¿Es un objetivo defendible?

Quienes defienden a Putin, incluso acosando a personas que han huido de su país dejando todo atrás y se refugian en el nuestro, ¿qué defienden? El dictador ruso dejó claro ayer que su objetivo es anexionar el territorio ucraniano de la cuenca del Donbás, donde su ciudadanía votó libre y mayoritariamente que quería pertenecer a Ucrania. ¿Qué defienden, por lo tanto, quienes desde la comodidad de su sofá y su móvil siembran dudas sobre la masacre del ejército ruso y las intenciones perversas del Kremlin? ¿Qué hay de defendible en ese objetivo? ¿Qué hay de legítimo y honorable en el modo en el que se persigue?

Sin vergüenza

Quien espera un embargo y, por eso, deja la cuenta corriente con 247 euros no demuestra así que no tiene dinero, lo que demuestra es que no tiene vergüenza. De esta manera ha actuado Luis Medina, el hijo y hermano de un “noble”, de un “grande de España”, que sabe muy bien lo que hace. De hecho, lo ha sabido todo este tiempo, y por eso también puso a nombre de una sociedad gibraltareña el yate que adquirió, supuestamente, con el dinero que trincó de una venta hinchada de material sanitario durante lo peor de la pandemia. Quien habla de “los enemigos de España” igual tendría que repasar a quién se refiere.

Era “bromi”

La hostelería andaluza ha desconvocado el paro que tenían programado para la Semana Santa y la Feria de Abril porque el Estatuto de las personas trabajadoras le obliga a cumplir horarios. Por cierto, esto lleva siendo así desde que aprobó en 1980. Y por otro lado, el abuso de “los caseteros” a los camareros lleva siendo sistemático también desde hace décadas, y por ahí pasaban electos andaluces de todos los partidos y sindicalistas. Pero, bueno, por fin en 2022 es noticia que las condiciones son inhumanas. Y ya que lo hemos logrado, esperemos que la prensa española siga firme en su observación del cumplimiento de la ley.

“Descontando la inflación”

Una cosa es elegir el mejor dato para componer el titular (o el tuit), otra cosa es hacer trampas al solitario para sostener un argumento que beneficia a quien lo defiende, una tercera cosa es tomar a la ciudadanía por tonta, y en el más alto de los estadios del jetismo político está lo que hace Pedro Sánchez cuando afirma que en 2021 pagamos la luz como en 2018, “descontando la inflación”. Descontando la inflación. Y por si falta contexto, contamos con Miquel Roig: “No sé yo si estamos para sacar pecho. España cierra 2021 con la tercera factura de luz más cara de la UE”, y los sueldos no son, precisamente, los terceros más generosos.

Correcto

Criticar a Pedro Sánchez por lo que dice, lo que tuitea y lo que hace es legítimo. Va en el cargo. Y hacerlo desde una columna como esta es una de las garantías de las sociedades democráticas. Pero que exista ese derecho a la crítica y plataformas que permitan a cualquiera ejercerlo en público, no tiene nada que ver con que exista un derecho a insultar (que no existe), al señalamiento sistemático, o a amenazar de muerte a nadie. Así que los “siete años y medio de cárcel para el hombre que se ofreció a matar a Pedro Sánchez en Twitter” (Nius) me parecen adecuados. La libertad de expresión, como la de acción, tiene sus límites.

El don de la ubicuidad (1/2)

No solo existe el don de la ubicuidad, es que solo en Madrid hemos encontrado dos ejemplos esta misma semana. Primero, en El Plural y el PP: “Los albaranes de Filomena: El PP contrató 4 tractores capaces de quitar nieve más de 24 horas al día en dos ciudades a la vez. Vehículos ‘milagrosos’, provistos del don de la ubicuidad, la reconversión e incluso la resurrección por apenas 700.000 euros”. En el mismo digital, por cierto, encontramos también esta noticia con otro milagro, el de la resurrección: “La empresa de vinos contratada por el PP para Filomena cobró por quitar nieve con un vehículo que había sido desguazado en 1992”.

