Vergüenza

El final de la huelga de hambre de los presos de Lledoners fue una de las mejores noticias prenavideñas: Catalunya necesita volver a la normalidad urgentemente y esa es una labor de todos los actores y agentes. Flaco favor hacen a esta demanda Carlos Herrera, Juan Carlos Girauta, Arcadi Espada y Salvador Sostres con su foto desde una marisquería y el mensaje: “Empezamos huelga de hambre”. Los dos últimos ya son solo dos bufones de la derecha rancia. Herrera no debería de caer en el peor tuiterismo. Pero lo de Girauta, por diputado, es injustificable.

Nacionalismo paleto

Uno se los protagonistas de la foto de la vergüenza de la que acabo de hablarles, Juan Carlos Girauta, se ha enfadado con Hermann Tertsch porque el periodista ha echado en cara a Ciudadanos, fíjense, el reportaje en Diario Vasco de los líderes políticos de Euskadi comiendo en una sociedad donostiarra. Girauta y Tertsch son de esos a los que les gusta relacionar el nacionalismo con lo peor de lo rural, pero no he visto una muestra más clara de ese nacionalismo paleto que retorcer ese reportaje, muestra de una normalidad democrática vasca que deberíamos exhibir más.

No es un periodista

Cake Minuesa se quejaba estos días de Navidad de que nadie de LaSexta, Telecinco, Cuatro, o TVE le ha llamado para preguntarle qué tal estaba después de que el pasado 21 de diciembre un idiota le agrediese en Barcelona. Minuesa sabe que ningún periodista tiene obligación de llamar a un agredido. Pero le da igual porque lo suyo es provocar, también cuando va micrófono en mano y cámara a tres metros. Minuesa tiene de periodista lo que yo de cocinero: la cuchara de palo. E insisto: los compañeros que se han referido a él como “un reportero agredido” solo se han rebajado.

Monedero el rapero

Cuando vi a Juan Carlos Monedero marcarse un villancico navideño a ritmo de rap con su habitual matraca (que él es el pueblo y vigila al poderoso), me alegré: no hay mejor manera de retratar a alguien que esperar a su autorretrato. Y se supone que Monedero es de los listos: el profesor de Iglesias y Errejón, el que trabajaba para el gobierno venezolano y cobraba su buen dinero público chavista, el que tenía una sociedad unipersonal para tributar menos, y el que fundó La Tuerca y Podemos. Lo siento por quienes confiaron en su capacidad revolucionaria y ahora se encuentran a un aspirante a showman.

El vídeo que hay que ver

He escrito sobre Catalunya en el primer párrafo, en el central y reincido en este final pero con el vídeo que tienen que ver: lo ha publicado Gabriel Rufián (que sigue sin caerme bien) y en él se distingue a manifestantes con pañuelos amarillos que el pasado 21 de diciembre detenían a quienes tiraban contenedores y querían montar barricadas y algarabía. ¿Infiltrados? No tengo motivo para pensar que no lo fueran si comparo a estos buscadores de pelea con esa ciudadanía que volvía a dar una lección de civismo. Aunque en Euskadi sabemos demasiado de tontos con pasamontaña.

No pueden más

“55 palestinos muertos, incluidos 6 niños. 2.771 personas heridas, 1.359 de ellas por munición real. 130 personas en estado crítico. Los equipos médicos están sobrepasados. A los hospitales de Gaza solo les queda combustible continuar sus operaciones 7 días. NO PUEDEN MÁS”. Ese tuit lo lanzó como lo ven, con esas mayúsculas y ese desgarro incluidos, la agencia de Naciones Unidas de ayuda a las personas refugiadas después del ataque de Israel sobre población civil palestina.

La masacre que vimos todos

Ya puede tener Israel todos los aliados que quiera, que su última masacre la hemos visto todos, por desgracia. No solo imágenes sueltas en Twitter que hay que mirar con precaución para que no nos cuelen fotos de otros conflictos. En la web de Reuters podemos ver una muestra de fotos del horror, imágenes que captura Ibraheem Abu Mustafa para que el mundo las denuncie. No es el único: The Guardian pedía en su editorial a Israel que dejara de matar a civiles.

La sensibilidad de Girauta

Antes de ser diputado con Ciudadanos, Juan Carlos Girauta estaba en las manifestaciones de Madrid que señalaban a ETA como autor del atentado del 11-M. Esa teoría conspirativa, sobre todo, perjudicaba a las víctimas, y darse cuenta de ello o no es una cuestión de sensibilidad. Girauta sigue demostrando que no tiene mucha cuando después de la masacre tuitea una foto de él con el embajador de Israel en España y felicita a este estado por su 70 aniversario. “Luz para las naciones”, tuitea.

