Fueron 86 los consejeros de Caja Madrid y Bankia que gastaron 15 millones de euros con sus tarjetas opacas. Pero no fueron 86 las tarjetas que usaron, según ‘El Boletín’: “La entidad emitió un total de 230 tarjetas (…) La palma se la llevaba Ildefonso Sánchez, al que algunos apuntan como ideólogo del sistema (…) contaba nada menos que con 14 tarjetas (…) Miguel Blesa contó con siete tarjetas (…) Rodrigo Rato, contó con cuatro tarjetas en apenas dos años”. O lo que es lo mismo: estos “piezas” compartían la “barra libre” con sus allegados, y la pagaban los ahorradores primero y el rescate después.
Nicolás Gómez, tercer capítulo
El primer capítulo de la historia de “el pequeño Nicolás” fue el de su vida, el de los supuestos timos, el del imberbe que se cuela en las recepciones reales. El segundo capítulo, su detención y cómo la historia emerge. El tercero lo estamos escribiendo ahora: su salida del calabozo y su defensa. Según ‘El Confidencial’, él asegura que se la han “liado”, su entorno pide que no seamos tan contundentes contra él, y la jueza no sale de su asombro: “Cómo un joven de 20 años, con su mera palabrería, aparentemente con su propia identidad, puede acceder a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin alterar desde el inicio de su conducta a nadie, por muy de las Juventudes del PP que manifieste haber sido”.
Pablo Iglesias presiona
O su programa sale adelante o Pablo Iglesias no liderará Podemos. Esa es la lectura lógica de su intervención ante los simpatizantes, que selló con una curiosa afirmación: “Soy un militante, no un macho alfa”. Si pese al “todo o nada” de Iglesias, los inscritos en su web eligen el programa de Pablo Echenique, el televisivo no será quien lidere ese proyecto que no considera el suyo. En ‘Vozpópuli’ profundizan en esta idea y añaden un dato: hasta la votación Iglesias ha intensificado su agenda mediática para ganar la elección interna y seguir comandando Podemos.
Rosa Díez, ¿el modelo?
Lo más interesante de la historia de Podemos es que estamos asistiendo al nacimiento de un partido político al uso (tensiones internas, lucha por el poder, colocación de los acólitos, manejos de los medios de masas, etc.) desde una base, en teoría, diferente. Una experiencia similar a la vivimos con UPyD… que ya vemos cómo termina: “Se opta por el seguidismo ciego a los vaivenes de la carismática lideresa, un papel en el que Díez se siente especialmente cómoda”, critica Ricardo Rodríguez en ‘El Semanal Digital’, donde también recoge los malos modos con los periodistas cuando éstos pedían a Díez que explicara la decapitación de Sosa Wagner.
Castro, la sublimación
Me fastidia sobremanera que los gestores de la identidad digital de Yusnaby Pérez, una evidente construcción que busca desestabilizar la dictadura castrista por medio de Facebook, Twitter y un blog, mezclen la verdad de lo que sucede en la isla con una propagan infumable. En esta ocasión, su post sobre la realidad del régimen es estupendo, y cualquiera que haya paseado por la isla con los ojos abiertos puede ratificarlo: lo bien que viven los que mandan, cómo el régimen se aprovecha de las divisas, la magnífica excusa que es el bloqueo y que tapa la incapacidad para gobernar, etc.