Hostia, tú

Cuando leí la noticia en El Diario: “Mazón adjudica 3,9 millones a dedo para reparar la presa dañada por la DANA a un constructor de la caja B del PP en Gürtel”, pensé que estarían refiriéndose a la misma que comenté en la columna de ayer, sacada de El Nacional: “Mazón adjudica a dedo uno de los primeros contratos de emergencia por la DANA”. La empresa en la que “trabajó el jefe de gabinete de Mazón”. Pero estaba equivocado: Carlos Mazón tardó en aparecer y luego tardó en reaccionar mientras la gota fría arrasaba Valencia, pero está siendo el más rápido adjudicando contratos millonarios y sospechosos.

Esto va de invertir

Evidentemente, no me sorprendió que Denis Itxaso defendiese la ley española de Vivienda que PSOE, Sumar, Bildu y ERC siguen aprobaron con plena intención electoralista y siguen defendiendo (el partido catalán se ha descolgado por invasión competencial). Los efectos de esa ley, todos lo estamos viendo, no están siendo positivos (salvo los efectos electorales, que de eso se trataba) pero, en cualquier caso, la clave no es la ley, sino la inversión: “Se necesitan 1,5 millones de alquileres sociales en una década” en España (El Plural), mientras Euskadi sigue a la cabeza de la inversión en VPO (he tardado 5 segundos en encontrar el dato en Google).

No pueden hacerlo

España necesita invertir más en vivienda, es evidente, pero no puede: “El Estado romperá la barrera del billón y medio de deuda este año, el doble que hace una década. El Estado ya acumula una deuda de 1,49 billones. Las ayudas por la DANA y el creciente gasto en pensiones acelerarán el ritmo en el tramo final del año” (Vozpópuli). Esto explica por qué los partidos de gobierno decidieron lanzar una ley española de vivienda que compró y compra Bildu. Básicamente, porque es más barato que endeudarnos aún más. Mucho se habla de la viabilidad del sistema autonómico pero, ¿es el estado español sostenible?

Le ha salido rentable

Cuando Elon Musk compró X hizo una inversión, una inversión que, junto a los 130 millones de dólares que ha donado a la campaña de Trump, hoy le está rentando: “Desregulación, exenciones a Tesla y contratos a SpaceX: lo que Musk gana con Trump” (The Objective). No obstante, Musk tendrá que trabajar un poco más, recortando el gasto de la administración estadounidense. Ese fue el encargo de su presidente, por eso se implicó en la campaña y por eso les votaron. Pero también sabe que ese dinero que ahorre puede ser el que acabe en sus bolsillos, vía Tesla y SpaceX. ¿O acaso estas empresas no han subido en su cotización?

Pues nada

Pues nada, que ha sido un placer. Pero vamos a ir despidiéndonos porque vamos a tener mucho lío y mucha gente a la que decir que lo hemos pasado bien: “Putin aprueba una nueva doctrina que permite a Rusia responder con armamento nuclear a un ataque convencional” (El Independiente). La aprueba después de saber que Zelenski ha recibido y va a usar (si no lo ha hecho ya) los misiles estadounidenses de largo alance que le permitirán devolver (y el verbo es importante, que nadie me venga ahora de pacifista) los ataques que recibe. La escalada será nueva y peligrosa, pero el malo y el causante sigue siendo el mismo.

¿Difamar?

¿Señalar al fascista, al comisario político y al lobo de piel de cordero es “difamar”? ¿Cuándo hemos normalizado esto? ¿Por qué? ¿No debería de ser una obligación llamar a las cosas por su nombre? ¿No estamos fomentando un pensamiento único y negacionista del fascismo? ¿No hemos visto durante años a los ultras llamar “fascista” a todo el mundo para escabullir su propio totalitarismo? ¿No dábamos por bueno el anonimato para denunciar abusos? ¿No hemos aprendido nada, absolutamente nada, de las respuestas a estas preguntas? Sí, me refiero a los tuits de Guillermo Quindós, decapitado por sus excesos anónimos.

¿Por qué lo ha hecho?