El don de la ubicuidad (2/2)

No solo en el PP: en IU Madrid también han descubierto cómo se consigue estar en dos sitios al mismo tiempo (que lo chiven, y así no tengo que decidir si le robo horas al trabajo o a mi familia cada día). En este caso, han copiado la fórmula a Bildu, que cuando gobernó en Gipuzkoa conseguía estar en la pancarta y el despacho al mismo tiempo: “Hoy hace 19 años que asesinaron al periodista José Couso, 19 años de injusticia e impunidad. Esta tarde, nos concentramos para exigir justicia frente al Ministerio de Justicia a las 19:00”. A Bildu no le fue muy bien, la verdad, igual a los del gobierno progre les va mejor.

La derrota es absoluta

No quiero que se acabe el domingo ni la semana para mostrar mi asombro porque la derrota del gobierno español (en el que se integra Podemos, precisamente) ante la dictadura marroquí es absoluta. Pedro Sánchez está poniendo la cara para que se la partan, algún día espero entender por qué, y Mohamed VI se ha puesto los guantes de ocho onzas para obligarle a sentarse delante de una bandera española boca abajo y de repetir al mundo su rendición en el Sáhara Occidental: “Sánchez reitera ante Mohamed VI su respaldo a la posición marroquí” (El Independiente). Pero esto no es solo política: son personas bajo un yugo.

No lo olvidemos

La actualidad local madrileña, sobre todo, está haciendo que prestemos menos atención a Ucrania, pero allí la tragedia continúa y el agresor sigue siendo el mismo. Lo vemos cada día, nos toca con cada noticia, lo sentimos en cada foto. Este tuit de Mercutio insiste en lo básico, y es justo lo básico lo que no debemos olvidar nunca: “Os recuerdo que sin genocidios, sin asesinatos de civiles, sin desplazar población a la fuerza, sin bombardear ciudades, sin un solo crimen de guerra y hasta con respeto escrupuloso de los Convenios de Ginebra, Rusia seguiría siendo el invasor violento de un país soberano”.

Es hábil

Elon Musk es hábil, eso es innegable: se ha convertido en la persona más rica del mundo, hizo lo que quiso con los bitcoin (y esto me pareció bien por lo que dejó expuesto), ha hecho creer que su modelo de negocio es ecológico cuando consiste en vender el derecho de Tesla a contaminar, y ahora se ha hecho con poco más de un 10% de Twitter, la red social que, al final, se ha mantenido más estable, y ya juega a sugerir cambios deseados desde hace tiempo el botón que permita editar los tuits lanzados. Y todo esto con una sociopatía bastante evidente, a mi juicio, y un ego que como su cuenta corriente.

El PP que viene

No soy nada optimista con el PP que nos viene: Núñez Feijóo va a ser el presidente de ese partido que meta a Vox en un gobierno autonómico (los de Abascal han sido muy hábiles retrasando la investidura de Fernández Mañueco), y los nombres que ha deslizado para su proyecto no dicen nada ni nuevo ni bueno. Cuca Gamarra es el botón de muestra de un PP centrado en la retórica parlamentaria y no en los problemas de una ciudadanía de la que siguen alejadísimos. Un PP elitista y tan escorado a la derecha que abraza ya sin esconderse a los más ultras. Un PP del que poco podemos esperar, así que nos puede sorprender.

El PSOE que está

La traición del PSOE al Sahara Occidental quedará para los libros de historia, lo que no veremos en las memorias de Pedro Sánchez, porque será un capítulo que querrá borrar, es cómo le toreó Mohamed VI sin piedad. El dictador marroquí no dudó en utilizar a menores de edad contra España, lanzándolos a su territorio con mentiras, se ha salido con la suya para oprimir aún más al pueblo saharaui y, para colmo, humilla públicamente al presidente español: Marruecos habría despreciado la visita del ministro de Exteriores y estaría forzando una reunión entre Sánchez y el propio Mohamed VI a la que el socialista no podrá negarse.

Shanghai se confina

Julen Asua ha escrito un hilo interesantísimo en Twitter sobre cómo afrontaba el confinamiento al que iba a estar sometido en un suburbio de la Shanghai, con racionamiento de verduras y hortalizas por parte del gobierno chino, y su propio acopio de vino, para pasar lo que les espera. Los suyos no son los únicos tuits que hemos visto estos días, alguno realmente llamativo, como el de Zigor Aldama, en el que muestra cómo funcionarios sueldan las puertas de acceso a un edificio para que no salga nadie. La política de “cero COVID” de la dictadura asiática parece hoy excesiva, con las vacunas y la relajación (excesiva) del resto del mundo.

