Sentimiento Athletic a flor de piel

Ha pasado ya un mes desde que el Athletic volvió a ser Campeón de Copa tras 40 largos años.

Imagen Athletic Club

Podría decir que a partir de ese momento he tenido el sentimiento Athletic a flor de piel, pero no sería sincera, ya que desde bastante antes estaba ahí, y no solo en mi caso, sino imagino en el caso de todos los Athleticzales. Os voy a poner un ejemplo que me parece ilustrativo. El día antes de vacaciones de Semana Santa, les pedí a mis alumnos que si querían podían participar en una actividad promovida por el Club: hacer un dibujo que se entregaría a los jugadores tras la final en la Cartuja, y que yo me encargaría de llevarlo al lugar indicado. Al llegar a casa y ver los dibujos que habían hecho no pude evitar emocionarme. E imagino que ellos al hacerlos les pasaría lo mismo, si no, no me parece posible hacer los dibujos que hicieron. De verdad, todos una maravilla. De hecho, fui incapaz de entregarlos sin más en el Club, e hice fotocopias en color, para tras la final darle a cada uno el suyo, por si lo querían guardar, e incluso para quedarme yo con copias. Ejemplos: en uno, le decían a Iñaki que era su ídolo, en otro, en relieve con plastilina, aparecía una garra de león y encima ponía que había que aplastar, antes del partido, para tener buena suerte. En otro, una cara de león con sombras rojas, blancas, que… madre mía, ¡qué maravilla! Varios con el escudo, con todo lujo de detalles. Los nombres de los jugadores al lado cada uno de un corazón. Otro dos, totalmente premonitorios, uno que decía: «Bilbotik Mundu osora, lehenengo geltokia, Sevilla» (De Bilbao al mundo, primera parada, Sevilla),… y otro recogiendo la Copa de Campeones. ¡Y tanto que premonitorios! Vamos… que empecé la Semana Santa, pensando que ¡qué maravilla sería para todos estos alumnos que el Athletic fuese campeón!

Todo lo vivido posteriormente ha sido una acumulación de sensaciones, sufrimientos, confraternización, alegrías, lloros, abrazos, sentimientos de todo tipo, muchos de ellos indescriptibles, que cada aficionado seguro los habrá pasado en distintos lugares geográficos. En mi caso, como ya os dije, en Sevilla. Un fin de semana, extraordinario en familia, que terminó de la mejor manera posible, siendo campeones.

A base de multitud de vídeos, hemos visto cómo se ha celebrado en un montón de lugares del mundo: Santiago de Chile, New York, California, México, Venezuela, Londres,…. por supuesto, Bilbao, multitud de municipios de Bizkaia, y un montón de provincias españolas. Un sentimiento compartido, que ha hecho que me emocione cada vez que veo algo relacionado con el tema. Sentimiento que empieza viendo a los jugadores en La Cartuja: a Simón dándole consejos a Julen y cómo vivió la tanda de penaltis; a Iñaki, separado de todos, sin casi poder mirar; a Yuri con la toalla tapándose la cabeza; cada vez que veo a Álex metiendo el penalti definitivo, de nuevo; Álex, tras marcarlo corrió los 50 metros que le separaban de la grada de animación batiendo records de velocidad; a Muniain tirándose a llorar en el suelo; a Óscar tirándose encima de Iker; a Valverde agarrándose la cabeza tras abrazar al Vasco Aguirre; a Unai Gómez llorando encima de los espectadores de la grada, encima de los cuales saltó; a Adu, llorando solo y después abrazado a compañeros; a los Williams llorando juntos; a Guruzeta, agarrándole la cabeza a Julen que estaba roto; a Lekue, inconsolable, seguramente acordándose de su aita, arrodillado, medio echado sobre el suelo; a Raúl y a Vivían, saltando como locos; a Dani llevando a hombros a Iker con la Copa; a Villalibre llorando con Dani, con Julen; a Vesga con los puños al viento; a Oihan gritando: «Vamos, carajo»; a Imanol abrazado a Jauregizar y a Egiluz; a Prados, y a Yeray, en un corro enorme abrazados saltando; Raúl abrazando De Marcos; la sonrisa de satisfacción plena de Paredes; y la de Íñigo Ruiz de Galarreta que no le cabía en la cara; a Yuri llorando y agitando el puño en alto,… ; incluso Gorka Iraizoz abrazándose con Ander Herrera (la Copa también es suya); un Iribar entre lágrimas abrazando al capitán tras recibir la Copa; todos, jugadores, cuerpo técnico, etc… todos en torno a la trompeta de Villalibre…. La Cartuja entera cantando al unísono el «txoriak txori», con un enorme nudo en la garganta y una alegría inmensa en el corazón. Cada uno a su modo, todos sintiendo ese sentimiento y, ahora, hoy, un mes después, haciéndome llorar cada vez que lo vuelvo a ver. Como lloro cuando veo las celebraciones del público en la Cartuja, en la Athletic hiria, en San Mamés, el la Plaza Nueva,…

