A la mierda

“Puigdemont avisa a Sánchez de que si no tramita la cuestión de confianza le retirará el apoyo” (El Nacional). Ante esta manera de afrontar la política yo me revelo, la ejecute Puigdemont, Núñez Feijóo, Sánchez o quien sea. La política, lo escribiré las veces que sea necesario, consiste en que personas que piensan de manera diferente se pongan de acuerdo para que la sociedad avance, dejando en la negociación lo que tengan que dejar. Pero si no avanzamos, no hay política. Si no hay acuerdo, no hay política. Si no hay cesiones, demonios, rayos, centellas, cáspita y cojones ya, no hay política.

¿Así, sí?

¿Es legítimo que Junts negocie con el PP? Por supuesto. De hecho, encaja en lo que para mí es la política: ese diálogo entre diferentes, ese acuerdo entre posiciones enfrentadas, esa mejora de la sociedad, a su manera, pero mejora: “PP y Junts vuelven a aliarse: modificarán en el Congreso la reforma fiscal del Gobierno para bajar impuestos” (Vozpópuli). Y si Puigdemont quiere sacarse esa foto, la de apretar al PSOE y aflojar con el PP, también me parece bien. Pero si todo salta por los aires, que nadie se equivoque, empezando por él, las consecuencias políticas y sociales caerán en su “debe”, no en su “haber”.

Tropecemos

Pueden ponerse en Podemos tan estupendos como quieran y hacer bandera de un impuesto energético que es un gravamen, que como tal puede ser recurrible, y que resulta, una vez más, centralista (porque si algo es podemos es un partido profundamente recentralizador y español). Pero ojo a esto: “Hay riesgo de que la UE tumbe el impuesto a la banca. La clave es un informe del BCE que no se pidió a tiempo”. En Pymes y Autónomos hablan de “un fallo clave en el procedimiento” que consiste en “no consultar al Banco Central Europeo antes de dar los primeros pasos, sino después”. Hostia, qué listas y listos son.

Hablemos de la ley de vivienda

La ley española de vivienda, también profundamente recentralizadora, tanto que ERC después de la campaña para la que la aprobaron la recurrió, no está cumpliendo su función. Más bien, al contrario: la urgencia electoralista impidió que se regulasen primero los alquileres vacacionales (yo los prohibiría, directamente), retrajo la oferta y, además, seguía dejando huecos que, por supuesto, las y los propietarios con menos escrúpulos aprovechan: “Un tercio de las mudanzas ya son forzosas” en Barcelona y Madrid, en un contexto en el que, “en España los alquileres han subido. Bastante” (Xataka).

La foto

Vinicius no ganó el Balón de Oro. Por eso no podemos cantarle lo de “balón de playa” sin que La Liga investigue los hechos (es que tiene tela el asunto). Y por eso la FIFA ha organizado una ceremonia a medida para darle el The Best (con un sistema de votación “complejo”, según la crónica menos amable). El año pasado, ninguno de los tres finalistas acudió a la gala, este año, la organización ha ido a donde estaba Florentino Pérez para regalarle la foto que quería, no sea que enrede a algún jeque allá en Doha para su superliga sin tele de pago pero con millones a espuertas para los clubes participantes. Deben pensar que somos tontos.

Cuidado

Cuando algunos partidos de izquierda han pedido que baje la edad para ejercer el derecho al voto, no lo hacen pensando en la chavalada, sino en su propio beneficio: cuentan con más votos impulsivos. Están tan en lo cierto estos partidos, pero no tienen en cuenta que ahora el voto de la juventud puede irse mayoritariamente al populismo de base fascista: “Votar a los 16 años, una reivindicación de la izquierda envenenada: cada vez más jóvenes europeos giran hacia la derecha” (Vozpópuli). Soy de los que cree que la juventud vota de un modo más heterogéneo de lo que nos hacen creer, pero algunas tendencias con innegables.