He buscado en Google información sobre Guillermo Quindós y he encontrado una entrevista que Txema Gutiérrez le hizo durante el confinamiento: “El bien común debe estar por encima del bien particular”, decía el catedrático. ¿Cómo alguien con esos principios, su responsabilidad en la gestión y su currículum académico se arriesga con una cuenta anónima? Porque está harto, como lo estamos muchos, de ver a los fascistas (he escrito “fascistas”, sí) pasearse como si no tuvieran que avergonzarse, porque está harto, como lo estamos muchos, de esas y esos lobos con piel de cordero que intentan colocarnos, insistentemente, en redes sociales.

¿Dónde vamos?

Me meto en el territorio de mi compañero Javi Vizcaíno obligado por este tuit ineludible de Marcelino Madrigal: “No se están tomando en serio los avisos de hacia donde va toda esta riada de odio, bulos y desinformación en la red. Y será una catástrofe más. Al tiempo”. En el caso vasco, el bulo es que el fascista no lo es. Empiezo por los principios: un candidato que no es capaz de llamar “terrorismo” a lo que hizo ETA en cualquier otro país habría dimitido al día siguiente. En Euskadi sigue pretendiendo ser lehendakari. El pensamiento único, hoy, aquí, dicta que no podemos señalar al fascista y, como siempre, seguirlo es un error.

¿Nos sorprende?

Los jóvenes estadounidenses han votado a Trump. En España hay una tendencia que empuja a los jóvenes a votar a Vox. En Euskadi no nos escapamos del populismo de base fascista: es la misma mierda pero con otro verde. Y el target es el mismo. O llamamos a las cosas por su nombre y empezamos a hablar, por fin, de fascistas (que acompañan a modo de comisarios) y colaboracionistas (que blanquean a sueldo), o nos comen los lobos como ha hecho Trump, como hace a cachitos Abascal, y como harán en Euskadi quien secuestró, quien justificó el tiro en la nuca y quien no dice que lo anterior fue terrorismo.

¿No lo preferimos?

Nada peor que un tipo equivocado que escribe mal. Por eso escojo muy bien a las y los columnistas de otra la trinchera y, aunque no estoy de acuerdo con todo lo que escribe, Juan Manuel de Prada lo hace estupendamente. Es un autor con las bases muy sólidas que no busca quedar bien, sino usar su coherencia para despertar la de los demás. ¿Se excedió con su ira hacia Sánchez tras la DANA? No lo descarto. ¿Es un negacionista? Creo que su idea de que no debemos aceptar que socialicen la culpa es muy interesante. Pero sobre todo opino que necesitamos más opiniones valientes como la suya, especialmente, entre las y los abertzales.

Cinco claves sobre EE.UU.

Me pagan por leer cosas que me interesan, sacar alguna conclusión y escribirla. Y sobre el texto en El Independiente titulado: “Trump y el poder de la movilización”, la conclusión que saco es que es de lo mejor que he leído esta semana. Xavier Peytibi ofrece varias claves: “La ‘ola Kamala’ se quedó en la orilla”, y ni siquiera fue capaz de movilizar el voto femenino o joven. Y las más valiosas: “El enfado vence al miedo”, la apelación constante a la economía, pero a la del “bolsillo” de cada persona, y la apelación al “cambio” en un momento (global, en mi opinión) en el que a la ciudadanía le apetecen aventuras y no le importan las consecuencias.

Trumpismo español

Donald Trump miente, promete y no hace, exagera, delinque (probadamente) y gana las elecciones de una manera arrolladora. También lidera a la extrema derecha en el mundo en lo moral y en lo estratégico. Y sus alumnos son, por cierto, muy aplicados: “El secretario general del grupo parlamentario Vox, José María Figaredo, ha acusado sin pruebas al Gobierno de Sánchez de estar ocultando el número real de muertos en Valencia como consecuencia de la DANA. ‘Son cientos de ellas (las víctimas) que el Gobierno está ocultando y escondiendo”, ha sentenciado en su comparecencia, sin aportar prueba alguna’” (El Diario).

