El Athletic institucional sin rumbo

O quizá peor. Con un rumbo que no me gusta absolutamente nada.

Rueda de prensa del viernes (Foto: Athletic Club)

Los que me conocen saben que soy optimista y que intento sacar lo bueno de las cosas, pero llevamos una semana, en los temas relacionados con el Athletic, en la que no he encontrado ni una cosa positiva. Cada día que pasaba y salía algo nuevo, mi tristeza era cada vez más grande. Alguno de los días he pensado escribir para comentarlo, pero el cansancio me impedía hacerlo. Luego, al día siguiente amanecía leyendo otra barbaridad y así toda la semana. Al final, aunque sigo cansada, aburrida e incluso harta, me siento en la obligación de escribir estás líneas porque todo ha derivado en cabreo. ¿Adónde va el Athletic? ¿En manos de quién estamos? Esto lo pregunto porque me parece que son muchas torpezas en muy poco tiempo.

El lunes en la página web del club apareció una noticia en la que se indicaba que los socios podían cobrar una compensación por los partidos que se iban a jugar a puerta cerrada, y de los que no íbamos a poder disfrutar. Hasta aquí todo muy claro… Pero si la leéis, (os he puesto el enlace), veréis que lo que mejor se entiende es el título, porque lo demás está bastante lioso y confuso. ¿A propósito? Ni idea. Eso sí, vemos que el club considera que el descuento va a ser sobre el 70% de lo que pagamos. Es decir, la Junta y su presidente de manera unilateral han decidido que el 30% restante es para sufragar otras cuestiones… ¿Cómo han hecho el cálculo? Vete tú a saber. Como dicen muchos padres, lo han hecho así por el artículo 33, o lo que es lo mismo: porque a ellos les da la gana. Y otra cosa. Los gastos para sufragar el resto de temas le resultan más caros al socio que tiene mejor localidad… ¿Esos gastos no deberían ser iguales para todos los socios? No lo sé. Otra cuestión dentro del mismo tema. El marrón de todo esto se lo comerán los compromisarios en la próxima Asamblea, porque se supone que la Asamblea tiene que contestar que sí a la propuesta que hacen ellos sobre la devolución de parte de las cuotas… ‘Porque reside en la Asamblea, y no en la Junta Directiva, la capacidad de determinar las cuotas, por lo que cualquier propuesta de la Junta Directiva debe ser necesariamente aprobada por la Asamblea de Socios y Socias Compromisarios/as» Ya. Sabemos que es así pero… y ¿si los compromisarios dicen que con lo que no están de acuerdo es con el cálculo que han hecho ellos (70% y 30%), sin consultar a nadie? O, y ¿si los compromisarios votan que no a su pregunta? Ya. Ya sé. La culpa final de los compromisarios que son siempre un buen muñeco de pim, pam, pum. Madre mía. ¡Qué complicado todo! Y esto, para empezar tranquilos la semana.

Seguimos con la concesión del Premio One Club Woman. Premio que se otorgó por primera vez el año pasado, y del que yo aplaudí la idea y la elegida. El tema desde luego no es nada controvertido y parece imposible que se le pueda sacar alguna pega. ¡Oh, sorpresa¡ Cuando metes el nombre de la elegida de este año, Pía Wunderlich, en Google resulta que ha jugado en dos clubs. Perdonadme la expresión, pero… ¡a tomar vientos toda la idea inicial del premio. ¿Pero cómo es posible hacerlo tan mal? Y ya si escuchas las explicaciones del presidente en rueda de prensa es para echarse a llorar, porque habla del empedrado antes que contestar. Eso sí, la culpa del «equipo de documentación magnífico del club» que parece ser que es el que propone (según Elizegi, que así se desmarcó de la decisión, por si acaso). Y ese magnífico equipo ¿cobrarán mucho por hacer eso? Pía jugó en dos equipos aunque lo hiciese muy joven. El otro equipo era de la primera división alemana y fuese profesional o no, jugó en dos equipos. Y encima algunos medios de comunicación lo defienden. Unos piden que vayamos al espíritu del premio que sí lo cumple. Que no hagamos lectura estricta. Otros que no hay casi mujeres que cumplan eso… y que entonces… cómo es difícil… está bien dárselo a ésta. Y todo lo que dicen para justificarlo, me pregunto yo, sí no será para defender al que les abastece de noticias o primicias. Da la sensación que sí. Si no, es inexplicable. Por lo menos para mí. Si no hay nadie que cumpla las condiciones no des el premio, o no haber creado el premio, y ya está. Un poquito de previsión. Y si lo vas a dar… avisa antes para que no pasemos vergüenza, porque a mí esto lo que me da es sensación de que mi club está haciendo el ridículo.

