Escribo lo que quiero

Valoro los periódicos (en papel y en Internet) por sus columnistas y cronistas. Soy “old-school” y soy consciente de ello. Y leo con el mismo placer a quien piensa parecido a mí y a quien decide colocarse en la trinchera de enfrente. Solo les pido que escriban bien (algo que sé que yo no hago) y que sean honestos (algo que intento ser con todas mis fuerzas). Y esos rasgos los encuentro en Antonio Agredano, capaz de plasmar así de bien su búsqueda de la libertad de opinión: “Digo lo que pienso y siento lo que digo. A partir de ahí, que cada cual encuentre su nube en el paraíso, lo más cerquita de Kapuściński que pueda”.

Y leo a quien me aporta

No coincido con lo que suele opinar Bernat Dedéu y menos me gusta su pose en X, pero es otro de esos que escribe bien y va desarrollando sus pensamientos de un modo coherente en sus columnas, por eso lo leo y lo recomiendo. Y desde su posición “antiprocesista” en El Nacional, explica de un modo descarando qué sucede en el nacionalismo catalán (y de paso, en el vasco): “Desde que Pedro Sánchez lo nombró virrey de Catalunya y Esquerra se disfrazó de la Convergència más pactista, a Junqueras solo le queda una tarea pendiente: que Salvador Illa tenga la presidencia y que Puigdemont vuelva al país bien jubilado”.

Casi todo vale

Tengo mucha suerte: una parte de mi labor diaria es leer lo que publican diferentes medios y escriben sus columnistas, y me gusta pensar que complemento, más que contrasto o enfrento, las informaciones y opiniones. También me gusta mucho encontrar esas noticias que parecen versos sueltos. Así, como si nada, en Business Insider abrían con esto: “Nuevo récord de deuda pública: aumenta hasta los 1,61 billones en marzo”. Solo en un mes “creció en 10.401 millones”, y así “España es el cuarto país con la deuda más alta de la UE”. A mí esto me preocupa, y que la ciudadanía dé por hecho que no tiene consecuencias, me azora.

¿A alguien le sorprende?

No puedo acabar la semana sin hablar de la Inteligencia Artificial con voz que ha presentado OpenAI. Enrique Dans titulaba su crónica con precisión: “’Her’ ya está aquí”. La película en la que Joaquin Phoenix se enamoraba de un asistente virtual con la voz de Scarlett Johansson anticipó lo que vimos. Esta vez, sin embargo, parecía real. Y más de una y uno mostró su asombro… Para mi sorpresa. No pretendo enredarme en un juego de palabras: igual es porque he leído y visto mucha ciencia ficción, pero lo que nos demostraron cabía en cualquier mente. Solo nos faltan los coches voladores… O los de Mad Max.

Nuevos autores en no tan nuevos miedos

Hoy X, aunque Elon Musk le haya cambiado el nombre, no es un nuevo medio. Forma parte desde hace años de nuestras fuentes de información y, aunque no es lo que era aquel primer Twitter en el que nos conocíamos todas y todos, sigue siendo una plataforma estupenda para conocer nuevas maneras de estar informados: el hilo de Endika Río sobre Iker Muniain es un ejemplo estupendo para hoy, que nos despediremos en San Mamés del capitán de la última década. Las suyas también son columnas, además, con vídeos fotos y GIF que nos permiten recordar por qué hemos querido tanto a Muniain y, por supuesto, a Raúl García.

Medirlo bien y explicarlo bien

Hace unos días caí en un hilo en X de Eneko Goia, de titulares sacados de su entrevista en Onda Cero. Un hilo muy interesante porque Goia explicaba muy bien el fenómeno del turismo en Donostia: “Genera empleo y oportunidades. Lo que habría que preguntar es qué se propone en realidad, porque muchas veces se oyen críticas, pero no proposiciones”. Otro: “Se pone de ejemplo a Amsterdam, cuando Donostia va muy por delante a la hora de tomar medidas. Y hay paradojas como la petición de EH Bildu de Pasaia para hacer un hostel en Luzuriaga, término municipal de San Sebastián, cuando en el Ayuntamiento piden restricción total”.

