«Un referéndum pactado»

Celebro que Oriol Junqueras esté haciendo didáctica sobre la única manera en la que hoy puede nacer un nuevo estado de manera pacífica: por medio de un referéndum pactado con todos los actores nacionales y supranacionales que intervienen en la resolución del conflicto. Entiendo que esta apuesta, que es la misma que ha defendido siempre el lehendakari Urkullu, está haciendo recapacitar a muchos de los que apoyaron una vía catalana que solo ha traído sufrimiento de muchas maneras. De ahí, el silencio de políticos y opinadores que nos mostraban el camino del que se ha apartado Junqueras.

“Un informe”

El Confidencial nos despertaba con esta exclusiva ayer: “Un informe revela que Iglesias y Montero usan como niñera a una alto cargo de Igualdad”. Después de leer un par de veces la noticia creo que lo más significativo es que el camino parece el inverso al que marca el titular, y ahí, además, estaría lo más grave: la persona que cuida de los hijos del matrimonio alcanzó sus más altas cotas políticas haciendo ya esa dignísima labor. ¿Lo merecía? Lo desconozco. ¿Quien convive con Pablo Iglesias acaba medrando? Es un hecho. Y quien no lo vea tiene un problema, y no es un problema pequeño.

Un aeropuerto en Andorra

Además de con la noticia en El Confidencial, en Twitter ayer nos entretuvimos con una entrevista en El Mundo a Víctor Domínguez que es otros de esos chavales con un canal en YouTube que se han mudado a Andorra. En ella Wall Street Wolverine (su pseudónimo) ha vuelto a dar explicaciones chorras sobre su huida. El mismo que, por cierto, solo un día antes comentaba en Internet que Andorra lo que necesitaba era un aeropuerto. Ferrán Martín clavaba el corolario: “¿Qué pasa, que con los impuestos andorranos no dan para infraestructuras? Calla, dice que deben recurrir al de la Seu d’Urgell, que está en…”.

Correcto

El que juega Twitter es un juego peligroso. Sobre todo, porque en una búsqueda de segundos le podemos sacar los colores a la red social: ¿por qué limita los contenidos en Twitter de Vox o Trump y no los de otros populismos fascistas (algunos con acento vasco, por supuesto)? Porque le da la gana, está claro, y porque ambos usuarios han sido reincidentes. Evidentemente, me parece bien: la de que Internet es libre y la de que la libertad de expresión lo ampara todo son dos milongas que si no has dejado de cantarlas es que no has aprendido nada. Pero el baneo discrecional de Twitter es como un mono con dos pistolas.

Un juego de mayores

La revuelta de traders amateurs con GameStop que se inició en un foro de Reddit levantó muchas simpatías (entre ellas, la mía) porque se trataba de unos cuantos que nos representan contra unos pocos que siempre nos atormentan. Vendrán otras, y las apoyaremos si no sospechamos de falsas buenas intenciones. Pero tenemos que ser conscientes de que somos niños jugando contra futbolistas profesionales sin miedo a abusar ni golear: la aplicación en la que los anónimos hacían las compras limitó el acceso a las mismas con diferentes excusas… Limitando también el daño a los grandes inversores, según Analía Plaza.

Después de Olentzero y Mari Domingi…

Después del vídeo en las redes sociales en el que se veía a Olentzero y Mari Domingi afiliarse a Bildu, la campaña de captación pasa ahora por las cárceles: Arnaldo Otegi ha enviado una serie de cartas a los presos de ETA para instar “a que se hagan militantes de la coalición” (El Independiente). La noticia me ha recordado la aseveración de Groucho Marx de que no sería socio de un club que le admitiese como socio, y me he preguntado si tendrán dudas quienes sí son socios e incluso representantes de ese colectivo que no es precisamente heterogéneo ni mucho menos cómico. ¿O todo vale por el escaño?