Eurovision como cortina de humo

Da la casualidad, o no, de que esta lluvia de muerte sobre palestinos ha coincidido con un éxito musical a nivel europeo de Israel. Miguel Ángel Puente tuiteaba así: “Israel gana Eurovisión con una canción contra el bullying mientras su ejército masacra a 59 seres humanos. Y Europa aplaude la cancioncita mientras mira para otro lado con la barbarie. Vergüenza de mundo…”, y lo hacía con toda la razón: son muchos los que ignoran el asesinato y veneran los fuegos de artificio del fin de semana.

Sí, tiene que ver

Por supuesto que ambos elementos se pueden relacionar. La también periodista Yolanda Álvarez lo resumía magistralmente en Twitter: “El Estado de Israel contrata publicidad en la ‘app’ gay de contactos Grindr para que Netta, su concursante, gane el festival de Eurovision. También pagó 12 millones de euros para que el Giro de 2018 arrancara en Jerusalén: marketing para tapar la ocupación”. Pero no solo la ocupación: las 60 muertes no pueden tener tapadera.

Ángel Garrido, nueva estrella política

En Twitter, el gran escaparate de las miserias humanas, se han fijado en los tuits antiguos (al final, Twitter es un ecosistema) de Ángel Garrido, el nuevo presidente de la Comunidad de Madrid. Después de comprobar que es un bocachancla y una persona a la que no le da vergüenza lanzar exabruptos en una red social, y sobre todo teniendo en cuenta que es la mano derecha del último exponente de corruptelas del PP en Madrid, parece que estamos ante el enésimo despropósito de ese partido.

Y para limpiar la casa, García-Escudero

Es evidente que el PP tiene un problema en Madrid (no solo en la capital de España pero especialmente allí). Garrido promete meteduras de pata (o la implicación en algún escándalo) en su relevo a Cifuentes en el gobierno de la Comunidad, y Pío García-Escudero hace lo propio en la presidencia del PP: “Está en los papeles de Bárcenas de los cobros en B, los sobresueldos y estuvo al frente del partido en Madrid y de Fundescam cuando la financiación irregular”, recordaba Jesús Cintora en Twitter.

El futuro está en manos de un indocumentado

No es la primera vez que oímos el nombre de Pablo Casado como mirlo blanco del PP en Madrid. No sé yo si es buena idea: empezó como estrella emergente, cara de la regeneración en el PP y tipo empático con el campo español. Pero se ha convertido en un tuitero osado por ignorante que ha demostrado varias veces no saber de historia reciente (tampoco le ha importado) y, si se confirma, sería el enésimo político español que cambia “las provincias” por “la capital”.

El presente es Ciudadanos

Ciudadanos vive un gran momento, son el partido de moda, del CIS, del “ahora”. Y eso que en sus filas encontramos auténticos profesionales del “cuñadismo”, esa corriente que consiste en hablar de “lo que toca”, opinar como un viejo sordo y alardear como un nuevo rico. Según el conocido tuitero Arezno, Girauta se lleva el premio al mayor cuñado con comentarios como: “Pudiendo no haber nacido, Karl Marx lo hizo hace doscientos años y cien millones de muertos”.

El drama catalán

Después de la tragicomedia española me toca hablarles del drama catalán. Un tema que me entristece pero que no puedo evitar. En El Confidencial Digital, además, lo enfocan inusualmente bien: Puigdemont está dispuesto a hacer saltar todo por los aires y presentarse en solitario, haciendo oposición a su propio partido y al movimiento que respaldó ERC. Solo la CUP, me temo, estará de acuerdo con Puigdemont, y serán Ciudadanos, PSC y PP quienes aplaudan la decisión.

Es imperdonable

“A Ciudadanos jamás les voy a perdonar tener en sus filas al Girauta, que se pasó años alimentando la teoría de la conspiración del 11M y formando parte de los ultraderechistas Peones Negros. Yo no olvido, cabrón, acudías a sus manis en la Plaza de Cervantes de Alcalá”, tuitaba recientemente El Yayo, un usuario conocido por su contundencia. Pero una simple búsqueda en Google confirma lo que cuenta: en eso andaba Girauta antes de ser uno de los portavoces del “centro”.