Lo siguiente que ha pasado no me produce vergüenza, sino un cabreo considerable. El mismo día, de lo anterior, pero por la noche me llega un WhatsApp con un pantallazo de la página web del club, sobre la filosofía, en el que aparece que la edad de formación de los jugadores es hasta los 21 años. ¡¡¿¿21 años??!! Vamos… Así, otra vez y de un plumazo mandamos a paseo una parte enorme de la filosofía del Athletic. Como me parecía algo increíble lo comprobé yo misma en la página web, y ahí estaba. ¡Otra vez decidían sobre la filosofía sin contar con nadie! Os recuerdo por si no os acordáis que este presidente se pasó toda la campaña electoral, antes de salir elegido, diciendo por tierra, mar y aire que él todas las decisiones las iba a tomar consensuadas con el socio, que era el verdadero dueño del club. ¡Cuánta palabra bonita y qué pocas veces cumplida! ¡Qué pena! ¡ Qué desfachatez!,… Ya lo hizo en verano con Bibiane y ahora… justo ponen 21 años… ¿para que efectivamente ella entre? Bueno ella y cualquiera. Odegard, de Ligt, Lautaro,… por ejemplo. ¡Genial! ¡Que no! Que la Junta y el presidente no pueden decidir ellos sólos. Que lo prometió. Bueno, sigo. Mi indignación me hizo escribir en Twitter esa misma noche interpelando al Club directamente. Al día siguiente, ya no aparecía en la web del Athletic. ¡Pero cómo es posible! Por supuesto, yo ENCANTADA de que lo hayan borrado pero… señores, que no podemos funcionar así. ¿Quién lo escribió? ¿Por qué? Y sobre todo, que no podemos aceptar que el Club tome semejante decisión tan importante él solo, porque a la Junta directiva o al presidente del Club se le ocurra. ¡Ya está bien!

Si todo esto es poco nos falta la gracia del viernes. El Athletic participa en un seminario de formación de la Premier League, que reúne a los clubes ingleses más importantes y se centra en la actividad de la cantera y, allí, presentan como club un, no sé, PowerPoint en donde ponen Basc Country (tendrían el mismo profesor de inglés que Ana Botella), y un mapa para indicar dónde han nacido los jugadores de nuestra filosofía… de la ¡¡¡¡Comunidad Autónoma Vasca!!!!! Pero ¡Qué tomadura de pelo es ésta! Ni inglés, ni geografía, ni vergüenza. La vergüenza la dejan para los que tenemos que verlo u oírlo. De verdad… ¡Qué pena!

Bueno,… y no me extiendo porque ya me habéis aguantado bastante pero la rueda de prensa del presidente merecería unas lineas. Pero no voy a seguir. Eso sí os dejo un buen resumen, claro, desde mi punto de vista, el escrito por José Luis Artetxe, «Rueda de prensa de Elizegi: lnglés y matemáticas», que os pongo en este enlace.

¿Entendéis ahora el título que he puesto? Que alguien me diga algo positivo para animarme porque lo veo mal. Es nuestro Club y me gustaría que no ocurriesen estas cosas, que no se vaya improvisando sobre la marcha y a ver qué pasa. Un poco de seriedad, por favor.

Y, por supuesto, acabo como siempre…

¡Aúpa Athletic!

