Agur, Hematocrito

Miguel López no era conocido, pero a Hematocrito en Twitter le conocíamos casi todas y todos, por lo menos, sobre todo las y los usuarios más veteranos en esta red social. Aunque parezca imposible, hubo un momento en el que nos conocíamos todas y todos en eso que Elon Musk ha convertido en ‘X’. Hematocrito, Miguel López, formaba parte de aquel Internet que no era tan agresivo (aunque sí había “cancamusa” y mala leche), y se nos ha ido de repente. Los obituarios que le hacen tuiteras, tuiteros, blogeras y blogeros veteranos (en Microsiervos o Xataka) son el retrato de un tiempo y de una persona que hacía de Internet un lugar mejor.

El nivel

Isabel Díaz Ayuso marca el paso, claramente, a Alberto Núñez Feijóo y, al mismo tiempo, marca el nivel más bajo de la política española hoy. Para señalarlo y denunciarlo, por suerte, contamos con reflexiones como la del guionista portugalujo que vive en Madrid, Raúl Díaz (otro que hace de Internet un lugar mejor): “Tuve que explicar a mis hijos que no se puede llamar ‘hijo de puta’ y su presidenta de comunidad se lo dice al presidente del gobierno, lo niega porque era algo de fruta, jiji, lo reconoce, no se disculpa, dice que ‘es lo menos’, su partido hace tazas y luego se hace la ofendida”.

Sujétale el cubata

De José Luis Martínez-Almeida lo que más me preocupa no son sus formas, sino su seguidismo: para arrimarse al árbol que mejor sombra da se va mimetizando con lo que toca. Fue portavoz nacional de Casado y pese a los cambios en el PP no quiere perder su sitio, para eso se sube al tren de la ponzoña política en el que Díaz Ayuso echa carbón en la locomotora. El seguidista, el imitador de modelos nada recomendables, ha mostrado en el pleno de la capital de España “una foto de Hamás y asegura que son ‘los nuevos mejores amigos’ de Pedro Sánchez” (El Diario en Twitter). Así hace él política municipal. Bueno, política, en general.

Europa sigue siendo Europa

Sigo siendo optimista sobre Europa aunque la Unión esté resultando decepcionante incluso en año electoral. Pero sigo pensando que es necesaria, como la Champions League, para darnos patadas sin destruirnos: “Grecia ha esperado más de 13 años para devolver el ‘golpe’ (…) Dos miembros de Gobierno de Alemania recomendaron a Grecia vender algunas de sus islas para reducir deuda. Panagiotis Lafazanis ha sido el encargado (…) aportando la misma solución a la crisis presupuestaria en Alemania: ‘Una solución sería vender activos públicos como islas para recaudar rápidamente grandes sumas de dinero’” (El Economista).

¡Claro que es un agravio!

Celebro que la ciudadanía de Asturias pueda usar la alta velocidad ferroviaria para ir a Madrid. Pero me parece un agravio con Euskadi. Nuestro pequeño país además conecta las vías con las de Europa (sin entrar en cuestiones socioeconómicas evidentes). Así que estoy convencido de que después del ciclo electoral (que cerramos con vascas y europeas) la izquierda abertzale dará un giro de 180 grados hacia lo evidente: el beneficio climático y económico de la alta velocidad ferroviaria. Y de que empujará por fin para que este titular sea posible también aquí: “70.000 billetes vendidos y una ‘grandísima oportunidad’” (Activos).

Lo segundo peor que nos podía pasar

Pedro Sánchez es lo segundo peor que nos podía pasar. Lo peor, evidentemente, es un gobierno del PP con Vox. Por eso hemos llegado a este punto y Pedro Sánchez va a ser elegido hoy presidente del gobierno de España aunque todas y todos sabemos que es un político kamikaze, que no cumple su palabra, que es cortoplacista hasta el cabreo, que es capaz de negar la amnistía para firmarla después (por suerte), y pasar de puntillas en su discurso sobre los elementos cruciales que le van a permitir seguir gobernando. Nada importa. Y así tiene que ser: nada debe de importarnos para parar, lo primero, a la fascistada.