A partir de ahí, la semana posterior con la Gabarra de protagonista principal, fue de nota. Alguno comentaba que era imposible que estuviesen viendo el paso de los campeones por la ría más de un millón de personas, que casi no hay esos habitantes aquí. Ya… , pero es que no estábamos solo los de aquí… Que me diga alguien, que no conoce a alguna persona de fuera, que vino el jueves a ver la Gabarra. En mi caso puedo decir, más de un nombre, Janire, mi sobri, de Madrid, para verlo con sus hermanas y sus sobris, Gorka, un amigo de Madrid, que llegó con la lengua fuera después de trabajar, otra amiga, Miren, que vino,… desde DUBAI,… y todo ese montón de personas que han salido en otro buen montón de vídeos, de Cáceres, de Badajoz, de Segovia, de Tenerife, de Cantabria, Asturias, Barcelona, Venezuela… Los márgenes de la ría eran una locura de felicidad. O como dijo al día siguiente Angels Barceló, «Había tanta felicidad por metro cuadrado que los que lo contemplábamos a través del televisor solo podíamos sentir envidia». ¡Qué bonito todo su comentario! Os lo pongo aquí por si lo queréis escuchar entero. Pero dejadme que os diga otra frase suya preciosa: «¿Por qué la vida no es más veces así? Buscar, acompañados de otros, lo que nos hace felices y esto también lo puede hacer el fútbol, con una filosofía como la del Athletic.» Eso es, todos juntos, todos también distintos, todos diferentes, pero todos de la mano de algo tan comercial como el fútbol actual, pero que al aferrarnos a esa filosofía que nos hace distintos, le da un toque de locura, utopía, que cuando te lleva a una alegría, esa alegría se multiplica, por todo lo que queráis. Angels acaba con una frase de Eduardo Madina, que también suscribo: «Con los abuelos en la memoria, agarremos a nuestros hijos de la mano, en dirección a la ría de Bilbao». (Aquí yo añado a los padres y a cantidad de amigos que ya no están entre nosotros, aunque sí sigue en nuestros corazones). Y termina con un… «En esa ría de Bilbao estábamos todos.» Igual todos no, pero seguramente todos los románticos sí. Cualquiera de las fotos que se han hecho de esa subida de la ría en Gabarra, cualquiera, refleja lo que estoy comentando, mucho mejor que mis palabras. Me viene a la cabeza la del edificio en el que está la palabra Soñar, pero cualquier otra es válida.