El rastro del dinero de Juan Carlos I

Me da pena que no haya sido un periodista el que haya difundido lo que ha hecho público Jaime Gómez-Obregón: este ingeniero ha creado un programa para ir archivando todo lo relacionado con “el rastro de los 100 millones de dólares que el Rey Juan Carlos recibió de Abdullah bin Abdulaziz”. Su trabajo no ha concluido y lo están financiando pequeños contribuyentes anónimos. De momento, lo que está claro es que tanto Juan Carlos I como Corinna Larsen pusieron mucho empeño, en forma de tramas societarias, para ocultar los movimientos y las consecuencias fiscales del dinero.

Todos menos Iglesias tenemos la culpa

Tuiteaba Juan Soto Ivars que el titular de Vertele significaba que Pablo Iglesias creía que el poder que iba a tener en el gobierno era de otro tipo: “Me he dado cuenta de que estar en el gobierno no es estar en el poder”. Yo creo que simplemente el líder de Podemos echa balones fuera. Mi lectura es mucho más mundana, lo sé. En cualquier caso, está claro que Iglesias se apresura a ponerse parches mucho antes de empezar a pelear y que salgan las heridas. El ejecutivo es un poder muy complejo, y me sorprende que un politólogo como él, que tantas lecciones gratis ha dado, no lo supiera antes de alcanzarlo.

Mucho más realista

Este otro titular en El Nacional es mucho más realista: “Ningún país ha llegado a la independencia con el 50% en contra”. Lo dice Oriol Junqueras en la semana en la que hemos visto en números el resultado del desgaste del proceso independentista catalán. Empecemos por el principio: la independencia hoy es una quimera. La lucha tiene que ser por un estado integrado en Europa interrelacionado con su entorno pero completamente autónomo. Y sigamos por el final: solo se conseguirá ganando a cada persona para la causa. Una a una. En medio, las formas: ni de golpe ni con golpes será posible.

Fe absoluta

Me hago viejo y cada vez más me refugio en la religión: me entrego a San Mamés y acudo a la catedral siempre que una pandemia mundial no me lo impida. Y allí, sentado, vivo una comunión con mis hermanos de iglesia, me emociono, sufro catarsis y hasta recibo alguna hostia. Mis mesías son Iker e Iñaki. Digan lo que digan los fariseos. Y si este último me manda leer la Biblia, lo hago: “Samuel 17:1-54. Fe”. Eso tuiteó Williams después del milagro del viernes que me hizo levitar, y corresponde al pasaje en el que David vence a Goliat. Tengo fe en ti, Iñaki, y en todos los tuyos, que son los nuestros. Aupa Athletic!

El diálogo es caro. Su ausencia, más

Está claro que en Bildu han escuchado más los consejos que les han dado en ERC en los últimos años que a la sociedad vasca en las últimas décadas: empezando por su dress-code (camino que hicieron los catalanes hace ya muchos años) y terminando, por supuesto, por el posibilismo político, de momento, sobre todo en Madrid y un poco en Iruña. Esto último Junqueras lo tiene tan claro que hasta se lo ha recordado a Puigdemont: “Prescindir del diálogo es una carísima irresponsabilidad” (República.com). También lo es en la CAV, donde los presupuestos pueden negociarse como en España o Nafarroa.

¿Qué queremos?

Estaba claro desde el principio que esta pandemia iba a afectarnos a todos, por lo menos, en nuestros dilemas morales: ¿a qué dedicar recursos? ¿Qué priorizar? ¿Sobre quién hacerlo? Y después del primer confinamiento total y en plena segunda hola, ¿qué tipo de estado queremos, uno duro u otro que nos permita manifestarnos por nuestros derechos? Alemania ha decretado un candadazo para Navidad. ¿Nos parece bien? ¿Estaríamos dispuestos a aceptarlo incluso poniendo en riesgo nuestros empleos? ¿Cuánta hipocresía estamos dispuestos a soportar a los del “no a todo”?

