Por qué sigue subiendo la luz

Lo que gastamos es la parte menor de la cada vez más cara factura de la luz, por culpa de los gastos fijos que las empresas imputan a los clientes con la total colaboración de los diferentes gobiernos españoles. También están los abonos que hacemos, precisamente, a la parte pública: un IVA del 21% (no el reducido que debería aplicarse a un bien de primera necesidad) y el impuesto especial sobre la electricidad que las compañías repercuten directamente al usuario. El actual precio de la luz es así de caro también porque se ha desincentivado el uso de energías alternativas.

Garzón, el espíritu libre

Nunca me ha gustado: más político que juez, más Baltasar Garzón que magistrado, ha dejado tras de sí un reguero de pequeños o grandes escándalos que en nada le benefician a él ni a su entorno. El último, el ofrecimiento que, según El Confidencial, habría hecho a Sandro Rosell para ayudarlo a salir de la cárcel, intercediendo con la nueva ministra española de Justicia, Dolores Delgado, “amiga íntima de Garzón”, por medio de su despacho de abogados, en el que también se encuentra “el exfiscal de la Audiencia Nacional, Juan Barallat”, que llevaría personalmente el caso.

Una buena noticia

De verdad que me parece una buena noticia que la URJC dé por cerrada la investigación sobre la licenciatura de Pablo Casado, que parece que sí obtuvo de una manera regular su carrera de ADE. A ver si pasa ya esta ola de poner en duda los títulos académicos de la generación de políticos que, como todos, se han visto presionados por una “titulitis” que la propia universidad ha ayudado a agravar. Espero que por fin los debates se centren en la actividad actual de los políticos y no en su pasado académico, y que los periodistas expliquen las noticias de hoy y no las de hace quince años.

Descubriendo a Rufián

La primera vez que le vi en el Congreso me hizo gracia. La segunda, pensé que ese chico tenía pocas ideas. La tercera ya me di cuenta de que no daba para más. Luego los de Bildu lo trajeron a Euskadi como si fuera una estrella de rock y acabó sacándose una foto con la ikurriña del Batzoki del Casco Viejo de Bilbao. Hoy ya todos lo conocemos a Gabriel Rufián, “el exhibicionista de un amor propio turgente y enrojecido en el glande de sus obcecaciones”, así apareció ante Aznar, “anciano y bilioso, un hombre sembrado en sus odios”, según Karina Sainz en Vozpópuli.

La gran desprotección

Inma Ferragud denuncia en su blog que, después de contratar un servicio de vehículo con conductor alternativo al taxi, la comunicadora se encontró con ocho mensajes por tres vías distintas de quien había sido su chófer que, como ella misma alerta, además de su teléfono conoce dónde vive. El conductor se había saltado las normas de Mytaxi y, sobre todo, había hecho que Ferragud sintiera “miedo” ante “un abusador machista”. Su denuncia en Internet también abrió varios debates, el más interesante para mí, sobre la seguridad de este tipo de servicios sin profesionales al volante.

Por qué es importante la libertad de expresión

Gracias a la libertad de expresión y a la de prensa podemos saber y decir que Arcadi Espada siempre fue tan imbécil como ahora se muestra aunque, durante mucho tiempo, fue uno de los autores de cabecera de la derecha (también de la derecha que se vestía de izquierda) y, como tal, fue defendido, ensalzado y sobrevalorado. Que escriba frases completas y con todas las tildes nunca le convirtió en dueño de una opinión que merezca el más mínimo respeto, y su ataque homófobo a Rufián, absolutamente injustificable, aprovechando que Aznar pasaba por Madrid, le retrata.

Aznar marcó el nivel

Estoy seguro de que José María Aznar regresó a su casa eufórico, convencido de que había aplastado a cada uno de sus rivales, seguro de que su plan había salido a la perfección y sus respuestas preparadas a Rufián y Matute habían funcionado. Luego leyó a Arcadi Espada y, seguramente, le entraron ganas de que alguien le hiciera lo que el columnista de El Mundo describía así: “Rufián, la polla, mariconazo, cómo prefieres comérmela: de un golpe o por tiempos”. Pero la realidad es que Aznar marcó el nivel y Rufián solo lo subrayó: un nivel mínimo por lo poco que aportaron todos.

Entonces, ¿para qué le llamaron?

Aznar compareció en una comisión del Congreso para que Gabriel Rufián, Pablo Iglesias o Toni Cantó pudieran enfrentarse dialécticamente con él. Los tres estaban a otras cosas cuando mandaba el del PP, convertido hoy en un icono de la derecha de la pulserita, el Macallan y los contactos de papá que me harán ganar dinero hasta tener mi propio velero. Pero la realidad es que de la colección de intentos de lucimiento a la que asistimos no hemos sacado nada como sociedad. Javi Vizcaíno lo tuiteó mejor que nadie: “¿Hace falta una comparecencia para certificar que Aznar se la pela todo?”.