Aritz, grande hasta en la despedida

Gracias, Aritz (Foto: Athletic Club)

Mi primera reacción ayer al saber la noticia, aunque ya era sabida, fue quedarme sin palabras. Todo lo que digamos es poco y se va a quedar corto. Es un grande, ha sido un grande y seguirá siendo un grande. Ayer nos dijo que «esto es solo una anécdota. Olvidémonos de los finales soñados» Nos olvidamos Aritz pero… repito, aunque sabido, la pena es grande, tan grande, como eres tú.

He estado releyendo algunos de los comentarios que escribí tras alguna de tus machadas… (no las puedo llamar de otra forma) y en la mayoría de ellas también estaba sin palabras. Si queréis hacer un ejercicio de nostalgia como hice yo, os pongo algunos de los comentarios para que veáis como viví yo esos momentos. Me remontó sólo al año 2015, por ejemplo, cuando en septiembre, le metió 2 goles en San Mamés al Augsburgo para ganar 3 a 1. ¡¡¡¡Aritzzzzz….. AAADURIIIZZZZ!!!!. O en febrero de 2016 con el voleón desde 30 metros en Marsella, ¡Aduriz qué grande eres!. O el mismo año cuando Aduriz tumba al Genk con cinco goles, en UEFA. Competición que, por cierto, ha escrito tres Twittes para despedirle, y recordar sus logros, entre ellos, el ser el único jugador en la historia que ha conseguido 5 goles en dicho torneo (@EuropaLeague ). Y la última, la maravilla de gol que le mete al Barcelona en el minuto 88 en el primer partido de está su última Liga, para dar los 3 puntos a su equipo del alma, a nuestro equipo. Don ARITZ ADURIZ. Y no me resisto a poneros el vídeo del gol. Disfrutadlo.

En esos textos está lo que pienso de Aritz, y, repito, en todos me quedo corta. Además nos diste un campeonato. Una copa, aunque muchos digan que es menor, es un título que, encima, se lo arrebatamos al Súper Barça, nuestra Supercopa que fue tu Supercopa. Nos la regalaste con 3 goles en La Catedral y 1 en el Camp Nou. ¡Ahí es nada! Así que Ter Stegen estará encantado con tu retirada, porque dice que eres el rival más difícil con el que se ha enfrentado.

Humilde, «Yo sin el equipo no soy nadie». Frase suya después de meterle los 5 al Genk. Nada más que decir. La frase le define por sí sola.

«Yo abro los brazos en señal de abrazo con mi afición», tampoco nada más que añadir. Bueno sí, que al hacerlo todos los aficionados nos sentíamos abrazados. Mila esker, Aritz.

Te vas y nos dices… «Y sí, ha llegado la hora del adiós y así se acaba para mí este camino, inolvidable y maravilloso de principio a fin. Muchas gracias» Maravillosos los años que tú nos has dado a nosotros. Desde el primero hasta el último. Tú fuerza, tu pasión, tu trabajo, tu compañerismo, tu juego, tu entrega por lo que hacías, tu lucha continua, tu inteligencia, de hecho, eres el Zorro Aduriz. Y, sobre todo, tu calidad, como futbolista y, por lo que dicen, los que te conocen, tu calidad humana. Muchas gracias te tenemos que decir nosotros a ti. Lo que nos has dado es impagable. Vivir todos esos momentos contigo y poder decir: ¡Yo he visto jugar a Aritz Aduriz! Sí señor. DON ARITZ ADURIZ.

Suerte en todo lo que hagas de aquí en adelante, y otra vez,

Mila esker, Aritz! Y…

¡Aúpa Athletic!

