«El modelo de Bildu»

Bildu ha copiado todas las formas a ERC. Por eso me extrañaba que Xavier Godàs, uno de los candidatos a presidir el partido republicano, dijese en Público que el modelo a seguir, para él, es el que preside Arnaldo Otegi. Pero hay más en la entrevista: “Sortu realiza un gran acto de generosidad”. ¿Cuándo hemos dejado que este discurso esté normalizado? ¿Qué acto de generosidad hace Sortu, dejar que otros partidos le blanqueen a cambio de sueldos y estatus? ¿Qué acto de generosidad hace Sortu cuando mantiene en su dirección a exjefes de ETA? Yo creo que podemos dar por terminado el plazo de gracia para su integración en la sociedad.

Su libro

La actualidad nos ha obligado a retrasar la conversación sobre el del último libro de Irene Montero, “Algo habremos hecho”. Luis Miguel Fuentes en El Independiente hizo una crónica afilada de su presentación: “Allí estaba lo que queda de Podemos, tras las purgas y los desplantes”, “las primeras filas, las de los cargos e invitados, parecían la sala de espera de un sanatorio, entre descalabrados y desahuciados”, “ya sólo están los de toda la vida, en eso han quedado la nueva política”. Y del libro, ¿qué? Pues esto: “Unas memorias de adolescente, de quien ya lo ha hecho todo en la vida antes de entender nada”.

¿Cómo hablaremos a la juventud?

Hoy en ERC, en Bildu, en Podemos, tienen claro cómo hablar a la juventud: como si fueran los tres reyes magos capaces de resolver sus problemas solo con que se lo pidan en la carta (es decir, que metan su papeleta en la urna). Pero en el futuro la juventud va a ser muy diferente: “El cambio demográfico concentrará la riqueza entre los más jóvenes” (Xataka). Es impopular decirlo ahora (ahora que es un filón para los partidos de izquierda y la juventud es muy sensible), pero el problema de la vivienda caducará porque tenemos menos hijas e hijos y seguimos priorizando la propiedad de la vivienda.

Somos razonables

Cuando leí este titular en Bizkaia Gaur me alegré: “9 de cada 10 vascos opina que ‘el sector turístico es motor de desarrollo económico y empleo’”. Es un buen ejemplo de que somos una sociedad razonable que conoce la importancia de las cosas, lo que supone que vengan turistas y que es capaz de empatizar con quien se acerca a nuestro país porque también nosotras y nosotros salimos. Vistos los datos que aportan en el digital, estoy seguro, además, de que también conocemos como sociedad los riesgos de la saturación y de que seremos exigentes ante ella. Pero todo ese rollo del “go home” es pura estridencia. Está claro.

No las uses

“Pese las campañas que impulsan la creación de claves más seguras, la mayoría de los usuarios opta por ‘123456’ o ‘Password’”. Parece una broma pero no lo es: en Hipertextual han recogido un estudio con datos de 44 países durante seis años, y las cinco contraseñas más usadas en todo el mundo son: “123456”, “123456789”, “12345678”, “password” y “qwerty123”. En el top ten también aparecen: “111111” y “secret”, que es para mondarse. En el caso de España sumamos esa palabra: “España”. La conclusión es clara: “Si usas una de estas contraseñas, cámbiala” porque el tiempo para descifrarla es de “menos de un segundo”.

Diez años del modelo a seguir

La pasada semana celebramos el décimo aniversario del referéndum escocés, ese que algunos seguimos tan de cerca como nos fue posible desde Euskadi y Catalunya porque mostraba el camino a seguir: una votación acordada con Londres cuyo resultado sería vinculante, y una campaña larga e intensa a favor de “Yes Scotland”. Todavía guardo la propaganda que pude reunir durante un viaje a Edimburgo que hice el verano anterior (nos hizo un tiempo terrible, por supuesto). Y en El Nacional han hecho un especial muy interesante por el aniversario que cierran con la pregunta: “¿Un nuevo referéndum en el horizonte?”, como respuesta al Brexit.

