Exprópiese

Este titular en The Objective me ha dejado alucinado, lo confieso: “El 95% de los pisos que se venden en Benidorm se paga al contado”. Dicho de otro modo: con los tipos altos cada vez menos gente puede comprar un piso en propiedad, lo que nos lleva al alquiler. Al alquiler de casas que han sido compradas al contado para ahorrarse esos intereses que, por supuesto, solo los pagamos los pobres. Y en el caso de la costa, ¿cuántos de esos pisos irán al alquiler vacacional, por días o por quincenas? Debemos exigir a nuestras y nuestros representantes que impidan este nivel de especulación.

Una pésima comunicación

Cuando empecé a ofrecer mis servicios como periodista, terminaba mis presentaciones con una frase: “Comunicar bien funciona siempre”. Estoy convencidísimo de ello: por muy grave que sea tu crisis, si comunicas bien la minimizas. Y si en tu día a día comunicas bien vendes mejor. Al contrario también funciona: si tu comunicación es un desastre solo conseguirás agravar tus problemas. Acabamos de verlo en la familia real británica: el anuncio de este viernes (día en los que se saca la basura en los periódicos, según el viejo aforismo), sobre el cáncer de Kate Middleton, solo ha perjudicado a todas y todos.

Quiere ser The Bear

Sé que el vídeo tiene ya algunos días pero no quiero dejar que el tema se caduque sin comentarlo, porque estoy seguro de que Pablo Iglesias, con lo aficionado a las series que es, no se grabó secando tenedores porque sí: en uno de los mejores capítulos de The Bear, Richard seca tenedores durante días en uno de los mejores restaurantes del mundo antes de descubrir lo que fascinante que resulta el servicio a los demás. Seguro que Iglesias quiso jugar con ello, pero lo cierto es que el resultado es más parecido a un vídeo cítrico y crítico de los de Pantomima Full.

Piqué como medida de todo

Gerard Piqué explica su apuesta por la King’s League, cuya segunda temporada está pasando muy desapercibida, con un argumento que ya le hemos escuchado: “Mis hijos usan sus teléfonos a los 10′ de un partido”, según Varsky Sports. Según la visión de Piqué: “Los clubes pagarán a los hinchas para que vayan al estadio”. El guionista portugalujo Raúl Díaz comentaba en X la reflexión: “Creo que está equivocado en todo, pero lo primero que he pensado es: ‘¿Por qué sus hijos tienen móviles?’. El pequeño tiene 9”. A ver si Piqué no va a ser tan listo como parecía.

El héroe

Con el tiempo he descubierto una cosa: no hay nada peor que un exjugador de fútbol. Como entrenadores, comentaristas o empresarios, suelen resultar decepcionantes. Incluso los que parecían blancos y puros como la nieve: “Japón le reclama a Iniesta 3,5 millones por presunto impago de impuestos” (Iusport). Junto a él otros dos jugadores no japoneses han visto cómo la hacienda nipona les reclama “por no haber declarado debidamente sus ingresos”. En el caso de Iniesta, “dejó sin declarar unos 860 millones de yenes (unos 5,2 millones de euros) por sus honorarios contractuales con el Vissel Kobe”.

Pero, ¿por qué es peligroso TikTok?

Es incoherente: EE.UU. quiere bloquear TikTok en todo el país pero el equipo de campaña de Joe Biden ha abierto hace un par de semanas una cuenta en esta red social pensando en las elecciones. Y la Unión Europea tiene prohibido que sus europarlamentarias, europarlamentarios y asistentes, instalen TikTok en su móvil, pero ha creado una cuenta institucional para acercarse a la juventud. ¿Por qué es tan peligroso? Porque la dictadura china puede reclamar a la empresa cualquier información en cualquier momento, también de sus usuarios y usuarias. También de Biden y de la Unión.

El doble rasero

Curiosamente, la misma dictadura china que se comporta como tal exige a EE.UU. que deje actuar al libre mercado y no censure TikTok en su territorio. Hay que tener la cara dura. Pero es posible tenerla más: la dictadura china censura contenidos en TikTok para evitar que sea la fuente de guano sin fin que es en el resto del mundo, empezando por Euskadi. Pero no nos pongamos demasiado graves, sobre todo quienes ya hemos visto hasta nacer y morir a Facebook: “TikTok se está convirtiendo en una app ‘de viejos’ en China. Lo que lo peta entre los jóvenes es Xiaohongshu” (Xataka).

