No todos iban a ser billetes…

No quiero pensar mal: me niego a creer que Juan Carlos I, por muy campechano que sea y bien relacionado que esté, tenga acceso y, si lo tiene, use información privilegiada para almacenar en un banco de Suiza millones de euros en acciones de las empresas del IBEX 35. Empresas como Santander, BBVA, Iberdrola, Endesa, Abertis, ACS, Repsol… Porque algo tenía que hacer el Rey emérito de España con el dinero que le regalaban, no todo iban a ser billetes para tener detalles con sus amigas especiales, no: hay que pensar en el futuro y en los herederos, como hace Juan Carlos I, que sigue siendo un modelo… Para alguien.

Así de gráfico

Los tuits de Niporwifi sobre “el típico recibimiento a Josu Arkauz, un etarra condenado por suministrar granadas de mano a comandos de ETA, y enviar paquetes bomba” son la muestra de cómo puede ser vista la propia banda y su entorno. Incluidos quienes dicen que condena su acción pero conviven con quienes la justifican. “Esto solo puede pasar en un territorio que tenga presencia una mafia”. La imagen, por cierto, es de “el grupo político juvenil de Sortu”. El tuitero, que suele escribir sobre mafias y dictaduras, también recuerda que “el Parlamento Europeo pide que se prohíban los homenajes a etarras”.

Seguimos con fascistadas

Otro movimiento propio de fascistas populistas es el de rugir como un león enjaulado contra una decisión que ellos mismos tenían planeado tomar. Desconozco si es bueno mantener la educación especial: me parece un debate muy complejo como para tomar una decisión de oídas. Pero lo que parece indiscutible es que Vox llevaba en su programa la eliminación de esa educación especial y, ahora, están poniendo el grito en el cielo por su posible desaparición (que tampoco parece claro). Los de Abascal han dicho, primero, que es un error tipográfico y, finalmente, que es irrelevante que apareciese en el programa.

Elena Cañizares ya es famosa

No creo que lo buscara pero ha pasado: la enfermera contagiada de COVID a la que sus compañeras de piso no querían ayudar hasta el punto de que le instaban a abandonar la vivienda compartida, se ha hecho famosa. El tema tiene fondo y formas igual de importantes: la insolidaridad de las compañeras con Cañizares es evidente. Pero su miedo (son muy jóvenes), ¿no es comprensible? Y la decisión de Cañizares de hacer públicas las conversaciones, ¿no es un exceso? La que sí es excesiva es la reacción de miles de usuarios de Twitter y cientos de periodistas amplificando el tema.

El mejor streamer del mundo es vasco

El reconocimiento mundial a Ibai Llanos es un motivo de celebración: el vasco con mayor sentido del espectáculo ha sido premiado como el mejor streamer del año. ¿Que qué es esto? Se trata de un nuevo tipo de entretenimiento que atrae a millones de jóvenes hacia las pantallas: Llanos no sale en la tele, sale en los móviles y el ordenador, tiene montado su propio estudio en casa desde el que emite cómo juega, cómo lo hacen otros y cómo vive. Su mérito es que entretiene y lo hace muy bien, y, no, no es una cosa menor ni tan fácil como parece (de hecho, ha dado a conocer sus problemas de ansiedad). Y él es el mejor.

El trumpismo vasco

Retorcer la política y las afirmaciones fue la llave del éxito del populista Trump pero, también es la llave con la que cerrará su paso por la política con un apoyo popular radicalizado y el desprecio de cualquiera que sienta el mínimo respeto por la democracia. Lo mismo ocurre en Euskadi: se ha empeñado Bildu en vendernos unas cifras y unos gráficos como si nadie fuese capaz de ver que su lectura está manipulada hasta el punto de que el consejero de Economía las ha explicado en cuatro tuits. Esa manipulación es una muestra de populismo, pero también de falta de respeto a las personas y el sistema. Como la de Trump.

Esto está siendo carísimo

Osakidetza ha realizado un millón de PCR. Un millón. Hoy, todo el mundo sabe el esfuerzo económico, vía impuestos, que está suponiendo frenar esta pandemia. Así que, salvo los ya abducidos, cualquiera con los ojos abiertos es consciente de que el gasto se ha disparado y por eso las gráficas firmadas por partidos políticos con las que nos toman por tontos no funcionan. No solo en Sanidad: en ayudas estamos dejándonos lo que no tenemos, literalmente, y la deuda pública en España se ha disparado, entre otras cosas necesarias, con los 7.000 millones para autónomos. Lo que no necesitamos con pescadores de ríos revueltos.

