Urdangarín, a la asamblea de parados

Iñaki Urdangarín se rinde, según Vanitatis: harto de buscar trabajo sin encontrarlo decide tirar la toalla. Ha estado cerca: “Casi lo logra con un puesto en la selección de balonmano de Qatar junto a su querido Valero Rivera”, pero al final, nada. ¿De qué va a vivir ahora en Ginebra? Eso no lo explican, pero sí en qué va a ocupar su mucho tiempo libre: deporte. Está preparándose para diferentes pruebas para veteranos, suponemos, gracias al sueldo o asignación de su mujer.

Y su cuñada triunfa

Iñaki Urdangarín puede preguntar qué hacer con su tiempo libre a su cuñada, Elena de Borbón, que lleva muchos años sin oficio conocido más allá del de Infanta. No solo la hija mayor de Juan Carlos I logra sacar adelante su día a día, además se está convirtiendo en una especie de icono kitsch. La última referencia es de Emily Shornick, que en InStyle da las razones por las que es fan de Elena. Estas pueden resumirse en una mezcla de eclecticismo y “a mí me da todo lo mismo”.

¿Qué hacemos con Trump?

Dori Toribio se pregunta qué hacer con Trump en Twitter. Es decir: ¿tienen que seguir tomando los periodistas esta red social del presidente como fuente oficial? La conversación que mantiene con otros tuiteros es bastante interesante, por ejemplo, con ideas como la de guardar esos tuits para un futuro libro. Algo que ya estará haciendo algún periodista avispado. Trump no es consciente del “rastro” digital que está dejando, para alegría (o desolación) de quienes siguen su actualidad.

La ciencia y la izquierda

La entrevista a Mauricio Schwarz (que está de promoción de su libro, “La izquierda feng-shui”) en El Español es bastante interesante como lo es, en general, la relación de quienes se autodenominan “la izquierda” con la ciencia. Por un lado es cierto que en la universidad hay mucha de esa izquierda. Por otro, en la izquierda han tenido cabida (y hasta justificado) alternativas poco científicas y próximas a la autosugestión como modo de resolver problemas médicos.

El éxito relativo de “Despacito”

Créanme: me parece que no he escuchado la canción de “Despacito” todavía. No estoy en edad ya de ir a los sitios en los que la “pinchan” para que la chavalada “perree”, y mis hijos son demasiado pequeños para ponerla en casa a todo trapo. Así que me estoy librando. Pero por lo que tengo entendido es un exitazo. También lo reconocen en Magnet, donde juegan a relativizar el bombazo cocinando cifras de Spotify para demostrar que “solo” es la quinta canción más relevante de su historia.

La inviabilidad de las pensiones en España

¡Que no nos vengan con más cuentos! Un sistema de pensiones vasco generaría a los beneficiarios más tranquilidad y estaría mejor gestionado que el desastre español: ahora es necesario un préstamo de 6.000 millones del Estado a la hucha para poder abonar la extra de verano. Para colmo, esos 6.000 millones suponen el 60% de lo aprovisionado por el Estado para todo el año. ¿Y qué harán en diciembre? ¿Y el año que viene? ¿Cuánto falta para la quiebra definitiva?

La madera de Trump

Ayer mismo les contaba que en varios clubes de golf propiedad de Trump cuelgan portadas falsas del Time con su cara. Por bromear sobre ello, la periodista Mika Brzezinski ha sido calificada como “loca” por el propio Trump en Twitter, y su compañero Joe Scarborough, como “psicópata”, en público, sin filtros. Brzezinski le ha respondido haciendo un chiste con sus pequeñas manos gracias al que hemos descubierto que a Trump eso le molesta especialmente.

Y esto es un retrato oficial

No me gustan los retratos oficiales. Generalmente están mal elegidos y supongo que será porque los escogen los propios retratados, en un gesto de deferencia hacia ellos. Un error recurrente: la foto la tiene que elegir alguien que te quiere. Aunque no te guste. Por suerte, hay excepciones como la de Emmanuel Macron, un político que cada vez me gusta menos pero que ha sabido elegir (o dejar que lo hagan) un retrato oficial estupendo: ventana abierta, banderas europea y francesa luz y contraste altos, cielo…

¿De dónde salen las subvenciones?