Las palomas mensajeras del Athletic

Las palomas mensajeras (Foto: Futbolretro.es)

Mis abuelos, Cecilio y Sole, mi madre, Sole, y sus hermanas, Mila y Simo vivían en Olaveaga, cerquita, cerquita de San Mamés, y me cuentan que cuando eran crías siempre iban a ver al Acero, el equipo de su barrio. Que ahí se inició su afición al fútbol. Desde pequeñas iban a verle jugar cuando jugaba en casa. Luego ya, siendo más mayores, no le veían solo en casa, sino que se trasladaban a donde se terciase: Bermeo, Zalla, Sodupe, Carranza, Sestao… Vamos que eran auténticas hinchas del equipo. Me cuenta Simo que las aficiones del Bermeo y del Zalla eran terroríficas, pero que ahí iban ellas, a animar contra viento y marea. En ese equipo jugaron varios años mi padre, Valen y su hermano Iñaki. También, dice, que durante años el equipo era muy bueno y estaba normalmente muy bien clasificado. De hecho, Rosi, hermana de Valen e Iñaki, me comenta que un año ganaron la final del Trofeo Hierro, jugando la final en San Mamés. Aquel partido lo jugó mi tío Iñaki. Y por supuesto, el partido mi familia paterna lo vio desde el balcón de Luis Briñas, que comentaba el otro día. Al año siguiente, el Athletic se llevó de una tacada a cuatro jugadores a la vez, entre ellos, recuerdan (sin saberlo seguro) a Orue, Gojenuri y Prieto.

Por cierto, unos Gojenuri vivían en Olaveaga y eran de sus amigos. De una familia de estos Gojenuri, era el caserío del mismo nombre, que estaba al lado de San Mamés y que pertenecía a José Gojenuri, que era el cuidador del campo. Mi ama me habla de Josetxu y Santos Gojenuri y de sus hermanas, que eran las encargadas de lavar los equipajes del Athletic, todos ellos hijos de José. Mi ama se acuerda de haber estado en esa casa porque ella era amiga de Charito Gojenuri. También recuerda ver allí todas las camisetas, y calcetines zurigorris y los pantalones. ¡Buena trabajera se pegarían con la cantidad de barro que había en aquella época!

Como curiosidad os repito, que yo estoy aquí gracias al Acero, ya que mis padres se conocieron, cuando mi ama iba a ver los partidos y mi padre, jugaba en el equipo. Para rizar el rizo, os diré que hoy en día, uno de mis sobrinos, Iker, juega en el Acero. Es decir, una vuelta a los orígenes, el nieto de Valen y Sole, ahí está defendiendo los colores de sus abuelos.

Vuelvo al Athletic. Mi madre y sus hermanas no iban a San Mamés porque el dinero no les llegaba, pero lo que sí les llegaba era el ruido del campo, los murmullos, los silbidos, pero, sobre todo recuerdan el estruendo que había cuando se metían los goles, que se oían perfectamente. Supongo que se oían más que ahora porque el campo era mucho más abierto.

Así como también se acuerdan de las palomas mensajeras que se enviaban cuando el equipo marcaba un gol. A veces dicen que las veían, porque las buscaban después de oír la celebración del gol. Esta historia la desconocía y me ha parecido bonita para contarla aquí.

Desde el siglo XIX se venía demandando en Bilbao la existencia de un hospital que se especializase en el cuidado de los enfermos de tuberculosis, que era una enfermedad que se estaba extendiendo mucho. En 1927 gracias al dinero dado por Luis Briñas nació un hospital que tenía su nombre, pero que a lo largo de los años se fue ampliando, con cada vez más camas, hasta que acabó tomando el nombre de Santa Marina. Entre los enfermos de Santa Marina había muchos aficionados al fútbol y al Athletic y para tenerlos debidamente informados de lo que ocurría en San Mamés, los días de partido, como las comunicaciones no son lo de ahora, todo inmediato, al segundo de ocurrir las cosas, al párroco del hospital se le ocurrió pedir ayuda a un amigo suyo aficionado a las palomas y muy athleticzale. Dicho y hecho. Ese amigo instruyó a sus palomas para que aprendiesen el camino de La Catedral al Hospital. Sobre 1946 empezó esta tradición, que duró más o menos 25 años. El Athletic metía un gol y se soltaba desde el campo una paloma blanca que dicen, iba y sobrevolaba el hospital, por lo que los enfermos ya sabían que el Athletic había marcado. Si la palomaque mandaban era oscura, malo, ya que era el rival el que había conseguido un gol. Parece que posteriormente se fue mejorando el sistema y en la pata de la paloma se ponía un mensaje con minuto, nombre del goleador y resultado hasta el momento. ¡Genial! El dueño de las palomas era Remigio López, llamado «el morito» por ser chiquitín y muy moreno, y el párroco, Alberto Álvarez. La información la he sacado de un comentario de Futbolretro.es, que os introduzco por si alguien está interesado. Como anécdota también decir que un día las palomas tuvieron mucho trabajo porque tuvieron que ir doce hasta el hospital, ya que se le metieron esos goles al Celta en un partido de Copa, siendo 8 de ellos, de Piru Gainza. Esto último se comenta en Conoce Bilbao con Esme, un blog muy chulo que he encontrado en la red y os recomiendo.

