Ciudadanos se marca un UPyD

Gregory, un usuario de Twitter, ha hecho una comparación muy sugerente entre cómo terminó UPyD y lo que está pasando en Ciudadanos: “Remake de la autodestrucción de UPyD: Ciudadanos en el papel de UPyD. Albert Rivera es Rosa Díez. Marcos de Quinto como Carlos Martínez Gorriarán. Toni Roldán es Irene Lozano. Toni Cantó interpreta a Toni Cantó. Manuel Valls es… Albert Rivera”. Reconozco que me han hecho especial gracia las líneas de De Quinto y Gorriarán (los dos soberbios en Twitter, confiados en sus éxitos personales) y la de Toni Cantó, pero toda la lista de personajes es muy divertida.

La justicia condena a Espinosa de los Monteros a pagar

No recuerdo a qué periodista se lo leí pero me rindo y le doy la razón: mientras Santiago Abascal siga al frente de Vox podemos estar tranquilo. El día que el partido de extrema derecha sea liderado por Iván Espinosa de los Monteros tendremos un problema mayor. De momento, el que está cogiendo las riendas de Vox en el Congreso, ha sido condenado por la Justicia a pagar las obras de reforma de su propia casa, con el recargo de las costas del juicio, después de que el político intentase rehuir la factura por medio de una sociedad que luego cerró. Esas son las trampas, según Eldiario.es.

Ya no vale

Hace bien Jorge Matías en responder, vía Twitter, a Ana Pastor cuando esta se muestra sorprendida ante el último exabrupto de uno de Vox. Matías le recuerda que “no vale sorprenderse” cuando precisamente en el debate electoral que organizó el grupo televisivo de la periodista querían llevar a Vox. A estas alturas, la ingenuidad no cuela. Ya les conocíamos y no creo que Pastor no se entere cuando, sin ir más lejos, en ese mismo grupo televisivo dan voz a diario a los de Vox, así que, ¿a qué viene la sorpresa? Parece que muchos tuiteros han respondido al estilo de la red social a este intento de quedar bien.

Dar de comer al monstruo trae esto

¿Qué pasa cuando en las televisiones generalistas (y en medios deportivos, incluso) tratan a Vox y a sus líderes como si se tratase de un partido más? Que un grupo de chavales de un colegio de Mallorca acaba posando para una foto haciendo el saludo fascista y con una bandera española con el logo de Vox. Esto es Vox. No lo decimos nosotros: lo hacen sus propios seguidores. Y la excusa de que “hay que mostrarlo” deja de servir la segunda vez que se le trata con normalidad mediática. Ellos, los que alzan la mano junto a la bandera de España, no tienen duda de a quién siguen y ensalzan.

Sonreír al final

Uno de los momentos más importantes que vamos a vivir en el Mundial de Fútbol de Francia, por lo que significa, lo ha protagonizado Marta Vieira, todavía en el campo pero con el partido ya finalizado: la jugadora brasileña no habló de sí misma cuando le preguntó el periodista de turno, pidió poner en valor lo logrado por todas las jugadoras que han conseguido que las veamos jugar, y pidió a las jóvenes futbolistas brasileñas que cojan el relevo, que no lloren cuando se acaba la participación de Brasil en el Mundial, sino cuando todo empieza para “sonreír al final”. Se dirigió a ellas, pero el mensaje debemos oírlo todos.

Lo dicen todos

Esta vez es la Comisión Europea la que señala a Vox como elemento desinformador en la campaña de las pasadas elecciones europeas. No lo señalamos ni los columnistas ni los periodistas de medios de comunicación que no comulgan con las ideas de este partido (la mayoría). Según la web de La Vanguardia, Julian King, comisario europeo de Seguridad, cree que Europa no puede normalizar los debates ni los argumentos que partidos como Vox, en el caso de España, despliegan sobre temas tan sensibles como la inmigración. Vamos, que Vox hace lo típico de los populismos con los temas de la extrema derecha.