Entre los más de 23.000 seguidores de Lagarder Danciu hay mucha gente que se toma en serio sus exageraciones. Este activista de profesión que ha estado cerca de Podemos y ahora reniega de ellos, ha tuiteado esta semana: “¿Qué diferencia hay entre los animales llevados al matadero y está imagen? Nuestro matadero es el trabajo que nos anula como personas…”. ¿De dónde cree Danciu que salen las subvenciones o ayudas si no es de la cotización de los trabajadores?

Cierra Terra

Hacía años que no entraba en Terra hasta ayer, cuando me enteré de que Telefónica ha decidido cerrar este portal digital de noticias. Tampoco lo echaba de menos ni lo voy a hacer a partir de ahora. Por supuesto lamento los despidos que se generen aunque es posible que una empresa como Telefónica sea capaz de absorberlos. En cualquier caso, esta web que surgió en 1999 es un clásico de Internet que desaparece por falta de adaptación y cambios en los hábitos de los usuarios.

Esto tiene mucha gracia

Parece un chiste pero no lo es: Donald Trump, el mismo que no deja de señalar a los medios porque, según él, publican noticias falsas (“FAKE NEWS” tuitea el presidente hasta en mayúsculas), tiene colgado en sus campos de golf una portada del Time en la que aparece que sería falsa. Lo ha publicado el Whasington Post, se ha hecho eco The Hill y hasta el Time ha negado la existencia de esa portada que estaría enmarcada en las propiedades de Trump para mayor gloria suya.

Los horarios razonables en la televisión pública

Hacen bien en La Gulateca cuando critican el horario de emisión de la final de Master Chef. El programa de La1 terminó a las 2:00 de la noche del miércoles al juves, fuera de cualquier lógica. No se trata ya de la audiencia, tampoco es posible justificar esta “emisión imposible” porque se trate de una pieza de autor, y resulta difícilmente explicable que la televisión pública española en vez de apostar por unos horarios razonables estire así un chicle televisivo.

Hablando de televisión…

El tuit anterior hizo que me acordara otro de José Miguel Mulet, el químico que se ha hecho más famoso porque Mercedes Milá le llamo gordo en televisión que por su labor previa como divulgador. “Cuando dicen que no hay ciencia por la tele porque no hay demanda me pregunto ¿Acaso había demanda de telefilms alemanes a mediodía?”, se preguntaba con bastante acierto ya que el coste tampoco explica la ausencia de este tipo de espacios más beneficiosos que la ficción fácil.

Una más

Imprescindible para quienes no lo recordábamos e interesante para quienes sí presenciaron aquel escándalo: en El Confidencial recuerdan que el timo de “la rueda” que habría generado hasta 100 millones de beneficios con la participación necesaria de la SGAE ya se repitió en 1977. Entonces fue con la música militar y la misma mecánica, y generó 200 millones de pesetas a una SGAE “heredera de los privilegios intocables concedidos por el franquismo, muchos de los que hoy sigue disfrutando”.

2.000 millones de usuarios

Si cada perfil fuera de una persona estaríamos hablando de casi un tercio de la población mundial. Pero pese a las trampas que sabemos que existen (personas con varios perfiles, sobre todo profesionales del marketing on-line y activistas políticos) la cifra es absolutamente mareante: Facebook cuenta ya con 2.000 millones de cuentas creadas que son utilizadas una vez al mes. Y destaca aún más porque, según Market2day, que da la noticia, hay 3.600 millones de usuarios de Internet en todo el mundo.

Cuando todo es normal

Sí, en Twitter siguen dando vueltas a la columna de Antonio Maestre sobre sus recuerdos en un barrio de la periferia de Madrid. Pero les aseguro que solo se trata un texto normal que, sorprendentemente, ha desempolvado una lucha de clases que huele a naftalina. Por suerte, también hay tuiteros que ponderan bien la realidad, como en el hilo en el que “Mario” normaliza el asunto: la historia de Maestre, correcta, solo es una más entre la mayoría.

No más juicios paralelos, por favor

Nunca me han gustado pero de un tiempo a esta parte los juicios paralelos empiezan a aburrirme extraordinariamente. Los mediáticos y los políticos. Tanto que hasta estoy de acuerdo con Pastrana en Twitter (para variar): “Eso de las comisiones de investigación es un gran invento, sirven por ejemplo para que un sinvergüenza como Bárcenas se chulee de todos”. Sigo creyendo que es mejor que los jueces hagan su trabajo sin comisiones parlamentarias que buscan el foco simultáneas ni contertulios (también digitales) dictando sentencias de barra de bar.

