Los civilizados

Borja Ventura capturó con acierto un tuit que Luis Garicano decidió borrar: el de Ciudadanos llamaba “provincianos y paletos” a quienes han decidido votar mayoritariamente en Catalunya a la candidata de Podemos o a candidatos nacionalistas. Porque los civilizados, según Garicano, son los que votan a Ciudadanos y los que votarán a Valls. El resto son (somos) personas subdesarrolladas incapaces de observar la valía de las apuestas de Rivera, el propio Garicano y, ahora, Valls. No es el único, ni el primero, ni el último, que piensa que la civilización empieza en su intención de voto.

El Nacional te explica los buenos tuits

Algún día me cansaré de advertir de las malas compañías que el independentismo catalán está frecuentando: personajes que intentan lavar su pasado con el futuro de Catalunya, o que no se han comido un colín como portavoces o simples opinadores que ahora les están regalando la oreja. Algún día, insisto, acabaré diciendo: “Allá ellos” cuando vea cómo El Nacional dedica parte de su espacio y el tiempo de los lectores señalando los tuits de Bea Talegón. A esta española iluminada por la causa catalana le reconozco una virtud: saber decir lo que la mayoría quiere oír.

Epílogo (o eso espero)

Después de una semana en la que tienen la vergüenza de pedir dimisiones quienes nunca se las han planteado por motivos similares o mayores, me gustaría cerrar este capítulo con el tuit de la periodista Rakel Markos a modo de epílogo: “Sin entrar en el asunto, ‘la opinión pública la ha condenado; es culpable’ es una de las mayores barbaridades que puede decir alguien con responsabilidad política”. Pero hoy la responsabilidad política en España es un bien muy escaso, curiosamente, entre los políticos que tienen más responsabilidades porque son los líderes de sus partidos.

¿Quién es Villarejo?

Su nombre ha salido esta semana de nuevo en los periódicos porque una grabación suya de hace años ha puesto en jaque a una ministra hoy. Pero, ¿quién es Villarejo? Un policía jubilado que, después de formar parte de la división anti ETA en Donostia en pleno franquismo, en los 80 puso en marcha una red de empresas hasta que, en los 90, le piden que se incorpore a Interior en forma de agente encubierto. Un angelito que, como empresario, facturó siete millones de euros al armador Ángel Pérez-Maura para librarle de una extradición a Guatemala, acusado de sobornos.

El castellano desaparecido en Galiza

Una pena no saber quién es el autor de esta especie de editorial en la publicación Tempos Galegos, donde, con toda la intención del mundo, intentan ridiculizar el arrinconamiento del castellano en Galiza que denunciaba Toni Cantó en el Congreso recientemente: “El castellano que ha desaparecido de Galicia encontrado borracho en un puticlub”. El relato está lleno de pequeños dardos a ese castellano que nadie maltrata, si no es él a sí mismo, que frecuenta sitios poco recomendables y que vive en A Coruña, “donde recuperará el status que se merece” ayudado sin dudarlo por la Policía española.

Esos catalanes violentos

Esos catalanes violentos deberían de dar una lección a esos vascos pacifistas que no paran de sacarse fotos, mover su bandera y, de paso, intentar limpiar su pasado con el presente y futuro de Catalunya. Ojalá todos esos que quieren importar el proceso catalán a Euskadi desde antesdeayer lo hubieran deseado también cuando aquí sus amigos paraban un país y vaciaban un futuro con bombas y pistolas. Estoy bastante harto de que nos den lecciones los que tienen que pasar su vergüenza. Tan harto como envidia me dan esos catalanes violentos a los que la Guardia Civil acusa de haber lanzado aviones de papel.

Se volverá en contra

No me cabe duda de que el nivel de integridad necesaria que están marcándole al Gobierno de Sánchez, y especialmente la jugada de Villarejo con las grabaciones, se volverá en contra de quien está promoviendo este tipo de política. Gaspar Llamazares lo resumía perfectamente en Twitter: “Convertir la filtración de grabaciones sobre la vida privada en asunto público de confrontación política es, en primer lugar, enlodar la política en favor de la moralina y la hipocresía, pero también legitimar la conspiración y al conspirador”. El sistema se defiende limpiando, para empezar, tu parte.

No es menos cierto…

Al respecto de estas conspiraciones, Javier Muro respondía a este tuit de Máximo Pradera: “Todos decimos tonterías para ser aceptados en grupos que percibimos como hostiles. Es posible que Delgado soltara lo de ‘Marlaska, maricón’ porque pensaba que podía hacerle gracia a Villarejo. Se llama el Síndrome del Camaleón (Síndrome de Zelig). No me creo que sea homófoba”. Y el tuitero apostillaba: “Totalmente de acuerdo, pero tendemos a explicar positivamente y a no pedir responsabilidades a las personas que ‘nos agradan’ y a no otorgar el beneficio de la duda a las que no”.