Ya, pero va con Vox

Alberto Núñez Feijóo hizo un buen discurso: fue duro y, al mismo tiempo, supo sacar brillo a su retranca. Fue lacerante y certero, y hábil señalando las contradicciones de Pedro Sánchez. Pero se equivocó al negar a Vox: no podemos tener en cuenta nada de lo que diga el presidente del PP sin tener en cuenta, precisamente, que él mismo, en persona, ha abierto la puerta de todos los gobiernos en los que daba la suma a la ultraderecha. Desmontar a Núñez Feijóo, incluso a un Núñez Feijóo bueno, como el de ayer, es tan fácil como señalar a Santiago Abascal. Por cierto, él verá, pero resulta mejor líder de la oposición que candidato a presidente.

Un tuit desafortunado

Fue mejor Núñez Feijóo con la palabra que en Twitter, donde avisaba antes del debate: “Daremos de nuevo voz a una mayoría de españoles que no negocian su futuro en Bruselas”. ¿“Bruselas” como metonimia de “Puigdemont”? ¿En serio? ¿No tenemos todos a la capital belga como sinónimo de la Unión Europea? Y para sublimar el lío, el PP mete en la foto a un eurodiputado, Esteban González Pons. Todo induce a la confusión en el tuit, y todo induce a la confusión en este PP. Puede ponerse Núñez Feijóo como quiera: el problema con las y los socios elegidos lo tiene él mucho más que Pedro Sánchez.

No es menos cierto…

Escuché el discurso de Pedro Sánchez ayer con un ojo en Twitter o ‘X’. Este ejercicio era trepidante antes, y ahora aporta poco salvo algunos mensajes interesantes, como este del periodista Vicente Ruiz: “Amnistía para salvar el mundo de la emergencia climática y para que vuelva la paz a Gaza”. Parar al PP y a Vox es una obligación de toda persona de bien, pero no significa que Sánchez me guste en fondo o formas. No me gustó el modo en el que eludió cuestiones como la amnistía y tiró, especialmente al principio, de grandes temas, ni cómo anunció iniciativas de marketing social cuya concreción tendrá que negociar grupo a grupo.

Las cifras

Vuelvo al principio: vamos a sufrir un gobierno español de bandazos y frágil a cambio de parar uno de la derecha rancia y la extrema derecha renovada. Correcto. Así tiene que ser. Además de esto, lo que es innegable, incluso confesando que Pedro Sánchez me gusta entre poco y nada, es lo que el líder del PSOE ha conseguido: “Los partidos que investirán a Sánchez suman más votos en las urnas que los que hicieron presidentes a Rajoy, Aznar, González y Suárez” (Público). Y en el número de diputados y diputadas que le apoyan, también es el que más suma, con sus 179 síes en el Congreso, como recordaba Iván Redondo en La Vanguardia.

El mismo rasero

Dice Julen Arzuaga en Twitter que la foto de los representantes de los sindicatos de la Ertzaintza (ninguna mujer) en Sabin Etxea demuestra que el cuerpo policial controla al gobierno vasco y al propio PNV. A mí me parece mucho decir, pero él sabrá, claro. Si usamos el mismo rasero, como hace Gorka Mostajo también en Twitter, y empezamos a interpretar fotos, la de Josu “Ternera” Urrutikoetxea marcando el paso a Arnaldo Otegi y a Jone Goirizelaia en el Parlamento Vasco, es mucho más significativa. Desconozco si los sindicatos policiales incluyen a Bildu en la ronda de conversaciones, pero si es así también veremos su foto.

Correcto

El problema laboral en la Ertzaintza no empieza con la respuesta del Gobierno Vasco a sus altas pretensiones, sino con la división sindical, a la que se sumó un movimiento evidentemente jusapolizado con portavoces que leían comunicados de espaldas a la cámara. Entre lo siniestro y lo diestro (políticamente) hemos visto acciones que coaccionaban más a los sindicatos que al propio Erkoreka. Y nadie puede negar esto sin tirar balones fuera. Ahora, por fin, en España han empezado a hacer frente a estos movimientos reaccionarios: “Interior da el primer paso contra la agitación ultra de Jusapol y envía uno de sus tuits a los servicios jurídicos” (El Diario).