Los medios que no controlan

Teresa Rodríguez se ha metido en un buen jardín con su crítica a Canal Sur que, está claro, no le gusta. Pero tampoco le gusta El País que, según ella, no ha plasmado correctamente el sentido de su respuesta. Así que, ni públicos ni privados, todos los medios sobran hasta que difundan los contenidos como le gustan a Rodríguez. No exagero: son muchas las quejas de Podemos porque las cosas no aparecen tal y como les gustaría, pese a que sin la televisión hoy los de Pablo Iglesias no serían nada. Me da en la nariz que no es el modelo, en definitiva, es el control. Allí y aquí.

Los fascistas, a la calle

Angela Merkel es un personaje que siempre me ha generado frialdad. Ni siquiera su imagen de mujer fuerte ha conseguido que genere algo de simpatía hacia ella. Solo aquella foto en la que parecía poner firme a un Trump infantilizado consiguió ablandarme un poco. Hasta hoy, que me cae notablemente mejor porque, según El Confidencial, ha cesado a Hans-Georg Maassen por su proximidad a la ultraderecha alemana, aunque seguirá en el gobierno. Maassen había intentado quitar hierro a una cacería de extranjeros que la propia Merkel había condenado públicamente. Lo del fascismo ya no es ninguna broma.

El regreso de Aznar

“Por donde pisa Aznar, no vuelve a crecer la decencia”. El de Javier Durán fue uno de los tuits que más me gustaron mientras Aznar se mostraba en el Congreso encantado de conocerse. Hubo más: “Aznar negando que se participara en la guerra de Irak. Impresionante de verdad”, expresaba Clara Jiménez. Jesús Maraña se fijaba en: “Sostiene Aznar que ‘no hay ni una prueba de la caja B del PP’. Es falso. Para acreditar la ‘apropiación indebida’ de Bárcenas se acreditó que el dinero salía de esa caja B. Está en la sentencia de Gürtel”, y Jorge Bustos atinaba: “Podemos olvidarnos de un Aznar a la defensiva. Ha venido a jugar”.

Un proyecto para ricos

Si Elon Musk es uno de los muchos que se dedican al sector del lujo en el mundo, no pasa nada. Pero que me lo vendan como un visionario o, peor, un revolucionario y una especie de Robin Hood no tiene ni medio pase, por mucho acumulador de energía que reinvente. Sus coches eléctricos son caros, su banalidad de lanzar un vehículo con un muñeco y la radio puesta al espacio fue una campaña de publicidad costosísima, y su proyecto de vuelos orbitales privados solo estará al alcance de millonarios como Yusaku Maezawa, que será el primer turista espacial del mundo.

Prescindir de esclavos también sale caro

La actualidad me ha impedido compartir este tuit de Elías Gómez hasta hoy: este profesor de Literatura mostraba su perplejidad ante el modo en el que Nestlé, el gigante la comida, se quejaba de que las medidas que tomaban en Australia para que las empresas que venden sus productos en el país lo hagan con garantías de no usar esclavos (ni en las modalidades más modernas), medidas que iban a afectar encareciendo sus productos. En el artículo del diario australiano que hace la denuncia, recuerdan que las vinculaciones de Nestlé con la esclavitud no son nuevas.

Un consejo

Quienes se quejaban a Nestlé vía Twitter de esta noticia, evidentemente, no obtenían ninguna respuesta. Es lo que pasa con la mayoría de grandes marcas, que omiten las críticas e interactúan con respuestas de manual (también del manual del community manager divertido) ante tuits más sencillos. Lo mismo pasa con los políticos: “Los que replicáis a los tuits de los políticos me recordáis a Celia, mi tía-abuela, que le respondía a la televisión”, tuitea Paco Mariño con acierto. Solo estaban convencidos del diálogo quienes se dedicaban a venderlo. Convencidos de la venta, quiero decir.

Twitter vuelve a ser (casi) Twitter

Manuel Moreno nos da una buena noticia: en Twitter podremos volver a elegir que nuestro “timeline” (las actualizaciones de las personas a las que seguimos y sus retuits) aparezca en estricto orden cronológico. Espero que la función también incluya dejar de ver los “me gusta” que hacen otros que, igual que los tuits antiguos, subían al principio del “feed” por obra y gracia del famoso algoritmo. Por fin Twitter vuelve al camino que le diferencia de Facebook… Ahora que Facebook cae o precisamente por eso. Un avance que en realidad es un retroceso adecuado.

Lapuerta quiso hablar

Ignacio Escolar, como todos los periodistas mediáticos (permítanme el juego de ideas), genera muchas opiniones. No siempre me gusta, lo confieso, pero lo que contó ayer en su digital, Eldiario.es, hay que leerlo: no solo porque explica cómo funcionaba la contabilidad “B” del PP según su creador, Álvaro Lapuerta, también porque recuerda que el tesorero de Aznar y Rajoy quiso confesarse al propio Escolar. Otras cosas me gustarán menos de este periodista, pero algunas las hace muy bien.