La cifra para los “negacionistas”

No existen los negacionistas, lo que sucede es que hay un montón de gilipollas que ahora tienen Twitter para hacerse notar. Y gracias a Internet y las horas de tele que hay que llenar con los especiales sobre el coronavirus, quien no pasaba del tonto de su portal, se convertía en “negacionista” y le ponían un micro delante. Por otro lado, los negacionistas que aparecen después del toque de queda son el mejor ejemplo de que el gilipollismo también es una pandemia cuya vacuna es una cifra clara: “Desde marzo, en España han muerto 65.800 personas más que en un año normal” (Alberto Sicilia).

Trump lo pierde todo

Otro buen ejemplo de que el negacionista, en realidad, solo es un gilipollas, es el equipo que forman Donald Trump y cualquiera que le hiciera caso en sus recomendaciones sobre la pandemia. Hoy, el presidente estadounidense tiene el apoyo de la muchísima gente a la que ha logrado radicalizar, e irá a menos en cuanto su figura se desvanezca. Pero su partido y los medios le han dado la espalda, incluso Fox, principal señal de que el tiempo de este republicano se ha agotado. Su lucha legal solo servirá para dilapidar dinero (veremos quién paga): el populismo ha sufrido esta semana una magnífica derrota.

Los Borbones son superhéroes

Llevan tanto tiempo siendo intocables que quienes portan el apellido Borbón se creen inmunes. Sabemos que, en esta segunda ola, la nieta mayor de Juan Carlos I ha estado en fiestas con su novio DJ. Y en la primera supimos que pasó el confinamiento en una finca, entre amigos, y que volvió a Madrid cuando le salió de su real chichi. Y ahora vemos a Froilán paseando sin mascarilla, fumando por la calle y con una botella de Coca-Cola de dos litros en su regazo: “De camino al botellón. El Rey que España merece”, tuiteaba con tino Niporwifi (10.000 seguidores). Solo espero que los elenistas le reivindiquen.

Esto va a ser largo… Y duro

El coronavirus no es una farsa ni es un elemento con el que hacer política electoralista: es una pandemia, lo que la hemos llamado siempre. Y la vamos a sufrir, tanto como sus consecuencias personales, sociales y económicas. En El Nacional recogen estas palabras de Salvador Illa que son las que debemos tener en cuenta cuando salgamos a tomar algo con los amigos (en la medida en la que nos dejan las restricciones provocadas por nuestro comportamiento): “Esto no se solucionará en 15 días. Estas dos semanas serán oscuras. Y si todo va bien, los próximos 5 o 6 meses serán complicados”. Insisto: “Si todo va bien”.

Para algunos, justo lo contrario

Y mientras algunos empezamos a pensar en semiconfinamientos otoñales y en navidades en casa, pero cada uno en la suya, otros ven el futuro mucho mejor: con exilios voluntarios y sin familia que moleste. Me refiero a Juan Carlos I. Esta semana he descubierto una cuenta en Twitter maravillosa que lleva la cuenta de los días que “el campechano” lleva “fugado”, con tuits como: “El rey Juan Carlos I lleva ya 68 días fugado a 11.000 € la noche”, “el rey Juan Carlos I lleva ya 71 días fugado y el CIS lleva ya 5 años sin preguntar por la Monarquía”, o “el rey Juan Carlos I lleva ya 69 días fugado. Hoy, celebración especial”.

Pero nazis, nazis

Esta semana también, y también en Twitter, en una cuenta que informa muy bien sobre diferentes tipos de mafia a lo largo del mundo (también de las prácticas mafiosas de ETA), hemos visto un pantallazo a un tuit de Alvise Pérez sobre el que el autor de la cuenta que lo difunde comenta: “Desde Falcone y Borsellino no ha habido nada igual. Fotos a personajes públicos en su tiempo libre, tremendo”. Alvise Pérez, que fue jefe de gabinete de Toni Cantó, es el paradigma de colaborador de Ciudadanos que cebó a la bestia de Vox con su tono ultra… Y que ha acabado abrazando a Abascal y ejerciendo de chivato nazi.

¿Qué puñetero problema hay?