La realidad

Me quedé clavado ante este titular en El Independiente: “Los extranjeros menores de 55 años suponen tres cuartas partes de los nuevos empleos”. Lo que deja claro “el último informe trimestral de Fedea, BBVA Research y Sagardoy Abogados sobre el mercado de trabajo” es que necesitamos personas que vengan a trabajar, y cada vez, más. Por lo que los discursos antiinmigración, además de humanamente rechazables, son irresponsables y muy, muy poco realistas. En nuestra sociedad envejecida (especialmente, la vasca), ¿quién hace los trabajos invisibles en las cocinas, los almacenes o los repartos? Pues eso.

La política es otra cosa

Durante el fin de semana me he puesto al día con las columnas de Bernat Dedéu en El Nacional. Siempre hay que leer a quien escribe bien en la otra trinchera. En una de ellas, es especialmente lacerante con Puigdemont, pero en la otra hace reflexiones muy interesantes debajo de esta pregunta: “¿Quién hace de oposición a Salvador Illa?”. Después de asegurar que no haría presidente a Sánchez y que él mismo renunciaría si no volvía a ser President (Dedéu recordaba ambas promesas), Puigdemont ha descubierto que vive mejor con el foco puesto en Madrid, curiosamente. Pero la política es algo diferente a lo que él hace.

Pero tú separa la basura

Yo también separo la basura, priorizo planes que no supongan coger el coche y en vacaciones me preocupa la huella ecológica que, como familia, dejamos. Hago todo eso y me siento un pardillo cuando oigo hablar de turismo espacial o de los caprichos ultracontaminantes de los ultrarricos. Y ya, cuando llego a noticias como esta en Público, mi cara de tonto es perfecta: “Ninguno de los 70 países más ricos cumple con sus objetivos para frenar el calentamiento global”. Al final, yo, que también tengo claro que “la catástrofe climática es la principal de las amenazas globales que asolan a la humanidad”, soy el que se siente idiota. Algo falla.

No más audios de WhatsApp

Solo escucho los audios de mis amigos (los de verdad) y los que, ocasionalmente, me manda mi compañera de vida. El resto los dejo pasar salvo alguna excepción o alguna duda que pueda surgirme (¿y si no ha podido escribirme?). Por suerte, quienes ofrecieron esa herramienta del diablo, ofrecen ahora también un antídoto: “He probado la transcripción automática de los audios de WhatsApp y lo tengo claro: no vuelvo a escuchar un audio”, leo en Xataka. Y lo celebro, vaya que sí. Por desgracia, ha tenido que ser la mecánica la que corrija la filosofía de quien cree que su tiempo (no lo tiene para escribir) vale más que el tuyo.

Así funciona esto

Esto es más viejo que yo, no lo inventaron con Internet ni con los digitales: cuando los medios eran la prensa y la radio, el apoyo económico de las empresas (las familias, los partidos) hacía de selección natural. Hoy nada es diferente: “Ayuso regala publicidad institucional a webs que fomentan la desinformación, sin audiencia y afines al PP” (El Nacional). Hablamos de páginas desconocidas y que navegan entre el PP más ultra y el mar tempestuoso de Vox, pero que generan enlaces que alguien sin escrúpulos puede lanzar con facilidad a grupos de WhatsApp, a X o a Facebook, porque la barbaridad la dice un un digital y puede ser verdad.

Cuidado con la copa de Navidad

La copa de Navidad es un momento peligroso, puede pillarte con el estómago vacío, o saliendo o entrando en un resfriado, y caerte fatal. No sé si es lo que pasó en el Parlamento Europeo, pero la foto con un árbol de Navidad de fondo invita a imaginarlo. La cosa es que “los eurodiputados de Vox, Jorge Buxadé y Hermann Tertsch, han intentado este jueves boicotear la intervención de José Luis Rodríguez Zapatero en un foro en el Parlamento Europeo” (The Objective). Se le ve algo alterado al portavoz de Vox, seguramente ante lo que él considera una injusticia (que nadie piense mal), con un cartel en alto, como su ánimo y el ridículo que hacía.

¡Ajá!

Así que el gordito de la página 2 del DEIA tenía razón y el control del turismo que permiten los hoteles forma parte de la solución al problema de la saturación turística. A ver, que nunca he sido un lince, que es algo evidente, salvo para quien no distingue un hotel de un Airbnb, y para quien no quiere ver el daño que hacen las viviendas turísticas por egoísmo: “Más turistas que camas: la turistificación se ceba con Cádiz, Barcelona y la Costa del Sol” (Público). Qué sorpresa. Eso, sí, que nadie se haga tampoco el sorprendido cuando descubra que regular el turismo lo encarecerá y que acabarán viajando las personas ricas y el funcionariado.