No ser noticia pero sí ser inspiración

Lo peor que le puede pasar a un periodista o a un medio de comunicación es convertirse en noticia. Pero creo que la entrevista a Óscar Mijallos y Miguel de las Fuentes en el 24h, que junto a Hugo Úbeda nos contaron a diario y durante un mes cómo Rusia amenazó primero e invadió después a Ucrania, era necesaria. Porque el trabajo de Óscar, Miguel y Hugo resulta inspirador, y su testimonio puede animar a quienes están estudiando periodismo hoy a lanzarse a zonas de conflicto y contar al resto del mundo qué demonios está pasando. Su labor resulta imprescindible, que su cadena no se rompa, también.

Al final, Rusia sí ha traído a de vuelta al astronauta estadounidense

Como leemos en Microsiervos, al final, Rusia sí ha traído de vuelta a La Tierra a Mark Vande Hei, astronauta de la NASA que, junto a Pyotr Dubrov, ha estado casi un año en la Estación Espacial Internacional. Junto a ellos regresaba también Anton Shkaplerov en la Soyuz MS-19, que ha aterrizado en Kazajistán, por lo que el regreso a EE.UU. de Vande Hei será más sencillo. Solo hace unos días, el director de la agencia espacial rusa, Dmitry Rogozin, amenazaba con dejar al estadounidense en órbita. Lo que nadie sabe hoy es cómo se desarrollará en el futuro la colaboración entre Rusia y EE.UU. para el espacio.

La consecuencia lógica

“Podemos asume que la guerra en el PP pone en bandeja a Sánchez un adelanto electoral” (Vozpópuli), y yo, también. En cuanto en el PSOE tengan un sondeo electoral fiable y mínimamente favorable, Sánchez disuelve el gobierno español, convoca elecciones y, luego, busca la excusa para hacerlo. En este orden. Las leyes que decaigan, los fondos europeos, el cierre de la pandemia con cierta seguridad y la recuperación económica y anímica de la ciudadanía se mantendrán en el segundo plano en el que el presidente español pone todo cuando de ganar para mantenerse en el poder se trata.

Isabel: “Me han robado”

Tengo muy claro que si para algo no puede servir esta crisis en el PP es para criminalizar a las personas que trabajan con la administración pública, sean o no familiares o amigos de políticos y políticas. Lo que hay que señalar siempre es la cara dura, por ejemplo, para estar en medio, lo que logra constantemente Tomás Díaz Ayuso. O para victimizarse, lo que intenta en todo momento Isabel, la hermana del anterior y presidenta de la Comunidad de Madrid: “Me han robado la presunción de inocencia, a mi familia el anonimato y a mi equipo tantas horas de trabajo honrado y serio”, tuiteaba ayer sin que sepamos si se reía mientras lo hacía.

¡Por supuesto!

Menos mal que Felipe VI ha vuelto ya al trabajo presencial porque se ha notado su ausencia: en el tiempo que se ha visto obligado a teletrabajar por el covid, ha ardido el PP y Rusia y EE.UU. han montado una guerra en Ucrania que va a afectar a Europa. Así que, bienvenido sea el regreso del rey de España a su trabajo sin cortapisas víricas. Evidentemente, he tirado de sarcasmo, como muchas y muchos usuarios en Twitter y otras redes sociales: “Cachondeo con la ‘vuelta al trabajo’ de Felipe VI”, titulaban en Público antes de poner varios ejemplos de chanzas y bromas que, con más o menos acierto, han pululado por las redes estos días.

Lleva años batallando

Si Felipe VI no lo impide con su regreso a la actividad presencial, vamos a ver en directo otra guerra, como la que masacre de Israel sobre Palestina de hace unos meses. Una guerra que me preocupa, no lo oculto porque la frontera entre Ucrania y Rusia está muy cerca, y a Putin y a Biden les importa un pimiento Europa. Temores autoinfundados aparte, que tengo claro que esta guerra va a ser diferente: va a ser, en parte, digital. Y Rusia lleva años preparándose para ella, por ejemplo, convirtiéndose en refugio de casi todo el dinero estafado con el secuestro de información en el resto del mundo, como hemos sabido, casualmente, esta semana.