Correcto

Por supuesto, me parece bien que exista la publicidad y que una parte del dinero público se dedique a pagar anuncios en los medios. Y también me parece bien que en The Objective recuerden los 400 millones de euros que se habrá gastado, a cierre del ejercicio, Pedro Sánchez desde que llegó a Moncloa. “Si se incluye el pago de empresas públicas dependientes de ministerios, el montante superará los 1.000 millones”. Está bien recordarlo, insisto, cuando para enfrentarse a las páginas web de desinformación, el gobierno español cubrió la semana pasada con el manto de la sospecha en la financiación a todos los medios.

“Bildu cambia de bando”

Es Bildu y solo Bildu el partido el que ha regalado este titular a OK Diario: “Bildu cambia de bando: aprueba una ley en el Parlamento de Navarra junto a UPN, PPN y Vox”. Ojo, que además la aprobación ha incluido pasteleo previo: “La iniciativa ha corrido a cargo de UPN y EH Bildu ha presentado una enmienda que ha sido aceptada por los regionalistas”. La verdad es que no voy a quejarme de nada: después de ver cómo Bildu regala todo a los gobiernos socialistas de España y Navarra, y niega todo al vasco, tengo que reconocerle su capacidad de adaptación para complicar la vida a Chivite. Si tienen que ir con los ultras del otro bando, van.

Trump los une

¿Qué tienen en común UPN, PPN, Vox y Bildu, además de formar juntos un nuevo bloque en Nafarroa? Su posición templada, cuando no cálida, hacia Donald Trump. Si las y los de Otegi (que sigue al frente de Bildu porque él es la renovación en la política vasca) felicitaron al republicano cuando accedió a la Casa Blanca, los de Abascal (otro que se cree el líder único) han lanzado un vídeo en TikTok en el que relacionan sin pudor al hombre del color de los risketos con el que asegura ir armado por la calle y no es estadounidense. Al final, va a ser verdad que en TikTok lo único que no hay es vergüenza.

Una explicación

Llevo semanas esperando una explicación que, ahora que volvemos a hablar de vascos acusados de espionaje en el extranjero, podíamos haber oído. Pero no: la cuenta en X desde la que reclamaban la liberación de Pablo González guarda silencio desde que la lograron. Ni siquiera menciona que formó parte de un intercambio de presos en el que él fue en la lista de Rusia. En esta misma columna exigí la mediación de España y Europa, un juicio justo y rápido o una acusación concretar y, sobre todo, la aplicación de unos derechos básicos. Ahora creo que debo una explicación a las y los lectores que no puedo dar. Yo sí tenía que decirlo.

El “jefe de la oposición”

Pello Otxandiano es el “jefe”, por lo menos, de la oposición en el Parlamento Vasco. La expresión, entre ridícula y hortera, y evidentemente importada desde Madrid, no es cosa de ningún tuitero que no ha votado al de Sortu: ha sido una ocurrencia de Bildu. Nuevos tiempos, nuevos jefes, nuevas formas y mucho, mucho Madrid. Porque en Euskadi, ni siquiera en la que Patxi López era aspirante a lehendakari, se ha hablado de líder de la oposición, que yo recuerde. Y menos cuando en el trienio negro al PNV, habiendo ganado las elecciones, le tocó ser el azote en Gasteiz del gobierno del PSE apoyado por el PP.

La verdadera oposición

Pero no es Bildu la organización que más oposición está haciendo al gobierno vasco, sino ELA. Su anuncio de no acudir ni a la primera reunión para abordar un Pacto Sanitario que ha propuesto el lehendakari Pradales solo significa una cosa, por mucho que lo disfracen: que son más de acción que de diálogo. Entendiendo la “acción”, claro, a su manera: huelga, manifestación y “PNV, cabrón”. Y es una acción que ha sido muy útil para los objetivos políticos que ELA comparte con Bildu: el desgaste al partido que también ganó las últimas elecciones vascas y su sustitución por el movimiento que surgió precisamente para logarlo.

Los amigos y las amigas de Maduro

Representantes y simpatizantes declarados de la izquierda abertzale se apresuraron a celebrar la victoria electoral que anunció Nicolás Maduro, incluso desde Venezuela, y que todavía no ha podido probar. Ahora, para desviar la atención, a quien se aferra al poder no se le ocurre otra cosa que adelantar la navidad a octubre. Qué lío, con Halloween por medio. Y qué prueba irrefutable de que Maduro no es un dictador: todo el mundo sabe que poner la Navidad cuando a uno le da la gana es de demócrata de toda la vida. ¿Si en Venezuela no pasase nada necesarias marcianadas como esta?