Foto: David Herranz @DDherranzfoto

Pero también lo evocan otras situaciones que se han dado ese día, como por ejemplo, los campeones anteriores, los de 1984, que ya tienen relevo, acompañando en otro barco , los Clemente, Salinas, Urquiaga, Dani, Zubi, Urtubi, De Andrés, Goiko, Liceranzu, Gallego, Noriega, Endika, Sola, Núñez, Argote, etc… : Jon Aspiazu, segundo de Valverde, llevando puesta la camisa que llevó hace 40 años en la otra Gabarra, como integrante del Bilbao Athletic; o Mikel González, Director Deportivo, con una camiseta de Gorka Garai, del Sestao River, acordándose de todos los clubes convenidos del Athletic, de los jugadores/as que pasaron por Lezama y no llegaron al Primer Equipo, de los trabajadores del club y de sus compañeros de Dirección Deportiva. Gorka Garai representaba los 4 puntos. Y por su Aita y su Sestao; o Mikel Jauregizar con la camiseta de Hugo Rincón. Y sobre todo, la Gabarra detenida debajo de La Catedral, y los en ella subidos, jugadores, cuerpo técnico,el presidente, Jon Uriarte, directivos,… tirando a la ría pétalos de rosas, rojas y blancas, y flores, en recuerdo de todos los que no están. Detalles todos, que demuestran que esto es más que fútbol.

Todos aplaudiendo una idea. Todos unidos junto al equipo de nuestro corazón, un grupo distinto, y comprobando que con la filosofía actual es posible tocar el cielo con los nuestros, como lo hemos hecho, de modo que todos los niños, todos los alumnos puedan abrazar esta misma idea, que nos ha llevado a un triunfo tan deseado, como importante para todos, pero sobre todo para los más jóvenes, que todavía no lo habían vivido, y para nuestros mayores, que pensaban que igual no lo volvían a vivir. Ahí lo tenemos. Disfrutémoslo, todo lo que podamos y, ahora, a seguir soñando con más.

¡Aúpa Athletic!

Iker y Raúl, agur al Athletic

Llevo días sin escribir y se me están acumulando los temas, algunos de los que he dicho que iba a hablar, todavía no lo he hecho, como son la vergüenza de La Cartuja como sede de una final de Copa, y la maravilla de la Gabarra. Pero los dejo para más adelante, porque ahora prefiero despedir a dos grandes jugadores que dejan el Club.

Raúl en estado puro (Foto: Athletic Club)

Empezaré por Raúl García, un jugador que siempre me ha encantado, desde el minuto uno, que no me ha defraudado y que ha cumplido todas mis expectativas, incluso diría, que las ha mejorado. Un profesional como la Copa de un pino, de los que siempre quieres tener en tu equipo, y en este caso hemos tenido la suerte de poder disfrutarlo 9 temporadas. Por curiosidad, acabo de leer lo que escribí sobre él tras el partido de su debut. Curioso. Muy curioso. Nunca he acertado más con un jugador. Por si vosotros también queréis leerlo os introduzco aquí el enlace. El partido fue contra el Getafe el 13 de septiembre del 2015. Amén a todo lo que dije, se ha cumplido al dedillo. Un AUTÉNTICO PROFESIONAL. Sus números con nuestro Club son buenísimos. 357 partidos en los que ha metido 83 goles y ni sé las asistencias que ha dado, pero seguro que son muchas. Tiene dos títulos, una Supercopa y una Copa. De hecho, en este último trofeo tiene una participación importante, ya que en la final, entró en la prórroga y fue el que metió el primer penalti. Me alegro infinito por él. Se lo merecía. Este año ha participado poquito, pero ha sido definitivo, como acabo de decir. Va a hacer 38 años en julio y ha decidido retirarse. Una pena perder tus cualidades en el vestuario pero es así. Raúl, que la vida te siga sonriendo. Y a ver si nosotros tenemos suerte y como dije en la P.D. del comentario anterior, te quedas en el Club en algún puesto, para traspasar a los canteranos esa profesionalidad y ese gen competitivo tuyo tan contagioso, y si fuese necesario, incluso para hacer transfusiones de sangre… Jejeje. ¡Mil gracias por todo, Raúl!

