No es la fortuna, es la impunidad

La serie de noticias que ha arrancado Público sobre Juan Carlos I es fascinante. Cómo ha conseguido tanto dinero es importante, por supuesto, pero más elocuente resulta la impunidad de la que disfrutó desde el primer minuto el Jefe del Estado español designado por Franco y sostenido por una Constitución que solo buscaba contentar a los del régimen. Porque eso de que “el rey reina pero no gobierna” esconde que hay un cargo institucional que, ahora de Felipe VI y antes de Juan Carlos I, requiere cierta ejemplaridad. Y si no cumplen, porque ha habido un enriquecimiento descarado, no tiene sentido no abrir el debate.

¿Todo por su batalla?

César Calderón ha aportado un dato en su columna de Economía Digital muy interesante para comprender los cambios de Pedro Sánchez: “Sánchez de forma tan hábil como sibilina, ha introducido en su gobierno a tres políticas locales bien conocidas en sus territorios como son la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pilar Alegría, y a las alcaldesas de Puertollano, Isabel Rodríguez y a la de Gandía, Diana Morant. (…) Todas ellas suponen una amenaza para los presidentes autonómicos de sus territorios: Javiar Lambán en Aragón, Emiliano García-Page en Castilla la Mancha y Ximo Puig en la Comunidad Valenciana”.

Sí, lo ha dicho

Ninguna impunidad es ni será nunca comparable en España a la que ha sentido Juan Carlos I, pero la de Pedro Sánchez tampoco es pequeña: está tan seguro de que la oposición de PP y Vox no va a alcanzar la mayoría absoluta y que él podrá contar con los votos suficientes, que puede dedicarse a sus batallas internas. Pero es que tiene razón: frente a Sánchez está un Casado capaz de decir que los nuevos ministros “han sido elegidos a dedo” (InfoLibre). “A dedo”. Que alguien diga al líder del PP que pare… O que alguien le explique la política más básica porque el hombre lleva años viviendo de algo que desconoce o que le da igual.

Todo pasado por le freidora

Otro que necesita que alguien le diga que pare es Juan Ignacio Zoido que, desatado por la oportunidad de atacar al ministro Garzón, tuiteó la foto de un escalope nada apetecible al grito de “yo como carne”. La foto y el aspecto del filete empanado eran tan preocupantes que tuvo muchas respuestas, la mayoría con gran sorna. Poco después, el eurodiputado tuiteaba la foto de una ensalada de tomate y unas puntillitas… Pasadas por la misma freidora que hace que todo tome un aspecto desazonador. No sé si Zoido necesita que alguien le haga unas vainas, que alguien le enseñe a sacar fotos o que alguien le quite Twitter.

Temas preocupantes de verdad

Ni la dieta de Zoido, ni la batalla artificial de la derecha contra el ministro español de Consumo, ni la poca altura política del líder de la oposición en el Congreso, ni la política cortesana del presidente del gobierno, ni siquiera cómo ha podido enriquecerse el Jefe de Estado en el ejercicio de su cargo: lo verdaderamente preocupante es la “segunda agresión homófoba en València en cinco días a una pareja que se besaba” (Levante). El repunte de la homofobia y la xenofobia, no solo en España (que Basauri está muy cerca) es lo que tiene que preocuparnos y ocuparnos, con prioridad máxima, y no una política española muy ramplona.

Los dueños del tiempo

En Euskadi los mismos que intentan apropiarse de la cultura y de la historia vasca, por supuesto, quieren ser los dueños del tiempo, y mientras aparecen en aniversarios de asesinados por el franquismo contra una tapia, reclamando su relato, luego no quieren saber nada de lo que pasó en democracia. Ya les gustaría, pero no puede ser. Así que, sí, estoy de acuerdo con Juan Soto Ivars cuando critica en El Confidencial que las últimas detenciones de miembros de ETA se hayan considerado “fuera de tiempo”. Lo único que era de otro tiempo eran las protestas: hay familias que hoy reclaman justicia.

En Podemos no descansan nunca

Da igual lo que pase: da igual que Pablo Iglesias corte tantas cabezas en Podemos que Íñigo Errejón puede montar un partido con todos los decapitados. Da igual que Podemos alcance una vicepresidenta y cuatro ministerios en el gobierno español. Y da igual que nos azote una pandemia y una crisis económica derivada aterradora. Da igual todo porque algunos no descansan: “La cúpula de Podemos teme que Yolanda Díaz aproveche los problemas judiciales de Iglesias para asaltar el poder” (Vozpópuli). El juego de tronos entre los morados parece que no tiene fin, para ellos la partida siempre está abierta. Qué agotador.

