El problema de Twitter

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El problema de Twitter es que hay quien cree que es representativo y, además, importante. Pero no lo es. Los usuarios de Twitter responden a un patrón concreto: el del usuario de Twitter. Busca notoriedad, le gusta estar informado y, por lo general, cree tener una opinión formada que defiende. Y de ese modo responde a noticias como la del asesinato de Isabel Carrasco con coherencia, como hace Diego Basadre, o sin ningún cuidado, como hace la más conocida pero no por ello más inteligente, Lucía Etxebarria: “La autora de los disparos sería la mujer de un inspector de la Policía Nacional que supuestamente mantenía un affaire con Isabel Carrasco”.

El problema de la violencia

El problema de la violencia es que solo engendra más violencia, y que de esa espiral es muy, muy difícil salir. La desintoxicación de quien ha utilizado la violencia directa de otros, para generar una violencia estructural asfixiante es, además, un proceso largo y costoso. Tanto que recaer es una tentación poderosa y difícil de evitar. La pasó a Alfonso Ussía, que de tanto manejar la alquimia que intenta convertir el asesinato en votos, se ha quedado con el vicio: “No pensaba votar. Ahora voto”, dice en Twitter el columnista que siempre escribe como si diera lecciones de vida y obra.

La foto más dura

Visto con perspectiva, como nos gusta observar las redes sociales que tanto apelan a la inmediatez, el lunes se produjo otra espiral, la del silencio: los partidos políticos fueron sumándose a la suspensión de actos de campaña ante la muerte de Isabel Carrasco. Pero algunos se resistieron. Por ejemplo, lo hizo Bildu con plena legitimidad, sí, pero también con pleno conocimiento de la legitimidad que tenemos para poner de manifiesto su falta de sensibilidad y empatía. El asesinato de un representante de la ciudadanía tiene que afectar de alguna manera a quien quiere ser representante de la ciudadanía.

No vale todo

El mismo argumento se puede aplicar a Pablo Iglesias: cuando uno quiere ser representante de la ciudadanía no vale alegar a “ellos, los políticos”, como si no fuera con uno. Esta regla, tan sencilla, sin embargo, no parece fácil de asimilar para quien no quiere asimilarla, para quien juega a no parecer político sin serlo. Al final, lo que hizo Pablo Iglesias, de meter el suicidio de una persona desahuciada en medio de un asesinato, es lo que han hecho aquellos a quienes más critica Iglesias: aprovechar las muertes para colocar mensaje y arrimar el ascua a la defensa de sus valores.

¿El problema es Twitter?

Se ha cargado mucho las tintas contra Twitter, y en esta columna casi hemos hecho un monográfico con lo poco bueno y lo mucho malo de una red social que es un juguete, no lo olvidemos, al que sacamos chispas informativas. Pero lo cierto es que no sería justo señalar esta red social como repositorio único de basura, algunos digitales, como ‘Estrella Digital’, no pueden ser más sensacionalistas: “Rematada de un tiro en la cabeza”, titulan junto a la foto de la presunta asesina. En general, en Internet parece que cabe todo, y no todo necesariamente bueno.

Rouco Varela, oro en Madrid

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Aunque en Madrid se hayan quedado sin los juegos olímpicos de 2020, no van a dejar de repartir medallas de oro. Y lo que es mejor: se las van a imponer a quien les dé la gana. ¡Bueno es Ignacio González! ¿Y quién se merece tanto como el museo del Prado una medalla de oro? Pues nada menos que Rouco Varela, según ‘Vozpopuli’ y la comunidad de la capital de España. ¿Los motivos? “Sus 12 años al frente de la Conferencia Episcopal Española y su cargo de Arzobispo de Madrid, con el que ha llevado el nombre de la región por España y por todo el mundo”. Según el consejero de Presidencia, es un reconocmiento “muy merecido”, que “está más que justificado».

El PP pierde sus feudos

En las sedes del PP tienen que estar saltando alertas de todos los colores: lo están haciendo tan mal que la ciudadanía empieza a preferir al PSOE antes que a ellos. España, definitivamente, está perdida. Incluso los bastiones de los de la gaviota caen: el PP perdería hoy las elecciones al parlamento valenciano, quedando por detrás de los socialistas, que se mantienen, y observando cómo suben las opciones de izquierdas, según ‘El Plural’. ¡Horror, desastre! Aunque lo mejor está por venir: el análisis. ¿Por qué ha podido darse este descalabro? ¿Será la corrupción, será el hundimiento de la economía, serán los recortes en derechos sociales?

Pues a mí me gusta

Venga, me animo: yo también voy a opinar sobre la imagen gráfica de ‘Podemos’, el partido de Pablo Iglesias, en la que portan la cara de este televisivo personaje, héroe de quien quiere ver azotada a los más recalcitrantes y casposos. Pues bien, precisamente por eso me parece un acierto. Ante una oferta de lo más variada en la mesa de las papeletas, que en ‘Podemos’ hayan optado por su cara más conocida, burlando la ley electoral al cambiar el logo, es de lo más práctico. Así, quien quiere votar “a ese que sale en la tele diciendo cosas”, podrá hacerlo sin confusión. A quien le importen más otras cuestiones, tampoco se confundirá.

Otra vez a sintonizar la TDT

Seguramente ya habrán visto la campaña por la que las principales empresas de televisión españolas se quejan amargamente de que les cierran los canales donde nos fríen a reposiciones y programas de saldo. Pues bien, esta es solo la primera piedra en el camino: tendremos que volver a resintonizar la TDT a partir de enero de 2015, lo que nos costará, según publican en ‘ADSL Zone’, unos 23 euritos por casa. Que nadie se haga el sorprendido luego, tampoco los antenistas, que tienen que ir comprando una agenda de las buenas para el próximo año.

No al trabajo gratis

Nuevos tiempos, nuevas necesidades, nuevos trabajos… y misma esclavitud. Así que el post que hemos encontrado en ‘Mis Apis por tus Cookies’, de sugerente nombre, nos ha parecido de lo más acertado: el gratis total se extiende por Internet, a veces ocultando serios intereses económicos, e invade el trabajo necesario para realizar diseños o comunicación por medio de este canal. Pero los que vivimos, precisamente, de este nuevo medio (ya no tan nuevo) no podemos permitir que esto suceda, tenemos que alentar al pago por la hora trabajada debidamente, y rechazar las prácticas de marketing agresivas e incluso fraudulentas del trabajar sin cobrar.