiaría al PSC, al PSOE y a Junts), tendremos que empezar a hablar de verdad de las europeas y de su campaña, que siempre me ha resultado fascinante por su complejidad, con candidatos continentales como Sandro Gozi, de Renew y el PDE (lo del baile de alianzas es un capítulo aparte), que en El Independiente se ha mostrado a favor de integrar a Ucrania y de que Europa lidere con políticas y visiones claras y a largo plazo.

Tenemos un problema

Las elecciones europeas son muy importantes porque toda la legislación local viene condicionada por lo que se decide en Bruselas y Estrasburgo, y porque quienes quieren reventar la Unión desde dentro tienen muy claro que van a votar el 9 de junio para llenar de ultraderechistas las instituciones, que van a utilizar nuestro dinero para atacarnos. Y esto va en serio: “Agredidas en distintos casos y en plena calle dos políticas alemanas, una de ellas por jóvenes próximos a la extrema derecha”, leemos en la SER. Y no son los primeros casos. Alemania, en términos europeos, es el vecino de al lado, que nadie lo olvide.

Qué puta desgracia

Lo que está haciendo el gobierno ultra de Israel es una puta desgracia mundial que no podemos seguir permitiéndonos. La foto que ha elegido Oscar Mijallo para ilustrar su tuit, con dos niños abatidos bajo los escombros, desgarra. Y su mensaje araña por dentro: “Netanyahu sabe que cuantos más muertos haya en Gaza más protestas habrá en Estados Unidos y que las protestas perjudican más a Biden que a Trump, su gran aliado. En noviembre hay elecciones en USA… Me temo que habrá muchos muertos en Rafah”. Niñas y niños asesinados por necesidad política. Quien no haga todo lo que pueda por pararlo es culpable de que siga sucediendo.

Y qué vergüenza

Vergüenza debería de dar a quienes aprobaron la ley de vivienda antes de una campaña solo para tener un argumentario electoral las consecuencias de su obra: “El precio de la vivienda sube un 7,4% en abril: así está por capitales” (Expansión). Y todavía hoy las y los representantes de la izquierda en las tertulias de televisión y radio siguen hablando con suficiencia del problema, como si el gobierno español no hubiese tenido mayoría y tiempo suficiente para hacer una normativa efectiva, útil, que fomente la oferta en vez de retraerla, y que explique la realidad del problema, en vez de buscar el titular, el tuit y el voto.

Alguien sí lo ve

ERC fue uno de los que votaron a favor de esa ley, junto a Bildu y el gobierno español de coalición. Después, el partido del president Aragonès se descolgó por la invasión competencial evidente de la norma, pero seguía teniendo capacidad ejecutiva para aplicarla. Sin embargo, algo no ha debido de ir bien: “Activistas por la vivienda revientan un acto de ERC en Barcelona: ‘No vengáis a vender humo’” (El Nacional). Estoy radicalmente en contra de que nadie boicotee los actos de campaña de ningún partido (además, es delito), pero la noticia en El Nacional evidencia carencias legislativas, ejecutivas o ambas.

El debate sucesorio en el PSOE

Igual que la ley de vivienda española está generando mucha frustración por sus resultados, inversos a los esperados salvo por la parte electoral de quienes aún la defienden (Bildu y los partidos del gobierno español de coalición), la decisión de Sánchez de quedarse en Moncloa después de su reflexión televisada ha generado frustración en el PSOE, donde muchas y muchos ven un problema a la hora de organizar el relevo de quien ha convertido el partido en una cuestión personal. Un problema que el líder radicaliza a cada paso: “El PSOE aleja hasta ‘finales de 2025’ el congreso previsto en otoño para enterrar el debate sucesorio” (EPE).

A mí me resulta caro

Quien me conoce y quien me lea habitualmente sabe que muy monárquico no soy. Mi aversión ante semejante anacronismo que una referencia a la “tradición” no sostiene es global: aunque la casa real británica me genere más curiosidad por su imbricación en la vida pública, todas me parecen prescindibles. Prescindibles por extemporáneas, por inútiles y por caras: en El Imparcial leo que “Felipe VI vuelve a jurar la bandera en Zaragoza con la Princesa Leonor de testigo”. Solo el acto de agenda que genera gasto por desplazamientos, mantenimiento del traje militar y dietas (el Rey no va a comer un poke-bowl), ya me parece prescindible.

Correcto

No puedo añadir nada a este tuit de Ion Antolín: “Los bulos solo se combaten denunciándolos. Lo demás es literatura”. Es absolutamente cierto, inapelable. También es cierto que suelo estar de acuerdo con Antolín, hoy director de comunicación del PSOE, pero hace años otro curioso que pululaba por aquel primer Twitter (mucho antes de que se llamase “X”) en el que nos conocíamos todas y todos. Sí, aquello sucedió y fue extraordinario. La sentencia de Antolín es oportuna en la campaña que lidera con habilidad el PSOE, después de la maniobra de Sánchez, pero es válida desde antes de la necesidad y la virtud del presidente español.

Por ejemplo

Un ejemplo clarísimo de que los bulos son anteriores a Sánchez, e incluso a la existencia de medios de la extrema derecha que el PP utiliza para colocar sus mensajes de mierda (porque todos los argumentos que necesitan mentiras o medias verdades intencionadas son argumentos de mierda), son las noticias falsas y los rumores sobre la inmigración. Por suerte, existe Maldita que los desmiente: “No, las familias marroquíes con cuatro hijos no perciben 2.092 euros al mes con la Renta Garantizada de Ciudadanía en Cataluña”. Por desgracia, cada desmentido tiene una difusión menor, y son menos, que cada noticia falsa y racista.