No nos dejemos engañar, por favor

Periodistas, políticos y la sociedad en general debemos estar en la misma trinchera y reclamar información veraz para que todas las personas puedan tomar una decisión antes de unas elecciones. Así que pelear contra las noticias falsas y los argumentarios que solo buscan cabrearnos con mentiras, es cosa de todos. Como también lo es no compartir bulos, buscar en Google una explicación y contarla cuando, por ejemplo, recibimos uno de esos vídeos de un político que parece que habla borracho o drogado. Son vídeos ralentizados que buscan generar dudas sobre el sistema democrático en su conjunto.

España prueba de su medicina

Como nacionalista vasco estoy bastante cansado de que nos retraten como quieren los que, simplemente, son más. Novelistas, guionistas, científicos de parte pero también columnistas y hasta blogueros nos apabullan con historias y estereotipos falsos pero escritos mil veces, así que siempre hay algún enlace para mostrarnos como malvados. Y no hablo de ETA, cuya vergüenza histórica va aparte. Así que no me da ninguna pena que en Netflix esté triunfando “Criminales en el Mar”, una comedia que ridiculiza España (y otros países europeos) por medio de tópicos. Es más, estoy deseando verla.

Menos es más, también en Internet

Parece que en Internet cabe todo pero en realidad no es así. Salvo los de Google, Apple, Facebook y demás superempresas, los servidores se saturan y las webs pierden agilidad. Además, no creo que sea necesario que todas las páginas tengan que intentar informar de todos los temas del momento. Así que celebro la noticia que tuiteaba Katharine Viner, editora del The Guardian: después de tomar la decisión de rebajar el número de noticias diarias en su medio, también en la versión digital, han subido las visitas. Menos contenidos más elaborados hacen el producto informativo más atractivo.

No dejen a sus niños solos con YouTube

YouTube es objetivamente una gran herramienta con el principal problema de la cantidad de contenido negativo que almacena y que, según varias noticias en los últimos meses, acaba siendo visible. Pero no creo que sea una herramienta para niños ni siquiera en su versión “Kids” (aunque me parece más adecuada que la normal), que además no satisface a partir de los 13 años, según Trecebits. En general, me parece que la tele lineal (ETB3, Clan o Disney) no está suficientemente valorada, y hay apps que permiten reproducirla en tablets y móviles a los que todos los aitas y todas las amas recurrimos.

Las puertas que abre Libra

Libra es algo más que la moneda de Facebook. En Xataka explican muy bien de qué se trata: un consorcio sin ánimo de lucro (eso dicen desde él) que forman el propio Facebook, Uber, Mastercard, Visa, Paypal, eBay o Spotify, entre otros, ha creado una cibermoneda que permitirá pasarnos dinero entre usuarios y hacer compras en diferentes plataformas digitales o con el móvil. Con nuestros euros adquiriremos esas libras digitales (que no tengo claro que sean criptomonedas como Bitcoin) y operaremos con ellas desde nuestros dispositivos. Así, estas empresas empezarán a captar capitales y más datos a nivel mundial.

Esos chiringuitos…

Juanma del Olmo es un tipo controvertido. Como responsable de Comunicación de Podemos tuvo mucha visibilidad (demasiada) pero no consiguió ganar su escaño por Valladolid, donde su partido fue quinta fuerza, por detrás de Vox. Pero no se quedó en el paro, precisamente: el grupo parlamentario le contrató como asistente (Irene Montero es una de sus principales valedoras) y 9 días después abandona el puesto porque quiere dar el salto a Podemos Madrid –según El Independiente–, que sigue en manos de una gestora. Todo esto me parece bien, pero ni Del Olmo ni Podemos podrán hablar ya de “chiringuitos” sin referirse al suyo.

Y estos otros

En Podemos igual alguien mantiene la capacidad de sonrojarse y darse cuenta que a Del Olmo le están favoreciendo y, sobre todo, de que él está saciando su ambición política sin demasiadas dificultades. Pero estoy bastante seguro de que en Vox nadie duda de que estarán bien gastados los 100.000 euros arrancados por los de Abascal de los presupuestos andaluces contra la inmersión lingüística de las personas de esta autonomía fuera de ella. La existencia de esa partida legitima una parte importante del discurso de Vox contra la “imposición” del catalán o el euskera, por ejemplo, y supone, por cierto, montarles un “chiringuito”.