Ciudadanos, en caída libre

Ciudadanos puede cruzar en las próximas elecciones catalanas su propio Rubicón… Hacia la desaparición. Si el principio del fin empezó a escribirlo Rivera provocando una repetición electoral en la que lo engulló Vox, el clavo en el ataúd lo van a dejar a punto en la cita autonómica, porque nadie se suma a un caballo perdedor sin ideología y la foto de su despeñe después de haber ganado las últimas elecciones va a resultar insoportable. A Arrimadas y su equipo le queda por hacer poco más que enfrentarse a su destino, recoger los bártulos después de la campaña y salvar a las y los que pueda.

Morir matando, literalmente

El trumpismo se muere (estoy convencido de ello) pero lo hace de la peor manera imaginable: “Con el mayor número de ejecuciones federales de los últimos 100 años”. Según leemos en Público, entre otros digitales, la presidencia de Donald Trump ha revertido la tendencia de reducir el número de ejecuciones y ha firmado 10 ejecuciones federales en 2020, que se suman a las 7 que han firmado diferentes estados. La intención de Biden es modificar este modelo penal, y la de Trump, como cabía esperar, salir meándose en las alfombras y, lo que es peor, el dolor y las familias de los ajusticiados.

Y Google se cayó a nivel mundial

Para rematar este 2020, Google se cayó el lunes durante un rato a nivel mundial. Fue poco más de una hora y, salvo excepciones, el estropicio no fue irreversible. Pero la caída momentánea de Google nos tiene que servir para darnos cuenta de la dependencia que tenemos de sus servicios: “Buen momento para explicar qué es un monopolio”, sugería Ferrán Martín en Twitter. Pero yo me pregunto: ¿es peor que se caigan Gmail y YouTube o que lo hagan WhatsApp, Instagram y Facebook? ¿Qué gran concentración de herramientas nos condiciona más la vida? ¿Por qué lo permitimos?

La democracia es cara, y este gobierno, más

Todos sabemos que la democracia es cara. Y con todo es más barata que cualquiera de sus alternativas. Pero este gobierno español, realmente, va a salirnos caros. El ejército de ministros, vicepresidentes y, con todos ellos, sus respectivos gabinetes, cargos intermedios y de confianza, va a ponernos a prueba hasta a los más convencidos. Porque la austeridad en política no garantiza nada bueno pero el derroche, tampoco. Visto lo visto, los que tendrán que tomar ración doble de lo suyo son los que popularizaron aquello de “la casta” para ver cómo explican el crecimiento de la élite… Y de ellos en ella.

El único que falta

Después de los nombramientos de los ministros vendrán los del resto de cargos, y después de esos, las sustituciones en el Congreso o Senado, parlamentos o gobiernos autonómicos y locales, etc., en definitiva, una catarata de nuevos nombres y puestos… Que no afectarán a uno de los que más me importa: la justicia española seguirá impidiendo a Oriol Junqueras ejercer como eurodiputado electo que es. Las razones jurídicas son, como todas las de esa naturaleza, interpretables, y más en un caso tan novedoso como este, así que si alguien intenta “imponer” su criterio es que no puede demostrarlo.

Todos, en sus casas

Mejor suerte corren por fin los dos últimos miembros de los CDR que han sido excarcelados después de pasar varios meses en prisión acusados de terrorismo. Al final, no lo son. Igual que yo no soy un incauto y, por supuesto, no espero que todos los que les señalaron y hablaron de violencia en Catalunya ahora se retracten. Al contrario: volverán a generar un clima pseudoterrorista en cuanto tengan la oportunidad aunque todas las pruebas indiquen lo contrario una y otra vez. Y a estos chavales, ¿quién les devuelve su tiempo, dignidad y el dinero de las fianzas? ¿Y a sus familias quién les quita el sufrimiento?

Los profesionales lo hacemos mejor

Sigo hablando de chavales catalanes que sufren pero de un modo completamente diferente: Carles Aleña ha decidido cerrar su cuenta en Twitter por la ola de insultos que ha recibido. El problema no son quienes atacan porque esos siempre van a estar ahí, el problema es de los personajes públicos (futbolistas, políticos o actores) que se empeñan en llevar su propia identidad digital, sobre todo, en áreas donde proliferan los descerebrados como el deporte (o la política, una vez más). Los profesionales en identidad digital estamos “entrenados” para parar estos ataques, y debemos reivindicarnos.