Todos son oposición

Pero el principal problema de Sánchez no es la oposición que no quiere negociar con él, sino la que sí dice que quiere hacerlo. PP y Ciudadanos pueden forzar que sus ministros caigan, pero solo PNV, PDeCat, ERC y Podemos pueden hacer que caiga el presidente en forma de convocatoria de elecciones. Si estos partidos quieren que Sánchez siga tienen que negociar con intención de ceder su parte, es así de fácil. Lo que no ayudará a la supervivencia de este gobierno socialista es que se multipliquen las reclamaciones: Podemos, En Marea y En Comú negociarán por separado.

Juega la nuestra

No quiero tardar más en invitarles a que vean o vuelvan a ver (si lo han hecho ya) el vídeo de la Federación Vasca de Fútbol para animar a nuestra selección. Más allá del forzado equilibrio territorial, hay que reconocer la intención y la ejecución. Y sobre todo, hay que reconocer el esfuerzo para La Verde juegue en fechas de selecciones de verdad, y no de encuentros entre Castilla La Mancha contra el equipo de suplentes de alguna selección africana. El próximo día 12 juega la nuestra, Euskadi, juegan los nuestros, juegan con nuestros colores y en la capital de la CAV.

El crecimiento de la ultraderecha en Europa

Hasta en El Español se han dado cuenta: la extrema derecha avanza en Europa y el efecto contagio, además, le beneficia. En algunos países los partidos fascistas obtuvieron un apoyo en las elecciones generales de más del 20% (Suiza, Austria, Francia o Dinamarca); en otros, casi lo alcanzan (Italia); su mayor éxito está en Polonia, donde llegaron a superar el 37% y en Hungría, donde gobierna el Jobbik; y en un país como Alemania, que más ha sufrido y hecho sufrir el nazismo, están en el 12%. En España les hemos visto en el Valle de los Caídos recientemente y en Catalunya, ayer mismo en la calle.

Una Diada con presos

La de ayer fue una Diada especial, más intensa incluso que las anteriores, porque fue la primera de la historia reciente con varios políticos en las cárceles o fuera de su país por culpa de una persecución judicial injusta y que no sirve, de ninguna manera, para destensionar la cuestión nacional catalana. A algunos, es evidente, les beneficia esa tensión, y no solo a los de Ciudadanos: los hay que aprovechan para intentar lavar sus trapos sucios con Catalunya. Desde Euskadi tenemos que remar para que en la siguiente participen quienes quieran con libertad y en medio de un debate político constructivo.

Montón, cada vez más frágil

Los buenos periodistas hacen buenas preguntas, como Ángel Calleja a cuenta del máster en entredicho de la ministra Montón: “¿Qué beneficia más al PSOE? ¿Prescindir de Montón y poner el listón a una altura que Pablo Casado no pueda saltar si le imputan? ¿O ‘invitar’ a los jueces del Supremo que no investiguen ningún máster y así el bipartidismo no se hace daño?”. Esta es la encrucijada ahora para los socialistas que, como bien apunta Calleja, podría tener consecuencias en el PP, cuyo líder está en una situación parecida a la de Montón por un máster también en la URJC.

El PP, abocado a Casado

Y con Casado pendiente del hilo de Montón, va Sáenz de Santamaría y se baja del barco. El adiós de la vicepresidenta debería preocupar en el PP, donde se quedan sin plan B articulable. La caída de Casado provocaría un vacío de poder que la hábil mano derecha de Rajoy podría hacer tapado, pero ahora todo está en manos de ese nuevo PP más rancio que el anterior. El “agur” de Soraya, además, no solo empobrece a los de la gaviota: se va una política inteligente y posibilista, y les aseguro que quienes vivimos pegados a los políticos sabemos que no hay muchas como ella.

La izquierda madrileña, dividida

Manuela Carmena es una mujer inteligente y sabe que el rebote que van a pillar todos los que se sienten de izquierdas y traicionados por la maniobra de la alcaldesa, en realidad, están enfadados porque ven que se quedan sin cortijito. Esa izquierda tan radicalizada como sobrerrepresentada no tiene cabida en un equipo de gobierno que Carmena ha exigido controlar por practicidad: prefiere a personas de confianza que no a quintacolumnistas con piel de cordero. Ahora le viene una mala época en Twitter, pero una mujer inteligente como ella, insisto, sabe que eso no importa a nadie.

Pensemos en los presos

La guerra de los lazos amarillos poco tiene que ver ya con los políticos presos que motivaron su utilización, y eso es una victoria de quien quiere que sigan en las cárceles y que dejemos de ver los famosos lazos amarillos. Por eso creo que son las personas responsables de la difusión de este símbolo lo son también el buen uso del mismo también por parte de quienes tienen las mejores intenciones: que nadie se olvide de los detenidos ni de la injusticia que con ellos se está cometiendo. No podemos entrar en el juego de la batalla de colores que pretende la oposición en Catalunya.

¿A quién le importan más los colores?

