¿2027?

Según The Objective, Pedro Sánchez se prepara para “un ‘superdomingo’ electoral en mayo de 2027” en el que “se celebrarían al mismo tiempo los comicios generales, autonómicos y municipales”. En el caso de la CAV, las elecciones al parlamento vasco serían sustituidas por las elecciones a nuestras Juntas Generales. Por un lado, que el gobierno español aguantase hasta 2027 sería una noticia extraordinaria (solo entre 2023 y 2024 hemos votado 4 veces, por lo que un 2025 sin campañas sería un regalazo de Reyes), por el otro, Sánchez es capaz de mezclar churras con merinas y elecciones de naturaleza diferente si le beneficia.

Ni los reyes, ni las aitas, ni las amas

Nuestras pensiones no las van a pagar ni los reyes magos, ni nosotras ni nosotros (que pagamos las de ahora, como todo el mundo sabe: no, no estamos guardando para el futuro), lo harán nuestras hijas e hijos (cada vez tenemos menos) y quienes están llegando a nuestro país abandonando el suyo: “Los extranjeros son ya más del 13% de los cotizantes a la Seguridad Social y tiran de la economía más que nunca” (El Independiente). Para esto no hay hecho diferencial vasco, y si lo hay es porque nuestra población está especialmente envejecida y, por lo tanto, necesita a esas y esos que vienen a trabajar. Insisto: a quienes vienen a trabajar.

Afán recaudatorio

Las y los trabajadores autónomos que desde esta semana tendrán que cotizar más lo harán con la sensación de que el estado les exprime porque puede. Y tienen razón: forman un colectivo heterogéneo que rara vez protesta y nunca va a la huelga, y por eso son la fuente de ingresos más suculenta. Poco importa lo que aportan a la economía con su trabajo, poco importa lo que la mueven con sus proveedores (en muchas ocasiones, otras y otros autónomos), poco importa el menor gasto que hacen a la seguridad social y poco importa que generen impuestos. Importa la ideología de quien les sube los impuestos.

Esto está mal

“Si eres autónomo y facturas menos de 2.500 brutos al mes, ganarías más en un McDonalds cobrando el salario mínimo”. En Pymes y Autónomos lo dicen así de claro. Y es un error: a una o un trabajador autónomo que factura menos de 2.500 euros brutos hay que incentivarle para que no cese su actividad, para que pueda crecer e incrementar esa facturación, porque cuando un autónomo crece, crece la economía. Si el mensaje que le llega desde el gobierno es que estaría mejor en un McDonalds (ganaría más y tendría menos preocupaciones) es el gobierno el que está haciendo mal las cosas.

Queridos Reyes: menos monarquía

Supongo que junto a mis zapatillas de estar en casa (las rojiblancas con el escudo del Athletic que tenemos muchos en Bizkaia) esta mañana habré encontrado los típicos regalos prácticos, y que los Reyes Magos no habrán podido traerme algo que les pido cada año: menos monarquía. Lo supongo porque, por lo que leo, los mismos que practicaban el juancarlismo hoy son abiertamente monárquicos y cortesanos. Sin tapujos. Sin eufemismos. Medios como El Plural no dudan en reírle las gracias a esta familia real, y cuando descubran que les han tangado, como les tangó Juan Carlos I, ya buscarán alguna excusa.

Humanidad y política

Aunque Olentzero nos haya traído ya los regalos buenos, los Reyes siempre acuden al rescate con lo imprescindible: ropa interior, pijamas, alguna camisa para el trabajo… Así que la carta para sus únicas majestades que reconozco desde que tengo uso de razón será breve y apuntará a lo esencial. Empiezo por humanidad y política, los dos elementos básicos necesarios que darán respuesta a esta noticia: “Canarias y País Vasco urgen a Sánchez a aplicar su propuesta de reparto de menas antes de tres meses” (Vozpópuli). Lo del medio llamando “menas” a niñas y niños solos merece, cuando menos, carbón.