Todo lo que está mal en un tuit

En general, damos demasiada importancia a Twitter. En particular, el entorno del fútbol sobrevalora especialmente esta herramienta. Quien quiera opinar que lo haga, en Twitter, en la barra del bar o el lunes en la oficina, como se ha hecho siempre, pero el tuit sobre un concurso de popularidad (que es lo único que buscan muchos) entre tuiteros del entorno del Athletic que convoca a decantarse entre eso, un chaval que opina, y Roger Álvarez (Adurizpedia), que aporta un montón de datos útiles sobre el club, es el ejemplo de todo lo que está mal: ni son comparables ni va de ganarse entre ellos.

Pues, sí, Pablo Iglesias ha ganado

No me gusta Pablo Iglesias, principalmente, por su suficiencia y por la manera de entender las lealtades que transmite. Tampoco me gusta Pablo Iglesias porque creo que nadie puede defender un discurso de clase obrera como si formase parte de ella… Cuando está muy lejos de ser clase obrera (y eso también vale para unos cuantos vascos de izquierdas). Al revés: me parece más honesto defender los derechos universales desde cualquier posición socioeconómica. Pero es innegable que Pablo Iglesias será el gran vencedor en la España política en 2020 y que se lo ha ganado metro a metro.

La era dorada de la desinformación

Si una persona joven que milita en un partido político es capaz de decir a un representante de la ciudadanía de otro partido: “Si hay que fusilarte, lo haremos”, es porque alguien está haciendo muy, pero que muy bien sus labores de desinformación y muchos están siendo impactados y permeables a esos argumentos. Y me da igual que sea una militante de Vox la que se lo diga a un representante de Teruel Existe o si lo dice uno que quiere entrar en ETA a otro de cualquier de partido en Euskadi. Es evidente que la máquina de propaganda está a tope y que siempre hay muchos tontos dispuestos a ser intoxicados.

Europa golea a España

Uno de los temas sobre los que más desinformación se ha vertido es el catalán: España, sobre lo que sucedió y sucede en Catalunya, está absolutamente intoxicada. También lo están algunos en Euskadi, seguramente embriagados por su propio anhelo, pero ese es otro tema. Por suerte, en Europa tienen la cabeza un poco más fría y eso les permite medir mejor: la jugada del grupo de la Alianza Verde Europea en el Parlamento Europeo de nombrar vicepresidente a Oriol Junqueras es maestra para marcar otro gol a España. Y van un montón. Lo que urge ahora es que alguien reaccione entre Pirineos y Tarifa.

La guerra de los tuits

El tamaño de la bandera es lo de menos, porque cualquiera puede tejerla más grande que la del vecino. Es lo que haces con lo que esa bandera representa lo que marca la diferencia. Es decir, mi nacionalismo no es de bandera (aunque me emocione con ella) sino de país: si avanza, si es justo, si es solidario, si es respetuoso seguiré amándolo. Así que la de Saeed Jalili, secretario del Consejo Superior de Seguridad Nacional de Irán, a Trump, tuiteando una bandera de Irán, es una gran respuesta dentro del marco absurdo que el estadounidense ha generado. Lo malo es que la guerra no es solo de tuits y está costando ya vidas.

Una supercopa de mierda

Lo más grave no es que una federación deportiva condicione la competitividad al dinero. Lo más grave no es que organice un evento al que no podrán acudir los aficionados. Es grave que elija para ello un país machista y nos lo venda como algo bueno. Es lo que ha hecho la RFEF con esta supercopa que no vale para casi nada y que genera más interés por el error que supone que por el propio fútbol. El “casi”, por cierto, es que estamos pudiendo denunciar la injustísima situación de las mujeres en Arabia Saudí. Pero Rubiales y quien pone el dinero encima de la mesa pretendían justo lo contrario. Eso sí es lo más grave.