Grande, Iker (Foto: Athletic Club )

Así mismo, también se va Iker, el capitán, que ha conseguido la enorme alegría de poder levantar la Copa, tan deseada por todos, tras 40 años de sequía. Iker no deja el fútbol, sino que se va a seguir jugando a algún otro equipo. Pena que no sea un One Club Man, pero con 31 años quiere seguir jugando, y me parece normal y perfecto. El Club le ha ofrecido seguir, pero tener el papel que ha tenido este año ha tenido que ser muy complicado para él. Ha participado muy poco. Poquísimo, aunque como en el caso de Raúl, con protagonismo especial en la Copa, al meter también él un penalti de esa tanda tan terrorífica que tuvimos. Mucho mérito de ambos por tirar y meterlo. El mismo Iker dijo que nunca había pasado tanto miedo en un campo de fútbol. Y nosotros, tambien. Mil gracias, Iker. Su carrera en el Club impresionante. De hecho lleva la friolera de 22 años. 15 temporadas en el primer equipo, una vida, 557 partidos y más de 70 goles. Las asistencias las desconozco pero serán muchísimas. Dos Supercopas y está Copa. Pena que tuvo dos lesiones graves de rodillas que le han impedido tener números incluso más impresionantes de los que ha conseguido. Segundo jugador con más partidos tras Iribar. Palabras mayores. Más de una vez le he criticado y aquí ha quedado escrito, pero he de decir que se le ha visto madurar, y que su comportamiento este año, que repito ha tenido que ser duro, ha sido ejemplar. Jugador diferente y diferencial. Así que Iker, Mila esker y también a tí, muchísima suerte allá donde vayas.

Raul, Iker, Iker, Raúl, dejan un hueco enorme en el vestuario, su veteranía se va a echar muchísimo de menos. Y ojalá el hueco no sea mayor, por lo que espero que Óscar De Marcos , continúe un año más. Lo deseo de corazón. Si se fuese él serían demasiados los veteranos que se van. Creo que el Club le necesita, el vestuario le necesita, y si el año pasado parece que le costó renovar,esperemos que este año no, y que siga. Por favor. Hay que convencerle, como sea.

Y acabo el comentario como siempre…

¡Aúpa Athletic!

A la final de Sevilla con el Athletic

Como si fuese algo normal, este año de nuevo tenemos final de Copa.

Tren especial a Madrid en la final del 84

El milagro del Athletic es algo que se sigue acumulando en el tiempo, y sus gestas quedan ahí inscritas en la memoria de todos, aunque en el caso de la Copa, en los últimos años, nos ha faltado poner la guinda. El que el equipo haya llegado a seis finales en 15 años, me parece una pasada. Sí, ya sé que no hemos ganado ninguna, pero a ver qué equipo puede decir lo mismo, y sobre todo teniendo en cuenta nuestra forma de competir. ¡Cómo no voy a ser del Athletic! Es imposible no serlo. Y eso que llevamos sin ganar Copas 40 años, pero en mi caso me da igual. El sentimiento es algo que tengo tan interiorizado que no puedo sacarlo de dentro. El otro día le oí a la noche en la tertulia de Hincha Bilbaíno a Simone, un italiano que es del Athletic decir, que a él si el Athletic no gana el sábado, pues le dará mucha pena, pero su sentimiento va a seguir siendo igual, pero que sí cree que el Athletic necesita ganar para él poder seguir «convirtiendo» al resto de italianos para la causa rojiblanca. Creo que tiene razón, los del Athletic es imposible que dejemos de serlo, pero un título como éste, conseguido otra vez, la número 25, sería una inyección muy importante para las nuevas generaciones, esas que se unen o funcionan bastante con las victorias. A esas generaciones que necesitan tener sus propios recuerdos de triunfos, de celebraciones especiales (no la voy a nombrar), de batallitas sobre éste o aquel partido que se ganó o que se vio junto a no se quién. Para ellos sería un puntazo lograrlo. Por supuesto que para mí también, jejeje. Pero yo ya lo he visto. Este Athletic es único y es lo más para nosotros, seamos de donde seamos. Ya se sabe que el bilbaíno nace donde quiere. Y una prueba de ello fue la tertulia de ayer, ya comentada de Hincha Bilbaino, en la que se juntaron un inglés, Matt, un uruguayo, Marcelo un italiano, Simone, y un venezolano, Daniel, que quizá sean más de mi equipo que yo misma, que ya es decir. Esto es una gozada y me enorgullece que así sea. Ellos sí que tienen mérito y no los que somos de aquí. Una maravilla. Os pongo el enlace de dicha tertulia.