El infravalorado derecho a desconectar

De la pandemia y la crisis económica no saldremos mejores: hay ya demasiadas muestras que indican lo contrario. Pero con suerte sí habremos dado algunos pasos, por ejemplo, a favor del teletrabajo. Pero el real, no el que se limita a enviarte a tu casa con un ordenador y, si tienes suerte, el teléfono, y te ata a la mesa (en muchas ocasiones, la del comedor o la cocina) durante todo el día. El derecho a la desconexión en el trabajo presencial no estaba suficientemente valorado hasta ahora, pero con el teletrabajo es una pieza imprescindible para que no salgamos “de esta” completamente locos.

Diez años de la tercera red

Llevo más de diez años dedicándome a observar y explicar las redes sociales digitales. Al principio, estábamos perdidos: había demasiadas y todas parecían valiosas. Ya entonces destacaba Facebook. Después, redujimos rápida y felizmente todo a dos: Facebook y Twitter. Y en una tercera fase dimos cabida a Instagram. Ahora vamos camino de convertirla en la primera red social para comunicarnos: los periodistas cada vez la miran más, en detrimento de Twitter, y la ciudadanía que vota y compra, abandona Facebook para entrar a Instagram, que cumple 10 años en mejor forma que nunca.

¿Nos lo creemos o no?

Endika Río se quejaba esta semana de que no pudimos ver la semifinal de Copa entre el Athletic y el Levante. No pudimos verla, por supuesto, porque la jugaban los equipos femeninos de ambos clubes. Nadie concibe que no fuera a emitirse, aunque solo fuese de pago, si la jugaran los Williams y Campaña. Eso significa que sobre el fútbol femenino hablamos mucho pero pocos ponen los medios para alcanzar una igualdad real. Sin embargo, esta misma semana hemos podido ver por YouTube un trofeo “veraniego” que sí jugaron el Valladolid y el Athletic… De los chicos, claro.

Nos lo creemos… O no

El primer equipo femenino del Athletic ya conoce su rival en la semifinal copera. Otra oportunidad para apoyar a las leonas. De momento, 11.000 aficionados se juntaron en San Mamés y aunque esté lejos del récord, el número es estupendo. Pero para creernos lo de la igualdad también en el fútbol los propios clubes tienen que apoyar: hoy no son los grandes medios los que hacen seguimiento, por eso es especialmente dura la denuncia de la fotógrafa Marta López contra el Levante femenino porque no le dejaron trabajar para la web Fútbol Femenino la pasada jornada. Nos lo creemos todos… ¿O no?

Iglesias sigue haciendo limpieza

El modo en el que ha alcanzado su objetivo de entrar en el Gobierno español ha hecho que mire con mejores ojos a Pablo Iglesias. No sólo es ganar, es cómo lo haces, como decía Bielsa. Pero toda gran obra hace sombras: el líder de Podemos saca tiempo para seguir limpiando su partido de críticos. La salida de Lander Martínez (que entró después del enfrentamiento de la dirección general con Roberto Uriarte, hoy diputado en Madrid) supone una nueva equis en la foto de aquellos que, según Vozpópuli, “plantearon un pulso”. “Solo quedan dos secretarios con poderes reales en sus comunidades”, los de Asturias y Baleares.

¿A defendernos… De ellos?

Ningún medio mejor que el digital más rancio para leer de qué va “Unión 78”, la última plataforma para tener algo de visibilidad que han montado los de siempre: Rosa Díez y Fernando Savater. Todos los nombres son viejos, desde el de la unión hasta el de sus impulsores. Viejos que no quieren verse apartados, que luchan, como Marianico el Corto en la exitosa serie de Aragón TV, por seguir buscando la atención de los demás. Las manifestaciones que han anunciado generan tan pocas expectativas que ni siquiera en El Español del rancio Pedro J. Ramírez son capaces de sacarles chispas.