Sí que había tema

Hace unos días me sorprendió un titular de una noticia en La Voz de Galicia, tanto que lo traje a la columna ayer: una mujer había convocado una manifestación en Vigo para protestar por un grupo de jóvenes (algunos, inimputables) que atacaba a otros con violencia. En la noticia explicaban que a la policía no le constaba y mezclaban fechas, pero la alerta ahí estaba. Pues bien, ayer me encontré con esto en El Independiente: “La banda de ‘el patrón de Vigo’, el grupo que atemoriza menores, actúa desde hace al menos dos años”. “Su acoso no se limita únicamente a las coerciones físicas: actúan también en redes sociales para amedrentar”.

La aspiración

Igual lo ha visto por ahí, en redes o WhatsApp a un perro sonriente, vestido con un jersey y unos vaqueros, las manos en los bolsillos y media sonrisa, con aire tranquilorro. Según Javier Lacort en Xataka, se llama Chill Guy, es “el último meme viral” simboliza “el valor de mantener la serenidad en un mundo caótico, entre el frenesí y la hiperconectividad” y es aspiracional. Pues a mí me ha dejado preocupado, la verdad: valoro lo de ser calmado e imperturbable, me da hasta envidia. Pero me preocupa, insisto, que la aspiración de nuestra chavalada (que es la que mueve los memes) sea tener más patxorra: ¿quién está interesado en desactivarlos?

Así, no

No entiendo a Carles Puigdemont. Es un enigma para mí, lo confieso. Y no lo considero un piropo: un político debe ser un libro abierto para generar confianza. Generando fascinación puedes sobrevivir al frente de un gobierno, pero la gestión suele ser un desastre, y a Pedro Sánchez me remito. Pero ni reconociendo, como reconozco, que lo que hace el del PSOE es muy mejorable, entiendo que Junts le diga al gobierno español que se someta a una cuestión de confianza. ¿Para qué? Pero la pregunta clave es: ¿ahora? Hace solo unas semanas Feijóo sugirió una moción de confianza censura y Puigdemont podía haber levantado la mano entonces.

Tonto de remate

Quien dice esto, se llame como se llame, haya hecho lo que haya hecho, deja claro que es tonto de remate: “La teoría evolucionista de Darwin está cada vez menos sostenida en la ciencia”. De su entrevista en El Independiente a Jaime Mayor Oreja le doy la razón en esto: “Déjenme expresarlo porque tengo derecho a decir lo que pienso”. Él tiene ese derecho y yo tengo el mío a expresar: “¡Ay, pobre!”. “Yo no pertenezco al PP ni a ningún partido”, asegura. Así que va por libre cuando ofrece sus ideas regresivas en torno al aborto o la homosexualidad. Para él, derechos son solo los que declararon las Naciones Unidas en 1948.

El más listo

A Elon Musk la compra de X y los milloncejos que donó a la campaña de Trump le han salido así de bien: “Elon Musk protagoniza el mayor aumento de patrimonio de 2024: dispara su riqueza en 120.000 millones. Su fortuna se dispara un 20% desde las elecciones presidenciales en EE.UU.” (El Economista). Creo que Musk, su propio periplo vital y su éxito empresarial, económico y político son el epítome de todo lo que está mal en el mundo: una economía virtual que sirve para enriquecer a los que menos escrúpulos tienen, y que además lideran públicamente a una turba de ignorantes que solo buscan las migajas del dinero.

La revolución

A mí esto me ha parecido la hostia. Lo digo así de claro: que la Diputación Foral de Bizkaia ofrezca bonos a las y los consumidores para hacer reparaciones es un paso adelante. Y no me paga la dipu ni un céntimo, que conste. Entiendo que haya que promover el consumo y bonificar las compras, pero desde que una parte de mí se volvió cubana intento reparar todo lo que puedo (con mis infinitas limitaciones), harto de que me digan en las tiendas: “Mejor, uno nuevo”. Que una institución promueva alargar la vida de lo que ya tenemos me parece un gran avance. Ahora solo falta que nos permitamos tomar un tiempo para pensar.