Final contra el Betis en 1977

Mi primera final in situ fue en Madrid, contra el Betis. Aquí arriba me veis con mis tíos, prima y unos amigos. Faltan los que no están en la foto que eran otro buen montón. Otro tío, más primos, más amigos. Tenía 13 años y la experiencia que viví allí fue imposible de olvidar. El día de confraternización con los béticos fue precioso, y lo único que falló fue el resultado, como tantas otras veces. Aún así, viviendo eso ya no hay conversión posible. Athletic, Athletic y nada más.

En la segunda que estuve, ganamos. Fue contra el Barcelona de Maradona y Schuster. Una gesta que también es imborrable. A esa fui en tren, con 3 de mis hermanos y otro montón de amigos. En la foto de arriba estamos mi amiga, Carmen, mi hermano, Edu y yo, sacando el cuerpo por la ventanilla del tren, despidiéndonos de los que habían venido a la Estación del Norte a decirnos adiós. Más de 10 horas de viaje para llegar a primera hora de la mañana del día del partido, y para volver con la Copa de madrugada, tras el mismo. Un palizón, que con la Copa fue menos, o casi nada. Menos mal que esa vez le vi ganar porque con tanta derrota podía pensar que la gafe era yo. Podía seguir con las finales, que hay más, pero prefiero pasar al origen, es decir, a comentaros que si soy del Athletic, uno de los motivos se puede ver en esta otra foto, que os pongo aquí abajo.

De procesión a una final

Perdonad la baja calidad de la imagen pero los años es lo que tienen… No sé ni qué final es, ni de qué año, pero ahí podéis ver un coche tuneado, al estilo de aquella época, en el que fueron también a Madrid, mi padre, mi abuelo y mi tío, que son 3 de los que podemos ver ahí, que con otro montón de amigos se plantaron en Madrid. Es decir, ya desde mi abuelo se estaba inculcado el amor a lo zurigorri, llevando a las finales a sus hijos. Algo que pasa de generación en generación, como es mi caso y el de la mayoría de athleticzales. Imposible no sucumbir a ello.

Y este año, a Sevilla, otra vez con mi familia, y digo otra vez porque también fuimos los 4 a la de Barcelona. Fue la primera final de mis hijos, con 13 y 12 años (igual que yo en mi primera final), por lo que esta vez, ellos eran los querían ir de todas formas, con entrada o sin ella. Hemos tenido suerte y entraremos los 4. Estoy deseando que llegue el sábado a las 22:00 horas para ver el partido en familia, porque eso es precisamente lo que es el Athletic, FAMILIA. Y que mejor cosa que verlo con ella. Con mis hijos, con todos los athleticzales y con todos los que nos faltan (¡aúpa vosotros, abuelo, aita, Edu, María, Ángel, Alberto, Itziar,… y tantos otros, apoyad también desde donde esteis). Ya encima si ganamos sería la leche. Pero hay que jugarla y que nuestros chicos pongan toda la carne en el asador para lograrlo. Lo van a hacer, así que esperemos y confiemos. Lo mejor está por venir.

¡Aúpa Athletic!

P.D.: Si queréis más batallitas de finales, no sólo de las mías, sino también de otros athleticzales, os dejo el enlace de la tertulia en la que participé anoche en Hincha Bilbaino, con Alfredo Casas, el presentador, y con Fernando Fresno, Josean Goikoetxea y Alfonso Bravo. Fue un placer y un gusto poder escucharles. Gracias otra vez Alfredo, por invitarme.