El relato

Este tipo de titulares solo buscan una cosa: desestabilizar. Me refiero al que podemos leer en El Debate: “Illa ganaría las elecciones pero Puigdemont tendría todas las papeletas para lograr la Generalitat”. Lo siento, pero soy más posibilista y creo que la estabilidad en política es un valor, aunque nadie lo reconozca hoy, empezando por el presidente español. La verdad es que sabemos quién ganará las elecciones en Catalunya salvo sorpresa, y no sabemos quién gobernará, pero sí que tenemos que lanzar flotadores, también desde los medios, porque los hay: la amnistía y la normalización en Catalunya son las claves, no la inestabilidad en cascada.

Y la política

Mientras Pedro Sánchez se piensa qué hacer con su responsabilidad, porque en el fondo, va de esto, la política sigue, y tenemos que seguir subrayando o tachando algunos temas y declaraciones, como estas que recoge El Diario en X: “Robles, sobre el gasto en Defensa: ‘Deberíamos hablar de inversión. Es invertir en paz. Y, por tanto, la única manera de evitar las guerras’”. Sí creo que necesitamos invertir en defensa, después de ver cómo actúan sátrapas como Putin. Pero estoy seguro de que no necesitamos esos mensajes que infantilizan a la sociedad. Podemos y debemos de decir las cosas con naturalidad.

También la exterior

Insisto: creo que Europa necesita invertir en defensa. No me escondo a estas alturas de la vida, y los discursos facilones más que encenderme me aburren. A la ciudadanía hay que decirle la verdad, y es verdad que la inversión en defensa es perfectamente compatible con una política exterior pacifista. De hecho, ambas cuestiones forman parte de lo mismo. Además de compatible, es exigible: lo que estamos viendo en Gaza es injustificable y va en contra de todos los valores europeos. Precisamente por eso tenemos que tenerlo en cuenta el próximo 9 de junio: no necesitamos a quienes niegan las evidencias. Ni una, ni la otra.

Eskerrik asko, capitán

La carta de Pedro Sánchez del pasado miércoles y el fin de semana me han impedido dedicar unas líneas de reconocimiento a Iker Muniain. El capitán del Athletic, pese a la imagen que algunos han querido proyectar con la sombra de su deportivo, ha sabido ser humilde en su abundancia. Ha sabido ser rival y compañero. Ha sabido perder y ha sabido, por fin, ganar. Ha sabido liderar un vestuario y a la grada. Y ha sabido irse cuando ha visto que su espacio se achicaba, sin presionar para cobrar bien otro año aunque fuese a cambio de calentar el banquillo. Muniain tiene mucho en su “haber” y poco en su “debe”. Qué lujo irse así.

Un día para celebrarlo

Esta semana puede haber un cierre perimetral en Bilbao, las cifras de contagios y fallecidos son terroríficas, muchos periodistas han decidido que hay que dedicar tiempo y espacio al desánimo y la ciudadanía está cansada. Todo esto es cierto. Pero también lo es que en medio de tantas malas noticias los aficionados del Athletic de Bilbao recibimos el domingo una muy buena: nuestro equipo ganó la Supercopa merecidamente después de eliminar al Real Madrid y vencer al Barcelona. José Manuel Monje lo expresaba en Twitter mejor que yo: “¡No hay nada mejor que ser del Athletic! ¡Joder, qué alegría!”.

Supercampeones

La foto en el Facebook del Athletic en la que aparecen Williams, Villalibre y De Marcos es una imagen muy importante para quienes somos del Athletic: dos canteranos y el hijo del fundador de una peña en Rioja Alavesa posan con la Supercopa. Fueron los tres goleadores en la final. Otro gran protagonista fue el capitán, Iker Muniain, que dio dos goles y que, además, firmó el primer contrato sin cláusula de rescisión en el Club, como muestra de fidelidad y agradecimiento. En esto consiste la filosofía, en esforzarte para triunfar en el equipo que has amado desde niño. Y quien no esté convencido que se vaya.