Rafa Nadal es un deportista extraordinario, uno de los mejores con los que yo he coincidido generacionalmente. No me gusta el tenis pero soy capaz de admirar su perseverancia, capacidad de superación y espíritu competitivo. Precisamente porque valoro a Nadal, también valoro a Steffi Graf o Serena Williams que, casi contemporáneas, han ganado más Grand Slams. Tanto como a Roger Federer, que empata con Nadal. Lo que no entiendo es la cantidad de palos que se ha llevado Paloma del Río por ofrecer un ranking de tenistas sin separar por géneros que, por cierto, encabeza una jugadora de mediados de siglo XX.

Un “rider” con voz

Desde que el propio Jose Antonio del Moral me contó que estaba aprovechando el confinamiento para conocer la empresa Glovo desde dentro, como “rider”, he esperado el post en Gananzia en el que explicara su experiencia. Y ha merecido la espera: Del Moral describe, en esencia (y es mi interpretación, no su resumen), una empresa que conoce perfectamente lo que retuerce unas situaciones legales e ideales solo para ganar dinero… Vía rondas de financiación. La realidad es otra y no es perfecta. Al contrario. Por cierto, también hay recados en el post para el cliente, que trata a los riders como apestados.

Con las gafas limpias

Un conocido usuario de Twitter, el malagueño Niporwifi, suele publicar unos hilos muy interesantes sobre la mafia italiana y otros crímenes organizados. Exactamente del mismo modo ha recopilado la secuencia de hechos noticiosos sobre las protestas para llamar la atención sobre la huelga de hambre de Patxi Ruiz, y el resultado es el mismo. Mientras leía el hilo recordaba cómo a Angels Barceló no le bastó la respuesta de manual de Mertxe Aizpurua sobre el sufrimiento de Ruiz para explicar los ataques a sedes de partidos y hasta el domicilio de Idoia Mendia. Igual tenemos que mirar la realidad más crudamente.

Otro fachi

Si tenemos que subir el nivel de lo permisible ante algunos representantes o colectivos en Euskadi, sin duda, en España y ante Vox tenemos que mantenernos firmes. Insisto: se trata de ver a través de unas gafas limpias: el secretario general de ese partido, Javier Ortega Smith, después de acudir a un acto multitudinario infectado de Coronavirus en el inicio de la pandemia, ahora se dedica a extender el bulo de que es un arma biológica china y de señalar al gobierno español de que no avisó de los efectos secundarios de una enfermedad… Desconocida. Ni eso es tolerable ni lo son otras fascistadas.

La izquierda que desprecia a los suyos

Juan Soto Ivars acierta en su análisis sobre cómo la izquierda española se ha pasado despreciando a los suyos y, ahora, se encuentra con que la extrema derecha cala en los barrios ricos de Madrid… Y en otros que no lo son tanto: “En esta tradición de pintar al trabajador como no es sino como debería ser, ahora parece que los ideólogos están incluso dispuestos a sostener que el pobre es rico con tal de no moverse de la primera impresión de esta protesta” (El Confidencial). No sólo lo que está sucediendo… Sino lo que lleva años pasando y nos ha terminado reforzando a Vox. Igual alguien tiene que hacerse una autocrítica.

Tontos universales

Dicen que la razón es lo más repartido de este planeta porque todo el mundo cree tener la suya. De lo que estoy seguro es de que la tontería está perfectamente repartida, pero de un modo absolutamente objetivo: según El Periódico, en Italia se produjeron aglomeraciones en las noches del primer fin de semana sin confinamiento, y eso que allí se ha levantado con cifras mucho más graves. Somos tontos. Universalmente tontos. Pero los que se llevan ración doble de idiotez son los que se creen que se han ganado la libertad, que se la merecen, que esto es por capricho o por algún interés tan oculto que nadie adivina.

Cómo somos los aitas y las amas

En el Twitter de EU Kids Online Spain, cuyo observatorio se encuentra en la UPV/EHU, han hecho un hilo para presentar sus conclusiones sobre cómo actuamos los aitas y las amas con nuestras hijas e hijos cuando de Internet se trata. En general, creemos que nos manejamos mejor que ellos con esta herramienta, aunque el nivel socioeconómico depende: cuanto mayor es, más aptitudes tenemos y más pendientes estamos de su actividad on-line. Pero, ojo, 2 de cada 3 se dejan aconsejar por sus hijos (de 9 a 17 años), y yo creo que ahí podemos tener un problema. ¿Nos dicen cómo conducir aunque tengan videojuegos de carreras?