Sobre la final de Copa…

Se me está haciendo bastante largo esto de la espera para la final, y lo que nos queda…

Únicos en el mundo (Foto: Athletic Club)

He pasado de la euforia por la clasificación inicial, a la alegría por conseguir una entrada, y en este momento al hartazgo por alguna que otra cuestión.

Ya sé que me ha tocado la entrada y no debería protestar porque infinidad de athleticzales darían lo que fuese por estar en mi lugar, pero dejadme que patalee un rato contra la Federación Española de Fútbol, la que encantada de haberse conocido y de pillar unos primos que no tienen más remedio que pasar por el aro, va a hacer caja de manera exagerada. Para empezar, han enviado la final, por lo que todo el mundo dice, a un campo que, al utilizarse entre poco y nada, no debe estar en muy buenas condiciones y cuya visibilidad debe dejar bastante que desear. De hecho, se venden entradas de baja visibilidad, de entre 40 y 85 euros, que es parecido a ver un partido detrás de una tapia. Fenomenal. Es un campo con pista de atletismo alrededor, por lo que el juego está bastante lejos de los aficionados. Amén, de que está en la otra punta de España, con respecto a nosotros. Encima no tiene un gran aforo. Vamos… como veis son todo ventajas. Eso sí, habrá que confirmar con las investigaciones policiales actuales abiertas, quiénes son los que se han beneficiado con semejante despropósito. Porque seguro que alguno lo ha hecho. ¿No sería más lógico celebrarlo en un campo de más localidades y más cercano a todo el mundo?, es decir, en el Bernabeu, por poner un ejemplo.

Luego está el sistema de venta de entradas, todo on line, y que no exista la entrada física, en papel, de toda la vida. El inconveniente de sacarla así, y de que te la activen solo 4 horas antes del partido, que te tengas que bajar la app de la Federación y que por sacar las entradas, que ya son lo suficientemente caras, tengas que pagar 5 o 4 euros por gastos de gestión. Con la bobada se sacan un pico. Seguro que alguien sale beneficiado de esto, y por supuesto no somos los aficionados. ¿Aguantará la batería del móvil todo el día para poder pasar por el torno la entrada? Encima en el campo no dejan entrar cargadores de batería, y tampoco mochilas más grandes de 25 por 25, cuando mucha gente tras el partido se volverá a su casa… Todo muy sencillo. Dentro de un rato voy a sacar la entrada, y me he tenido que leer una tesis doctoral para saber cómo hacerlo. Y cuando eliges una zona, la misma aplicación decide en qué fila, sin saber si hay otras más bajas, más altas, o más centradas. Vamos, que luego voy a hacer un acto de fe, en vez de elegir un sitio. Así que rezaremos para que el acto de fe sea para bien, porque teniendo en cuenta la clavada que nos van a dar, mejor que luego se vea algo. Edito para informar que acabo de sacarlas y por si le pasa a alguien, que ya sé que sí, que sepáis que al meter mis datos como cabeza del grupo me decía todo el rato, que mi código o pin eran incorrectos. Desesperante. Vuelta a confirmar, vuelta a meter mis datos, y vuelta la burra al trigo, que los datos eran incorrectos (sabía perfectamente que estaban bien). Y así bastante rato, hasta que se me ha ocurrido pasar de lo de datos incorrectos y he seguido la compra,… con los supuestos datos incorrectos,… pues bien… me ha dejado. Lo he comentado en un foro y me han dicho que ayer pasó lo mismo y la gente llamó al Club, y les dijeron que era un error (de la app) y que se intentaría subsanar (jejeje). No se ha subsanado. Con los nervios que supone, por lo menos a mí, que odio pegarme con internet. Y en el intervalo, mientras elegía y no me dejaba, una vez la maquinita ha decidido colocarme a la derecha del campo, pero en la siguiente, ha decidido que mejor a la izquierda. Odio que decidan por mí, sobre todo teniendo en cuenta que no me sale precisamente gratis. Por la fila que es y donde está, ahora mismo me voy a comprar unos catalejos, o mejor un telescopio. ¿Me dejarán entrar en el campo con él?

