Las vacunas son seguras

El texto de Ángel Hernández, Nuria García, Ángel Carrasco y Pedro Gorrotxategi en Sinc, un digital sobre ciencia, es el que debería de correr por WhatsApp, Facebook y Twitter, y no todas esas mierdas (muchas veces publicadas por medios de toda la vida) que ponen en duda la seguridad de las vacunas. “Solo los productos que han demostrado un alto nivel de seguridad y eficacia superan la fase 3 y optan a ser autorizados. Es ahora el turno de la evaluación por las agencias públicas que regulan el uso de medicamentos”, en nuestro caso, la europea y la española, antes de entrar en “la llamada fase 4”, la de constante vigilancia.

La Donación

Hace unos meses adelanté en esta columna el trabajo que estaba realizando Jaime Gómez-Obregón sobre el dinero que se movía alrededor de Juan Carlos I. Este ingeniero ha hecho pública esta semana su web: La Donación. En la que detalla el quién, el cuándo, el dónde, el cómo y el qué por medio de una herramienta de acumulación y exhibición de documentos. Gómez-Obregón logra con su metodología poner un poco de orden en la maraña que el Borbón y su entorno fueron tejiendo para mover un montón creciente de millones de orígenes diversos pero difícilmente justificables y nunca declarados.

Bien atado

Después de leer que en Podemos estarían dispuestos a modificar su reglamento interno para que una no inscrita, Yolanda Díaz, sea la principal candidata (porque los principios están para cambiarlos), llegamos a la noticia de que una cosa es la cabeza del cartel y otra la del liderazgo del partido: según El Independiente, Irene Montero sigue siendo la favorita después del vaticinio que hizo ya hace un tiempo Iglesias (que tras él iría una mujer) y de que no haya emergido otra figura más allá de Díaz, que no es de Podemos, es del PCE. Así que el plan avanza sin más sobresaltos que los que planifica el propio Iglesias.

Tesla, desplazado

No creo que sea una anécdota que un pequeño utilitario chino que no llega a los 5.000 € se haya convertido en el coche eléctrico más vendido del mundo, por encima de los Tesla, y comercializándose solo en un país, China (y en año de pandemia, ojo). Los exclusivos modelos de la marca de Elon Musk van a verse superados por nuevas marcas o por las propuestas eléctricas de las de siempre. Solo es cuestión de tiempo. Pero Musk (que para mí representa lo peor de le economía virtualizada) seguirá siendo millonario con el dinero de otros obtenido en rondas de financiación, el Bitcoin y las ventas de cuotas de contaminación.

Una opinión impopular

Tengo ojos en la cara y sé que es una faena ser joven, estar en edad de salir, socializar y ligar, y que se te haya cruzado esta pandemia. Pero me temo que estamos regalando un relato a una generación a la que ya hemos facilitado demasiadas cosas: la juventud está sobreprotegida. Eso es tan cierto como que España encabeza los rankings de desempleo juvenil y retraso en la emancipación. Todo esto es innegable. También lo es el empoderamiento inmerecido de la juventud y que el discurso de los partidos que quieren rejuvenecerse suena ridículo y oportunista. Démosles lo que piden: oportunidades y no excusas para seguir lamentándose.

Comunicación y política

Pocas veces tengo la oportunidad de escribir sobre lo que realmente es lo mío: hace bien la ministra española de Igualdad en aprovechar el maltrato que Rocío Carrasco denunciaba en Telecinco para explicar la importancia de arropar a la víctima y de alejar al maltratador. Pero un hilo en Twitter no era el medio: Irene Montero (y otros en Podemos) tiene que hacerse mayor y alejarse de la comunicación on-line que se hace con el móvil. Su reflexión, como ministra que es, hubiera tenido encaje en un artículo de opinión bien escrito. Su hilo en Twitter solo es carnaza y no centra la atención en lo que dice.