¡Claro que les necesitamos!

El que puede ser el próximo lehendakari, Imanol Pradales, prometió más control en las ayudas a las y los emigrantes y más mano dura con quien delinque. Me parece bien, por supuesto. Sobre todo, porque parte de la base apropiada: no puso en duda en ningún momento la existencia de esas ayudas ni su necesidad, puso el foco en quien se aprovecha de ellas. Lo que es innegable es que necesitamos a esas personas que vienen a trabajar, a levantar Euskadi, desde más lejos que quienes vinieron la última vez, porque “la natalidad sigue bajando en Euskadi: un 1,6% menos de nacimientos que en 2023” (Bizkaia Gaur).

Denunciémoslo

Vuelvo al tuit de Ion Antolín porque lo que hizo Xabier Fortes también en X fue precisamente denunciar el acoso, los bulos y los insultos que recibe en esta red social: “Ahora toca la carga de la brigada ligera morada como hace unas semanas era la derecha radical. Van a decir que en vuestra obsesión os parecéis mucho, y también en vuestro lenguaje escatológico. Se espera algo más de vosotros, pero cargáis a toque de corneta y eso se nota mucho”. Es indiscutible que la máquina del fango en redes sociales la puso en marcha Podemos, y que en Euskadi les ha copiado Bildu. Y aunque sean evidencias diáfanas también hay que denunciarlas.

En lo pequeño y en lo grande

Las redes sociales, especialmente X, WhastApp y Telegram han empeorado el debate público. No solo por los bulos y la intoxicación: hemos visto a políticos como Pablo Iglesias, pero también a concejales de pueblos vascos, entrar en el cuerpo a cuerpo e insultar a periodistas u otros representantes públicos. Es innegable que debemos regular esas herramientas ante la imposibilidad de regular algunos cerebros. Porque además el barro llega a todos los rincones, incluso a consensos científicos: “Las redes sociales engrasan la fuerte ofensiva del negacionismo climático: uno de cada tres tuits lo es” (EPE).

Que vienen las europeas

Vienen las elecciones europeas y apenas nos estamos dando cuenta. Malo. Son unas elecciones muy importantes que nada tienen que ver con la lucha que mantienen PP y PSOE por demostrar si España se dirige mejor con la extrema derecha o con todos los partidos menos Vox. Pero lo cierto es que el PP se lo ha tomado bastante en serio: “Llevará a tres eurodiputados de Cs en su lista de las europeas y ‘ficha’ a Fernando Savater” (El Imparcial). Esto es de todo menos friki, aunque los personajes lo parezcan: ensancha su base de derechas y podría colocar en el grupo europeo liberal a esos satélites de Ciudadanos.

El PSOE lo hace peor

Vista la maniobra del PP, que mira a la vez a Bruselas y a Madrid, la del PSOE parece bastante más torpe, porque ni siquiera atiende a su propio partido: “La lista europea del PSOE deja heridas en algunas federaciones socialistas” (EPE). Este PSOE personalista ha provocado laceraciones en Aragón, Andalucía y Galiza, cuando menos: el presidente de la primera se ha quejado en voz alta y, según explican en el digital “sólo cabe la lectura de castigo” en los tres casos. Praxis preocupante para quien hace menos de una semana clamaba juego limpio en casas ajenas mientras maniobraba en la propia al más puro estilo… socialista.

Peronismo a la española

Ha llamado mi atención esta lectura en Xataka sobre la actualidad política: “El PSOE más peronista: el cóctel de movilización y política emocional que Pedro Sánchez ha instalado en su partido”. Me llama la atención, primero, porque en el blog no suelen meterse en estos temas, lo que significa que los cinco días de reflexión presidencial ha ido más allá de las mesas políticas. Y después, porque han definido bastante bien los planes del líder socialista: “Un proyecto basado en la figura de Sánchez y sin una alternativa de liderazgo”. “El eje pasa del debate ideológico a la política sentimental”. ¿Con acierto? Parece que sí.

Pero efectivo

Nadie puede negar que Pedro Sánchez ha sabido devorar a sus hijos e hijas políticas. Primero, abrió la puerta de la casita de paja al lobo Pablo Iglesias, y se lo comió. Después, abrió la puerta de la casita de madera a la loba Yolanda Díaz, y se la ha jamado igualmente: “Sumar se diluye: la mitad de sus votantes se irían a otros partidos si hubiera elecciones” (Vozpópuli). Ya hemos visto cómo ha ido a la izquierda a la izquierda del PSOE en Galiza (de donde es Díaz, precisamente) y la CAV. Y sobre todo, ya lo ha visto Sánchez, cuya ambición junto con la flojera del rojerío, invitan a pensar en un adelanto electoral sin reflexión previa.

Tendrá que gobernar, ¿no?

Más allá de las reflexiones, los cálculos electorales, las campañas y las negociaciones con todos los partidos que le sujetan en el gobierno, Pedro Sánchez tendrá que gobernar, ¿no? España tiene problemas y ni sin pocos ni son pequeños. Uno de ellos lo destacan en El Blog Salmón porque, además, tiene que ver con las elecciones que se nos echan encima: “La Unión Europea nos da la razón a los pesimistas con las pensiones en España: o más subidas de impuestos o tendrán que bajar en el futuro”. Así están las cosas mientras hablamos de los ataques a Begoña Gómez, el CIS y los golpes de efecto de un político kamikaze.