Es una buena noticia

Es una buena noticia que un juez haya prohibido la utilización de la herramienta que permitía leer Fariña reordenando las palabras de El Quijote. Por primera vez, de hecho, un juez echa una mano a la editorial y al autor. Porque esto va de vender libros y de que, a cambio de unos euros por lector, empresa y autor sigan contándonos historias y molestando a los poderes que tocan. Ya vale de tanto discursito fácil a favor de la libertad de expresión: es necesario poner en valor la empresa.

Vino sobre la marcha

Es cierto que vivo pegado a Facebook, Twitter o Instagram y que, a veces, se me olvida que elementos que para mí son cotidianos para la mayoría pueden resultar novedosos, como el modo en el que Facebook empieza a utilizar la gestión de los datos hasta límites poco decorosos: en El Confidencial recuerdan que la empresa no sabía cómo ganar dinero (lo mismo le ha pasado a Twitter durante más años), de la publicidad pasaron a la segmentación y de, ahí, a los datos, el dorado digital.

La versión de Jesús Encinar

Me parece necesario presentarles la versión de Jesús Encinar después de mostrarles la noticia en El Confidencial que tanto revuelo causó: en este digital acusaban a los fundadores de Idealista de invertir indirectamente en viviendas que luego se alquilaban en su plataforma, desde la que pregonaban las bondades del alquiler. Encinar se defiende en su blog: casi todo es falso y El Confidencial se ha vengado porque Idealista ha retirado la publicidad en vez de pagar más por ella.

Menos alarmismo con WhatsApp

Estoy muy agradecido a todos y cada uno de los lectores de esta columna, especialmente a los más críticos que siguen leyendo para sacar punta a lo escrito y obligándome a mejorar. Algunos, por suerte, hacen críticas constructivas y me corrigen: cuando publiqué que Protección de Datos podía multar a empresas y autónomos por usar WhatsApp con sus clientes omití por desconocimiento ciertas exenciones (menos de 250 trabajadores, móviles personales) que son relevantes.

Cavernícolas disfrazados

“Se aplicará el 155 las veces que haga falta hasta tener el gobierno que nos merecemos”. El titular retrata al personaje: Juan Carlos Girauta, que no duda en pasarse la voluntad de la ciudadanía catalana por el arco del triunfo hasta que el resultado de las elecciones le guste. ¡Vaya sentido de la democracia tiene el diputado! Mejor harían en Ciudadanos en dedicar su energía a responderse por qué nadie quiere pactar con Arrimadas pese a haber ganado las elecciones.

“El 80% de los españoles”

Me he tenido que ir hasta 2015, cuando una encuesta afirmaba que el 80% de los votantes del PP estaban a favor de la cadena perpetua encubierta recientemente derogada. Puede que la diputada de este partido, Lola Alba, se refiera a ese dato cuando tuiteó que “el 80% de los españoles está a favor de la prisión permanente revisable que el PP aprobó en 2015”, pero estaría confundiendo su país con su partido. En cualquier caso, ¿qué más da? ¿Todo vale para seguir saliendo en la foto?

Políticos lejanos

Una de las primeras críticas que merecen los gobiernos de Mariano Rajoy (luego vienen todas las demás) es que están formados por millonarios que viven muy lejos de la realidad. No solo eso: no son pocos los diputados del PP que llevan toda la vida con España a sus pies como describió Delibes. Entre ellos, Celia Villalobos se ha ganado que la pongamos de ejemplo de demasiado buen vivir con sus 85.000 € al año desde que en 1989 entró en el Congreso y su descaro hablando de los pensionistas.

¿Empleos?

Acierta mi compañero Roberto García en Twitter con su crítica a la base de la noticia: llamamos “empleo” a lo que no lo es y, así, llegamos a paradojas como la que leemos en Público. Agárrense: “Deliveroo amenaza a la UE con 54.000 empleos menos si se reconocen los derechos de los repartidores”. Es decir: si la UE obliga a la empresa a tratar a sus “colaboradores” como empleados de verdad, Deliveroo dejará de contar con ellos. Pero de “despedir” no puede hablar.

Jugadores árabes en la Liga

Estoy deseando ver el rendimiento de los jugadores árabes que han aterrizado en la liga española después del acuerdo que este organismo ha alcanzado con Arabia Saudí, que quiere que sus futbolistas se hagan un pequeño Erasmus. La noticia nos sirve para recordar que la Liga es una empresa privada que mete mano en las plantillas en virtud de acuerdos particulares. Este es el entorno en el que se mueven nuestros equipos, adaptarnos es una necesidad.