Voy a seguir un poco en plan perro pulgoso, para añadir mi sorpresa con todo el tema de la gabarra. Además de que me da mal fario hablar de ella antes de jugar, ya que va a ser un partido difícil , en el que pueden pasar mil cosas y no todos tienen porque ser buenas para nosotros… Encima, si es que ganamos, ¡ojalá!, si por fin sale la gabarra, se va a cobrar un dineral a los que quieran celebrarlo desde la ría. Los precios que han trascendido, según el tamaño de las embarcaciones van entre los 500 y los 3000 euros y si se lleva publicidad, 5000. Más, entre 100 y 200 euros por persona. ¡Madre mía! Cuando lo escuché lo primero que pensé fue que el Puerto quería hacer caja con el Athletic, lo que me pareció mal. Pero la Autoridad Portuaria se ha desmarcado y ha dicho que no tiene nada que ver ni con los precios ni con la idea de cobrar, que es todo cosa del Club organizador. Todo lo sacó de la noticia dada por EITB, cuyo enlace os adjunto por si queréis leerlo. Me asaltan dudas: ¿La ría se puede alquilar? Una entidad como el Athletic puede cobrar por su uso? ¿La autoridad Portuaria no tiene nada que decir? Alucinada estoy. Creo que la noticia se comenta por sí sola, y seguro que entendéis que me haya puesto un poco en plan perro pulgoso.

Pero no todo va a ser malo, también hay un montón de cosas alrededor de la Final que son bonitas. Como ver cada vez más engalanada Bilbao, con ventanas, balcones, tiendas, y demás… rojiblancas. Como poder disfrutar la bilbainada de la decoración de la estación de metro de la Plaza Moyúa.

Porque es una bilbainada, pero ha quedado preciosa. Ver más camiseta rojiblancas de lo normal por la calle y, sobre todo, a un montón de niños pequeños que la llevan orgullosos. Una gozada. Escuchar a la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS) cantando el himno del Athletic, en una nueva versión. (Que aquí os dejo también si clickáis). Ver a una coreana, de Corea del Sur, jejeje, que ha fundado una peña allí, animando al equipo ante la final… (El enlace aquí) Muchas locuras, bonitas locuras, que hacen a este equipo distinto, ganemos o no. Aunque los profanos nos miren como si estuviésemos locos, es una gozada pertenecer a esta locura colectiva. Bendita locura.

Estación de metro, Moyúa

Y antes de llegar a la final, nos queda el partido de este fin de semana, contra el Real Madrid en el Bernabeu. Pereza no, lo siguiente. Y menos mal que no nos tenemos que enfrentar al lacrimógeno Vinicius Junior, que el otro día interpretó una escenita, para delicia de los medios madridistas, que mereció, qué menos que un par de Oscars. Ya lo he dicho más veces, pero lo repito ahora: que no, que el problema de Vinicius no es que sea negro, o de color, si es mejor decirlo así. El problema es que es un provocador, que ayer mismo, en el España – Brasil, actuó como él sabe, pegando por la espalda a Laporte un golpe con el brazo, sin mediar palabra. Aquí se le ve en un vídeo en un tweet de Marc Martínez. Pero por la espalda, como los cobardes. Tiene un problema pero no con la piel, sino en su cabeza, y es que no es el más listo de la clase, pero que como encima tiene un altavoz «asqueroso’ en esos medios de comunicación afines al coloso blanco… pues ¡qué más quiere! Eso sí, a ver cuánto tarda el madridismo en ponerle a parir, o porque deja de jugar con ellos, o porque se quitan la venda de los ojos. A los demás no nos engaña. Y como prueba, todo el resto de jugadores del Real Madrid, que tienen su mismo color de piel, que son un montón, y no sufren la «persecución» que dicen que sufre «Vini». Lamentable. Lo dicho. Menos mal que nos ahorramos el mal trago de verle en el campo porque le sacaron el partido anterior la tarjeta que se lo impide. Un osado árbitro, supongo que hasta el moño del nene, a la enésima protesta no tuvo más remedio que hacerlo. En fin… Y nosotros jugaremos contra ellos el domingo, no sé si con la unidad B, o la H, o la A. Miedo me da, porque suele haber consecuencias posteriores tras jugar contra este equipo. Espero que está vez no. Salgan los jugadores que salgan al campo, ¡a por el Real Madrid! Y…