Si no animan, que no vayan

El victimismo de ICHH no es creíble. No lo es porque ha sido empoderada, porque se ha permitido una identificación con toda la grada de animación de San Mamés, y porque se ha promovido, alguien sabrá cómo y por qué, que los jugadores rindan pleitesía a la tribuna norte baja. Si no animan, como ante el Villarreal, que sus integrantes no acudan al campo para que quien quiera hacerlo (para eso están bonificados los abonos) sí anime. Porque si no pensaremos que están en sus asientos para vigilar, controlar e imponer un estado policial en el que ellos imponen su justicia. Ahora o nunca es el momento de los cambios.

Hostia, tú

Cuando leí la noticia en El Diario: “Mazón adjudica 3,9 millones a dedo para reparar la presa dañada por la DANA a un constructor de la caja B del PP en Gürtel”, pensé que estarían refiriéndose a la misma que comenté en la columna de ayer, sacada de El Nacional: “Mazón adjudica a dedo uno de los primeros contratos de emergencia por la DANA”. La empresa en la que “trabajó el jefe de gabinete de Mazón”. Pero estaba equivocado: Carlos Mazón tardó en aparecer y luego tardó en reaccionar mientras la gota fría arrasaba Valencia, pero está siendo el más rápido adjudicando contratos millonarios y sospechosos.

Esto va de invertir

Evidentemente, no me sorprendió que Denis Itxaso defendiese la ley española de Vivienda que PSOE, Sumar, Bildu y ERC siguen aprobaron con plena intención electoralista y siguen defendiendo (el partido catalán se ha descolgado por invasión competencial). Los efectos de esa ley, todos lo estamos viendo, no están siendo positivos (salvo los efectos electorales, que de eso se trataba) pero, en cualquier caso, la clave no es la ley, sino la inversión: “Se necesitan 1,5 millones de alquileres sociales en una década” en España (El Plural), mientras Euskadi sigue a la cabeza de la inversión en VPO (he tardado 5 segundos en encontrar el dato en Google).

No pueden hacerlo

España necesita invertir más en vivienda, es evidente, pero no puede: “El Estado romperá la barrera del billón y medio de deuda este año, el doble que hace una década. El Estado ya acumula una deuda de 1,49 billones. Las ayudas por la DANA y el creciente gasto en pensiones acelerarán el ritmo en el tramo final del año” (Vozpópuli). Esto explica por qué los partidos de gobierno decidieron lanzar una ley española de vivienda que compró y compra Bildu. Básicamente, porque es más barato que endeudarnos aún más. Mucho se habla de la viabilidad del sistema autonómico pero, ¿es el estado español sostenible?

Le ha salido rentable

Cuando Elon Musk compró X hizo una inversión, una inversión que, junto a los 130 millones de dólares que ha donado a la campaña de Trump, hoy le está rentando: “Desregulación, exenciones a Tesla y contratos a SpaceX: lo que Musk gana con Trump” (The Objective). No obstante, Musk tendrá que trabajar un poco más, recortando el gasto de la administración estadounidense. Ese fue el encargo de su presidente, por eso se implicó en la campaña y por eso les votaron. Pero también sabe que ese dinero que ahorre puede ser el que acabe en sus bolsillos, vía Tesla y SpaceX. ¿O acaso estas empresas no han subido en su cotización?

Pues nada

Pues nada, que ha sido un placer. Pero vamos a ir despidiéndonos porque vamos a tener mucho lío y mucha gente a la que decir que lo hemos pasado bien: “Putin aprueba una nueva doctrina que permite a Rusia responder con armamento nuclear a un ataque convencional” (El Independiente). La aprueba después de saber que Zelenski ha recibido y va a usar (si no lo ha hecho ya) los misiles estadounidenses de largo alance que le permitirán devolver (y el verbo es importante, que nadie me venga ahora de pacifista) los ataques que recibe. La escalada será nueva y peligrosa, pero el malo y el causante sigue siendo el mismo.