Más estrellas como las del Athletic

El fútbol saca mi parte más emocional (y la más irracional), pero también me gustan los análisis técnicos, su utilidad para explicar fenómenos sociológicos y las historias que hay detrás de jugadores o entrenadores. Lo amo, lo consumo y lo conozco bien. Por eso sé que, si tengo que elegir, me quedo con jugadores como los nuestros, como Villalibre (solo es un ejemplo, podría poner cualquiera de la plantilla), que sale del banquillo, marca el empate sobre la bocina, pelea contra Messi y anima la celebración con su trompeta sin importarle si falla en alguna nota. Ese es el fútbol que yo quiero. Y es el de mi equipo.

Un Athletic campeón

La Supercopa del 2015 y la del domingo pasado puede parecer poco botín, pero muchos clubes y muchísimos aficionados se cambiarían por nosotros solo para tener un lunes como el de ayer. Por el camino, un buen puñado de finales, y partidos, goles y jugadores que quedarán en el recuerdo no solo del Athletic, sino también del fútbol. Sí, somos un Club competitivo capaz de ganar a los mejores. Lo éramos también hace un mes, por cierto. Pero lo mejor, como tiene que ser, está por venir: entre la riada de tuits de estos días no recuerdo quién escribió que el domingo también empezamos a ganar la final de abril.

Rompemos moldes

En resumen, que el Athletic saca el hoolilgan que habita en mí y me anima a permitirme licencias como esta columna en una semana que ha empezado convulsa. El Athletic me emociona como pocas cosas y me hace sentirme orgulloso y afortunado de lo que soy: aficionado de un club único que, en cierto modo, vandaliza el fútbol desde su orden, que no encaja en las piezas que hacen girar la industria que ha abrazado a este deporte como un oso. Importa ganar, es innegable, pero importa más hacerlo a tu manera, siendo fiel a ti mismo, a aquellos con los que convives y a lo que has creado con pasión.

Por ella, por todas

El asesinato de Laura Luelmo nos ha sacudido, nos ha devuelto a la realidad más dura, más cruel, más desgarradora y desagradable, y nos ha puesto frente a un espejo en el que no queremos mirarnos: las mujeres corren un riesgo porque son mujer, son el objetivo de depredadores sexuales y las víctimas de una educación que las desfavorece hasta poner el peligro su integridad y su vida. Por eso, por ella, por todas, Bego Beristain ha convocado por medio de las redes sociales una concentración mañana a las 19:00 en la explanada del Guggenheim.

El peor sitio del mundo

Internet es una herramienta maravillosa y, al mismo tiempo, un pozo de mierda y de mierdas que han sido capaces de utilizar el asesinato de Laura Luelmo para despreciar a las feministas. También ha habido discursos de “aliados” que producen vergüenza ajena. Y hay que sumar los tuits que opinaban sobre el anuncio de Campofrío o lo que decían unos u otros. “El volumen de población que está ahí contenido es tan inasumible y yo me he ido alejando a tantos años luz de lo que representa todo eso, que ya no me veo ni capacitado ni con ganas de debatir”, sentenciaba Alberto Elías.

Por ejemplo

Mientras todos los que estamos obligados a mirar qué pasa en Internet nos cargábamos de bilis, un tipo como Dalas, un declarado machista, sacaba pecho en su canal en YouTube porque la audiencia provincial de Madrid le ha absuelto de abuso y acoso a una menor de 13 años. A estas alturas solo puedo añadir el tuit de David Bravo: “Dalas tiene tanto derecho a criticar mi análisis de la sentencia como yo a hacerlo, pero con independencia de eso sería bueno que los padres tengamos en cuenta qué tipo de personas se hacen héroes de nuestros hijos. Más Jaime Altozano y menos Dalas es lo que nos hace falta”.

La juventud europea

El tuit de Álex Dorado es del pasado domingo, pero lo recordé ayer cuando vi el de David Bravo: “Esta imagen de gente joven intentando derribar la bandera de la UE mientras portan las suyas nacionales a la espalda es aterradora. La imagen de la involución”. Es evidente que la juventud vasca y europea necesitan nuevos referentes, y que somos los adultos los que tenemos que ofrecérselos, para que no se conviertan en monstruos, en ignorantes que desprecian lo que significa (y les aporta) Europa o en “pambisitos”, que es como Dalas llama a sus seguidores.