Poco facha para mucha plataforma

Puedo imaginar a Savater y Díez persiguiendo a Aznar, Mayor Oreja y San Gil durante sus visitas a Las Vascongadas de la mano de Carlos Iturgaiz. Entre este PP vasco, Vox, Ciudadanos, Unión 78, Libres e Iguales, Hazte Oír y los Abogados Cristianos…. Van a tener que hacer horas extras para estar en todos los sitios la misma colección de fachas que llevamos aguantando 20 años. Ojo, no exagero: Paco Marhuenda ha adelantado que Aznar, Mayor Oreja y San Gil ayudarán al que siempre fue el delfín de los primeros en su campaña a lehendakari. Un revival casposo, con olor a cerrado, que ya no da ni grima: solo risa.

El fascismo se extiende

En el PP pocos legitiman el fascismo con tanto descaro como Carlos Iturgaiz, que coquetea con Vox y votó en contra de una iniciativa europea contra Viktor Orbán. El personaje tal vez no lo parezca pero el tema sí es serio: a la escalada del fascismo tenemos que enfrentarnos todos porque otros ya se encargan de fomentarla a escala mundial. En El Confidencial, Zigor Aldama ha publicado un reportaje sobre los nazis de Mongolia. Nazis de los de verdad, de los que lucen cintas con esvásticas en el brazo, que no se esconden y que tienen bien trabajado el argumentario contra China porque les roba. Por cierto, las fotos son una pasada.

¿Y a quién votará Elizaran?

La denuncia que hizo EAJ-PNV en sus redes sociales me parece grave. Mucho más de lo que, sobre todo los que aplauden al instigador, se piensan que es. Y esa incapacidad para medir lo que realmente es importante me parece todavía más grave: un exdirigente de ETA, Aitor Elizaran, ha sido el que ha promovido una campaña en Twitter para llenar los batzokis de basura. Con una simple búsqueda en esta red social se ve claramente que él fue el que primero tuiteó al respecto. Luego, Otegi sonríe cuando dice que Euskadi ha pasado página, pero no es cierto: algunos siguen dando órdenes y otros siguen acatándolas.

“Patriotas”

Aunque no sea mi diputado favorito, precisamente, solo puedo aplaudir a Gabriel Rufián por este tuit: “Desde las 9:00 h., PP, VOX y Cs han hecho 6 preguntas y 1 interpelación en torno a Venezuela entre vítores, golpes e insultos. Ni uno solo de sus diputados se ha movido de sus escaños. Empieza el debate sobre las condiciones de vida del sector agrario y esta es la imagen. Patriotas”. La imagen es de los escaños del bloque conservador y la mayoría están vacíos. Ese es el “patriotismo” de los que se tienen por más españoles que nadie, el de la foto, por ejemplo, en un tractor. Luego, se aburren y se marchan.

Facha, no, superfacha

No conocía a Inma Sequí y eso que tiene más de 47.000 seguidores en Twitter. Más de 47.000 personas dispuesta a leer mensajes como este del pasado lunes: “10 de febrero de 1943. Apenas 6.000 españoles de la División Azul, a 25 grados bajo cero y con armamento ligero, hacen frente las 44.000 soviéticos y su artillería. La orden es resistir aunque el suelo se hunda. Cumplieron. Pelearon como fieras y frenaron a los rusos. Así fuimos”. En efecto: así fueron los franquistas y así son hoy los que se consideran sus herederos. Ese es justo el problema: que son personas empoderadas 40 años después del franquismo.

El business

Zaplana no solo fue la cara visible del PP en Valencia: al final, acabó promocionado por Aznar a nivel nacional español. Un tipo que con “sus colaboradores movieron más de 19 millones de euros a través de 14 países distintos para ocultar el presunto cobro de comisiones” en “una presunta actividad delictiva que se extendió durante 20 años a la sombra del PP”, según el periódico Levante, de Valencia. En el entramado, junto a Zaplana estaba su jefe de gabinete, Juan Francisco García, o dirigentes del PP valenciano como Juan Cotino, que llevó personalmente más de 600.000 € a Luxemburgo.

Mejor que una peli de espías

Lo de que la realidad supera la ficción es perfectamente aplicable en el caso de la empresa Crypto AG, creada en Suiza en 1940 para desarrollar comunicaciones cifradas para distintos gobiernos, entre otros clientes. Pues bien, la CIA la adquirió poco después en secreto y todo este tiempo ha tenido acceso a esos cifrados que les encargaban diferentes instituciones públicas o privadas. Lo sabemos ahora porque lo ha destapado el Washington Post, después de que la empresa cerrara en 2018. Hasta 60 países confiaron en ella durante 80 años, países que eran espiados sin mucha dificultad y hasta pagaban por ello.