Edito el texto para añadir un dato que desconocía y me ha dado Ismael Arnaiz (gracias), cuando ha entrado a comentar en esta entrada. Se ve que los enfermos de Santa Marina eran aficionados también del Barakaldo, porque las mismas palomas al fin de semana siguiente, cuando el Athletic jugaba fuera de casa, y el Baracaldo lo hacía en su campo, en Lasesarre, salían para anunciar los goles del conjunto fabril. Es decir, se alternaban, un domingo en San Mamés y otro en Lasesarre.

Para acabar, volver a decir, que el Athletic no es sólo un equipo de fútbol, si os dais cuenta hay más cosas. Los jugadores son los de tu barrio, por ejemplo, Olaveaga, ya que su equipo, el Acero, le pasa jugadores, que son de la familia. Esa familia tiene amigos que están encantados de que los chavales jueguen en el Athletic. Los que están en el campo son de los tuyos, familiares, amigos, conocidos,… Así mismo, de vez en cuando, se dan detalles como esta anécdota de las palomas, que algunos aficionados se preocupen de que los enfermos de un hospital de la ciudad estén informados de lo que ocurre en San Mamés,… detalle que hace que ame un poco más a este nuestro equipo.

¡Aúpa Athletic!

Sólo del Athletic

Hace dos semanas empecé un ejercicio de nostalgia, contando mis inicios en el sentimiento rojiblanco, en mi blog y con la entrada, ¿Por qué soy del Athletic?, en la que ya decía que era imposible abarcarlo en un solo comentario.

«Tribuna alta», calle Luis Briñas (Foto: Athletic Club)

Por ello, aquí estoy otra vez, cual abuela cebolleta, para deciros que mis primeros recuerdos están unidos a los partidos de San Mamés, pero no porque estuviese dentro viéndolos, sino porque el día de partido íbamos la familia entera en peregrinación a la casa de mis abuelos, por parte de padre, y luego a la de mi tía Simo, por parte de madre. Es decir, íbamos a la calle Luis Briñas, justo enfrente del campo. Con tan buena fortuna que vivían en el sexto piso.

-¡Qué más dará!- pensaréis…

Pues no, no daba igual, ya que desde ese piso se veía entero el campo de San Mamés, y no, no desde fuera, sino que se podían ver los partidos desde el balcón o las ventanas, ya que la vista abarcaba todo el césped. Un lujo, vamos. Por tanto, el balcón y la ventana estaban muy cotizados los domingos. Como ya he dicho, la casa inicialmente era de mis abuelos, Valen y Pepita, y de su hija Rosi, pero luego la compraron una de las hermanas de mi madre, Simo y su marido, Angel. Y ahí era donde veíamos los partidos. Mi hermano Valen dice que la casa era de buena construcción porque le parecía increíble que los balcones no se viniesen abajo de la cantidad de gente que los visitaba. Mis tías me comentan que se llenaba de familiares y amigos. Y Simo, no tiene para olvidar una vez que el partido era contra el Real Madrid y que vinieron a verlo desde Vitoria sus tres primos, Luis Mari, Pedro y Paco, con entrada, pero que como sabían que Simo tenía tribuna desde el balcón, buscaron la casa. Al ver el balcón, decidieron vender la entrada y verlo desde arriba, mucho mejor que desde la antigua general, que era de lo que tenían entradas. Además con el aliciente que con el dinero que consiguieron de la venta de dichas entradas llevaron al balcón buen jamón y buen vino para estar entretenidos en el descanso. Como ésta tienen infinidad de anécdotas. Yo era muy pequeña pero algún primer vago recuerdo sí que me queda.

