No tienen principios

Los ultras hoy son más peligrosos que antes porque se han afanado en manejar con soltura las redes sociales digitales y porque no tienen principios. Su líder, Trump, ha pasado de ser un ultraliberal a firmar decretos como un proteccionista escandaloso. Y sus seguidores, en España, de manera destacada los de Santiago Abascal, además, lo aplauden: “Vox, sobre la amenaza de aranceles de Trump: ‘Nos gustaría tener un presidente como él’” (El Diario). No tienen principio, lo saben y les da igual. También a sus votantes, es evidente. Esto ya no va de ideologías, sino de protegernos de los malos. Pero para eso hay que verlos con claridad.

¿Cuál es el siguiente paso?

Donald Trump llega al poder y en cuestión de horas deja en libertad a quienes protagonizaron el asalto al Capitolio de EE.UU., uno de los episodios más negros de su democracia, protagonizado por personajes como aquel que se presentó con el pecho descubierto, la cara pintada y un gorro con cuernos. Podemos llamarle “mamarracho” o “el ‘Chamán de QAnon’”, como le gusta a él. El mismo que ha dicho: “Acabo de recibir la noticia de mi abogado, me han dado el indulto. Gracias, presidente Trump”, “ahora voy a comprar algunas putas armas. Amo este país, Dios bendiga a América” (20 Minutos). ¿Cuál va a ser su siguiente paso?

Igual no era un saludo romano

Sobre “el saludo que parece nazi” que hizo Elon Musk, dos veces, hemos oído que era un gesto que él, que padece el síndrome de Asperger, según ha reconocido en alguna ocasión, no sabe qué significa. O que solo imitaba un saludo romano. Para que elijamos versión, como antes elegíamos aventura en las novelas, aporto esta información: en un podcast, el padre de Elon Musk, Elron, explica que la familia materna del hombre más rico del planeta “apoyaba a Hitler” y que se mudaron de Canadá a Sudáfrica porque también apoyaban el régimen de apartheid. El vídeo de la grabación fue difundido ayer en Reddit.

Empieza a cobrárselo

Elron Musk, precisamente, fue quien ayudó a Elon para que empezase a amasar la fortuna que hoy posee, y que le permite comprar lo que quiera y convertirlo en lo que le dé la gana. Ya lo hizo con X pero, ¿por qué parar? “Trump se muestra abierto a que Musk compre TikTok si lo desea”. Lo cuenta El Confidencial y lo contaba este periódico en su web ayer. ¿Qué haría Musk con TikTok? ¿Qué beneficio obtendría Trump? Hemos normalizado que los ricos y poderosos hagan lo que quieran. Y esa es su gran victoria, no la electoral, que solo es parte del plan.

Trump le motiva

He empezado la columna señalando la falta de principios de Vox, pero también en el PP hay neoliberales que ahora aplauden el intervencionismo, y pijos o pijas que, para el nuevo poder, son tan pobres como yo. Hasta que espabilen, unos y otras seguirán haciendo el ridículo y siendo los tontos y las tontas útiles: dice Esperanza Aguirre que de la Casa Blanca de Biden “salió el wokismo, que se ha convertido en la religión de los totalitarios que quieren imponer regímenes como el de Maduro”. Para mí esta es la idea más relevante, por todo lo que supone, de su columna en The Objective: “Trump es un motivo de esperanza”.

¿Por qué solo en X?

Todas y todos tenemos claro que X es un pozo de guano sin fin. Entonces, ¿por qué en EH Bildu han decidido que solo en esa red social van a colocar este mensaje? Me refiero al corte y al tuit en el que Arnaldo Otegi aboga por “fijar un horizonte sin presos, refugiados y deportados” (y con 850 muertos). También afirma que “es una aportación a la convivencia” (¿otra vez la sociedad vasca debe hacer una aportación para que quienes rompían la convivencia no vuelvan a hacerlo?). ¿Hace EH Bildu un reconocimiento explícito, con la omisión de este corte en el resto de redes, que el de los presos es un contenido que alimenta a sus ultras?