Menos partidismo

Otro esencial para la carta a los Reyes Magos, entre los calzoncillos y un cinturón, es que las y los ministros hagan menos partidismo: “Torres cree que Clavijo ataca injustamente al Gobierno sobre el reparto de menores migrantes para no enfadar a su socio, el PP”, leo en 20 Minutos, el mismo medio en el que ofrecen esta noticia: “Clavijo arremete contra el PP por ‘bloquear’ con ‘excusas’ el reparto de menores y exige al Gobierno un decreto”. Es evidente que Ángel Víctor Torres no ha leído ese segundo contenido, o que le da igual: lo innegable es que ha ejercido más como diputado socialista que como ministro español de Política Territorial.

No hacer caso a las malas personas

Sirve como propósito de año nuevo y como deseo básico que pedir a los Reyes Magos: dejar de hacer caso a las malas personas y a los idiotas. Como a veces resultan indistinguibles, les meto en el mismo saco y hago solo un viaje. Me centro: “Hazte Oír denunciará a Lalachus y a David Broncano por un presunto delito de ofensas religiosas durante las campanadas de TVE” (Público). El motivo es que la humorista mostró “una estampa de la vaquilla del Grand Prix inspirada en el Sagrado Corazón de Jesús”. Madre del amor hermoso. Ya hay que ser mentecato para que eso te ofenda y anuncies que lo vas a denunciar.

Menos redes sociales

¿Qué hago yo viendo a un tipo freír una pizza congelada? ¿Cómo he perdido dos minutos de mi vida con una tía que me enseña el interior de su furgoneta camperizada si no pienso subirme a una? Todas y todos nos hemos hecho estas preguntas, así que otro básico que pido a los reyes es perder menos tiempo mirando redes sociales. Pero dedicarle un rato largo a las plataformas tiene peores consecuencias: “El algoritmo alimenta la guerra de sexos y la burbuja de género” (EPE). Además, nos discriminamos: “TikTok es reino de las chicas, YouTube Shorts, de los chicos… y los Reels de Instagram, de los ‘boomers’”.

¿Cómo de mal estarán las cuentas del Barça?

Pase lo que pase con Dani Olmo, el daño ya está hecho: los jugadores que estén pensando en fichar por el Barça tendrán más dudas antes de hacerlo. Si finalmente el jugador no puede jugar con su club la segunda parte de la liga, las consecuencias solo serán peores, es evidente, pero después de leer las noticias sobre todo este lío las pregunta que me surgen son: ¿cómo de mal estarán las cuentas del Barça? ¿Qué “palanca” imposible estaría intentando colocar para que esta vez no colase? Ese es el fondo de la cuestión, más incluso que lo que pueda hacer el jugador (libre de irse) o las instituciones.

Feliz año nuevo en Gaza

El ejército israelí ha asesinado a otras 35 personas en Gaza, según Tercera Información. El genocidio, tal y como lo definió Amnistía Internacional, continúa por orden de Benjamín Netanyahu y su gobierno de ultras. No podemos dejarlo pasar, esta no puede ser otra noticia más entre las habituales de Año Nuevo: primeros nacimientos, cómo reciben el año nuevo en la playa en Donostia y la crónica de sucesos en el mundo, cada vez más extensa. Lo de Gaza debe seguir ocupándonos y preocupándonos, porque solo así podremos diferenciarnos de los animales y de los hijos de puta.

Feliz año nuevo en Ucrania

Dos personas también han sido asesinadas en Ucrania, esta vez, por el ejército ruso. De nuevo, en el país europeo, la invasión por el morro de Putin sobre otro estado, reclama nuestra atención. En este caso, además, algunas malas personas miran para otro lado activamente cuando no justifican a Vladímir Putin. Un dictador, un asesino, un oligarca como sus amigos oligarcas, que mantiene un incomprensible magnetismo con quienes siguen viendo en Rusia algo parecido a un país comunista. 100 drones dirigidos contra la población civil en Kiev y otras ciudades no tienen nada de progresista.

Feliz año nuevo en EE.UU.

EE.UU. tiene que empezar a entender que la guerra mundial que de algún modo estamos sufriendo esta vez impacta directamente en su propio territorio: “La hipótesis de la conexión planea sobre el atentado en Nueva Orleans y la explosión en Las Vegas” (EPE). Y no son necesarios misiles, ni siquiera bombas fabricadas en casa, que pueden dejar indicios por la importación o la simple compra de materiales. En el país de Biden y Trump hay suficientes armas y, lo que es más aterrador, suficientes coches como para provocar masacres. Hoy la amenaza es el ser humano radicalizado. Y ningún país radicaliza más que EE.UU.