Solo hay que ver lo que prepara la liga de Tebas para el Girona-Barcelona que, si nadie lo impide, se jugará en Miami: un montón de iconografía española impuesta a buena parte de los aficionados catalanes que se desplacen a EE.UU. a seguir a sus equipos. La elección de un derby catalán y la imposición de las banderas españolas no puede ser una casualidad. Y si lo es, es porque el fútbol no solo enriquece a los más pillos, también regala capacidad de decisión a los menos listos. La de los colores es una batalla en la que se sienten cómodos los que tienen un estado, no les hagamos el juego.

Hablando de EE.UU.

Se trata de un país extremadamente liberal, tanto que unas empresas tienen capacidad para cubrir de oro a la liga española (ya de por sí empapelada de billetes) pero el estado no garantiza los cuidados de su población: un consultor de 87 años ha tenido que subirse a un camión para pagar el tratamiento de su mujer, ya que con su edad es el único sector en el que veía posibilidades de crecimiento económico. No es el único: más de 250.000 personas jubiladas mayores de 85 años han regresado a algún tipo de oficio en el último año allí, la mayoría obligadas por la falta de recursos.

Doblejetas

Miren, si una persona decide convertir una vivienda que no usa en un piso de alquiler, bien permanente, bien ocasional (o turístico), y se hace cargo de sus responsabilidades como casero en la comunidad de vecinos y pagando los impuestos que le tocan, me parece bien. Pero lo que me parece en todo punto censurable es que algunos pretendan hacer negocio con las viviendas de VPO que entre todos les hemos pagado (al menos, en parte). Así que las medidas que toman en Donostia para vigilar ese negocio con vivienda pública, y que cuentan en El Confidencial, me parecen estupendas.

El diésel ya está muerto

Y lo hemos matado los consumidores: casi nadie va a comprar ya un vehículo que consuma diésel, y hasta quienes lo han adquirido recientemente están haciendo ya cálculos para cambiar de motorización. El diésel ya está muerto porque el mercado, es decir: nosotros, no lo queremos, y aunque las autoridades reculen, la etiqueta de “obsoleto” y, sobre todo, la de “más caro”, ya están puestas. ¿Esto es bueno? ¿Es malo? ¿Para el planeta? ¿Para la industria? Tengo la sensación de que no nos lo han explicado bien pero alguien ha logrado su objetivo tocando la tecla adecuada.

Policías cabreados

No pueden pretender que no pensemos que un miembro de las fuerzas de seguridad del Estado cabreado no actúa igual que uno que está relajado, en paz consigo mismo y sus superiores, descansado y concentrado en su trabajo. Igual que yo no escribo igual cuando las noticias me indignan o, como esta, me preocupan: se quejan los sindicatos de la Policía Nacional que los agentes de las unidades de intervención desplazadas a Catalunya para la Diada viven hacinados y en malas condiciones, peores incluso que las de aquel “Piolín” que dieron la vuelta a España.

La luz sigue subiendo

Es uno de los mayores atracos a mano armada (con un contador eléctrico que, por cierto, emite una luz que consume y pago también yo para alegría de mi distribuidor) que conocemos: lo de las empresas que nos cobran la luz al precio que les da la gana debería ser de juzgado de guardia, pero por desgracia es de jolgorio para accionistas y altos cargos. Agárrense: este verano la luz ha subido porque ha hecho poco viento. Un factor así de sencillo hace que les paguemos más y les demos más beneficios en la mayor operación de robo al consumidor que hemos presenciado.

Caza de brujas en la Casa Blanca

A estas alturas ya sabrán que hay una garganta profunda en la Casa Blanca que canta bajo el anonimato las penurias que pasan en los despachos más importantes de EE.UU. con un presidente como Trump. Lo siguiente solo podía ser lo que estamos viendo desde lejos: una caza de brujas que, por supuesto, ha abierto también la puerta a la chanza (como el chiste en el que el republicano estaría investigando a un niño que corta el césped por si es el autor de la filtración). No sé si darán con el soplón, pero sí me temo que este u otro escribirán más capítulos, y que los disfrutaremos.

Piqué, el modelo a no seguir

Llevo tiempo diciendo que la burbuja de Piqué la hinchamos entre todos, también yo. Y al final el futbolista ha resultado ser un tipo de lo menos honesto con sus volubles ideas políticas y sus reprobables conductas cívicas: no solo era un peligro para el resto de conductores y por eso le retiraron el carné, es que sin él decidió volver a conducir… hasta que lo pillaron. Ahora, Piqué, el guay, el que invierte en videojuegos y por eso nos tiene que molar, va a los entrenamientos en patinete eléctrico… Pero el tamaño del motor equivale a una moto eléctrica que sigue conduciendo sin carné.

Las cosas, por su nombre

Pablo Hasel, el tipo que cree que por rapear con especial mal gusto lidera no sé qué revolución, va por ahí recolectando mesías que sufren la injusticia, como los que ocuparon varias casas en un pueblo deshabitado y empezaron a reconstruirlas… pasando por alto que se trataba de hacer obras sin licencia en un parque natural. Ahora están siendo juzgados y, claro, Hasel les defiende. Pero la ocupación por el morro y, por el mismo morro, decidir qué está bien y está mal es igual de negativa en “okupas” como en empresarios que untan a funcionarios y políticos.