Qué asco

El PP se ha creado un problema: solo era cuestión de tiempo que viéramos el muestrario de políticos de bajísimo nivel que ha incorporado Pablo Casado. La semana pasada Carmelo Romero demostró lo poco que le importa la ciudadanía que, tras un año de pandemia y encierros, ve afectada su salud mental. Y esta semana el diputado cántabro Diego Movellán ha escrito y leído una supuesta gracieta a la ministra Yolanda Díaz sobre que en Podemos todas las mujeres medran agarradas a una coleta. Aplico para Movellán el mismo criterio que para Romero hace solo unos días: no deberían de dimitir, es el PP el que debería cesarles.

No se libra ni uno

Si lo de la derecha española repugna lo de la izquierda española huele fatal: “Gabilondo rechaza pactar con Podemos tras las elecciones y tiende la mano a Más Madrid y Cs: ‘Con este Iglesias, no’”, leemos en Público para preguntarnos de inmediato si lo que no vale para Madrid sí vale para España. ¿Cuándo nos miente el PSOE, cuando Sánchez nos asegura que le unen muchísimas cosas a Iglesias o cuando su candidato en Madrid lo veta porque se ha echado al monte? El Iglesias al que Gabilondo repudia sigue siendo vicepresidente del gobierno español y tratar a la ciudadanía como si fuera idiota sigue siendo muy mala idea.

¡Pero qué cara más dura!

Si la aseveración de Gabilondo sorprende, la respuesta de Iglesias hace que nos preguntemos si cuando no les vemos se ríen de nosotros: “A la derecha le interesa que estemos con pullas” (El Independiente). Esta ha sido la contestación nada menos que del vicepresidente español que el mismo domingo aseguraba que iba a ganar al ala socialista de su gobierno en el tema de vivienda y que lleva meses exhibiendo sin pudor ni inteligencia cada pulso dentro del ejecutivo que, insisto, hoy vicepreside. La campaña madrileña se basa sin duda en la desvergüenza, el morro, las grandes palabras y las más grandes miserias políticas.

Por cierto

La actual movida madrileña (protagonizada por pijos que van de modernos, como la primera) eclipsa cualquier otra noticia política en España, como el fracaso de la moción de censura del PSOE en Castilla y León. Al final, ni socialistas ni Ciudadanos han conseguido los gobiernos por los que pugnaban, pero no creo que los de Sánchez hayan perdido demasiado: han dejado algún pelo en las gateras parlamentarias de Murcia y Valladolid, vale, pero han abierto en canal a Ciudadanos para repartirse las vísceras con PP y Vox, y han provocado el terremoto de Madrid al que no ha podido resistirse Iglesias.

Llegan las vacunas… Y las vacunaciones

Después de un montón de frustración y unos cuantos chistes que ríen quienes aplauden el cuanto peor, la vacunación empieza a avanzar a buen ritmo por fin… Y porque hay vacunas, evidentemente. Desde la más alta instancia europea hasta el más normal ciudadano con los ojos abiertos conoce el ninguneo de las farmacéuticas y sabe que es un error politizar una cuestión tan sensible desde el gobierno (Ayuso) o la oposición (Ubera, Hernández o Garrido). Por otro lado, el ministerio encargado del reparto no ha ayudado mucho con el baile de cifras e incluso su ocultación cuando faltaban dosis comprometidas.

Lo que tuvimos que aguantar…

ETA fue quien mejor apuntaló el régimen del 78, como lo llama ahora Otegi, imitando a Pablo Iglesias. Nada como la banda terrorista sirvió para tapar la existencia de quienes hoy votan a Vox o de socialistas que no se hacían del PP por el que dirán. En Euskadi tuvimos que aguantar que muchos interesados y unos cuantos tontos nos dieran lecciones. Hoy, sin el manto de ETA, a todos se les ven las costuras: Isabel San Sebastián, que hace años parecía una premio Pulitzer, hoy no pasa de ser portada en Periodista Digital por acusar a Irene Montero de ser ministra por acostarse con Pablo Iglesias. Ese es y fue siempre el nivel.

