No he encontrado otra forma de titular este comentario, porque pocas veces he visto una derrota tan injusta.
Agur a la final (Foto: Pablo Viñas)
No mereció perder el Athletic, se mire por donde se mire, y no mereció ganar Osasuna, tampoco, se mire por donde se mire. Por supuesto, lo siguiente que debo decir es que enhorabuena a los rojillos por llegar a la final de Copa. Afortunados ellos, que pueden vivir esa sensación por segunda vez en su historia. Una pena enorme que no sea el Athletic, que ayer puso todo lo que tenía que poner en el asador, que jugó bien, que dominó muchísimas fases del partido, que tuvo oportunidades, que quiso durante los 129 minutos, pero… falló por la impericia. La misma que nos persigue durante toda la temporada. Tuvimos más oportunidades que contra el Getafe, y jugamos bastante mejor, aunque también pecamos de precipitación en algunos últimos pases, nada nuevo por otro lado, pero que cabrea profundamente. Este partido lo deberíamos haber ganado 100 de 100 veces. Pero… No pudo ser.
Todos tenemos dos nombres propios en mente, y aunque sea injusto decirlo ahí están. Si Nico hubiese metido alguna de las dos oportunidades impresionantes que tuvo en el segundo tiempo, ni siquiera hubiésemos llegado a la prórroga. Lo lógico es que hubiese metido, una, o incluso las dos pero… es Nico, y aunque pida el oro y el moro para renovar, sigue siendo Nico. Hay que decir también que su partido en general fue flojo. Creo que tiene más calidad como para atreverse a encarar, más veces de las que lo hizo ayer. Valverde tras el encuentro dijo algo así como que es joven y que aprenderá a tener más pausa de cara a gol. Yo espero no solo eso, también espero que si renueva, que quiero que lo haga, tenga los pies en el suelo y vea de dónde parte. Inocente que es una, pero si no lo ve él (que es probable que no), ni su representante, que lo vea el Club y lo tenga en cuenta.
El otro nombre es el de Zárraga, curiosamente, otro de los que está para renovar, que parece que pide mucho y por eso no se logra el acuerdo. Es un jugador que me gusta, pero que todavía no ha hecho más que llegar. Ha jugado un par de partidos buenos y luego ha desaparecido y muchos lo solicitamos en el verde, pero ayer… Buf… ayer… madre mía. Ni palabras tengo. Salió en el minuto 98, antes de acabar la primera parte de la prórroga. Y tuvo un montón de pérdidas de balón seguidas, que acabaron de la peor forma posible. En el gol que nos eliminó. Lo recordará y lo recordaremos mucho tiempo. Ya sé que es cruel, pero son profesionales, cobran como tales, y encima a la hora de renovar exigen lo que exigen. Así que yo también les exijo.
Pero repito que el Athletic no mereció perder. No. Y soy incapaz de ver esta derrota como un fracaso. Incapaz. Es dolorosísima. Dura. Fracaso no. Parece que es fácil llegar a una semifinal de Copa, porque este equipo se lleva empeñando un montón de años en lograrlo. Incluso el llegar a las finales. Y no, no es fácil. Tiene su mérito, enorme y yo no sé lo voy a quitar. No hemos llegado a la final por mala suerte, por un milagro llamado Osasuna, que ayer consiguió que todo le saliese bien, y que chutando 2 veces a puerta metió un gol. Esto es fútbol y a veces ocurren estás cosas. Difícil de digerir, pero es lo que hay.
Antes de que en los comentarios me lo digan también voy a decir que a Valverde también le pido algo más. Debió hacer los cambios antes. Algo que tampoco es nuevo. Arrasate oxigenó antes a sus jugadores y esa falta de frescura pesó bastante en el juego de los nuestros, ya mediada la segunda mitad. El único recambio en los 90 minutos reglamentarios, fue Raúl (81) a quien no pongo ni un pero, pero sí crítico el elegido para salir. Guruzeta podía haber aportado más porque era cuando mejor estaba, bajando a por balones y abriendo a sus compañeros. Dejar a Raúl y a Guru juntos e intentar apuntillar el partido. No esperar a llegar a la prórroga para luego hacer los otros cambios. A Berenguer tampoco se le dieron muchos minutos. No es que luego hiciese gran cosa, pero quizá con más tiempo sí. Soy consciente que es fácil hablar después de visto. Lo sé.
Sin más, que dirían muchos jóvenes. Y ahora a ir como locos a por las 11 finales que nos quedan. Hay que entrar en Europa por lo civil o por lo criminal. Es dificilísimo pero no entendería otra cosa que no sea luchar todos los partidos como el de ayer. El siguiente es el Espanyol allí. A ver cómo se recuperan del palo psicológico, pero que lo hagan rápido, que más palo ha sido para nosotros. Eso sí, por mirar el lado «positivo», el pastizal que nos vamos a ahorrar no yendo a la final es de los de órdago a la grande. Igual igual que el dineral que va a perder la hostelería en Sevilla, que ayer lloraría tanto o más que nosotros con el resultado. Otro año será. El siguiente. ¿Por qué no? Pero mientras seguimos soñando la realidad nos pide ir… ¡a por lo periquitos! Y…
¡Aúpa Athletic!
P.D.: Por cierto, el ambiente espectacular con récord de asistencia a La Catedral en un partido de fútbol, con 51.544 personas. Todas ellas dejándose la garganta animando a su equipo. Cada uno al suyo, claro. Pero las 51.000 del Athletic, impresionantes. ¡Vaya ambientazo!
¡Qué pasada! (Foto: Pablo Viñas)
No tuvimos premio. Otra vez si lo tendremos. Las 500 de Osasuna sí lo tuvieron y les vuelvo a dar la enhorabuena. Además, espero (si no nos perjudica a nosotros por el tema Europa) que queden campeones.
¡Aúpa Athletic!