Y grandes privilegios

En El Confidencial Digital enumeran los pilares de Urdangarín en su primer año en la cárcel: “Mini-huerto, espaldera y mucha lectura”, y añaden las visitas de su madre y hermanos, y de la Infanta Cristina. A lo largo de toda la noticia sobrevuela lo más importante de este primer año de condena, pero no lo mencionan: los privilegios. Como el de contar con un módulo solo para él o acabar teniendo acceso a esa espaldera, una cinta de correr y unas pesas para que no tuviera que esperar a que todas las presas abandonaran el polideportivo. Nada de esto me parece especialmente mal, pero la justicia no es igual para todos.

La cultura hay que pagarla

Es un debate recurrente en Twitter, donde se agolpan los adolescentes que creen que tienen algo que aportar, pero pocas veces se ha plasmado con tanta nitidez. La usuaria Lucía tuiteaba: “Sinceramente la mayor duda que tengo a día de hoy es: ¿por qué pagáis plataformas como Netflix? Es un dinero innecesario, hay mil páginas para ver pelis sin pagar y es que además las de pago no tienen mitad de las cosas. O sea, no lo entiendo”. El profesional de efectos especiales digitales Edu León respondía tajante y certero: “Simple: Porque si no pagas por las cosas que te gusta ver, nosotros dejamos de hacerlas”.

Qué ridículo, Albert

El ridículo de Albert Rivera al ver en las portadas el desmentido de París asegurando que Macron no ha felicitado al de Ciudadanos por sus pactos y que, de hecho, ni siquiera le ha llamado, es de los que marcan a un político. Un político que ya viene señalado por convertir su partido en la muleta del PP y ceder protagonismo a Vox. Un político al que Manuel Valls ha adelantado por la derecha en solo un par de semanas como concejal. Un político que siempre fue humo, marketing, egocentrismo, intereses de terceros y verborrea sin contenido, y al que hoy la vergüenza la tiene que retumbar en las sienes si tiene dignidad.

Blanqueando

A la derecha de Ciudadanos está Vox, que no se esconde: en Aragón, después de retirar una estatua a Abderamán III en el municipio de Cadrete por indicación del teniente de alcalde, Jesús García Royo (la alcaldía es del PP por el pacto del “trifachito”), ahora van a por la cultura propia. Los concejales de Vox en Zaragoza, Julio Calvo y Carmen Rouco, pretenden eliminar la Oficina de la Lengua Aragonesa, según Cierzo Digital. Al mismo tiempo, en Vozpópuli descubrimos “el lado hippie de Santiago Abascal” porque su mujer, Lidia Bedman, le ha comprado unas alpargatas. Colaboracionismo digital.

No hace falta irse muy lejos…

Vox no habrá obtenido representación en los ayuntamientos y Juntas Generales de la CAV, pero la intransigencia y el fascismo, entendido como amedrentar al que piensa diferente para imponer tu modo de ver el mundo, existe. Begoña Beristain explica en Instagram cómo “una supuesta izquierda” presionó a la rapera “La Basu” para que no actuase en el Bilbao Bizkaia Harro. Algunos y algunas siempre parecen dispuestos a estar en contra de lo que no pueden controlar ni manipular, quieren que su punto de vista y su pensamiento sean los únicos, y no les importa hacer fracasar movimientos por la igualdad.

Esto empieza a ser peligroso

La condena a Valtonyc siempre me pareció un exceso: un juez no puede sentenciar sobre el mal gusto, eso tiene que hacerlo la sociedad dando la espalda a quien hace rimas justificando o reclamando el uso de la violencia. Del mismo modo, me parece una grave injerencia que la Audiencia Nacional haya entrado a hacer recomendaciones sobre cómo hacer chistes sobre colectivos en una serie. No dudo del respeto que merecen todas las personas, pero comparto con Mariola Cubells su “basta” con mayúsculas: el humor provoca, cruza líneas y pone el foco sobre lo que importa. Si lo dejamos plano, ¿quién señalará nuestras miserias?