¡Sigue, Elon, sigue!

Primero fue la seguridad, despidiendo al departamento casi al completo. Después se cargó la marca. Y ahora está acabando con el sistema de anuncios de X: “Se ha cargado la publicidad en Twitter hasta llegar a los fraudes que usan a Broncano y Sobera como reclamo”, leemos en El Blog Salmón. Quienes usamos habitualmente esta red social hemos visto decenas de anuncios con informaciones falsas y supuestas malas noticias sobre estos dos presentadores, y hasta los chistes al respecto. Yo solo espero que Elon Musk no deje de tomar decisiones sobre su red social.

Pero esta es la grave realidad

Podemos tomarnos con humor que X esté lleno de errores. Pero lo cierto es que ese pozo de lodo maloliente, sin control alguno, solo puede ir a peor. Al respecto, el portugalujo Raúl Díaz, conocido guionista de comedias, se puso serio y acertó: “Debería darnos que pensar la cantidad de gente que, por salud mental, decide salirse de Twitter (llámalo X). Que hayamos hecho de este sitio algo perjudicial para el equilibrio de cualquiera, pero, sobre todo, de gente a la que podemos identificar por su nombre y apellido”. Hablamos de acoso, hablamos de persecución, hablamos de amenazas gravísimas sin consecuencias.

Buscando alternativas

Pero, ¿cuánta gente está en TikTok o Twitter? Según el gráfico que muestran en Trecebits, estos son los datos de España, que pueden ser extrapolables a Euskadi: WhatsApp es la plataforma más usada, un 91% de personas de 16 a 64 años la utiliza al menos una vez al mes. Le sigue Instagram: el 76.9. Se mantiene Facebook con el 69,7. TikTok y X ocupan el cuarto y quinto puesto con el 51,2 y el 45,4, respectivamente. A partir de ahí encontramos Telegram (43,9), Messenger (36,7), Pinterest (31,5) y Linkedin (31,1). Esta es la foto hoy, y este, el dato más relevante: “Ya es internauta el 96% de la población”.

Agur, Hematocrito

Miguel López no era conocido, pero a Hematocrito en Twitter le conocíamos casi todas y todos, por lo menos, sobre todo las y los usuarios más veteranos en esta red social. Aunque parezca imposible, hubo un momento en el que nos conocíamos todas y todos en eso que Elon Musk ha convertido en ‘X’. Hematocrito, Miguel López, formaba parte de aquel Internet que no era tan agresivo (aunque sí había “cancamusa” y mala leche), y se nos ha ido de repente. Los obituarios que le hacen tuiteras, tuiteros, blogeras y blogeros veteranos (en Microsiervos o Xataka) son el retrato de un tiempo y de una persona que hacía de Internet un lugar mejor.

El nivel

Isabel Díaz Ayuso marca el paso, claramente, a Alberto Núñez Feijóo y, al mismo tiempo, marca el nivel más bajo de la política española hoy. Para señalarlo y denunciarlo, por suerte, contamos con reflexiones como la del guionista portugalujo que vive en Madrid, Raúl Díaz (otro que hace de Internet un lugar mejor): “Tuve que explicar a mis hijos que no se puede llamar ‘hijo de puta’ y su presidenta de comunidad se lo dice al presidente del gobierno, lo niega porque era algo de fruta, jiji, lo reconoce, no se disculpa, dice que ‘es lo menos’, su partido hace tazas y luego se hace la ofendida”.

Sujétale el cubata

De José Luis Martínez-Almeida lo que más me preocupa no son sus formas, sino su seguidismo: para arrimarse al árbol que mejor sombra da se va mimetizando con lo que toca. Fue portavoz nacional de Casado y pese a los cambios en el PP no quiere perder su sitio, para eso se sube al tren de la ponzoña política en el que Díaz Ayuso echa carbón en la locomotora. El seguidista, el imitador de modelos nada recomendables, ha mostrado en el pleno de la capital de España “una foto de Hamás y asegura que son ‘los nuevos mejores amigos’ de Pedro Sánchez” (El Diario en Twitter). Así hace él política municipal. Bueno, política, en general.