Feliz año nuevo a Trump

No me alegro de ningún modo, no lo celebro, no me parece justo porque creo que nadie puede elegirse como justiciero, y menos de esta manera. Que quede claro. El atentado contra el hotel de Donald Trump en Las Vegas con un Tesla, en el que el único fallecido, según La Vanguardia, es el terrorista, es significativo. Lo es porque todas y todos hemos entendido lo que pasa. Y lo que pasa es que Trump y Musk generan odio y dolor de manera directa. Un odio y un dolor en el que se han apoyado para llegar a la Casa Blanca y, así, multiplicar sus ganancias. Esa es la realidad, por eso lo hacen y no les importa lo que sufra la humanidad.

Feliz año nuevo a Musk

Del mismo modo que la presidencia de Trump va a servir a Musk para multiplicar sus ganancias, doy por hecho que su apoyo a los partidos de extrema derecha en el mundo le generarán beneficio económico directo. Esto no es por ideología, es por ambición, y que la extrema derecha posibilite a Musk la consecución de su objetivo es solo otro motivo para que la despreciemos. “El multimillonario volvió a pedir el voto para la AfD”, leemos en Deutsche Welle, donde me sorprende este paréntesis sobre la agrupación política: “Calificada parcialmente como de extrema derecha”. Uno es nazi o es antifascista, no cabe término medio.

Vamos a plantar batalla

Celebro ver que en El Nacional lo tienen claro y van a plantar batalla ante el “laboratorio de normalización españolista de Salvador Illa”. En Euskadi también estamos asistiendo a una peligrosa españolización, en nombre de la izquierda, de la que se ha contagiado alarmantemente Bildu, que con una mano agita la Ikurrina y la bandera navarra (¿y para Iparralde no tienen ninguna?), y con la otra se agarra al tren de la izquierda española. No podemos dejarnos, vamos a plantar batalla, no vamos a subsumirnos en esa asimilación que empieza con Nico Williams en La Roja y termina con David Broncano en su televisión muy española.

Audiencia… Y España

David Broncano es el mejor vehículo de esa España de izquierdas que idealiza sus principios y aparta, con desdén, los sentimientos que no comprende, como los nacionales no españoles. Ya lo manda gritar él al público: “¡Española!”. Así es su televisión, no se esconde. Y la batalla por la audiencia que mantiene con Pablo Motos beneficia ambos pero, sobre todo, lo hace a la asimilación y a la uniformidad: puedes elegir entre la España casposa y la que va de progre, pero no puedes elegir algo alternativo a España porque, ¿para qué, con lo graciosos que son los dos y todos sus colaboradores?

Por lo menos, el Teleberri se mantiene

Mi manera de plantar batalla a la asimilación española que estamos sufriendo es recordar la realidad vasca: el Teleberri, igual que la audiencia de EITB, en términos generales, se mantiene pese a la tendencia a la baja del resto de televisiones y radios. Un ejemplo: “Los informativos de las grandes cadenas de televisión pierden casi 450.000 espectadores en 2024” (El Independiente). Este dato disgregado es muy importante porque no se trata solo de tele, va de información: los medios de comunicación y, sobre todo, los “informadores” alternativos ganan espacio y nos hacen perder a todas y todos.

Los malos lo saben bien

Van ganando los malos: algunos triunfos políticos, parciales o totales, son los síntomas más claros. Y los malos ganan porque se han adaptado mejor, como las ratas, a los cambios: en lo informativo, se aprovechan del desapego a los medios tradicionales y del crecimiento de otras fuentes alternativas y, digámoslo claro, carajo, peores: “Ofensiva de Vox en Google: gasta en publicidad en 2024 lo mismo que en los últimos cinco años” (Vozpópuli). Y ni siquiera ha sido un año electoral. Los ultras saben que la mayoría consulta Google sin atender a las fuentes, así cuelan sus mierdas, literalmente.