Callad, que opina Odón Elorza

Odón Elorza ha opinado: “La amnistía tiene que tener un coste para todas las partes. Puigdemont no puede irse de rositas” (El Confidencial). Él lo tiene claro, él está en el equipo de Emiliano García-Page, en el de ese PSOE al que la amnistía no le convence ni por conveniencia, en el de ese PSOE que considera que es correcto judicializar la política, en el de ese PSOE que clama venganza. Ojo, que ese PSOE es el mismo que el de Pedro Sánchez y Salvador Illa hasta hace una semana, dos, como mucho. Pero bueno, la mayoría del PSOE ha virado, haciendo, literalmente, virtud de la necesidad. Pero algunos, ni por esas.

El 5% bueno

Según El Nacional, “Jaume Roures ha creado una nueva empresa inmobiliaria de la que es el administrador único”. También leemos que tras su adiós de Mediapro, “el expresidente y CEO confirma la decisión de vender su participación del 5% valorada en más de 100 millones de euros”. ¿Qué le parecerá todo esto a Pablo Iglesias, su gran defensor en público? En el mismo digital explican que Roures no es nuevo en este negocio: “En la etapa de la alcaldesa Ada Colau, el Ayuntamiento de Barcelona recurrió a inmobiliaria administrada por Roures y Tatxo Benet, para la construcción de vivienda”.

La mayoría mala

Decía un amigo que las personas muy guapas, como las muy feas, son excepcionales, que la mayoría estamos en el montón, y que lo más importante es estar en el montón bueno y no en el montón malo. Pues aquí el que escribe se empeña en estar siempre en el montón malo, en lo físico y en lo laboral: “Los autónomos, sin recorte de jornada: trabajan 43 horas a la semana, 7 más que los asalariados. Los datos de la EPA muestran que los empleados por cuenta propia están muy lejos de la jornada que propone el acuerdo entre PSOE y Sumar”, publican en Economía Digital para sorpresa de nadie que trabaje por cuenta propia.

El movidote

Leonor de Borbón no tiene la culpa de nada. Solo es una chica de dieciocho años a la que le toca mantener el muy lucrativo negocio familiar. Han sido el Congreso, la Casa Real y el Gobierno más progresista de la historia de España (según el propio Gobierno más progresista de la historia de España) en funciones los que han montado el movidote que pagamos ayer entre todas y todos los que abonamos nuestros impuestos (la clase media, que nadie se olvide). Una puesta de largo innecesaria para la renovación de una institución absurda avalada por poderes viejos, rancios, con discursos que solo convencen a quien ya estaba convencido.

¿Cuál es tu referente?

Mensajes pestiño como este de Miguel Sebastián en Twitter son muy significativos: “En el fondo, el acto de hoy es genuinamente ‘republicano’. Supone el sometimiento de la futura reina de España a la soberanía popular representada por las Cortes. Felicidades a la Princesa Leonor”. ¿Una chavala que no ha demostrado nada (ni tiene que hacerlo) es la que genera esta exaltación gratuita? ¿Lo es una familia como la de los Borbón, con ejemplos de latrocinio históricos y actuales? ¿Lo es una institución que demuestra año tras año que es inútil y que cuesta una millonada entre lo declarado y lo tapado en diferentes ministerios?

Y sin gobierno en España

Si no hacemos algo para remediarlo, Leonor de Borbón será reina de España por inercia. El juramento de la constitución española que vimos ayer solo es una acción de marketing protagonizada por la España más rancia: los comentarios en el 24h durante la emisión del evento daban para un nuevo volumen de los “Rancio Facts” de Pedro Vera. Pero a lo que iba: que todo lo que pasó ayer pasó con un gobierno en funciones que, cuando se renueve, lo hará con el mismo presidente y la misma vicepresidenta, y sustentado en partidos que han dado la espalda a Leonor de Borbón y la monarquía. Negar eso es más grave de lo que parece.

Ya que estamos…

Ya que hemos pagado la campaña de marketing a la familia real española y su business, aprovecharemos para hacer alguna crítica política, por ejemplo, a Isabel Díaz Ayuso y todo lo que representa: ese PP ultraliberal que compite con Vox en lo ideológico. Resulta que la comunidad de Madrid se ha puesto generosa y hasta ha regalado trocitos de tarta con la bandera de España de azúcar, pero la presidenta “no ha querido aclarar cuánto va a costar todo este despliegue y quién lo va a pagar” (El Plural). Además de eso, es importante recordar que sin impuestos (de cuya reducción presume Ayuso) este peloteo no sería posible.