El año 1972 se acabó el chollo de la tribuna desde el balcón, ya que se construyó en la antigua general, la llamada Tribuna Este, subiéndose toda la pared, casi hasta la altura de dicho 6º piso. Mi tíos se quedaron sin tribuna, y de hecho, vendieron la casa. Mi tía me dice que si no llegan a construir esa tribuna, seguirían viviendo ahí.

Nosotros también nos quedamos sin fútbol desde las alturas, pero… nos pasó algo mejor. Mis padres, Valen y Sole, nos hicieron socios a toda la familia. Y también el hermano de mi padre, Iñaki y su mujer, Pili hicieron lo mismo, hacer socios a toda la familia. Conclusión, cuando tenía siete años, nos hicieron socios y empezamos a ir a San Mamés ya de manera regular y en procesión familiar (12 personas). Vamos, que he sido una auténtica privilegiada. Curiosamente, como era la pequeña de 5 hermanos, al de un tiempo (esto ya no sé cuánto tiempo fue), mis padres dieron mi carnet a un amigo, para que fuese socio él, pensando que yo no iba a querer ir. Jejeje.. ¡vaya ojo clínico! Al final, la que sí iba era yo, entrando con el carnet de una de mis hermanas, hasta que un día en la puerta me lo quitaron porque los carnets eran intransferibles. En ese momento mis padres, decidieron que la que se quedaba sin carnet era Marisol, y me volvieron a hacer socia a mí. Y ese cambio fue, por lo que dice la web del club, el 1 de marzo de 1976. Es decir, que soy socia, desde que no tenía ni uso de razón. Un lujo, que he podido seguir manteniendo y que ahora comparto con mi familia, porque ya os he dicho que este es un sentimiento que se pasa de padres a hijos, y nosotros nos hemos encargado de pasárselo a nuestros hijos. Y cada dos semanas, o cuando se tercie, vamos juntos a La Catedral, igual que iba yo de pequeña con mi familia. E igual que van muchas familias.

El año pasado fui un día con mi madre y con mi tía. Disfrutaron mucho, pero yo disfruté más que ellas, llevándolas. Fue como la vuelta a los orígenes. Cuando tenía 3 años, hasta los 7, me llevaba mi ama a donde su hermana a ver al Athletic desde el balcón. El año pasado las llevé yo, teniendo ellas 89 y 86 años. Y espero poder volverlas a llevar y que mis hijos, en un futuro muy lejano, me lleven a mí con otro montón de años también. Y que podamos volver a gritar todos juntos… más pronto que tarde… y con ese sentimiento que nos une…

¡Aúpa Athletic!

P.d.: Animaos a contad aquí en comentarios vuestros primeros recuerdos del Athletic.

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¿Por qué soy del Athletic?

Más que un sentimiento (Foto: Athletic Club)

Llevamos más de 15 días de confinamiento, por tanto, 15 días sin fútbol, y en mi caso, más bien, 15 días sin ver al Athletic. En este tiempo no he escrito nada, pero como esto igual se alarga, he pensado que voy a explicar (si es que eso se puede) por qué soy del Athletic. Pero para contaros eso necesito tiempo y espacio. Es decir, no lo puedo explicar o contar en un solo comentario. Necesito varios, no sé cuántos. Desconozco si va a ser interesante para vosotros, pero con que a varios os guste u os haga pensar en por qué lo sois vosotros… ya me vale y habré conseguido el objetivo que quería. Retrotraeros también en el tiempo, y si alguien quiere compartir sus vivencias con todos, aquí tiene su espacio dentro de los comentarios posteriores. Allá voy yo con lo mío.