¡Aúpa Athletic!

Un eficaz Valencia elimina al Athletic

Se esfumó el sueño copero, esta vez antes de llegar a la final.

Tristeza (Foto: Borja Guerrero)

Una pena, pero quizá desde San Mamés se vio que el equipo no lo iba a conseguir. La oportunidad perdida de llevar un buen resultado a Mestalla ha sido demasiado lastre.

Ayer fue la confirmación. Estoy de acuerdo con lo dijo Marcelino en rueda de prensa, sin ser literal, de que el Athletic no lo hizo mal, sobre todo en el primer tiempo, que lo hizo bastante bien, teniendo más y mejores oportunidades que el Valencia, pero… como ya nos ha pasado otras veces, esas oportunidades hay que materializarlas, y no se pudo lograr. Era el día del NO. Y lo que cambió el choque y diría que hasta el resultado definitivo fue el error de Iñaki, en ese pase al hueco que le hizo Muniain, en el que se fue en velocidad, pero remató de la peor forma posible. Sigo sin entender cómo teniendo el balón para chutar con su pierna buena, recortó para dejárselo en la mala. Incomprensible. Falló. Si llega a meterla podíamos haber visto otro partido pero…. No fue así y, para colmo de males, en la siguiente jugada Guedes sí demostró su calidad. Golazo desde fuera del área y adiós. Mazazo al equipo que había tenido también otras oportunidades para adelantarse, pero por malos pases últimos, decisiones erróneas, o fallos de cálculo, sólo el gol del portugués subió al marcador.

El segundo tiempo, fue de ataque descontrolado y poco eficaz de los nuestros y control sin agobios del Valencia, que estaba en su salsa. Desarboló nuestro juego casi sin despeinarse. Impotencia es la palabra que mejor define el segundo tiempo. O incluso incapacidad. El Athletic del primer tiempo, no asomó. No pudo. El Valencia no le dejó, o su mismo nerviosismo e inoperancia se lo impidieron. Los cambios tampoco ayudaron mucho. Quizá Petxa mejoró a Lekue y atacó más, pero poca cosa. Vencedor no se notó, y Sancet tampoco. Muniain no fue ni determinante ni presente casi. Iñaki desapareció. El mejor que me estaba pareciendo. Vesga, fue sustituido por Zárraga, que tampoco aportó. Nada. El segundo tiempo fue un morir en la orilla rezando para que se diese el milagro, que podía haber llegado con el tiro de Yuri en el descuento, pero ni siquiera fue a puerta. Una pena.

El Valencia nos superó con sus armas, sin ser excesivamente superiores, pero un toque de calidad, les fue suficiente. Y en el escenario de intentar remontar la suficiencia valenciana no nos dejó ni una mínima opción.

Nuestro gozo en un pozo. Eliminamos a Barcelona y a Real Madrid, pero… al Valencia no. Nos ahorramos la final en La Cartuja, un dineral, y la posibilidad de tener esa alegría de ganar una final de Copa después de tanto tiempo. Pero… el año siguiente lo intentaremos. 3 finales seguidas hubiese sido una pasada. Nos quedamos en dos. Pero volveremos. Mimbres tenemos, así como jóvenes y calidad y un futuro más que prometedor. Seguro que volveremos. Y por supuesto…

¡AÚPA ATHLETIC!