Cómo perder y hacer perder el tiempo

El problema no es solo que el PP pierda el tiempo: también lo hace perder al PNV, que es el partido que sigue recibiendo sus llamadas, según interpreta El Plural de la entrevista a Aitor Esteban en Radio Euskadi. El contenido de las mismas parece obvio: que los de Esteban y Ortuzar abandonen el conocido como “bloque de la investidura” y se sumen al que forman la derecha y la ultraderecha española. Pues va a ser que no: los abertzales ya han dicho y han demostrado que con Vox no van ni a por duros. Pero el problema, como dice también el portavoz en el Congreso, ya no es Vox, sino el propio PP y su actual posición.

Otra de Sánchez

Lo de Escrivá (que nunca ha sido santo de mi devoción) es posiblemente el mayor ninguneo al PP que ha ejecutado Sánchez. Por el momento y por la decisión: aupar a su ministro hasta la cúspide del banco de España sin contar con Núñez Feijóo, después de sí hacerlo para la renovación del CGPJ y en un momento en el que el PP parece reforzado en las encuestas, es la sublimación de su propia estrategia de bandazos, sorpresas y oportunismo. Ha vuelto a volar los puentes con la derecha y con algo que le duele especialmente: la banca. De lo de tener a un superbanquero de ministro también tendríamos que hablar, por cierto.

El mundo se abrasa

Sé que escribir esto cuando estamos un poco cansados de este junio gris puede resultar extraño, pero lo cierto es que el mundo se abrasa, y que todas y todos somos conscientes de que la verdadera rareza es un día despejado pero fresco: en cuanto se van las nubes las temperaturas suben como llamas. Y en algunas partes del planeta, como India, ya no es noticia llegar a los 50 grados durante el día. 50 grados centígrados, sí, no se trata de una confusión o una traducción errónea. La pieza en Reuters y el vídeo que han publicado en X, de los bomberos que en Delhi combaten esta nueva realidad, son muy recomendables.

Y nos afectará

Ese verano abrasador acabará por llegar a Euskadi y echaremos de menos estos días grises. No solo vendrá, es que será cada vez peor, y nos afectará local y globalmente: cambios en los cultivos y las cosechas, encarecimiento de los productos… Y por supuesto, en algunas latitudes habrá una afección directa a su economía: “El turismo masivo tiene los días contados en España gracias a un fenómeno fuera de su control: el calor extremo” (Xataka). Es tan sencillo como esta conclusión del estudio que recogen: “A medida que en España se suceden las olas de calor, con temperaturas tórridas, los turistas pierden interés en visitar el país”.

¿Queremos pagar el precio?

Para no aumentar la temperatura del planeta tenemos que cambiar nuestro modo de devorar los recursos naturales. Y eso pasa por viajar menos. ¿Estamos dispuestas y dispuestos? Yo, sí. A lo que haga falta para bajar mi impacto sobre el planeta y, sobre todo, el nivel de hipocresía social. Por ejemplo: no queremos un Airbnb en nuestro edificio ni nuestra ciudad, pero sí lo buscamos cuando salimos a turistear. Mi posición es clara: cerrojazo al piso turístico, incluso siendo consciente de esto que alzan al titular en El Blog Salmón: “Ganan los residentes, los hoteles (mucho) y pierden los propietarios y los viajeros (muchísimo)”.

Venga, hablemos de política

Todo es política, lo sé, también los nuevos modelos de consumo o el límite (mejor la prohibición) de los apartamentos turísticos. Pero en el titular del párrafo me refiero a esto de El Nacional: “Illa solo ve viable un acuerdo con ERC y Comuns: ‘O pacto progresista o repetición electoral’”. Esta semana que en Euskadi el lehendakari presentaba su gobierno, en Catalunya ponían en marcha la cuenta atrás de dos meses para una repetición electoral si los partidos no se ponen de acuerdo: Illa o Puigdemont a la primera, o Illa o Puigdemont a la segunda. Solo queda saber qué hará ERC y cuándo lo hará.