Esto es tener morro

Lo que pretende el PSOE con su nueva ley contra los juicios basados “en recortes de prensa” va más allá: su intención es paralizar las causas en curso (la de la mujer de Sánchez, la de su hermano, pero también la de Puigdemont, denunciado por Vox) que hayan sido promovidos por partidos o asociaciones, no por las víctimas de los actos. Esto puede generar dudas, vale, pero lo que no es permisible es exhibir tanto morro: “Podemos defendió la acusación popular en 2014 y 2017 y ahora cuestiona la ‘ley Begoña’. El partido se personó en varios casos judiciales para denunciar las ‘tramas corruptas’ políticas y empresariales” (The Objective).

Buenas matizaciones

Me ha gustado esta pieza en Público ya desde el titular (no me ha gustado lo que le ha pasado a Antonio Maestre, por supuesto): “Vito Quiles acosa en plena calle al periodista Antonio Maestre”. Vito Quiles es Vito Quiles y Maestre, un periodista. Empezamos bien. Pero sigue mejor: en el digital se refieren a Quiles como un “agitador ultra” y “pseudorreportero”. Son buenos eufemismos de lo que realmente es (no puedo escribirlo, no quedaría bien). Quiles persiguió a Maestre, que lanzó su micro al otro lado de la calle. Y ahora el mamarracho acusa al periodista de agresión (que no se ve en el vídeo que él mismo difunde, según Público).

¿Un piquito?

El anterior presidente de la RFEF, Luis Rubiales, plantó un beso sin su consentimiento a Jennifer Hermoso, jugadora de la selección española de fútbol. Su sucesor, Rafael Louzán, es el responsable de las “fuentes” de su organización que dicen “que las mujeres de los futbolistas del Mallorca confundieron en Arabia Saudí ‘acoso’ con ‘un agobio’”. Ah, bueno, entonces aquí no ha pasado nada, podemos dispersarnos, volver a nuestras cositas y pelillos, a la mar. La falta de vergüenza y de sensibilidad en la RFEF es alarmante. Un mal, evidentemente, enquistado, orgánico, inevitable. Como su ambición por el dinero.

¿Qué puede salir mal?

El guionista portugalujo Raúl Díaz tuiteó algo parecido a esto: hemos pasado de una carrera espacial entre países a una entre personas, en referencia a la de Elon Musk y Jeff Bezos. También hemos pasado (y esto ya es de mi cosecha) de una carrera espacial científica a una comercial (que acabará en la salida de los ultrarricos fuera del planeta cuando este quede arrasado, no tengo pruebas pero tampoco dudas). ¿Qué puede salir mal dejando la explotación del universo a millonarios ambiciosos? Y ya que estamos: ¿qué hago separando los tetrabriks si cada lanzamiento de prueba contamina más que yo en varias vidas?

Es así de fácil

César Calderón resume en The Objective “los pecados capitales que puede cometer un político cuando logra llegar al gobierno”. Esto son (1) el adanismo, o pensar que todo empieza cuando uno llega, y (2) hacer leyes como si el partido en el gobierno fuera a ser siempre el mismo que las promueve. En opinión de Calderón, el segundo es justo el que comete el PSOE con la ley con la que pretender frenar el proceso de Begoña Gómez basado en “recortes de prensa” que, además, “difícilmente produciría en el corto plazo los ambiciosos beneficios pretendidos sobre el entorno presidencial” y que beneficiaría al PP, blindando su futura acción en Moncloa.

Todo es educacional

Que la mayoría de personas (hay un porcentaje que está perdido antes de empezar y lo vemos a diario con los negacionistas o antivacunas) sepa distinguir entre un medio de comunicación on-line y una web para lanzar bulos se aprende y se enseña. Como todo. Y la entrada en las ikastolas de las tablets es una oportunidad para hacer esa formación. Enrique Dans lo recuerda en su pieza sobre la prohibición del uso de la inteligencia artificial: ¿por qué prohibirla cuando podemos podemos alfabetizar, distinguiendo entre herramientas, aprendiendo a hacer las preguntas y, lo más importante, plasmar las respuestas en los trabajos con naturalidad??