Stop al facha

“Defiende el Ramiro, odia a la ultraderecha”, ese es el lema que la asamblea de estudiantes del Instituto Ramiro de Maeztu ha lanzado para rechazar la presencia de Ortega-Smith en sus instalaciones. Incluso con todo lo que me aleja de esas asambleas que tan bien conocí cuando era estudiante en la CAV, el rechazo a la fachada me une a ellos por completo. Leía esta noticia en Público poco antes de saber que Díaz Ayuso había vetado la charla de la ministra Montero en otro instituto para no ideologizar al alumnado. De una ministra, sí. Vamos, que en Madrid la cosa está clara: la extrema derecha puede hacer lo que el gobierno no.

Cantaban el “cara al sol”

“Han venido unas señoras cantando el Cara al Sol y han agredido a una señora”. Cuando Vozpópuli publica una noticia en la que esta declaración está en el octavo párrafo sabe que no relega una anécdota, sino la noticia: unas fachas fueron a reventar una manifestación feminista y lo lograron provocando altercados que son más relevantes que la motivación política. Y no debería de ser así: los empujones a las fascistas son consecuencia lógica de una agresión, la de entonar una canción del régimen. Y que la extrema derecha mandara a unas viejas a modo de comando femenino tampoco es casual.

Libertad de acción

Quien lea este periódico habitualmente puede disfrutar casi a diario del trabajo de José Mari Martínez y el resto de fotógrafos del Grupo Noticias. Pero Twitter tiene una dimensión especial y que Jon Larrauri haya subido una fotaza de Martínez, el fotógrafo agredido en la manifestación de Bilbao de apoyo a Pablo Hasél, importa: así no solo las y los lectores pueden apreciar su labor, esta vez, durante el último partido del Bilbao Basket. Este es el trabajo de Martínez, su arte, su modo de expresión, ese que el agresor decía defender a hostia limpia con un profesional y vandalizando Bilbao. Que quede claro.

Un 8-M necesario

La necesidad del 8-M y de la reivindicación feminista, entendida como el único método para alcanzar una igualdad real de oportunidades, está fuera de toda cuestión. Y por si a algún recalcitrante le quedaba alguna duda ya están los más fachas para aclarársela. Silvia Intxaurrondo clamaba así en Twitter: “El mural dedicado a grandes mujeres en el Barrio de la Concepción, mi barrio, vandalizado esta noche. ¡Cobardes! Más que nunca, 8-M”. Realmente, es muy sencillo: o estás con esos cobardes y fascistas o estás con la reclamación de una igualdad plena. Aunque sí puede haber excesos en esto no hay término medio.

Incomprensible

Es innegable que las concentraciones del 8-M podían atraer a más manifestantes que cualquier otra porque su reivindicación es de total justicia y por eso genera tantas adhesiones. Pero incluso con esa certeza es difícil de justificar que el gobierno español prohibiera las marchas en Madrid, en el mismo Madrid en el que hemos visto manifestarse a Cayetanos, juntarse a falangistas y, este mismo domingo, con la prohibición ya confirmada por la justicia, a seguidores del Atlético de Madrid sin guardar ninguna distancia y sin que la policía, allí presente, cargase para disolver la concentración por motivos sanitarios.

Mujeres de derechas

Carla Toscano no se cortó en Twitter cuando mostró imágenes de dos mujeres durante los premios Feroz que, a su juicio, mostraban “fealdad, chabacanería, zafiedad”, y las relacionó con “la ideología de género”. La diputada de Vox es la misma que, anteriormente, se había quejado de que hicieran chistes con su imagen durante una comisión (“mucha guasa con lo de Azúcar Moreno”) y aventuraba que “si alguien de Vox hiciera referencia al físico de una mujer la izquierda pediría su cabeza”. Nunca Gris mostró ambos pantallazos e, igual que Toscano, no se cortó en su tuit: “Pedimos tu cabeza, escoria nazi”.

Y mujeres de izquierdas

Este titular en El Confidencial es de esos que resuenan cuando acabas de leerlo: “Montero llega a su segundo 8-M con el contador legislativo de Igualdad a cero”. No solo eso: ayer mismo se hizo pública una recogida de firmas en la que participan personas próximas a Podemos y contrarias a la Ley Trans que está preparando el ministerio de Montero. No soy de los que cree que legislar más es sinónimo de aprovechar mejor la legislatura, pero sí de los que saben contar, y dos años son muchos para no haber generado el consenso o, por lo menos, el clima suficiente que haga avanzar la Igualdad o, como mínimo, su ministerio.