Europa sigue siendo Europa

Sigo siendo optimista sobre Europa aunque la Unión esté resultando decepcionante incluso en año electoral. Pero sigo pensando que es necesaria, como la Champions League, para darnos patadas sin destruirnos: “Grecia ha esperado más de 13 años para devolver el ‘golpe’ (…) Dos miembros de Gobierno de Alemania recomendaron a Grecia vender algunas de sus islas para reducir deuda. Panagiotis Lafazanis ha sido el encargado (…) aportando la misma solución a la crisis presupuestaria en Alemania: ‘Una solución sería vender activos públicos como islas para recaudar rápidamente grandes sumas de dinero’” (El Economista).

¡Claro que es un agravio!

Celebro que la ciudadanía de Asturias pueda usar la alta velocidad ferroviaria para ir a Madrid. Pero me parece un agravio con Euskadi. Nuestro pequeño país además conecta las vías con las de Europa (sin entrar en cuestiones socioeconómicas evidentes). Así que estoy convencido de que después del ciclo electoral (que cerramos con vascas y europeas) la izquierda abertzale dará un giro de 180 grados hacia lo evidente: el beneficio climático y económico de la alta velocidad ferroviaria. Y de que empujará por fin para que este titular sea posible también aquí: “70.000 billetes vendidos y una ‘grandísima oportunidad’” (Activos).

Twitter se muere

No lo digo yo, lo tuitea Elon Musk con su particular humor: un “meme” en el que se ve una lápida sobre la que hay un logo de la red social y alguien, con ese mismo logo, posando para una foto divertida junto a la tumba. Es la forma de Musk de decir que el deceso de la red social (probable si se confirma que no quedan en plantilla suficientes ingenieros y programadores para mantenerla) es culpa de quien fue de Twitter y ha abandonado el barco. El final de la plataforma, insisto, es una posibilidad real, y la culpa es atribuible, en gran medida, a su nuevo dueño aunque en sus bromas sugiera lo contrario.

Pero, ¿qué ha pasado?

BaityBait explica muy bien, precisamente en Twitter, qué ha pasado: en esencia, que muchos más empleados de los que Musk pensaba han elegido despedirse cuando les ofreció la alternativa de trabajar hasta la extenuación o coger tres meses de indemnización y pirarse. No solo eso: Musk ha cerrado los accesos a la oficina y las plataformas de trabajo on-line por miedo a los sabotajes… O lo ha intentado porque quienes tenían que cerrar esas plataformas también se han despedido, y ahora puede que no haya ni el número mínimo de efectivos para mantener Twitter operativo. Así que su caída puede ser inminente.

Y después, ¿qué?

Reconozco que no sé lo que haré. A veces, pienso lo mismo que Antonio Ortiz: “Si este garito se viene abajo casi que prefiero quitarme el yonkismo, pasar de Mastodon y gastar si acaso algo de tiempo en Reddit”. Otras veces creo que esa conversación alocada de Twitter sí es valiosa y tenemos que encontrar una alternativa tecnológica en la que podamos mantenerla. Lo que sí tengo claro es que esto no le importa a casi nadie, que se trata de algo minoritario, para los “muy cafeteros”, para quienes vivimos de contar en Internet lo que sucede y de contar lo que sucede en Internet, que parece lo mismo, pero no lo es.

¿Mastodon es el futuro?

En Mastodon saben que van a ser el refugio, por lo menos, temporal, de quienes necesiten un sitio en el que contar lo que les pasa, y han simplificado la herramienta. En esencia, la versión social es muy parecida a Twitter, salvo por que los tuits son de 500 caracteres. Y lo complicado empieza cuando quieras porque irte a uno de los canales, o servidores, o áreas específicas, o crearla, es solo una opción. Es como si hubiera varios Twitter dentro de Mastodon. Analía Plaza, que ya anda por allí, lo definía así: “Dicen por ahí que Mastodon es como un centro de desintoxicación de yonkis de Twitter y, un poco, sí, la verdad”.