Y hablemos de humanidad

Esto que denuncia la Fundación Fernando Buesa no es política, es humanidad: “Otro año más vuelve a suceder en las fiestas del barrio de Judimendi en Vitoria-Gasteiz: carteles en apoyo a los presos de ETA, entre ellos, a Diego Ugarte, condenado por asesinar a Fernando Buesa y Jorge Díez. Esta la realidad en algunas calles y fiestas populares: empatía hacia los victimarios y olvido y humillación para las víctimas”. Y ya sabemos, porque todos los actores de aquel conflicto con GKS lo dijeron alto y claro, y porque llevamos décadas viéndolo, que Bildu tiene mando en plaza directo en el control de las txosnas de las fiestas. Y lo ejerce.

Sí, es el mismo populismo

La victoria histórica de Bildu es multifactorial, empezando por una estrategia acertada que está siendo ejecutada de modo marcial y sobresaliente. Pero también es evidente que el mecanismo que aúpa al populismo fuera de Euskadi alza a Bildu: sin candidato (es la segunda vez consecutiva que, con éxito, Bildu lo esconde), sin programa, sin propuestas, sin una hoja de servicios que exhibir, con un eurodiputado a tiempo parcial, con un par de soflamas y agitando banderas de izquierdas, ha logrado una victoria incontestable mientras el resto del nacionalismo baja. Y quien quiera poner paños calientes que los ponga. Allá y acullá.

¿Merece la pena trabajar tanto?

Oihane Agirregoitia ha tenido que darse a conocer en tiempo récord, pero sabía que contaba con el aval y el acompañamiento de Izaskun Bilbao Barandica, que sí era una gran conocida en Euskadi: son muchas las personas a las que ha atendido durante 15 años, muchísimas, de sectores capitales en Euskadi y más allá. Sin embargo, no ha recabado el apoyo que su esfuerzo merece. La pregunta que sugieren los resultados del domingo (los de aquí y los de allí) es: ¿merece la pena trabajar tanto si con un par de ideas-fuerza y un marketing de manual, que exige mucho menos esfuerzo, es posible obtener mejores resultados?

Victorias y derrotas

La lectura política es clara: en Euskadi ha ganado Bildu y ha perdido EAJ-PNV. En Catalunya ha ganado el PSC y han perdido Junts y, todavía más, ERC. Y en España ha ganado el PP y ha perdido el PSOE. Juanma Lamet lo tuitea así de bien: “Ni plebiscito ni remontada. Sólo una victoria y una derrota. Tan sencillo como eso. El PP gana con claridad a los puntos (4 más), pero Feijóo no noquea a Sánchez. El PSOE resiste, pero a costa de la debilidad alarmante de sus socios”. En efecto: estas elecciones solo han venido bien de verdad a la extrema derecha… Y a Bildu, claro. Y parece que Sánchez tendrá que arreglárselas para aguantar la legislatura.

¿Y en Europa?

El populismo de base fascista ha crecido en Euskadi (si no lo dice nadie ya lo digo yo), en España y en toda Europa. Pero no tanto, especialmente, en el continente: que los liberales (coalición en la que se integra EAJ-PNV) se mantengan como tercera fuerza es una noticia buenísima porque sirve de apoyo para que los partidos popular y socialista europeos no tengan la tentación de recurrir a la extrema derecha, ni como socio ni como arma arrojadiza. También han crecido los no adscritos notablemente, donde se ubicará Alvise Pérez y de donde tiene que salir cuanto antes Junts. ¿Y el resto de partidos, qué va a aportar contra los ultras?

“La navarra marítima”

Por supuesto, no voy a terminar la columna sin comentar esa referencia a “la Navarra marítima” que hizo varias veces Arnaldo Otegi en su triunfante (lógicamente) alocución del domingo por la noche. No fue lo único extraño que dijo. Carlos Alonso lo ha resumido en X mucho mejor de lo que yo podré hacer: “Flipando con la referencia de Arnaldo Otegi a la ‘Navarra marítima’. Lo de ‘y por primera vez hemos ganado en mi pueblo’, lo diga cualquier político, es un poco WTF y motivo de risas. Y el recurso al ‘¡viva San Fermín!’ en una comparecencia electoral un poco populista, ¿no?”.