Y esto no para

No importa que sea 8-M para que un hombre intente asesinar a su expareja, como sucedió ayer en Valencia: la violencia de género es la máxima expresión de la desigualdad y el machismo que siguen instalados en nuestra sociedad con una inercia preocupante porque parece imparable. Mujer, 50 años y siete cuchilladas, con esos datos era ingresada en el hospital y en estado grave la víctima, la última en España mientras escribo estas líneas y que sirve como muestra de lo necesario que es el 8-M y la reivindicación del feminismo. Termino como empiezo, lo sé. También sé que el año que viene volveré a escribirlo.

Su gobierno la criminaliza

Pandemia aparte, cada día que pasa es más difícil tomarse en serio al gobierno español: “Irene Montero denuncia que suspender las manifestaciones del 8-M ‘criminaliza’ al feminismo”. El titular en El Independiente podría ser posible en otro momento, pero hoy, 8-M, Irene Montero es miembro del gobierno que, según ella, ha criminalizado el feminismo por medio de su delegación en Madrid. Pero es que hay más: precisamente el padre de los hijos de la ministra de Igualdad es vicepresidente de ese gobierno. ¿De verdad no solo ella a sí misma, también su propia pareja de responsabilidades familiares le criminaliza por feminista?

Turismo de vacunación

Reconozco que hasta que no vi la noticia de la vacunación de las infantas en Abu Dabi ni se me había pensado por la cabeza, pero luego lo vi claro: el turismo de vacunación, evidentemente, para algunos privilegiados, es un modelo de negocio posible. Y este fin de semana he leído a Luis Arroyo que “hay según parece agencias que están ofreciendo por unos 20.000 euros paquetes de viajes exclusivos que incluyen el pasaje, el hotel y la dosis de la vacuna. El mismo Gobierno de Emiratos lo ha reconocido”. Por supuesto, Arroyo aborda que las infantas hayan podido adquirir el paquete vacacional y su comunicado posterior.

Una mujer valiente

El vídeo es de la semana pasada pero si tenemos que señalar a una mujer valiente y pegada a la actualidad esa es Carmen Martín, que no se cortó y puso en evidencia a Risto Mejide por sus afirmaciones sobre la pandemia: los matices son importantes y explican muchas cosas del proceso de vacunación. Pero para quien lo pinta todo a brocha gorda (Risto Mejide o la oposición en el Parlamento Vasco), claro, esas explicaciones son incómodas. Es más fácil hacer titulares o tuits de grandes cifras y verdades a medias, pero también es mucho más irresponsable y no aporta nada. Salvo que quieras aportar más crispación, claro.

Carmena y Maestre como excusa

Más Madrid y Más País están generándome bastante interés en los últimos meses. Pero está claro que no puedes encariñarte con ningún partido de la izquierda española: su grupo en el ayuntamiento de Madrid se desgaja. Y después de leer en varios medios las declaraciones de los cuatro concejales que ahora irán por su cuenta tengo la sensación de que solo son excusas. Ni la añoranza a Carmena ni la mano de Rita Maestre: detrás está Podemos intentando lacerar, rebañar y recuperar lo que es suyo. Porque la izquierda española es suya. La excusa de que no hay partido que domine a estos concejales no puede ser más triste viniendo de políticos.

Una mujer con poder

Llevo varios años intentando que el 8 de marzo las mujeres sean protagonistas de esta columna en su totalidad. No me resulta fácil: la mayoría de noticias está protagonizada por hombres sin que haya otra explicación a esta tendencia que el machismo dominante y su inexplicable inercia. Por desgracia, para encontrar a mujeres protagonistas he tenido que rebuscar si no quería caer en las Macarena Olona que reinan en Internet gritando “que le corten la cabeza”. Algo parecido pasa con Isabel Díaz Ayuso: una mujer con verdadero poder político en España pero no para mejorar la vida de la ciudadanía, precisamente.