Acabamos con todo

Precisamente en Twitter, Raúl Díaz escribía esto: “La misma semana que Luis Enrique anuncia que se hace streamer, también lo hace Pedrerol. A este ritmo, en 2023 ser streamer va a ser lo más rancio del mundo”. Y casualmente, cuando Luis Enrique Martínez y Josep Pedrerol han entrado por esa puerta, Ibai Llanos ha saltado por la ventana y ha anunciado que vuelve a YouTube. Nos creemos conquistadores de espacios virtuales, early adopters, y nos hemos convertido en los parroquianos que ocupan la misma mesa del bar durante horas con comentarios supuestamente divertidos solo porque llevan haciéndolo años.

¿Pagar por Twitter?

Elon Musk ya ha avisado de que Twitter puede caer en la bancarrota, de que van a hacer todo tipo de pruebas con la herramienta hasta que den con lo que funcione, que las y los trabajadores van a tener que darlo todo (ya era latiguero en Tesla) porque sigue sobrando gente, y que las y los usuarios vamos a tener que pasar por caja. Ese día saldré de Twitter. El guionista portugalujo Raúl Díaz, como es habitual, lo ha escrito mejor que yo: “Sobre pagar por Twitter Blue solo puedo decir que ya me parece mal estar aquí escribiendo gratis”. De momento, el plan para que Musk haga que su mayor inversión pierda todo su valor funciona.

¿Qué puede salir mal?

Por lo que hemos leído en la cuenta en Twitter de Elon Musk desde que compró la red social podemos suponer que nadie se atreve a sugerirle que se equivoca, que las cosas no son como él cree y le falta información, ni a avisarle de que está haciendo el ridículo. Así que el hombre más rico del mundo (ahora ya sabemos que no lo ha conseguido con sus grandes ideas) sigue a lo suyo. ¿Y qué es “lo suyo”? Ícaro Moyano destaca: “Esto es lo que más me interesa de todo lo de Musk por ahora: amenaza a los anunciantes y desprecia a los periodistas”. No parece la mejor receta para recuperar su inversión, pero esta es solo una buena noticia.

No podemos seguir así

El planeta crece a un ritmo extraordinario: ya somos 8.000 millones de personas con sus propias necesidades (alimentarse, beber agua potable, respirar, abrigarse, etc.). Y la Tierra no da más de sí, lo sabemos porque nos lo han dicho y porque lo estamos sufriendo, con una pandemia mundial y un calentamiento global innegables y peligrosísimos. El planeta se defiende de nosotros, lo tengo claro. Como civilización, si queremos dejar algo a nuestras hijas e hijos, tenemos que hacer un cambio en nuestros modelos de consumo y de negocio, en nuestras prioridades personales y colectivas, en nuestra propia supervivencia.

Claro que sí, guapis

“Piqué i Clara Chía valoren residir a Andorra per fugir de la pressió mediática”, leemos en el Ara. Si llegan a esperar pueden poner la excusa de no tener que sentir el contacto de los 8.000 millones de personas. Porque todos menos ellos somos idiotas y nos creemos todo. Ahora que el exjugador de fútbol se pasa a ser empresario, casualidad, nota la presión mediática (esa de la que se queja tanto porque es mejor que le haga las preguntas su empleado Ibai en Twitch). De la presión fiscal para sus business no dice nada, claro, porque hablar de dinero queda feo. Cada día que pasa tengo más claro que Piqué es el Elon Musk del fútbol.

Vocaliza

Soy un viejo cascarrabias (en realidad, siempre lo he sido, por eso me invitaron a escribir esta columna) y por eso no entiendo el empeño de algunas y algunos cantantes en parecer idiotas. No solo cuando cantan, también cuando hablan e incluso cuando escriben en sus redes sociales (o escriben en su nombre como si fueran gilipollas). No lo entiendo, de verdad. Que beban si quieren, como los viejos rockeros, pero que escriban bien. Así que cuando escuché en Twitter la canción “Vocaliza, coño, vocaliza” de Muchapepper casi me levanto a aplaudir. Como dice la canción, hablar como si tuvieras una patata en la boca no es tener “flow”.