Sobre la multa a Google

En El Confidencial explican bastante bien la multa milmillonaria a Google. Básicamente, la Comisión Europea sanciona a la empresa del buscador por ofrecer los resultados que le benefician y perjudican a la competencia en sus negocios derivados. No solo es dinero (mucho en general, poco para la empresa): la experiencia de usuario puede mejorar, y no hay riesgo de cierre como venganza porque a Google le interesa seguir ofreciéndonos resultados incluso en igualdad.

Una angustiosa maravilla

The Guadian vuelve a ofrecernos en su web otra de esas maravillas visuales que nos recuerdan que gracias a Internet es posible mejorar el periodismo. Benny Lam ha documentado fotográficamente la realidad de los “pisos subdivididos” de Hong Kong. Pequeños habitáculos del tamaño de un colchón de 90 y medio metro de altura con cortinas echadas y cocinas con inodoros llenas de cacharros son, según vemos, el día a día de miles de personas. Un trabajo extraordinario.

Costumbrismo 2.0

Si no lo conocen, busquen el canal de YouTube de Alberto Casado y Rober Bodegas. Se llama Pantomima Full y en él muestran una capacidad envidiable para el sarcasmo. Retratan a una generación que es la suya, que es la mía, en la que vamos de entendidos, de emprendedores, de sibaritas… Y estamos atrapados en un postureo insoportable. Casado y Bodegas tienen, además, tres vídeos en el BBK Live sobre los límites de lo “indie”: puro costumbrismo contemporáneo.

¿Lucha de clases?

Si no son activos en Twitter seguramente les sorprenda conocer que quienes sí lo son andan debatiendo sobre una columna del periodista Antonio Maestre en la que, de un modo edulcorado, agradece a sus padres el esfuerzo que hicieron por él. Nada extraño: progenitores sin estudios que lucharon para que sus hijos sí los tuvieran. Pues ahí andan algunos, quejándose de lo que para ellos es una tontería y haciendo, unos y otros, equivocada bandera de la lucha de clases.

¿Tú qué sabrás, Ramón?

Me incluyo entre los defensores de Maestre porque puedo identificarme en algunas partes de su historia (y no desprecio las que no reconozco como mías). También lo es Ramón Espinar, pero ya nos explicará este hijo de consejero “black” (VPO a dedo y revendida sin uso y con beneficio, incluida) con qué se identifica. Él mismo tuitea: “Es un relato de clase obrera”. Porque eso es lo que conoce: relatos. Como el suyo: el del niño bien que acaba de senador, parlamentario y cargo orgánico, defendiendo a los pobres.

Difama que algo queda

Felipe González es indefendible. No solo por el GAL y sus derivadas. Como expresidente vive como un millonario gracias a sus cargos en grandes empresas y negocios inmobiliarios. Y todo, lo de antes y lo de ahora, con total impunidad. Pero lo de Lagarder Danciu, activista de profesión, es injustificable: no se puede tuitear “El incendio del parque de Doñana es provocado ya que Gas Natural de Felipe González tiene intereses en la zona”, con todo el morro.

No propagues bulos

Sobre el mismo incendio ha tenido que tuitear también la cuenta Maldito Bulo: “No, el Parque Nacional de Doñana no se podrá nunca recalificar después de un incendio. No lo permite la Ley de Parques Nacionales de 2014”. Así de sencillo. Pero, claro, esta realidad les fastidia el tuit y el titular a quienes todo les vale en su lucha política. Y no con ello defiendo la ley que permite recalificar terreno natural quemado ni a quienes la aprobaron. Todo lo contrario: para criticar con fuerza hay que ser rigurosos.

Rigor también sobre el CETA

Termino casi como he empezado: si son activos en Twitter tendrán la sensación de que el planeta entero está en contra del tratado de libre comercio Canadá-Europa, y que solo unos pocos neoliberales han votado a favor de él. Pero como explica César Calderón la realidad es justo al revés, pese al ruido: en el Parlamento Europeo votaron en contra del CETA (y ahora Pedro Sánchez quiere sumarse a esa lista) extrema derecha y extrema izquierda, abrazadas.