Zorionak… Eta eskerrik asko

Desde la cuenta en Twitter de la Europa League felicitaron a Iker Muniain por su cumpleaños ayer con el gol que marcó en Old Trafford. Me acuerdo perfectamente de aquel momento y de que lloré: vivía con mi pareja en un piso que tenía una sala minúscula y todavía no sé cómo la mesa no saltó por los aires en la celebración. Ella me miraba y creo que le respondí: “No sabes lo que significa esto para nosotros”. Ese “nosotros” era y es los aficionados a un club diferente al que casi todos quieren “normalizar”, y en el que Muniain ha sido el primero en renovar sin cláusula de rescisión. Zorionak eta eskerrik asko, Iker.

Muniain ya es lo que queremos es

El gesto de Iker Muniain, de renovar su contrato con el Athletic sin cláusula de rescisión porque no tiene ninguna intención de irse del Club, está siendo poco valorado. Lo que nos diferencia, lo que somos y lo que queremos seguir siendo es, justo, lo que es Muniain desde esta semana: un jugador que ha madurado y que ha luchado contra sus lesiones para hacer lo que quiere, que es jugar en el Athletic. Y punto. Sin mirar qué hay fuera. Lo hicieron otros como el propio Urrutia o el inigualable Julen Guerrero. Ahora es Muniain el que forja otro eslabón fuerte en la cadena.

Rufián es la antipolítica

Solo espero que la última actuación de Gabriel Rufián en el Congreso de los Diputados sirva para que los periodistas que todavía se lo toman en serio se caigan del guindo de una vez. Para el de ERC la atención es gasolina, pero su motor no nos lleva a ningún lado que merezca la pena. Lo siento por Tardá (pero si no reacciona dejaré de lamentarlo y pensaré que está muy contento con la compañía) y es una lástima para el nacionalismo en su conjunto contar con un representante de tan bajo nivel. Sé que tiene seguidores, pero, ¿quién dejaría el ayuntamiento de su municipio en manos de Rufián?

No da para más

Es un error pensar que Rufián es la voz del pueblo y el azote del stablishment. Porque Rufián solo habla en su propio beneficio (acumula más de 7.000 euros al mes de sueldo) y se aferra al escaño porque fuera de él solo tendría sitio en las tertulias radiofónicas que no pagan. Y no en todas. Borrell, que no es ningún santo, le acusó de llevar únicamente estiércol y serrín al Congreso. Pero lo cierto es que Rufián mancha todo lo que toca. Y punto. Porque sus formas y su fondo nunca serán palanca de cambio: no tiene fuerza ni intención. Solo descrédito, una enorme ola de descrédito.

Ninguna sorpresa

El humorista gráfico Ferrán Martín muestra hábilmente en un tuit que no, no es ninguna sorpresa que PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias se hayan abstenido en la votación en el Senado para condenar al franquismo. Dirán que no han votado en contra, pero contra el fascismo solo cabe una posición: el enfrentamiento activo. Dejar hacer te convierte en colaboracionista directamente. Lo que son los de Casado, Rivera (¡vaya con la nueva política!), los navarros de la caverna y los de Cascos. Abstenerse hoy contra Franco les retratará mañana. Ya lo recordaremos.

Cuando lo privatizas todo

Cuando te has acostumbrado a mercantilizarlo todo, a hacer de tu capa un sayo cuando aprietas a distribuidores y acabas utilizando a personas desesperadas como repartidores, y a obligar a productores a pasar por tus estándares, es lógico que pienses que la policía está para lo que te salga de los huevos. Perdónenme si he sido gráfico, pero es que la situación invita al exabrupto: en Madrid, Amazon pretendía que la Policía Nacional accediese a sus instalaciones y velase porque los trabajadores, declarados en huelga, hiciesen su trabajo. Pero los más modernos nos recordarán hoy todo lo que mola Amazon.