La verdad es que no les importa

Hemos sobado la palabra “facha” y ahora nos quejamos de que muchas y muchos jóvenes no sean capaces de distinguir entre un fascista de verdad y una castaña. Roro, la influencer conocida por ser una versión del siglo XXI de una mujer entregada a los deseos de su marido (por supuesto, heterosexual), “ha colaborado con la organización Revuelta en la Comunidad Valenciana” (Diario Red). Y lo ha hecho sin taparse: “Nos comentaron que era una organización financiada por VOX, y la verdad no me importó”, admite, porque la sociedad (no solo la juventud) no entiende lo peligroso que es el fascismo. Tampoco el fascismo vasco, por cierto.

Así, sí

Doy por hecho que no es cosa solo de Óscar Puente, doy por hecho que le han asesorado bien (y dejarse asesorar también es mérito del ministro) antes de virar el tipo de mensajes y el tono con los que estaba comunicando, especialmente en X. Ahora muestra el trabajo sobre el terreno que su ministerio está llevando a cabo para poner en funcionamiento la red española de transportes tras la DANA, en un tono positivo, poniendo en valor tanto a las y los trabajadores como a quienes pagamos impuestos para hacerlo posible. Los parabienes que está cosechando con ese cambio me parecen todos merecidos. Así, sí. Ojalá, siempre.

Chimy, guapo

Voy a San Mamés con mi hija o mi hijo siempre que La Liga no nos jode con los horarios, y celebro estar en una zona bastante tranquila. Evidentemente, estoy absolutamente en contra de los insultos homófobos o machistas en los estadios. Pero también creo que hay que llamar a las cosas por su nombre: Chimy Ávila demostró tener una cognición por debajo de la media cuando intentó lesionar de gravedad a un compañero (de otro equipo, sí, pero compañero), como hizo en aquella entrada salvaje que esquivó Nico Williams, o cuando pisó con mala intención a Berenguer. Que lo resumamos en una palabra no debería de escandalizar a nadie.

Más periodismo

Si algo está dejando clara esta gota fría es que hay una gran distancia entre el periodismo y el barro. Hemos visto coberturas informativas muy buenas y hemos visto a imbéciles queriendo ser protagonistas en nombre de “la información”. Y hemos notado con claridad la distancia entre las fuentes fiables y los intoxicadores, por mucha popularidad que tengan. En El Diario han recopilado algunos bulos, pero si sumamos los que van denunciando el resto de medios (medios de verdad, digo) la lista sería larguísima. ¿Quién gana con esto? Quien aprovecha para engordar sus audiencias y, por supuesto, los populistas de mierda. Sí, he escrito “de mierda”.

Y menos masajes

Llevo una semana enganchado a los informativos. Por supuesto, el 24h de RTVE es uno de los canales que más he consumido y sé de lo que hablo: una cosa es informar y otra hacer un masaje mediático. Y creo que el ente público español ha pasado de la una al otro: es evidente (y lo digo como espectador tras muchas horas con espíritu crítico) que el “mood” general, especialmente en las tertulias, tiene un sentido concreto. Y este no es otro que exonerar al gobierno español de la mala gestión tras la DANA. Si fuera del PP estaría tremendamente enfadado. La batalla del relato es inevitable, pero puede librarse de muchas maneras.

Salvad al soldado Felipe

Tengo puesto constantemente el 24h pero como siempre delante de El Mundo (el primer periódico que leo por la mañana, por supuesto, es DEIA), por lo que sé también cuál es el argumentario para intentar salvar a Carlos Mazón. Y por supuesto, asisto con pasmo (por lo inoportuno) a la operación de casi todos los medios para salvar al soldado Felipe de Borbón: “Sánchez se dio a la fuga mientras el rey y la reina se mezclaron entre la indignada multitud”, titula Luis María Ansón su columna en El Imparcial que es, como cabía esperar, el epítome de lo monárquico. Pero, ojo, porque compiten con él en otros digitales.

Uno que lo ha hecho todo mal

No necesito verlo en ninguna tertulia en el 24h, ni hay columna que lo salve en El Mundo o en los digitales en los que se anuncia con alegría la Comunidad de Madrid: el que peor está haciendo las cosas después de que la DANA llene de barro Valencia es Alberto Núñez Feijóo. Desde aquella rueda de prensa convocada por Mazón que fagocitó para quejarse de que no había sido informado, a cualquiera de sus declaraciones quejicosas o contradictorias (pide a Sánchez que tome el mando pero ponga todo a disposición de Mazón). “Irresponsabilidad, oportunismo y toxicidad”, así resume Carlos Barra en Nueva Tribuna la acción del líder del PP.