Revisa tus valores

Vale: para España son importantes Leonor de Borbón que, insisto, no ha demostrado nada; la institución, tan inútil que Felipe VI ha propuesto como presidente del gobierno a quien ganó las elecciones y a quien quedó segundo, de manera automática; y esta familia real, que sí ha demostrado algo, y nada bueno. Lo acepto, pero también llego a la conclusión de que España tiene un problema claro de falta de referentes íntegros. Solo un botón de muestra: Tortondo recuperaba ayer  la portada de Diario 16 en la que Juan Carlos I, juró: “Ni abdicaré ni abandonaré España”. Un aplauso.

La inacción no es la respuesta

La entrevista a Husni Abdel Wahed en El Independiente hay que leerla. El embajador de Palestina en España no habla como un terrorista, pero las que ofrece son lecciones de historia que debemos tener presentes antes de hablar de lo que está pasando en Israel y Gaza estas semanas. Él no duda: el origen del conflicto (que sí lo es, aunque lo niegue) está en la invasión israelí de un territorio que le fue otorgado por el morro y la culpa de EE.UU. y Europa. Todo lo que vino después hasta hoy es fruto de aquella decisión, suficientemente antigua como para ser revisada, y sus consecuencias actuales, abordadas sin excusas.

Ojo con los modelos

Celebro el regreso de Junts a la arena política. Sus votos son decisivos para habilitar a Sánchez y condicionar su acción de gobierno. Y esa es una buena noticia. Pero no podemos hacer borrón y cuenta nueva con la política catalana: algunas decisiones, algunas declaraciones y algunos “amigos” de Catalunya no han ayudado. Hoy leemos en El Nacional las recomendaciones del Sinn Féin a ERC, vía Junqueras. Me llama especialmente la atención que exhiban el suyo como un proceso modélico (con un “postconflicto” discutible) y que hagan énfasis en una autodeterminación que el pueblo irlandés del norte no ha ejercido.

El rey Midas va desnudo

Si algo hemos aprendido con Twitter, ahora llamado “X”, es que quien parecía un rey Midas que convertía en oro lo que tocaba, iba desnudo. O lo que es lo mismo: ni Elon Musk triunfa en todo lo que hace ni es ese visionario que siempre sabe lo que hace. “A un año de la llegada de Elon Musk, los números de Twitter siguen cayendo”, leemos en Hipertextual. El tráfico ha bajado un 14%, pero lo peor es la sensación de “lenta espiral descendente” que proyecta con sus despidos (ha echado al 70% de la plantilla que encontró), sus peleas con los medios y sus trampas, como dificultar el tráfico a otras páginas web.

El objetivo no es su liga

Miguel Ruiz en Panenka da unos brochazos muy interesantes sobre la nueva liga de moda, la saudí. La nacionalización de algunos de sus equipos les han permitido fichar como si no costara, pero la realidad es que los jugadores llegan a clubs con instalaciones que a veces ni siquiera son profesionales. Sugiere Ruiz que todo forma parte de una operación de marketing, que el mundial de fútbol es el objetivo de las autoridades saudíes, pero creo que no esperaremos a 2034 para ver un paso intermedio que sin embargo lo cambiará todo: la superliga mundial la catapultarán los saudíes con sus clubes nacionalizados, curiosamente.

160 años de lo más importante de lo menos importante

Me ha parecido muy enriquecedora la pieza en El Periódico de España sobre cómo se gestó el fútbol que hoy conocemos. Javier Giraldo lo resume, además, en el subtítulo: “Hasta el otoño de 1863, el fútbol y el rugby se mezclaban sin reglas concretas: la prohibición de usar las manos separó sus caminos”. Y así nacieron la Rugby Union y la Football Association, con gran éxito, una semana de octubre como la que hoy termina, hace 160 años. Lo más importante de lo menos importante cumple años ante un escenario que va a cambiar sustancialmente: la burbuja económica se pincha y Arabia Saudí planea liderar ese cambio planetario.