Zorionak, Monje!

Por supuesto, me alegró enterarme ayer en Twitter de que “la Asociación de profesionales de radio y televisión concede a José Manuel Monje el premio en la categoría de radio deportiva por su ‘profesionalidad y aportación al medio’”. A veces, en esa red social se abre una rendija por la que entra un poco de luz. Monje es uno de los nuestros, uno de esos periodistas que dan personalidad al Grupo Noticias con su voz y también con sus tuits, y que sigue teniendo ganas de aprender y mejorar pese a que su trayectoria y ejercicio diario, como ven, es valorado por el sector. Esos son los premios que más emocionan. Zorionak!

Cuatro de cuatro

Con Unai Hualde, EAJ-PNV se hace con las presidencias de los cuatro parlamentos territoriales del sur de nuestro país. Si eso no es una victoria política, ¿qué lo es? Este último nombramiento, después de unas negociaciones convulsas con un PSN que se disloca cada vez que tiende la mano, ha sido el que más ampollas ha levantado, sobre todo en el PP, que ha cogido al vuelo el argumento para atizar con él a Pedro Sánchez por vender su España a cachos. Pero lo que menos entiendo de los “populares” y sus compañeros de viaje es su afán por mutilar su cultura, atacando a Hualde por hablar en euskera en Nafarroa.

El manual de Vox

El nombramiento de Hualde también será utilizado, cómo no, por Vox, que relanzará por medio de sus redes todo el contenido que le convenga criticando al PSOE, al PP por blando, y al nacionalismo vasco, claro. Ese es su modo de actuar: lanzar guano contra un ventilador, sea de verdad o no, y que el olor suba. Y si le pillan haciendo trampa, los valientes de Vox se vuelven quejicas: es que van a por ellos. Como YouTube, al que acusan de coartar su libertad de expresión por cerrar el canal a los de la derecha extrema. Pero realmente ha sido por usar contenidos que no les pertenecían, como explican en Genbeta.

De Navarra a Catalunya

De Navarra a Catalunya pasando por YouTube, llegamos al despacho de Manuel Valls, que está poniendo patas arriba el ayuntamiento de Barcelona y, sobre todo, a Ciudadanos en su propia casa. Al final, Valls acabará siendo “el francés” (o algo peor) y despachado con desprecio como un emigrante ilegal por quienes le animaron a venir, ya lo verán. Pero no creo que les dé tiempo a mostrarse como son porque parece que Valls tiene intención de abandonar Barcelona y regresar a su retiro más al norte. Otro de esos políticos que solo contemplan gobernar o decidir, y que creen que la oposición es para otros.

Lo de los pies de barro

Con honda preocupación veo cómo el nacionalismo catalán continúa en escalada y en cada peldaño roza la violencia, si no directa, sí de otro tipo. Por supuesto, no me gustó nada lo que sucedió fuera del ayuntamiento de Barcelona cuando Colau y Valls cerraron un acuerdo contra Ernest Maragall. Pero no puedo estar de acuerdo, tampoco esta vez, con Pascual Serrano, que comparaba a esos nacionalistas enfadados con “la derecha más fascista y casposa”. Parece que en Twitter ayer a muchos se les cayó un mito de la izquierda. Lo siento por ellos, pero ese ha sido siempre el nivel de Serrano.

“¿Qué puede salir mal?”

Acierta Jorge Campanillas con su breve tuit y su pregunta con retranca sobre la criptomoneda que ha puesto en marcha la red social de Mark Zuckerberg: “Facebook tiene nuestros datos y ahora quiere nuestro dinero ¿qué puede salir mal?”. Vayamos por partes: Facebook ya lanzó un dinero virtual antes de la burbuja de las “cripto” y casi nadie se acuerda. Ahora se lanza con esta idea en la que ya profundizaremos pero por la que pocos apostarán (ya me gustaría saber cuánto va a invertir el propio Zuckerberg de salida). Facebook no necesita ingresos ni liquidez, sino confianza… Y unos datos extra, por supuesto, siempre le vienen bien.