¿Quién va a alegrarse?

Escribo esta columna sin saber quién vivirá en la Casa Blanca los próximos cuatro años: ¿una demócrata (a la que podremos poner muchos “peros”, pero siempre será mejor que un ultra) o el peor de los republicanos? En El Independiente han hecho un ejercicio muy interesante reflexionando sobre “qué país de la UE está mejor preparado para un Trump II”. Pues bien, Polonia, Hungría, Italia (aunque Meloni ha sabido relacionarse tan bien con Biden como con Elon Musk) pero también la Eslovaquia de Robert Fico, un “populista”, según el digital. Y aunque no gobierne, brindará Marine Le Pen, claro (y Abascal, pese a que no lo citen).

El alcalde también es «el pueblo»

Es muy importante que abandonemos la adolescencia emocional e intelectual porque, si no la superamos, si no nos convertimos en adultos funcionales capaces de pensar dos veces las cosas, ganan los malos. Es tan fácil como darnos cuenta de que el “solo el pueblo salva al pueblo” que agitan desde la izquierda y la derecha es profundamente capcioso. Porque las instituciones también son “el pueblo”, de hecho, son del pueblo. Porque las alcaldesas y los alcaldes que hacen lo que pueden también lo son. “El pueblo puede salvar al pueblo… pero a través de la administración”, atina Javier Cavanilles en El Diario.

Podían haberlo hecho mejor

Ninguna gestora ni ningún gestor está preparado para hacer frente a una DANA como la que ha arrasado Valencia. ¿Tal vez deberían estarlo, tal vez deberían someterse a formación y entrenamiento? Ese es otro debate. Pero lo que sí tendremos que abordar cuando todo empiece a normalizarse es una investigación para saber quién falló. “España se retrata como un país ineficiente ante su mayor tragedia en muchos años”, dice Rubén Arranz en El Independiente. Sí, será importante aclarar qué decisiones fueron desastrosas y, por extensión, quién las tomó. Y no, no es suficiente con la batalla de las tertulias. Evidentemente.

No vengas

La visita de Felipe VI, Letizia Ortiz, el presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, y el del gobierno español, Pedro Sánchez, a los municipios más afectados por la DANA, fue un enorme error. ¿Qué pintaban? El rey de España llegó a decir a una persona afectada y que protestaba por su presencia: “Si quieres no vengo y me quedo en Madrid” (El Nacional). En efecto: no vayas si no vas a llevar en tu convoy de vehículos ayuda de primera necesidad. No vayas si vas a provocar que la gente deje de trabajar. No vayas a dejarte ver sino a tirar de pala, cubo y escoba. La verdadera utilidad de la Casa Real quedó clarísima el domingo.

Intolerable

La agresión a Pedro Sánchez el mismo domingo, en el mismo acto en el que Felipe VI respondió así a un ciudadano lleno de barro, es intolerable absolutamente. Y la condena es indiscutible. No podemos normalizar las agresiones a las y los políticos, pero sobre todo, el PP no puede seguir normalizando que Sánchez sea el objetivo de la ira, de los insultos (el famoso “me gusta la fruta” de Díaz Ayuso), de los desprecios y de las agresiones. Alberto Núñez Feijóo, concretamente, es clave y debe ser contundente para frenar la escalada. Si se empeña en seguir de perfil podremos señalarle como responsable de lo que ya está sucediendo.

Es necesario hablar claro

Esa agresión a Pedro Sánchez es consecuencia de la intoxicación permanente, lo de “solo el pueblo salva al pueblo” lo van a aprovechar populistas de un lado y del otro, y estamos leyendo bulos y declaraciones irresponsables que, simplemente, deberían de ser delito. Necesitamos hoy más que nunca hablar claro, y dejarla votando para que la chute otro tampoco vale: “Durísimo comunicado de los bomberos de Euskadi contra el Gobierno valenciano”. En El Plural cogen el vídeo de los bomberos y lo sacan por donde quieren. En Euskadi incluso algunos (interesados) han señalado a las instituciones vascas. Quiero creer que fue un despiste.