“El precio del aceite de oliva ronda ya los 15 euros por litro”, leo escandalizado en Bizkaia Gaur. La base de la cocina vasca se está convirtiendo en un producto de lujo y parece que no podemos evitarlo: “El coste en origen ha subido más de un 150%”, leemos también. Y una recomendación: que evitemos “hacer acopio, ya que tampoco ayudaría porque sería como una huida hacia delante, provocaría una mayor subida de precios porque haría mayor tensión en los mercados”. Pero seguimos sin entrar en el fondo: por qué, hasta cuándo y hasta cuánto, y qué cambio va a producir en nuestros usos y costumbres, y en nuestra salud.
Como siempre
Me sorprende la reacción de los socialistas navarros que leo en El Independiente: “El PSN estalla contra el PP: ‘Hace una utilización maliciosa y sucia de las víctimas de ETA’”. ¿Lo descubren ahora o les ha empezado a molestar ahora que no están a su lado? Porque durante años el PSE y el PSN apretaban filas con el PP, que ya hacía esa utilización, y hasta se contagiaba de ella. De Nicolás Redondo Terreros a Patxi López, vimos los nombres de las víctimas usados como excusa para su desprestigio hacia al nacionalismo. El mismo nacionalismo que después salvó de la inanición a los socialistas vascos.
“La izquierda” y “el centro”
El hecho de que en 2024 sigamos hablando de izquierda y derecha deja claro, para empezar, que la mayoría de políticas y políticos prefieren simplificar sus discursos para no hablar sobre una realidad compleja. Que en 2024 nos hablen de “las derechas” para evitar reconocer un pacto del PP con el fascismo, o que Edmundo Bal diga “que Izquierda Española está ‘entre el PSOE y Sumar’ y su nuevo partido ‘entre el PP y el PSOE’” (Canal Red), o que Bildu y PP, al alimón, se empeñen en repetir que el PNV es un partido de derechas, con las políticas sociales que promueve y activa, demuestra que esa simplificación es útil, principalmente, para mentir.
Lo que Madrid debe a España
Madrid actúa como una fuerza centrípeta que vacía España no ya de empresas (las grandes firmas fuera trasladan su sede social o parte de ella a la capital de España atraídas por una fiscalidad más favorable), también de talentos, y condena a la pobreza a regiones enteras. Así que será correcta cualquier medida que lleve a la capital del reino a retornar parte de lo robado con un círculo vicioso tan artificial como beneficioso para la comunidad y la ciudad. En la noticia de El Diario también mencionan en varias ocasiones que “2 de cada 3 salarios de más de 4.000 euros están en Madrid, Catalunya o Euskadi”.
Hablemos de Arabia Saudí
Hoy juega Osasuna su primer partido (esperemos) de la Supercopa en Arabia Saudí, el país al que se llevaron la competición Luis Rubiales y Gerard Piqué. No sé cuál de los dos me parece más recomendable, la verdad. Y el país del que se quieren ir algunos de los jugadores que acudieron atraídos por ofertas millonarias: Según Sport, Jordan Henderson (33 años, 40 millones al año) es el que más alto lo ha dicho, pero también querrían huir de la cárcel dorada (y la liga de mierda) Roberto Firmino (32 años, 20 millones) y hasta Karim Benzema (36 años, 200 millones al año, y no, no sobra ningún cero).