Más preguntas que certezas

Maite Pagazartundua tuiteaba el domingo: “No se jugaron la vida para esto. Por lo menos Joxeba, no”, supongo que en referencia a cómo la moción de censura de Sánchez recibió los votos de Bildu, por otro lado, absolutamente intrascendentes. Y el tuit me generó varias preguntas: ¿puede hablar ella por su hermano? ¿Está utilizando una víctima como es la eurodiputada a otras víctimas? ¿No es utilitarista usar a una víctima contra una decisión legal y legítima solo porque no te gusta?

El pinchazo español en Iruña

Juan Kruz Lakasta, como muchos, aprovecharon en Twitter el pinchazo de la manifestación en contra del euskera en Iruña para fijarse con cierta sorna en los detalles, como esos “vivas” a España y a la Guardia Civil, sin duda legítimos, y sin duda fuera de sitio y de momento. Poca presencia y, en pocas palabras, con muy poco sentido. Lo que deja bien claro quién está en contra del euskera en Navarra y por qué: son pocos y quieren imponer (estos, sí) en el territorio su españolidad.

Un irresponsable

Juan Ramón Rallo, liberal en lo económico y con casi noventa mil seguidores en Twitter, tuiteaba tras la salida de Rajoy: “Todos los presidentes del Gobierno de España han abandonado su cargo entre oprobio y repulsa general. Reflexionad sobre ello quienes confiéis (ingenuamente) en la política como vía para solventar los problemas de la sociedad”. ¿Su alternativa? Que todo se regule solo. ¡Estos sí que son extremistas… Para su propio beneficio!

Sobre Saénz de Santamaría y Monedero

He tardado varios días en pronunciarme porque ya lo han hecho casi todos (también de Podemos pero siempre después de que lo hicieran determinados líderes de opinión) y también casi todos en el mismo sentido: criticando al fundador de Podemos por el modo en el que restregó a Soraya Sáenz de Santamaría una victoria que, por cierto, no es de Monedero. Si lo hago ahora es para recomendarles el post de Carlos Malpartida en su blog, que retrata muy bien los tiempos de las condenas.

No nos ofendan

La política española, la Casa Real española y la justicia española están ofendiendo nuestra inteligencia, últimamente, muy por encima de sus posibilidades, reutilizando aquella frase sobre la crisis de José Blanco cuando era ministro. Lo último que nos faltaba era que llamaran “terrorismo” a las acciones pacíficas (sí, hay boicots pacíficos) de la ciudadanía catalana. Para los que hemos convivido con el terrorismo y sus defensores este atrevimiento resulta imperdonable.

La batalla del relato exterior

Aleix Sarri trabaja en la oficina del eurodiputado Ramón Tremosa en el Parlamento Europeo, y desde allí denuncia en Twitter que “algunos corresponsales de medios españoles ya han empezado su campaña para desinformar y vender que el independentismo y sus presos políticos sólo reciben el apoyo político de ‘extremistas’”, antes de exponer cuatro ejemplos de políticos europeos (de los de las primeras filas) que saben ver e interpretar la realidad catalana.

El suicidio del PP

Ayer mismo les hablaba de la nueva tradición que habíamos descubierto en los partidos políticos españoles, la de inmolarse. Hoy les traigo un interesante post en la misma línea de Carlos Sánchez en El Confidencial: “Detrás de un error político casi siempre hay un error intelectual, que casi siempre nace de una visión conservadora de la acción política que tiende a ningunear los cambios sociales. Y Rajoy es, ante todo, un conservador, más que un hombre de derechas”.

De nuevo, no vale todo

No defenderé yo a al PP de Rajoy y Alonso ni a la FAES de Aznar, pero sí defenderé el derecho de las fundaciones y asociaciones a organizar jornadas, seminarios, conferencias y cursos, a traer a ellos a los profesionales que consideren más adecuados, y a pagarles por su tiempo. Así, la afirmación de que FAES “pagó al magistrado que juzgará la caja B del PP” es oportunista: “Juan Pablo González cobró 765 euros por dar cursos en la fundación”, según el mismo texto de El Plural.

Bronca de la Casa Real a unos funcionarios

La esencia de esta historia, lo que queda decantado, es lo preocupante: la casa real española habría “abroncado” a TVE por difundir el vídeo de Leitiza Ortiz, las infantas y Sofía de Grecia haciendo el ridículo y dejando ver en público su mala relación. Han buscado su origen y la cadena de su gestión, poniendo incluso de manifiesto la existencia de un periodista concreto que se dedica a tratar las imágenes de la familia real antes de difundirlas, que ese día estaba de libranza.