Bueno, todo, no

Estoy seguro de que Elon Musk fue a buenos colegios, siendo como era, el hijo del dueño de una mina de esmeraldas en Sudáfrica. Así que, en su caso, la educación recibida nada tiene que ver con la ambición desmedida que exhibe y las chorradas (estas cosas, mejor por su nombre) que dice. Lo que está claro es que todas sus provocaciones van asociadas siempre a un gran interés económico, y no es una conclusión solo mía: “Elon Musk es malvado y sólo quiere dinero, conseguiré que lo echen” (Expansión). Esto lo afirma Steve Banon, que fue el asesor de cabecera de Trump en su primera legislatura y que ha declarado la guerra (interna) al de X.

¿Quién defiende esto?

Dirán que es propaganda contra Putin, un líder elegido democráticamente que plantea una batalla ante los ultraderechistas ucranianos en su propio suelo porque Ucrania siempre fue Rusia hasta que la OTAN lo ordenó. O alguna mandanga parecida. Me refiero a esto: “Cualquier persona acusada de un delito puede optar por un contrato militar para evitar un juicio o una condena” (Xataka). Un paso más después del “reclutamiento de convictos” que “comenzó en 2022 con prisioneros ya condenados”. Así es como reconfigura las filas Putin ahora, después de “427.000 soldados rusos muertos o heridos” solo en el bando ruso.

Agur

Ander Herrera no ha aportado sobre el césped lo que esperábamos de él y espero que en el vestuario no haya aportado a los jóvenes lo que mejor se le da: irse (al Manchester, al segundo intento), regresar como una estrella, intentar irse otra vez (al Zaragoza, este mismo verano) para acabar renovando y, ahora, volver a intentarlo (a Boca, presionando al club en público). ¿Es esta una enseñanza valiosa en un club de cantera como el Athletic? No. Solo espero que la marcha definitiva de Herrera nos sirva para tener claro que el retorno dorado de futbolistas mundanos casi nunca funciona. Agur, Ander. Que te vaya bonito, pero lejos del Athletic.

¿2027?

Según The Objective, Pedro Sánchez se prepara para “un ‘superdomingo’ electoral en mayo de 2027” en el que “se celebrarían al mismo tiempo los comicios generales, autonómicos y municipales”. En el caso de la CAV, las elecciones al parlamento vasco serían sustituidas por las elecciones a nuestras Juntas Generales. Por un lado, que el gobierno español aguantase hasta 2027 sería una noticia extraordinaria (solo entre 2023 y 2024 hemos votado 4 veces, por lo que un 2025 sin campañas sería un regalazo de Reyes), por el otro, Sánchez es capaz de mezclar churras con merinas y elecciones de naturaleza diferente si le beneficia.

Ni los reyes, ni las aitas, ni las amas

Nuestras pensiones no las van a pagar ni los reyes magos, ni nosotras ni nosotros (que pagamos las de ahora, como todo el mundo sabe: no, no estamos guardando para el futuro), lo harán nuestras hijas e hijos (cada vez tenemos menos) y quienes están llegando a nuestro país abandonando el suyo: “Los extranjeros son ya más del 13% de los cotizantes a la Seguridad Social y tiran de la economía más que nunca” (El Independiente). Para esto no hay hecho diferencial vasco, y si lo hay es porque nuestra población está especialmente envejecida y, por lo tanto, necesita a esas y esos que vienen a trabajar. Insisto: a quienes vienen a trabajar.

Afán recaudatorio

Las y los trabajadores autónomos que desde esta semana tendrán que cotizar más lo harán con la sensación de que el estado les exprime porque puede. Y tienen razón: forman un colectivo heterogéneo que rara vez protesta y nunca va a la huelga, y por eso son la fuente de ingresos más suculenta. Poco importa lo que aportan a la economía con su trabajo, poco importa lo que la mueven con sus proveedores (en muchas ocasiones, otras y otros autónomos), poco importa el menor gasto que hacen a la seguridad social y poco importa que generen impuestos. Importa la ideología de quien les sube los impuestos.

Esto está mal

“Si eres autónomo y facturas menos de 2.500 brutos al mes, ganarías más en un McDonalds cobrando el salario mínimo”. En Pymes y Autónomos lo dicen así de claro. Y es un error: a una o un trabajador autónomo que factura menos de 2.500 euros brutos hay que incentivarle para que no cese su actividad, para que pueda crecer e incrementar esa facturación, porque cuando un autónomo crece, crece la economía. Si el mensaje que le llega desde el gobierno es que estaría mejor en un McDonalds (ganaría más y tendría menos preocupaciones) es el gobierno el que está haciendo mal las cosas.