+1

Como hacíamos los más viejos en Twitter (antes de que se llamara X), me sumo con ese “+1” a lo que he leído en El Diario: “He decidido no mirar mi WhatsApp en vacaciones, ¿lo respetarán mis amigos y familiares?”. Reconozco que este período (que no ha sido vacacional, precisamente, y a estas líneas me remito) estoy siendo muy remolón con el WhatsApp: solo cuando escriben por trabajo leo, respondo cuando puedo, no me escondo, y para mi sorpresa me siento bien. No he felicitado el año como una metralleta, he respondido solo algunos mensajes, sin mucho criterio y, por supuesto, salvo excepciones, no he escuchado audios.

Todo por el tuit

“Vivienda y electricidad protagonizarán las principales subidas de precios en 2025” (El Economista), pero es que alguien tendrá que pagar para que las putas amas y los putos amos en Podemos, Bildu, Sumar y el PSOE puedan poner sus tuits, ¿no? La ley española de vivienda no ha bajado los precios pero, oye, qué resultados más buenos sacaron en aquella campaña para la que se aprobó. Y ahora zumban a los partidos más responsables con el tema de las eléctricas aunque la luz suba para los consumidores al mismo ritmo que los impuestos para las empresas. Oh, qué sorpresa. Esto no lo dicen en sus tuits.

Gracias, Mariano, y quienes han ido después

Lo aprobó Mariano Rajoy, sí, pero ninguno de los gobiernos de coalición de Pedro Sánchez, primero con Podemos y ahora con Sumar, lo han impedido: “La edad de jubilación sube a 66 años y ocho meses en 2025” (RTVE). O lo que es lo mismo: cada año nos queda más para jubilarnos. Qué maravilla. Pero España va bien, oiga, que lo dicen los datos “macro” y Yolanda Díaz sonríe en las ruedas de prensa, ¿cómo va a ir mal? Si las leyes que saca este gobierno son pocas y malas, y las que mantiene van en contra de la salud de las personas, pues nos aguantamos, que lo que importa aquí es ir de progres.

Otro año de ira

Me temo que 2025 será otro año de ira delante del Teleberri: no solo quienes hacen la política española (de Bildu al PSOE, pasando por Podemos y Sumar) van a reírse de nosotras y nosotros a la cara. Los que hacen la guerra en el mundo van a escogorciarse de la risa mientras mandan matar: “Israel ataca Yemen pensando en Irán” (El Diario) es una de las últimas noticias sobre el gobierno genocida (lo dice Amnistía Internacional) de Netanyahu y su banda de ultras. Y Rusia atacará también donde quiera y como quiera, esta vez, además, con el apoyo de Trump y la complicidad de quienes son incapaces de ver en Putin a un sátrapa.

Ya no hay nueva política como la de antes

Antes uno decía que era de la nueva política y hasta molaba. Ahora nadie se atreve a verbalizarlo o escribirlo: la nueva política son Pablo Iglesias ninguneando a Ione Belarra, Rivera siguiendo el rastro dinero, Abascal haciendo de Abascal, Alvise haciendo de Alvise, Yolanda Díaz fundando un partido con cuotas y personas delegadas y, por supuesto, el juicio a Íñigo Errejón. No voy a hacer leña del árbol caído, no es mi estilo, yo prefiero el hachazo al que está de pie y mira con soberbia, la verdad. Pero lo que hemos sabido de Errejón en 2024, y lo que sabremos en 2025, cuando se celebre el juicio, no podemos olvidarlo.

Una buena noticia

Confío en que este de El Independiente sea uno de esos vaticinios que se cumplen: “2025, el año en el que Puigdemont podrá volver a España”. Siempre que lo haga “de forma legal, claro”, esta, sin duda, será una buena noticia. La normalidad política siempre lo es (también podríamos debatir qué es “normalidad política”, pero me quedan pocas líneas). Para lograrlo hará falta la colaboración de la justicia, que tendrá que apartar a los llaneros solitarios, y la de la política: Sánchez tendrá que facilitarlo, cueste lo que le cueste, porque suya es la responsabilidad, y aceptar las consecuencias de hacer las cosas bien.