Qué cara más dura

Podemos contabilizar como respuestas a este tuit de la Federación española de fútbol: “Por la tolerancia, el respeto y la inclusión. La RFEF muestra su rechazo a la LGTBIfobia, en el deporte y en cualquier ámbito de la vida. Stop LGTBIfobia”, las que hemos visto (insultos, imágenes de gente vomitando, etc.), por ejemplo, en la cuenta de Instagram del FC Barcelona durante la misma campaña. Tanto Federación como clubes muy ricos hacen el agosto cogiendo el dinero del petróleo y el recorte de Derechos Humanos sin problemas, luego, ponen un tuit con la banderita arcoíris, y a correr. Pues no, no vale. Y tampoco vale a los que pagan.

En resumen

Xabier Lapitz tuiteó sobre la marcha un estupendo resumen de las elecciones del pasado domingo: “En porcentaje de voto, el tiro en el pie del PP es aún más evidente. Engorda a Vox, sube ‘solo’ punto y medio, 31,7% a esta hora, florece el voto protesta en León o Soria. Y llega la hora de la verdad: si pacta con la extrema derecha, Casado es un cadáver. Si no, también”. Es así de sencillo: ha sido Vox el partido que se ha comido a Ciudadanos, y no el PP, que ha ligado su presente en Castilla y León y su futuro en España a la extrema derecha, alentando un frente antifascista permanente que tendrá que superar si quiere gobernar.

Han venido para quedarse

Ni Ciudadanos, ni Podemos: el nuevo partido que va a cambiar la política en España, que articula mayorías diferentes y que ha venido para quedarse es Vox. Y evidentemente, esta no es una buena noticia. Todo empezó con UPYD, que fue fagocitado por los naranjas cuando se resistió a ser absorbido en pleno declive, Rivera mostró a los que estaban más a la derecha en el PP que podían votar a otro partido y Vox les satisfizo ideológicamente. El problema en Castilla y León y en España es que alguien patrocinó a tres formaciones y mantuvo a dos generaciones de fachas bien alimentadas hasta llegar a su mejor momento.

Sánchez, la hostia es tuya

Pedro Sánchez ha tirado por lo institucional para no tirarse por las escaleras de la entrada principal en Moncloa: su candidato en Castilla y León se la ha pegado, y eso que el CIS le daba como ganador (de eso también habrá que hablar). Los partidos del gobierno español de coalición han sufrido y perdido representación pese a la subida del salario mínimo y de que el presidente español ha sublimado su capacidad de ponerse de perfil mientras el coronavirus sigue sumando muertos. Si después de la evidencia no apreciamos una autocrítica pública será porque el PSOE ya fía todo al frente contra PP y Vox. ¿Será suficiente?

Ni Belarra, ni Díaz

La victoria tiene muchos progenitores, pero la derrota suele ser huérfana: ni Ione Belarra (que despacha los pobrísimos resultados de Podemos en Castilla y León con un tuit en el que se centra en el PP y se refugia en su perfil institucional), ni Yolanda Díaz y su tirón han servido para que los morados resistan. Tampoco han arropado a su candidatura en la derrota porque ambas saben que les basta con mover desde Madrid los focos al pacto obligado del PP con Vox. Así desviarán la atención de su acción y el barrunto de que, después de tanto ruido, Podemos se quedará en poco más que lo que fue IU.

¿“Resiste”?

Inés Arrimadas nunca se ha fijado en Euskadi, pero haría bien en repasar la actualidad política vasca para evitar que su partido acabe como EA. Ambas formaciones enfilan su final (después de recorridos diferentes, es cierto) y en ambos casos la degradación de lo que fueron ronda la humillación. En el caso de Ciudadanos, lo sucedido en Castilla y León es solo un capítulo más en su lenta agonía. La caída de careta de Rivera, por supuesto, no ayuda, pero aferrarse al último tablón es, simplemente, innecesario. ¿Cómo salvarse en ese naufragio? No tengo ni idea, pero sí que estamos viendo a otros hundirse sin remedio.