Queridos Reyes: menos monarquía

Supongo que junto a mis zapatillas de estar en casa (las rojiblancas con el escudo del Athletic que tenemos muchos en Bizkaia) esta mañana habré encontrado los típicos regalos prácticos, y que los Reyes Magos no habrán podido traerme algo que les pido cada año: menos monarquía. Lo supongo porque, por lo que leo, los mismos que practicaban el juancarlismo hoy son abiertamente monárquicos y cortesanos. Sin tapujos. Sin eufemismos. Medios como El Plural no dudan en reírle las gracias a esta familia real, y cuando descubran que les han tangado, como les tangó Juan Carlos I, ya buscarán alguna excusa.

El año de Elon Musk

Si el mundo es suyo, ¿cómo no va a serlo el 2024? Elon Musk es, para mí, el personaje del año, y ninguno de los motivos que lo aúpan a la cima nos beneficia. A él, sí, claro: las criptomonedas se disparan con el apoyo de su gobierno, SpaceX venderá más a la NASA y el proteccionismo hará que Tesla no tenga que preocuparse de sus competidores chinos. Él gana porque el mundo (la política interna estadounidense salpica al planeta entero) pierde. Y todo esto sin hablar de X. Pero el mayor problema que genera Musk es la plaga de admiradores e imitadores que aspiran a ser eloncitos. Pobres.

El tonto del pueblo

Seguro que Alvise Pérez admira a Elon Musk. Subo mi apuesta: seguro que se ve a sí mismo como un Elon Musk español. Otro pobre. Pobre de espíritu, europarlamentario de cartera y tragabulos de primera (de lo que se come se cría): “Alvise Pérez se cree la inocentada de Electomanía e informa que Junts y PP presentarán una moción de censura” (Menéame). Alvise, dando muestras de su olfato e inteligencia, cogió la inocentada de Electomanía y la llevó a su canal de Telegram en forma de nota e incluso añadió declaraciones para dar su opinión. Y con estos métodos consiguió más de ochocientos mil votos.

El año de Bárbara Rey

En 2024 confirmamos que Juan Carlos I y Bárbara Rey fueron algo más que amigos especiales. Lo que abría la puerta a creer todos los rumores que acompañaron a la aventura: que había más, que él hacía lo que le daba la gana, que entre todas y todos compramos el silencio de ella y que, si volvemos al principio y damos por hecho que hubo más follamigas, también habría más silencios asegurados con dinerito público. Y en 2025, ¿qué? ¿Alguien iniciará una investigación de oficio para saber si todo lo que barruntamos es tan cierto como las fotos del amor? ¿Alguien calculará cuántos hospitales se quedaron sin construir por ese dinero?

La DANA de Valencia

El cambio climático mata, los recortes matan y la irresponsabilidad mata. Esas son las lecciones que debemos extraer de una tragedia tan enorme como la de la DANA de Valencia. Un fenómeno atmosférico agravado por las carencias de las unidades de emergencia y, sobre todo, por una incapacidad manifiesta de las y los gestores que tenían que tomar decisiones ante una situación que era más grave cada hora. Todas las críticas que dirijamos en 2025 a quienes niegan el calentamiento global, a quienes anuncian rebajas fiscales sin informar de qué dejarán sin presupuesto y a quienes hacen la del avestruz son necesarias.

No es imposible

Hemos despedido 2024 con una estupenda noticia en lo político: la oficialidad de la selección de Euskadi de pelota está al alcance de la mano. Ninguna de las trabas anteriores (empezando por la oposición de Bildu a la norma que lo posibilita) ni futuras (los recursos que se esperan) debería de impedir un primer paso esperanzador y emocionante: ver a la tricolor en una competición oficial. Quedan más, muchísimos más pasos, pero ahora ya sabemos que no es imposible. 2025 tiene que ser el año del “más y mejor”. Pero también el de anotar la matrícula, de una puta vez, de quienes ponen las trabas.