En este mismo blog, Athletic-Bihitzez, ya he puesto otras veces que si tengo que decir una palabra que defina lo que para mí puede ser el Athletic, esa palabra es familia. Por varios motivos, pero quizá el principal, o por lo menos, el primero en el tiempo, es que el sentimiento Athletic es algo que se pasa de generación en generación y normalmente de padres a hijos, como fue en mi caso. Mi abuelo se lo pasó a mi padre y mis padres me lo pasaron a mí. ¿Cuándo? Pues os diría que antes de nacer. Pero para explicar esto os voy a comentar una anécdota, increíble, que le pasó a mi madre hace un mes. Os pongo en antecedentes. Mi ama tiene 90 años. El domingo 1 de marzo salió de casa por la mañana, y nada más salir vio en la calle a tres matrimonios que iban con críos pequeños, todos vestidos con distintivos, bufandas , camisetas del Athletic. No les conocía, pero les preguntó si jugaba el Athletic esa mañana. Ellos le dijeron que sí, que jugaba a las dos contra el Villarreal. Mi ama, con ganas de hablar, les dijo que su hija también iría al campo porque era una gran forofa y que como ellos (en ese momento se dirigió a los niños) iba a San Mamés desde chiquitina. Mi ama se iba ya, pero cuando se estaba alejando, se le ocurrió darse la vuelta y les dijo… (ahora dirigiéndose a los mayores), que se fijasen si era forofa su hija que sus padrinos de bautizo habían sido Eneko Arieta y su mujer. Entonces, una de las mujeres de las tres parejas, le preguntó a mi ama que a ver qué apellido había dicho, que a ver si había dicho Arrieta, Arteta… Y mi ama, que no, que Arieta, pero Eneko, Eneko Arieta y su mujer Begoña. Y de repente, la mujer, supongo que asustada o sorprendida, le dijo… ¡¡¡Pero si eran mis abuelos!!!

¿Casualidad? Pues más que eso. ¡Impresionante!… Mi ama luego me dijo que casi se quedó sin palabras, que no sabía ni qué decirles, y ellos también que no hacían otra cosa más que repetir entre ellos: «¡Qué casualidad!, ¡que casualidad!». La mujer que habló, resultó ser hija de Begoña, la hija mayor de Eneko y de Begoña, todo según mi ama. Mi ama, por último les dijo, que yo me llamaba Itziar, pero que en el Registro Civil constaba como Begoña Icíar, y que el Begoña me lo pusieron por mi madrina, es decir, por su abuela. Vamos, que la anécdota demuestra eso de que el mundo es un pañuelo, y Bilbao un Kleenex. Mi ama no les dijo más, porque se quedó, como dice ella, flaseada… No me extraña. Yo no salgo de mi asombro y por más que le pregunto a ama que cómo se le ocurrió decir quiénes eran mis padrinos. Me dice que ni idea, que es algo que no recordaba haber dicho nunca, pero… que en ese momento se le ocurrió.

Increíble, ¿verdad?

Os he comentado esta anécdota, para unirlo a que creo que soy del Athletic, ya antes de nacer, como mis padres tenían una gran amistad con Eneko y Begoña, ya eligieron que ellos serían mis padrinos. Es decir, Eneko, uno de los grandes del Athletic, mi padrino, para un Athleticzale,… ¡ahí es nada! 15 temporadas en el club, 302 partidos y 170 goles... (Datos en la web del club) Teniendo semejante padrino, como para ser de otro equipo. Para los jóvenes que no saben quién es, decirles que seguro que tienen en mente una fotografía del equipo en la que aparece él. La famosa foto de Piru Gaínza llevando la Copa del Rey del 58, Piru va sobre los hombros de Eneko, que en esa final metió el primer gol, para ganar al Real Madrid en su campo. Lo dicho, ¡ahí es nada!

Eneko llevando a Piru (Foto: El País)

De todas formas he de decir, que aunque mis padrinos hubiesen sido otros… también hubiese dado igual porque mis padres no me hubiesen permitido otra opción… Jejeje… Como mis abuelos a mis padres tampoco… Eso es algo que va de generación en generación, en la sangre. Por lo menos,… en los «locos» del Athletic como yo.

¡Aúpa Athletic!

P.d.: ¿Y en vuestro caso?